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✧c.-064

N/A: Este es, por supuesto, otro de mis capítulos favoritos, prácticamente en el top cinco xD

Cap dedicado a pulga_fumada ♡♡

Hoy os recomiendo 'FOR HER' de Xavier Mayne, ELIO y Chase Atlantic, una buena forma de comenzar la semana.

[...]

El lunes por la mañana, Jungkook despertó con una presión extraña en su pecho y abdomen, lo que le hizo fruncir el ceño tan pronto como comenzó a abrir los ojos. Desorientado, confundido y todavía sin haber recuperado el sentido, lo primero que vio nada más enfocar la mirada, fue a TaeHyung de brazos cruzados frente a él.

"¿Je- jefe?" Apenas balbuceó, su voz ronca y los ojos entrecerrados, todavía tratando de acostumbrarse a la luz.

"Buenos días."

TaeHyung sonaba algo molesto, manteniendo una ceja alzada y los labios apretados. Jungkook no tenía ni idea de qué estaba ocurriendo, ni tampoco a que se debía esa extraña presión en su cuerpo.

"¿Qué...? ¿Qué es lo que ocurre? ¿Por qué me estás mirando así?"

Él intentó moverse a duras penas, fracasando en el intento. TaeHyung puso los brazos en jarras esta vez.

"Eso debería preguntarlo yo, ¿no te parece?"

"¿Eh?"

"Me despierto en medio de la madrugada muerto de frío y sin entender por qué no hay nadie abrazándome. Entonces, cuando me giro para comprobar si el gilipollas que duerme a mi lado está muerto o se ha caído de la cama, porque no hay ninguna otra razón para no estar abrazado a mí, me encuentro con esto."

En cuanto TaeHyung señaló al azabache, este se miró a sí mismo con algo de dificultad, comprando finalmente qué era lo que presionaba su cuerpo como una camisa de fuerza.

Sunwoo, quién se había quedado a pasar la noche con ellos, estaba acostado encima de él, su cabeza contra el pecho ajeno y las piernas a cada lado, apoyadas sobre el colchón, abrazándose a Jungkook.

"Hace cuánto-" Jungkook se aclaró la garganta. "¿Hace cuánto está aquí?"

El castaño levantó las cejas. "¿Está? Querrás decir están."

Acto seguido, señaló la almohada donde Jungkook estaba acostado, obligándole a mirar hacia arriba, encontrándose de lleno con una bola peluda sobre su cabeza. Yeontan dormía plácidamente allí.

TaeHyung se acercó, agarrando al cachorro y quitándoselo de encima con sumo cuidado, devolviéndolo a su cama. Sin embargo, dejó a Sunwoo donde estaba, decidiendo que aquello sería problema de Jungkook.

"Agradece que ha aprendido a hacer sus necesidades fuera de casa y anoche lo bañamos, porque ibas a estar guapo con tinte extra de pelo. Se te iban a quitar esas ganas locas de reírte tanto de tu amigo..."

"¿Cómo ha llegado el cachorro aquí?" Quiso saber, dejando escapar un suspiro.

"Buena pregunta, yo también me la hago." Dijo, dando un paso hacia atrás, en dirección a la puerta. "Voy a hacer el desayuno, tengo una reunión a las nueve y debo estar pronto en la oficina."

Sólo entonces, Jungkook notó que el castaño estaba vestido de pies a cabeza, recordándole que era lunes, y, por lo tanto, día de trabajo.

Él soltó un quejido, removiéndose como pudo.

"Pero-"

"Despierta a Sunwoo, os espero abajo."

"TaeHyung..." Le llamó de nuevo. "E-Espera."

Para su mala suerte, el mencionado se encontraba saliendo de la habitación, ignorando por completo sus llamados.

Jungkook lloriqueó durante unos segundos. "Jefe..."

Sin embargo, este regresó en sus pasos, adentrándose en la habitación sin decir absolutamente nada y caminando hacia él. Se inclinó una vez llegó a su altura, depositando un beso casto en los labios del azabache. Acto seguido, volvió a marcharse, dejándole completamente desorientado.

"Pero... No te- no te vayas..."

"¡El cepillo de Sunwoo es el azul!"

Segundos después, escuchando pisadas en las escaleras, Jungkook supo que TaeHyung le había dejado solo a su suerte.

Él suspiró, pasándose las manos por el rostro y bufando poco después.

"Vaya manera de despertar..." Murmuró, mirando hacia abajo donde Sunwoo todavía se encontraba.

Zarandeó un poco el cuerpo del menor, oyendo su quejido y sintiendo cómo se removía, intentando buscar una buena posición para seguir durmiendo.

"Sunwoo, es hora de que te levantes. Tienes que ir al colegio." Le dijo. Sunwoo no respondió. "Sunwoo..."

El niño balbuceó algo ininteligible, quedándose completamente quieto para no hacerle creer a Jungkook que estaba despierto e intentar engañarlo para así poder dormir más tiempo.

Conociendo aquella táctica de primera mano, Jeon entrecerró los ojos, llevando con discreción las manos a cada lado del cuerpo ajeno y, aprovechándose de su concentración, le pinchó las costillas con dos dedos. Inmediatamente, chilló.

"¡Ay, tío Jungkook! ¡Que me haces cosquillas!"

Pero el azabache no se detuvo, oyendo sus carcajadas. "Te lo mereces por mentiroso. Estabas intentando engañarme, ¿eh? A mí, que soy tu tío no biológico favorito."

"¡Era sólo una broma!"

"Claro, claro..."

Jungkook continuó haciéndole cosquillas, trasladándolas esta vez a la planta de su pie izquierdo, que tenía justo al lado. Sunwoo se retorció contra su pecho.

"Por favor, Koko, me voy a hacer pis encima, para."

"Lo haré sólo si prometes levantarte ya. Tu tío TaeHyung nos está esperando abajo para desayunar y que vayas al colegio."

"Vale, lo prometo."

Jeon asintió, entrelazando su meñique con el del niño cuando este lo levantó. "Muy bien. Pues venga, arriba."

Finalmente, Sunwoo se incorporó, bajándose de su regazo en un salto. Jungkook fue tras él, rascándose la nuca y arrastrando los pies perezosamente.

"Tu cepillo es el azul."

"Ya."

"¿Sabes cepillarte los dientes o te tengo que ayudar?" Cuestionó, abriendo el grifo y cogiendo el cepillo que le pertenecía a Sunwoo para humedecerlo.

"Yo sé, pero no llego al lavabo, Tete aún no me ha comprado el taburete para que me pueda subir."

"Hay que ver qué malo es tu tío... No tiene consideración con los enanos." Se burlaba Jungkook, echándole la pasta de dientes al cepillo

Entregándoselo al niño, antes de coger el suyo propio, se lo encontró con una mirada fulminante y los brazos cruzados. Inmediatamente, soltó una carcajada.

"¡Koko! ¡No soy enano!"

"Por supuesto que no, el lavabo es demasiado alto para ti. Es su culpa."

Sunwoo asintió esta vez. "Claro."

Ambos se lavaron los dientes al mismo tiempo, Jungkook siendo el primero en terminar, escupiendo y aprovechando para enjuagarse la cara, secándola poco después.

"¡El desayuno ya está listo!" Gritaba TaeHyung desde abajo.

"¡En seguida vamos!"

Mirando a Sunwoo, le vio con la boca llena de pasta de dientes y el cepillo en la mano, sin poder mediar palabra, lo que le hizo reír.

"¿Te ayudo?" Preguntó. Él asintió.

Jungkook se agachó para sostenerle bajo las axilas, alzándolo desde atrás y llevándolo cuidadosamente hasta el lavabo, donde pudo escupir sin dificultad. Luego, agarrando una toalla, secó su boca con la misma delicadeza.

"Listo."

"Gracias, Koko." Depositando un beso en la mejilla del más mayor, dijo.

Inconscientemente, este sonrió. "De nada, mini Sol."

Jungkook tampoco fue consciente del momento exacto en que su boca se abrió y llamó al niño de aquella forma, sólo viendo el impacto de aquel apodo cuando sus ojos brillaron como dos estrellas gigantes.

"¡Eh! ¡Me has puesto un nombre bonito!" Chilló, abrazándose a su cuello.

Sin mencionar nada en absoluto, el azabache asintió para sí mismo, dejando escapar un pequeño suspiro. TaeHyung había debido tocar algún botón escondido de su cabeza, reiniciar su sistema operativo y convertirle en alguien completamente diferente a quien era ahora. Porque él no hacía estas cosas.

Llegaron a la planta baja, donde TaeHyung esperaba por ellos con la mesa llena de diferentes alimentos. Café, leche, cereales, huevos hervidos, tortitas de avena, fruta, chocolate del que tanto le gustaba a Sunwoo y salchichas de pavo.

"¡Tete, Tete!"

"Por fin aparecéis. Se iban a quedar las salchichas más tiesas que los juguetes de Yeontan."

"¡Tete! ¡El tío Jungkook me ha puesto un nombre bonito!"

El ceño de TaeHyung se frunció, poniéndose a la altura de Sunwoo en cuanto este llegó y besando su frente. Compartió una mirada incrédula con el azabache, antes de prestarle toda la atención a su sobrino.

"¿Un nombre bonito?"

"Bueno... Yo no lo llamaría bonito."

"¡Es muy bonito!" Insistía.

"¿Cuál es?"

"Sol enano."

"¡Mini Sol!"

Sus voces sonaron al unísono, confundiendo aún más a TaeHyung.

"¡Es mini Sol, tío Jungkook!" Corregía Sunwoo al mayor, como si este lo hubiese olvidado.

Cruzando los brazos por encima de su estómago, TaeHyung asintió con la cabeza, ocultando una sonrisa que luchaba por salir. Entonces, buscó los ojos de Jungkook una vez más, topándose con ellos y levantando ambas cejas.

"Así que mini Sol, ¿eh?"

"Bueno... En mi cabeza había sonado Sol enano, pero supongo que no dije eso." Se excusó, encogiéndose de hombros.

El castaño soltó una risita, tomando asiento junto a su sobrino. "Qué poca originalidad, Jungkook... Me esperaba más de ti."

"¿Y eso por qué?"

"Yo solía llamar mini Sun a Sunwoo cuando era más pequeño."

"¡Eh, eso es verdad!"

Resoplando, Jungkook también tomó asiento, sirviéndose café en su taza cuando TaeHyung terminó y le entregó el recipiente.

"Claramente no te he copiado, ha sido pura casualidad. ¿Cómo iba a saber yo que antes le llamabas así? Le hubiera puesto uno muchísimo mejor..."

"Ya, que te lo has creído."

"Por supuesto." Afirmó el azabache.

"¿Hay nieve de chocolate para ponerle a mí vaso?"

La voz de Sunwoo sonó, captando toda atención posible por parte de ambos adultos, quienes le observaron.

"¿Nieve de chocolate? ¿Te refieres al helado?"

"No, nieve de chocolate, para beber."

Jungkook rio, entendiendo rápidamente a lo que se refería. "¿Cacao en polvo?"

"¡Eso!"

"Oh. No, cariño, no tengo, lo siento." Se disculpaba su tío. "Pero compraré para la próxima vez que vengas."

"Vale, gracias Tete."

"¿Cuál te gusta?"

El niño se encogió de hombros. "Cualquiera."

Pero TaeHyung claramente no tenía ni idea —debido a su poca tolerancia a las cosas dulces, empalagosas—, por lo que, con disimulo, Jungkook palmeó su mano, captando así nuevamente su atención.

"Yo me encargo de eso, no te preocupes."

El castaño le entregó una gran sonrisa, asintiendo. "¿Qué haría yo sin ti?"

"Ponerle helado a la leche de Sunwoo." Se burló, de inmediato siendo fulminado.

"Idiota."

"¡Mala palabra!" Chilló Sunwoo, horrorizado.

TaeHyung pasó ambas manos por las orejas de su sobrino, formando círculos en el aire bajo el escrutinio de un extrañado Jungkook.

"No has oído nada."

Acto seguido, el teléfono le sonó sobre la mesa, un mensaje de Daehwi encendiendo su pantalla. Nada más leerlo, suspiró.

"¿A qué hora tienes que estar en la oficina?"

"En treinta minutos, tengo una reunión a primera hora con algunos patrocinadores."

"He repasado tu agenda como cincuenta veces esta semana, no tenías nada previsto para hoy."

Él asintió, porque aquello era cierto. "Sí, lo sé, pero ha surgido un contratiempo y debemos reunirnos hoy."

"¿Es algo grave?" Quiso saber el azabache, frunciendo el ceño a modo de preocupación.

"No, para nada. Vamos a participar en el evento benéfico de Yves Saint Laurent por segundo año consecutivo y somos los anfitriones esta vez."

"Oh, entiendo." Asentía. "Vete antes si quieres, ya has terminado de desayunar, ¿no?"

"Sí, pero Sunwoo no. No quiero que coma solo." Él señaló a su sobrino.

TaeHyung había pasado algunos años de su etapa de adolescente "rebelde" comiendo sin compañía alguna, en un comedor demasiado gigante para él solo. Y ese sentimiento no era lo que más quería para Sunwoo.

"Yo estoy aquí, nadie va a comer solo en esta mesa. Me quedaré con él, ayudaré en lo que necesite y luego lo llevaré al colegio. No tienes nada de lo que preocuparte."

"¿Estás seguro?" Cuestionó. El azabache asintió sin siquiera pensarlo.

"Entro una hora más tarde al trabajo, creo que no es necesario mencionar lo seguro que estoy."

TaeHyung rio, poniendo los ojos en blanco, mientras devolvía la atención hacia Sunwoo, quién se metía una cuchara de cereales en la boca y masticaba.

"Puedes irte, Tete, a mí no me importa. El tío Jungkook me hace compañía."

"Exacto." Corroborando sus palabras orgullosamente, el mencionado asintió.

TaeHyung soltó un suspiro, aceptando aquel plan con una diminuta sonrisa, en especial cuando su pantalla volvió a iluminarse.

"De acuerdo." Accedió. "Tienes una copia de mis llaves en el mueble de la entrada, quédatela. Te pasaré la dirección del colegio por mensaje."

Los ojos de Jungkook se iluminaron tras la primera orden, pasando completamente por alto la segunda, mientras que TaeHyung se ponía en pie.

"¿Me las quedo indefinidamente?"

"¿Eh?"

"Las llaves."

Comprendiendo a lo que se refería, una pequeña sonrisa jaló de sus labios.

"Sí, quédatelas. Pero cuídalas bien."

"Por supuesto, jefe."

TaeHyung no dejó de sonreír ni siquiera cuando se alejó de ellos, internándose en el cuarto de baño de invitados para lavarse las manos y los dientes por segunda vez. Entonces, vio su sonrisa inconsciente en el espejo, lo que le hizo suspirar.

Era incapaz de descifrar los sentimientos que afloraban cuando Jungkook estaba cerca, no habiéndose sentido nunca antes de ese modo. Como si estuviera flotando en una nube permanente.

Se sentía tan cómodo con Jungkook a su alrededor, habiendo establecido una rutina conjunta de la que parecían nunca cansarse. Y es que cada día era como una nueva vida junto al azabache.

No sabía cómo de bueno era eso, e incluso si prefería no pensar en ello por mucho tiempo, sabía que en el fondo estaba asustado por lo que pudiera significar realmente. Muy asustado.

"¿Me quitas la piel de la mandarina?" Escuchó a Sunwoo preguntar, nada más salir del baño. "Tengo una herida en el dedo y me pica."

Jungkook asentía, quitándole la fruta de las manos. "Sí, claro. ¿Sólo quieres una?"

"Dos, por fa."

"De acuerdo."

"Gracias, tío Jungkook."

Esbozando otra sonrisa, TaeHyung no pudo evitar sentir calor en el pecho al admirar aquella escena. Sunwoo era alguien que se hacía querer con mucha facilidad, un niño maravilloso. Sin embargo, había algo demasiado enternecedor en ver a Jungkook, una persona que aparentemente odiaba a los niños, caer de lleno en sus encantos.

"Toma, tu mandarina."

"Gracias." Repitió, llevándose un gajo a la boca. Inmediatamente sus ojos se ampliaron. "¡Está ácida! ¡Me encanta!"

Jungkook, logrando que la sonrisa de TaeHyung se hiciera más grande, conforme caminaba hacia el perchero a por sus pertenencias. Él recibió un nuevo mensaje de Daehwi.

Daehwi:

Señor, los patrocinadores están al llegar. Se han sumado algunos más, ¿preparo la sala de reuniones grande?

Vaciando sus pulmones, tecleó una respuesta.

TaeHyung:

Sí, prepárala, Daehwi. Gracias.

Guardando su teléfono en el bolsillo del abrigo, se relamió los labios, dirigiéndose nuevamente hacia la mesa, donde Jungkook y Sunwoo se encontraban.

"Me marcho ya." Anunció, mirando al azabache. "Tienes la sillita de Sunwoo en el salón, ¿sabes cómo colocarla en tu coche?"

"Sí, descuida."

"Bien, pues entonces te veo en la oficina luego."

"Allí nos veremos, jefe."

"Adiós Tete, suerte en el trabajo."

Acercándose a su sobrino, se inclinó para depositar un beso en su mejilla. "Adiós cariño. Pásalo bien en el cole."

"Lo intentaré." Dijo, causando una risa en el azabache y en su tío, mientras se metía otro gajo de mandarina en la boca.

Dirigiéndose ahora hacia el azabache, puso una mano en su nuca, usando la otra para taparle los ojos a Sunwoo, quién se quejó, soltando un chillido agudo. Él acortó la distancia que le separaba de Jungkook, besando sus labios castamente, separándose poco después y sonriéndole. Luego, destapó los ojos de su sobrino.

"Adiós, guapo. Te veo en la agencia."

"Por supuesto que sí." Asintió, mirándole con los ojos brillantes y el labio inferior entre los dientes.

TaeHyung abandonó su propio hogar minutos después, cuando el coche de Earth se estacionó fuera, dejando a Sunwoo y Jungkook completamente a solas. Ambos continuaron desayunando entre pequeñas bromas.

"Hoy mi amigo no viene al cole porque sus padres se han casado este fin de semana y está de viaje con ellos." Contaba el niño.

"¿Estarás solo, entonces?"

"No, tengo más amigos, pero no podré jugar a la consola con él durante el descanso."

"Bueno, pero puedes jugar con los demás niños. Cuando seas mayor no tendrás tanto esa oportunidad."

"Tienes razón..." Asentía. "Aunque me preguntó cómo estará pasándoselo Hyungwon. Yo no había nacido cuando mis padres se casaron."

"Ni yo."

"¿Tete y tú estáis casados como mis padres y los de Hyungwon?" Cuestionó, justo cuando Jungkook bebía su café.

Este se atragantó, aclarándose la garganta y apartando la taza, dejándola lentamente donde estaba.

"No, no estamos casados, Sunwoo. Ni siquiera somos pareja."

"¿Y qué sois?"

Jungkook se encogió de hombros. "No lo sé."

"Mis padres también se dan besitos en la boca y están casados. Igual que el abuelo y la abuela."

"Sí, bueno... A veces es más complicado que eso."

"¿Por qué?" Cuestionó.

Jungkook encontró que realmente no tenía una respuesta para eso.

"Pues... La verdad es que no tengo ni idea."

"Hm... Entonces debe ser muy, muy complicado, porque esto no lo sabes y Tete dice que eres alguien inteligente."

Quedándose en completo silencio, la mirada de Jungkook se perdió en algún punto de la mesa. Quizás no era complicado en absoluto y sólo bastaba hacer la pregunta clave para salir totalmente de dudas.

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