Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✧c.-058

N/A: Se acerca una de mis etapas favoritas en la historia, así que no puedo contener mi emoción en cada capítulo xD

Cap dedicado a xnaojnkk ♡♡

Hoy os recomiendo '3 Am' de We Three ft. Ash Howes, esta semana sí estoy en completa sintonía con mi querido Descubrimiento Semanal.

[...]

Nada más poner un pie en la habitación de TaeHyung, Jungkook le empujó hacia la cama, inmediatamente lanzándose sobre él, impidiéndole ver nada más que el techo hasta que su rostro acaparó toda la atención.

Atrapó sus labios tan pronto se acomodó entre las piernas ajenas, usando una mano para acunarle el rostro. TaeHyung suspiró en medio del beso.

"No deberíamos..." Balbuceó torpemente el castaño, separándose y relamiéndose los labios. "Tenemos que irnos a las cinco de la mañana."

Las cejas de Jungkook se alzaron. "¿Me detengo, entonces?"

"Hm, no..."

En respuesta, dejó escapar una suave risita, inclinándose para besarle en la garganta. Nuevamente, el castaño suspiró.

"Aunque no- no tengo..."

"¿Condones?" Cuestionó, sintiéndole asentir contra su cuello. "Yo tengo, no te preocupes."

Al instante, TaeHyung se apartó, su ceño fruncido haciendo a Jungkook reír.

"¿Es que hasta para el trabajo te los llevas?"

"A donde sea que tú vayas, mis condones y yo te seguiremos." Aseguró, causando una risa en él esta vez.

"Probablemente esa sea tu frase más romántica."

Él también rio, introduciendo sus manos bajo la ropa del castaño, estremeciéndose debido al tacto casi helado, comenzando a arrebatarle la camisa.

"De hecho, tengo más, jefe." Dijo. "Puedo ser realmente encantador y romántico si me lo propongo, pero no estoy familiarizado con esa faceta. Debo explorarla primero."

"Estaré encantado de conocerla."

Seguido de eso, no mencionó nada más al respecto, encontrando que las palabras no eran necesarias ahora mismo, por lo que se mantuvo en completo silencio.

Aunque tampoco es como si tuviera elección, debido a que los labios de Jungkook se posaron sobre los suyos, chupándolos con lentitud y disfrutando de la sensación hormigueante por todo el cuerpo.

TaeHyung abrió las piernas para que se acomodara mejor, llevando los dedos hacia el botón de sus pantalones, desabrochándolo. Luego jaló de dicha prenda hacia abajo, apretando su culo por encima de los bóxer.

Jungkook rio contra su boca, separándose para poder deshacerse de sus pantalones.

"Quiero estar arriba." Prácticamente ordenó el castaño.

"Oh, ¿quieres montarme? Será un placer."

"Por supuesto."

Empujando a Jungkook, le obligó a ser quien estuviese tumbado, colocándose encima de él. Tenía los ojos oscuros, llenos de una lujuria inconfundible que le llevó, inevitablemente, a estremecerse en contra de su voluntad.

Una risa volvía a escaparse desde lo más profundo de su garganta, mientras arrebataba la prenda superior de TaeHyung.

"Antes de que lo sepas por ti mismo... Debo advertirte de que vas a llevarte una sorpresa."

"Oh, ¿si? Espero que sea buena."

Sonriendo, él se inclinó para capturar los labios de Jungkook, volviendo a separarse dos segundos después, no dándole la oportunidad siquiera de profundizar el beso.

"Me ofendes, Jungkook... Siempre es una buena sorpresa si te la doy yo."

"Hm..." Pensativo, asintió. "Tienes razón."

"Claro que la tengo."

La sonrisa del azabache se hizo más grande, siendo él esta vez quién despojase de sus pantalones al otro ansiosamente, lanzándolos hacia cualquier parte. Estaban tan apretados que sentía como si estuviera arrancándole la piel a tirones.

Entonces, descubrió cuál era la sorpresa de la que TaeHyung le había alertado: su completa desnudez bajo aquella endemoniada prenda.

"Joder..." Apenas susurró.

"¿Qué ocurre?"

Jungkook se incorporó, besando su pecho desnudo. "Esta es la mejor sorpresa."

"Lo sé." Estuvo de acuerdo.

"Del mundo." Añadió, sin separar los labios de su piel, depositando pequeños besos en su abdomen.

TaeHyung se estremeció y, mordiéndose el labio, suspiró temblorosamente. "¿Tanto?"

Los besos ascendieron hasta su pecho nuevamente, llegando al cuello, donde comenzó una línea recta y pausada, alcanzando la garganta del castaño y posteriormente su barbilla. Mientras, le acariciaba los costados, haciendo un camino directo hacia el culo de TaeHyung, apretándolo con ansias. Jungkook no emitió palabra alguna, pues la respuesta era más que evidente.

TaeHyung se movió de atrás hacia delante en su regazo, ocasionando que un gemido involuntario saliera de los labios ajenos, sintiendo como su miembro comenzaba a despertarse bajo la ropa interior, empezando a notar una inconfundible presión contra la tela que le hizo suspirar. Inmediatamente, atacó los labios de TaeHyung, acunándole el rostro e introduciendo su lengua, al mismo tiempo en que él se encargaba de arrebatarle los bóxer.

Y, entreteniéndole con aquel beso, Jungkook aprovechó para masturbarle con la mano libre: unos cuantos movimientos rápidos de muñeca siendo suficientes para hacerle gemir y temblar contra su cuerpo.

Sus ojos viajaron hasta el muslo derecho de TaeHyung, donde yacía aquel famoso tatuaje, acariciándolo por encima. Esbozando una pequeña sonrisa, no hizo comentarios al respecto.

Poco después, llevó esa misma mano hacia la parte trasera, usando su propio líquido preseminal como lubricante a la hora de introducir los dos primeros dedos.

"Dios..." Kim suspiró, al borde del colapso. No podía aguantar mucho más.

En respuesta, chistó suavemente.

"Lo sé, lo sé."

Para distraerle de aquella intromisión, chupó su lengua en cuanto TaeHyung le lamió el labio inferior, ladeando la cabeza para profundizar el contacto.

Estaba desesperado. Sabía que lo estaba y se volvía bastante difícil ocultarlo, algo que, en cierto modo, casi le avergonzaba. Sin embargo, esta vez no tenía tiempo para hacerlo, porque se sentía bien. Estaba bien.

TaeHyung elegía no preocuparse, incluso si eso significaba que sus emociones no podían ser controladas. No lo necesitaba, tampoco. No cuando la sensación de los dedos de Jungkook en su interior, moviéndose como si estos fueran tijeras y cambiando la velocidad conforme notaba que estaba lo suficientemente dilatado, era más fuerte.

"Dónde- ¿Dónde tienes los condones?" Siseó, notando cómo un tercer dedo se adentraba en él.

Ya no podía acallar sus gemidos, necesitando con urgencia pasar al siguiente nivel. Deseoso.

Ni siquiera tenía esto en mente cuando invitó a Jungkook a pasar la noche en casa, pero tampoco estaba en condiciones de arrepentirse, y no lo hacía.

"Están en mi chaqueta."

"Ya, ¿y dónde cojones está tu chaqueta?"

Soltando una carcajada, besó sus labios castamente. "La tienes a los pies de la cama."

"Genial."

Él se bajó de su regazo, gateando hacia la orilla de la cama, lo que le dio a Jungkook una maravillosa perspectiva de su cuerpo desnudo. Masticando su labio inferior, esbozó una sonrisa ladeada, antes de silbar.

"Vaya... Y decías que jamás vería esto..."

"Ni una palabra."

"Sinceramente, no las tengo." Aseguró, viéndole sacar una tira de condones y lubricante.

Él silbó. "Wow, ¿tantos? Cuánta fe..."

Jungkook rio una vez más, conforme TaeHyung volvía a su regazo.

"La última vez lo usamos casi todos." Le recordó, de inmediato capturando sus labios cuando este los buscó.

Kim prefirió no decir nada. Porque, uno, estaba demasiado excitado como para hablar y dos, las palabras de Jungkook eran completamente ciertas, así que el silencio, junto con las ganas de seguir besándole, se volvían sus mejores amigos.

Sostuvo su miembro despierto por primera vez en toda la noche, dándole algo de atención y apretándolo en su puño. La respuesta de Jungkook fue inmediata: un gemido ronco en su oído, mordiéndole el lóbulo y luego besando dónde su pulso era notable. TaeHyung sonrió, colocándole el condón.

"Um... Creo que deberíamos detenernos, ¿no te parece?" Propuso el azabache, sosteniéndole la cintura.

TaeHyung le observó como si tuviera una cámara oculta incrustada en la frente.

"¿Cómo dices?"

"Sí, bueno..." Jugueteando con el piercing en su labio, asintió. "Nos vamos a Milán en menos de cinco horas, imagino que querrás estar descansado, ¿no? No quiero ser yo quien te quite horas de sueño, jefe."

Entonces, los labios de TaeHyung se curvaron en una sonrisa, inclinándose para sostenerle el rostro. Claramente estaba bromeando, conociendo su evidente desesperación y usándola como burla.

"Eres encantador, Jungkook." Acariciándole el cuello, se acercó a su oreja. "Y aprecio muchísimo que tengas en cuenta mis horas de descanso."

"Claro..."

Esta vez, las manos de TaeHyung se dirigieron hacia sus hombros, manteniéndose quietas allí, todavía con los labios presionándose contra la oreja de Jungkook.

"Pero si realmente no quieres parar aquí y solo buscas reírte de tu jefe, como sé que estás haciendo... Te recomiendo que uses esa boca para algo que se te dé mejor.

Mirándole a los ojos atentamente, le vio asentir como si de repente estuviera indefenso, dejándose hacer cuando volvió a besarle.

"Ayúdame a bajar." Pidió contra sus labios.

Jungkook hizo lo pedido, alineando su miembro en la entrada de TaeHyung en cuanto este se incorporó, apoyando las rodillas contra el colchón. Luego, sostuvo su cintura con una mano, guiándole hacia abajo, hasta introducirse por completo dentro de él, poco a poco.

Ambos gimieron al unísono, no despejando la vista de los ojos del otro, como si fuese algún tipo de batalla entre ellos dos.

Horas más tarde, cuando se encontraban profundamente dormidos y el despertador comenzó a chillarles a tan sólo unos centímetros, TaeHyung fue el primero en abrir los ojos. De inmediato, encontró que estaba adolorido, además de excesivamente cansado y que también tenía a Jungkook abrazándole por la espalda, acurrucado contra él.

En cuanto notó el profundo dolor en su espalda baja, piernas y brazos, el arrepentimiento se hizo parte de él.

"Dios... Maldita sea mi existencia." Se lamentó, dejando escapar un quejido.

Jungkook apretó su cuerpo sólo un poco, removiéndose.

"Ay, apaga eso... Tengo sueño."

Y, cómo era de esperar, TaeHyung bufó. Por supuesto que tenía sueño, ¿cómo no iban a tenerlo? Apenas habían dormido dos horas en toda la noche, pasando gran parte de esta ocupados en otras actividades que les mantuvieron despiertos.

"Sí, yo también tengo sueño, pero nos están esperando en el aeropuerto, así que ya puedes ir levantándote."

Un pequeño beso fue depositado en su hombro. "No..."

"Pues al menos deja que me levante yo."

"Tampoco."

Él bufó, intentando salir sin éxito alguno, del agarre de Jungkook. Este se quejó.

"Deja de moverte." Pidió, en voz muy baja.

Resoplando, un gruñido se le escapó de los labios, tapándose el rostro con ambas manos. Qué mal le sentaba tener tan pocas horas de sueño.

"Jungkook, creo que ya tengo suficiente con no haber dormido una mierda, sentir dolor en absolutamente todas y cada una partes de mi cuerpo, como para que ahora tú te aferres a mí e impidas que me mueva."

Sólo entonces, Jungkook pareció reaccionar más positivamente, riendo entre dientes.

"Te quejas mucho para haber sido el culpable de que gastáramos una tira entera de condones, jefe."

En respuesta, el mencionado no pido hacer nada más que soltar un chillido, exhausto.

"¡Viajas en el montacargas, te lo prometo!"

E, inmediatamente, Jungkook alejó sus manos de él, permitiéndole moverse con libertad. O, bueno... Toda la libertad que estar adolorido podía tener.

"Hay que ver, jefe, vaya despertar tienes..."

"Cállate." Siseó.

"Bueno, bueno..."

"No te enfades tanto conmigo, anda... Que soy bueno."

"Sí, buenísimo."

Depositó un beso en la sien de TaeHyung como última muestra de afecto.

"Exacto, buenísimo. Un trocito de pan."

TaeHyung no dijo nada al respecto. Porque, en el fondo, estaba encantado con aquellas pequeñas muestras afectuosas. Así que, suspirando, se dejó caer contra el brazo de Jungkook, agotado, antes de besar el tatuaje en su muñeca.

Salieron del apartamento de TaeHyung alrededor de una hora más tarde y llegaron al aeropuerto cuarenta y cinco minutos después, cuando aún faltaban algunos modelos -con sus respectivos managers- por entrar en el jet privado.

El gran jefe estaba tan cansado que Earth incluso se ofreció a llevarlo en silla de ruedas, pero sabía de sobra que aquella escena sólo alimentaria más el ego insaciable de Jungkook, además de hacerle reír. TaeHyung adoraba a su asistente, pero no estaba de ánimos ni tenía energía suficiente para escuchar sus burlas en un vuelo de casi veinte horas.

"¿Vamos a la habitación?" Propuso Jungkook, susurrándole directamente en la oreja.

"A mi habitación querrás decir. Tú viajas en el montacargas."

La risa del azabache sonó, pues estaba bastante confiado de que TaeHyung jamás haría algo como eso.

"Claro que sí, jefe, sólo te acompañaré para asegurarme de que llegas bien."

Poniendo los ojos en blanco, se giró para mirar a Earth, quién dejaba las maletas en sus respectivos compartimentos.

"Earth, me voy a la habitación, ¿de acuerdo? Necesito descansar."

El guardaespaldas asintió. "Por supuesto, señor. Estaré por aquí, si necesita cualquier cosa me avisa."

"Yo cuidaré de él, no tienes nada de lo que preocuparte." Aseguraba Jungkook.

TaeHyung suspiró. "No le digas eso, porque entonces se instala en la habitación con nosotros."

"Correcto." Afirmó el más grande, inmediatamente haciendo a Jungkook bufar.

Sin emitir palabra alguna, TaeHyung se giró, haciendo su propio camino hacia las habitaciones. Por supuesto, él no necesitó girarse para verificar que Jungkook estuviera siguiéndole, pues sabía de sobra que si se detenía abruptamente, el azabache chocaría contra su espalda.

Llegó a la habitación principal con un suspiro de puro hastío, soltando su abrigo en el primer sillón que vio y quitándose los zapatos. Sentía como si no hubiese dormido en años.

"Ow... ¿sólo hay una cama?"

La pregunta de Jungkook a sus espaldas sonó como si estuviera decepcionado. Él asintió, si siquiera girarse, en su lugar dirigiéndose a dicha cama.

"Claro. Una cama doble."

"¿Y dónde voy a descansar yo?"

Sólo entonces, se giró el castaño, señalando uno de los dos sillones esparcidos por la habitación, como si fuera obvio.

"Ahí tienes para elegir dos lugares comodísimos. Son súper blanditos."

Jungkook resopló, mirándole con ojos de cachorro. Sabía de sobra que esa era su arma secreta. Incluso agachó la cabeza, asintiendo, completamente derrotado en combate. Un combate en el que no siquiera había luchado, porque ya se sentía ganador.

"Um... Bueno, vale... Supongo que no puedo quejarme."

''Exacto, no puedes."

Jungkook se dirigió al otro sillón, todavía cabizbajo, deshaciéndose de su chaqueta y dejándola allí, haciendo exactamente lo mismo con los zapatos, que alineó junto al mueble, con un aura excesivamente triste siguiéndole de cerca.

TaeHyung no le quitó la mirada de encima incluso si conocía sus intenciones, dejando escapar un pequeño suspiro. Sabía que estaba jugando con su afecto por él, con su corazón cansado y debilitado, pero ese hecho ni siquiera pareció importar.

"Huh... Creo que necesito ayuda para sentarme." Mencionó, rápidamente captando su atención. "Me duele la espalda."

El azabache no tardó en ponerse a su altura, mirándole con una preocupación innegable. Puso las manos sobre la cintura de TaeHyung, evitando que este pudiera tambalearse o hacerse más daño intentando bajar.

"¿Te ayudo? ¿Duele mucho? ¿Dónde te duele?"

TaeHyung, a su vez, puso ambas manos sobre los brazos de Jungkook.

"Justo ahí, encima de la cadera..." Indicaba, visualizando la cama tras el.

Acto seguido, intercambió posiciones con él, dándose la vuelta y seguidamente lanzando a Jungkook contra aquella cama, viendo la sorpresa en sus ojos desde arriba. Un segundo después, se tumbó a su lado.

"Que descanses."

"¿A qué ha venido...?" Un incrédulo Jungkook cuestionó.

"No hagas preguntas que no voy a poder contestarte."

"Bueno..."

TaeHyung levantó la cabeza sólo un poco, lo suficiente como para poder observarle.

"Son al menos quince horas de viaje. No voy a dejarte dormir en unos sillones por muy cómodos que sean." Explicó, observando como aparecía aquella famosa sonrisita.

"Vaya..."

"Ya estás borrando esa sonrisa, sólo lo hago por cortesía y para que no estés todo el viaje quejándote de una hernia discal imaginaria. Necesito cuidar mi salud mental."

Entonces, aquella sonrisa trascendió a una risa ronca, mientras que Jungkook asentía, abrazando al castaño por la cintura. Este suspiró, ocultando su encanto ante aquel gesto.

"Me parece justo, jefe. Descansa."

"Sí... Tú también." Murmuró.

Jungkook le besó el cuello. TaeHyung se aclaró la garganta, no queriendo reaccionar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro