Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✧c.-042

N/A: Olvidé que tenía este capítulo escrito también, jejeje. Sólo puedo decir que Jungkook es mi mayor orgullo y lo adoro nuxhisimo xD

Cap dedicado a sopemail ♡♡

Hoy os recomiendo 'RUNRUNRUN' de Dutch Melrose. Amo este tipo de canciones y en concreto cómo las hace este artista maravilloso.

[...]

Jungkook llegó el martes a la oficina con un considerable humor de perros. Había pasado todo el fin de semana y el lunes festivo tratando de obtener algún tipo de respuesta por parte del gran jefe, sin embargo, no había recibido más que un cruel rechazo e ignorancia.

Decir que estaba molesto era simplemente absurdo, pues la sangre quemaba en sus venas. Nunca se había sentido tan ignorado y rechazado antes, mucho menos después de que la otra persona hubiera dejado evidencias de una atracción y sexual mutuo, por lo que Jungkook se sentía un poquito herido.

Adentrándose en recepción, Yunjin elevó la mano para saludarle, bebiendo de su botella de agua y observándole con sorpresa, conforme este se le acercaba.

"¡Hola, Jungkook! Buenos días."

"Buenos días, Yunjin."

"Pensé que hoy era tu día libre, no esperaba verte por aquí."

Él asintió, ahuecando la mejilla. "Sí, ya... Pero tenía que venir para arreglar un asunto importante."

"Oh... Pero vas a arruinarle la sorpresa al jefe." Le dijo, haciendo una mueca.

Inmediatamente, Jungkook observó a Yunjin con el ceño fruncido, no entendiendo a lo que se refería.

"¿Sorpresa? ¿De qué hablas?"

"El señor Kim está amueblando tu nuevo despacho, así mañana ya podías instalarte en él. Ahora está todo patas arriba..."

Sus cejas se elevaron en esta ocasión, señalándose a sí mismo, incrédulo. Jungkook deseaba tanto haber oído mal, porque aquello no podía significar lo que realmente significaba.

"¿Mi nuevo despacho?"

Yunjin asintió, esbozando una sonrisa. "Claro. El señor Kim creía conveniente que tuvieras tu propio espacio de trabajo, como cualquier otro empleado."

Claramente, ella veía aquel acto como un gesto inocente por parte de TaeHyung, mientras que Jungkook había comprendido al instante su punto, viéndole las intenciones desde lejos.

Una mueca amarga le oscureció la mirada, asintiendo sin dejar de ahuecarse la mejilla con su lengua.

"Ya veo... Pues voy a hablar con el gran jefe." Le dijo, ni siquiera esforzándose en sonar tranquilo, lo que extrañó a Yunjin.

"Oh." Ella emitió. "¿Te encuentras bien?"

"Sí, genial. Descuida." Aseguraba, su tono de voz seco. "Te veo luego, adiós."

"Adiós..."

Despidiéndose con la mano, Yunjin le vio marcharse, estupefacta, no teniendo idea alguna de cómo sentirse al respecto. ¿Es que acaso había dicho algo malo? Estaba convencida de que aquella noticia sería emocionante para Jungkook.

El azabache salió del ascensor unos minutos después, en cuanto este se detuvo en la última planta. La puerta de su despacho, el que aún compartía con TaeHyung, incluso cuando este ansiaba quitárselo de encima, estaba cerrada. Por otro lado, la sala vacía a dos puertas de ese mismo despacho, parecía tener mucho movimiento, con Daehwi observando a tres hombres mover muebles desde el exterior.

Jungkook bufó. Ni siquiera tenía pensado lo que diría en cuanto viese a TaeHyung, tampoco cómo este reaccionaría, sólo sabía que iba guiado por su orgullo herido y eso era innegable.

Una vez se posicionó frente a la puerta cerrada, pudiendo escuchar la voz del castaño en el interior, apretó los labios. Acto seguido, abrió dicha puerta, adentrándose para sorpresa de TaeHyung, quien estaba al teléfono. Sus ojos se ampliaron, claramente no esperando verle allí.

"Pienso que- que es una muy buena idea, no todo el mundo a día de hoy sale para hablar de estas cosas." Volviendo a desviar su atención a la llamada, TaeHyung carraspeó, mirando inmediatamente hacia otro lado.

La incomodidad podía notarse en su rostro, incluso cuando trató de ocultarlo. Pero Jungkook conocía a TaeHyung lo suficiente como para darse cuenta de que su presencia allí le inquietaba más de lo que debería.

"Sí, sí..." Asentía. "Déjame ponerte en contacto con su manager, Sehun, él podrá ayudarte más que yo en esto, ¿vale?"

TaeHyung se obligó a evitar el contacto visual con Jungkook, mirando hacia todos lados a excepción de sus ojos, los cuales se encontraban atentos únicamente a él. Podía sentir su enfado desde donde estaba, notando aquellos ojos oscuros y centelleantes sobre su persona, así que hacía su mayor esfuerzo por no toparse con ellos.

"Está bien, muchas gracias." Separándose el teléfono de la oreja, continuó sin prestarle atención al azabache.

Oyó pasos acercándose hacia su mesa, sabiendo que Jungkook estaba caminado hacia él. Sin embargo, lo que realmente hizo que se estremeciera sin quererlo, fue oír su voz llamándole.

"Jefe."

Sonó aterciopelada, dulce y ronca al mismo tiempo. Como si tuviera los dientes apretados, guardándose la rabia que debía estar sintiendo. Kim no podía culparle.

Al instante, TaeHyung buscó entre sus contactos el número del mánager de Bible, luchando por mantenerse sereno, como si tenerle allí delante luego de todo lo que había ocurrido entre ellos, no pudiera afectarle en absoluto. Es por eso que buscó una nueva forma de desviar su atención, negándose a mirarle.

"TaeHyung, hola." La voz de Sehun sonó a través del parlante.

"Sehun, qué tal. Te llamaba para decirte que se ha puesto en contacto conmigo el director de Kimhae Chronicles, este programa que se está haciendo tan famoso ahora, suelen emitirlo por la tarde-noche. Quieren que Bible-"

Jungkook arrebatándole el teléfono fue la causa de que su voz se cortase abruptamente, terminando la llamada por él y consiguiendo —finalmente— que su jefe le devolviese la mirada. TaeHyung se veía incrédulo, frunciendo el ceño.

"¿Qué crees que haces?" Cuestionó.

El azabache apoyó las palmas de sus manos sobre la mesa, admirándole con una ceja alzada.

"Yo debería hacerte esa pregunta, ¿no crees?"

TaeHyung le tendió una mano. "Dame ese teléfono ahora mismo, Jungkook."

"No."

"Jungkook. El teléfono, ahora."

Incluso si sentía su corazón latiendo acelerado contra las costillas, supo mantener la postura, tragando saliva y manteniendo la barbilla elevada. Para su sorpresa, aún cuando había sonado lo suficientemente demandante como para que Jungkook le tendiera el teléfono en otra ocasión, este se negó.

"No." Sentenció. "Me ignoras. No respondes a mis llamadas ni mensajes durante dos puñeteros días, y como si fuera poco, huyes como un maldito cobarde, dejándome solo en la habitación de mi amigo."

El castaño se puso en pie. "No vamos a hablar de eso ahora."

"Oh, por supuesto que vamos a hablar." Aseguró, esbozando una sonrisa falsa.

"Dame ese teléfono ahora mismo y lárgate de aquí, Jungkook."

"No."

"Soy tu jefe." Le recordó.

Inmediatamente, Jungkook soltó un bufido. "Ya... Mi jefe." Asintió. "¿También eras mi jefe el sábado por la noche cuando te acostaste conmigo? ¿O el domingo cuando saliste corriendo de la habitación sin decirme nada?"

Tragando saliva, TaeHyung se puso recto como una vela, mirándole con ojos fulminantes. Él no quería que este momento llegase por nada del mundo, pero sabía que debía ocurrir.

"Cállate."

"No, TaeHyung, no me callo. Yo no soy tú."

"Jung-"

"Y me importa una mierda que seas mi jefe ahora mismo, te voy a hablar como lo crea conveniente, ya que tú no me has tenido ningún respeto a mí." Murmuró, ocasionando que su mandíbula se volviera filosa cuando apretó los dientes.

Al ver que TaeHyung apartó la mirada, sin decir ni una palabra al respecto, dejó escapar un bufido, riendo sin gracia alguna, mientras negaba. No podía creer que realmente se comportase como si fuera indiferente.

"Fui corriendo detrás de ti como un completo imbécil, porque realmente llegué a pensar que había hecho algo mal, o incluso ser demasiado descuidado contigo como para hacerte daño. Casi me sentí aterrorizado."

Sólo entonces, el castaño le observó de nuevo, sus ojos brillantes. "Jungkook..."

"Pero no, luego me di cuenta de que únicamente te estabas arrepintiendo de haber pasado la noche con tu asistente, sólo que no te quedaban agallas para decírmelo a la cara. Por eso preferiste salir corriendo."

No dejándole siquiera decir una palabra, Jungkook continuó hablando, porque francamente estaba demasiado molesto como para escuchar a TaeHyung rechazándole, afirmando lo que él mismo pensaba o siquiera queriendo disculparse. Pero cuando este se mantuvo en completo silencio, con el orgullo rebosando en su expresión, ahí Jungkook se sintió un completo imbécil.

"¿Sabes lo más irónico de todo?" Cuestionaba al aire, volviendo a apoyar sus manos sobre la mesa de TaeHyung. "Una de las cosas que más admiraba de ti era el modo en que enfrentabas las cosas, con esa madurez que tanto te define. No te importaba decir lo que pensabas, si algo te parecía mal."

El castaño le observó con la barbilla en alto, encontrándose con sus ojos brillantes, conmocionados y llenos de rabia, lo que le hizo flaquear en su posición tranquila.

"Aunque es gracioso que a la hora de tratarse de mí no hayas sido más que un jodido hipócrita. Eso es una mierda, jefe." Finalizó.

TaeHyung no era idiota. Él sabía que Jungkook tenía todo el derecho del mundo de mostrarse tal y cómo lo hacía, de sentirse herido, humillado y con el orgullo frágil. Sin embargo, no podía tolerar faltas de respeto hacia su persona.

"No me hables así." Advirtió, sin despegar la mirada de su asistente. "Me parece perfecto que estés enfadado y quieras hacérmelo saber, pero no olvides que sigo siendo tu jefe y puedo echarte a la calle si lo considero apropiado."

"Adelante." Le animó. "Despídeme, seguro que así te será más fácil actuar como si no hubiese pasado nada, si ya no me tienes cerca."

TaeHyung fue a decir algo de inmediato, sin embargo, se mantuvo en silencio, llevándose dos dedos al tabique nasal, donde pellizcó para tranquilizarse. A los pocos segundos, tras haber llenado sus pulmones de aire, volvió a tomar la palabra.

"Jungkook, escúchame bien. Lo que pasó entre nosotros pasó... Y punto, no se puede evitar, pero tampoco debió haber pasado. Las cosas han escalado muy rápido entre nosotros dos, cosa que no puedo permitir, porque sigues siendo mi asistente."

"Ajá..."

"Escúchame, he dicho." Pidió, cruzándose con su mirada cansada. Jungkook volvió a bufar. "Admito que hui, lo cual fue bastante inmaduro por mi parte, pero en ese momento no sabía cómo asimilarlo con exactitud."

"Así que fue un error, ¿no?"

"Sí, justo eso. No debió ocurrir. No es apropiado, ni mucho menos es profesional."

Asintiendo, el azabache se cruzó de brazos, luciendo falsamente convencido. "Es una lástima que pienses así, jefe. Sobre todo si no concuerda en absoluto con tus actos, pero bueno."

TaeHyung sabía que no podía decir nada más para calmar la situación, así que volvió a sumirse en el silencio por unos segundos, vaciando sus pulmones de aire.

"Mira... Enfádate si quieres, lo entiendo. Pero estamos en el trabajo ahora, así que si vas a estar actuando como un inmaduro, es mejor que te vayas a casa y vuelvas cuando se te pase el malestar."

Ahí, Jungkook dejó escapar una carcajada. TaeHyung realmente no había dicho aquello en serio.

"¿Actuar como un inmaduro? ¿Yo?" Se señaló. "Para nada, jefe, para nada."

"Jungkook..."

"Lo que quieres es que actúe como si lo que hicimos nunca ocurrió, ¿no?"

Levantando las cejas, sin saber muy bien qué responder ante tal pregunta, TaeHyung asintió, suspirando. No esperaba tener esta discusión justamente hoy.

"Mismamente, sí."

"Perfecto, entonces no tienes nada de lo que preocuparte. Si el señor quiere que olvide lo sucedido, su asistente lo hará." Aseguraba, inclinando la mitad de su cuerpo en una reverencia que hizo al castaño resoplar.

TaeHyung volvió a pellizcarse en lo alto del tabique nasal, hastiado por la situación. "Jungkook... No es necesario."

"No, por supuesto que lo es, señor Kim, me he tomado demasiadas confianzas con usted cuando no es más que mi jefe." Insistió, acortando la distancia entre ellos. "Pero no se preocupe, porque no volverá a ocurrir."

Agarrando una de sus manos, Jungkook le entregó de vuelta su teléfono, con la mirada fija en los ojos de TaeHyung.

"Aquí tiene su teléfono, señor. Ahora, si me disculpa, voy a retirarme."

Viéndole alejarse, TaeHyung sintió un pequeño huequito en su corazón. "¿Dónde vas?"

"A conocer mi nuevo despacho. Estoy deseando tener mi propio espacio de trabajo, este ya se estaba volviendo demasiado pequeño para los dos." Dijo, agarrando el picaporte y abriéndolo. Luego, le entregó una gran y falsa sonrisa a TaeHyung, conforme salía. "Gracias por pensar tanto en mí, señor."

Antes de cerrar la puerta a sus espaldas, Jungkook borró aquella sonrisa, convirtiéndola en una seria mueca que hizo a TaeHyung suspirar, quejándose en voz bajita. El hueco en su corazón se hizo un poquito más grande, casi llegando a doler.

Definitivamente, las cosas se habían salido de control. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro