✧c.-034
N/A: Este capítulo no me gusta nada de nada, lo odio!! (je, je) xD
Cap dedicado a namesmio ♡♡
Hoy os recomiendo 'Taken' de... *redoble de tambores* One Direction, mis primeros hijos y a los que nunca superaré. Llevo toda la semana hurgando en el baúl de los recuerdos y su primer disco no pudo librarse de mí. Es mi favorito.
[...]
"Porque se ha escapado de casa, Jungkook."
Nada más escuchar aquello por parte de su hermano pequeño, Jungkook sintió como se le helaba la sangre. Todas las emociones reflejándose en su rostro, sintiendo como un cubo de agua fría le caía encima. Palideciendo, se le paró el corazón un par de segundos, antes de reaccionar.
Su jefe no tardó en alarmarse en cuanto Jungkook se separó de él completamente, pálido, como si estuviera a punto de darle un ataque. La preocupación pintó el rostro de TaeHyung al verle en aquel estado, quedándose perplejo.
"¿Qué?" Casi tuvo miedo de preguntar. "¿Hace cuánto?"
"No lo sé. Acabo de llegar a casa, he estado fuera todo el día." Jungwon dejó escapar un suspiro. "Ella no estaba en su habitación, papá y mamá tampoco tienen ni idea de dónde está. Lo único que ha dejado es su teléfono."
Jungkook cerró los ojos por un segundo, tragando el nudo de saliva que se le había formado en la garganta. Ni siquiera sabía cómo reaccionar, mucho menos cómo sentirse. Tenía la mente en blanco por completo.
"Al parecer habían discutido por algo relacionado con Yoona... Supongo que se sintió mal y quiso marcharse, pero no sabemos nada de ella."
"Y... ¿Y qué hay de su cuidadora? ¿Tampoco tiene ni puñetera idea?"
Su mirada, llena de angustia y miedo, se encontró con la de TaeHyung, quien se mostraba preocupado y confuso. Jungkook la apartó, incapaz de sostenerla por más tiempo.
"Hoy era su día libre, así que no estaba en casa. Mamá la llamó para asegurarse, pero nada..."
"Joder..." Él resopló. "Iré a mi apartamento por si acaso está allí, ¿vale?"
"Claro, tú me avisas. Yo daré una vuelta con el coche, te llamo con cualquier cosa, aunque tengo poca batería. Si por casualidad no te respondo, llama a mamá o a papá, ¿está bien?"
"Sí, gracias... Nos vemos, Jungwon."
"Adiós."
Una vez su hermano colgó, Jungkook guardó el teléfono, sintiéndose perdido, fuera de lugar, como si aún no fuese capaz de digerir dicha noticia, ni tampoco la información que había recibido.
"Va... ¿Va todo bien?" Quiso saber TaeHyung.
El azabache negó. "No... No lo sé. Yoona se ha escapado de casa."
Los ojos de TaeHyung se ampliaron, emitiendo algunos sonidos inteligibles conforme digería aquella noticia.
"Oh... Dios, qué mierda."
"Sí, lo sé. Tengo que ir a buscarla, jefe, así que nos vemos el lunes, si es que todo sale bien."
"Vale, de acuerdo. ¿Puedo ayudar de alguna forma?" Se ofreció.
Encogiéndose de hombros, Jungkook no tuvo idea de qué responderle, encogiéndose de hombros. Pensó que tras la sobredosis de Yoona, nunca llegaría a sentirse tan desesperado, pero el destino parecía tenerla tomada con él, así que ahora su corazón estaba en un puño.
"Realmente no tengo ni idea, ni siquiera sé qué puedo hacer yo mismo ahora." Dijo, antes de que su teléfono vibrara. Jungwon le había enviado un mensaje, avisándole de que estaba dando vueltas por la zona donde vivían sus padres, sin hallar rastro alguno de Yoona. "Debo- debo irme, jefe. Nos vemos."
Asintiendo, TaeHyung no fue capaz de decir nada, cuando Jungkook ya se estaba alejando de él a paso rápido.
Quedándose a solas en medio de la calle, suspiró, mientras veía al azabache desaparecer. No era la primera vez que veía a su asistente de tal modo, porque, de hecho, en otras ocasiones se había mostrado vulnerable frente a él. Sin embargo, en esta ocasión era cuando más preocupado había dejado a TaeHyung.
Tardó quince minutos en llegar a su propio apartamento, dando vueltas alrededor como si la vida se le fuese en ello. Apenas había gente en las calles, debido a que era de madrugada, pero cada persona con la que se cruzaba tenía la cara de Yoona, sólo que sin serlo realmente.
"Eh, disculpe." Él se acercó con rapidez a un hombre de su edad aproximadamente, que paseaba un perro grande. Tan pronto como llegó a su altura, le mostró la pantalla de su teléfono. "¿Ha visto a esta chica por aquí?"
El hombre torció el gesto, analizando aquella foto. Luego, negó.
"No, lo siento, no la he visto."
Jungkook vació sus pulmones de aire. No era la primera persona a la que le preguntaba, como aquella respuesta negativa tampoco era la primera que recibía.
"De acuerdo, gracias..." Asintiendo, se alejó de él a paso rápido.
Tanteó su teléfono en los bolsillos delanteros de sus vaqueros, sacándolo e inmediatamente buscando el número de Jungwon, para luego llevárselo a la oreja. Le temblaban las manos y el corazón le iba más rápido que nunca. No sabía qué hacer.
"¿Tienes noticias?" Le preguntó a Jungwon, en cuanto este aceptó su llamada.
De los labios de su hermano escapó un suspiro. Él ya sabía de antemano que no tendría buenas noticias.
"Nada de nada... He llegado hasta las afueras y no hay rastro. Yoona no está por aquí."
Incluso a sabiendas de que no obtendría ninguna información, sus esperanzas terminaron aplastadas contra el suelo, del mismo modo que su corazón en un puño. Estaba desesperado, asustado y confundido. Se sentía como un niño pequeño perdido en medio de un supermercado, luego de haber soltado la mano de su madre por puro despiste.
"¿Dónde puede haberse metido?" Preguntó en voz alta, aunque en realidad esa pregunta era para sí mismo.
"Me encantaría saberlo... Pero no tengo ni idea." Jungwon admitió, su voz quebrándose momentáneamente. "Ni siquiera sé por qué nos hace esto..."
Jungkook se quedó en silencio. Porque él tampoco lo sabía, y eso sólo dolía aún más.
El sábado por la mañana llegó antes de que TaeHyung pudiera asimilarlo, habiéndose quedado en vela durante la noche, siendo incapaz de dormir, cuando todo en lo que pensaba era Jungkook.
Había intentado ponerse en contacto con su asistente durante la madrugada, enviándole mensajes que nunca recibían respuesta, con el único fin de saber algo más sobre Yoona.
"Señor."
Earth apareció en el marco de la puerta de su despacho, pero TaeHyung estaba demasiado absorto en su teléfono como para escucharle.
TaeHyung:
¿Cómo va todo? ¿Has encontrado a Yoona?
(Enviado a las 2:09 a.m)
Si necesitas algo puedes contar conmigo.
(Enviado a las 4:58 a.m)
Llámame cuando tengas noticias.
(Enviado a las 7:10 a.m)
Espero que tu falta de respuestas se deba a que estás dormido y que Yoona se encuentra perfectamente.
(Enviado a las 9:34 a.m)
"¿Señor?" Earth le llamó de nuevo, tras haber sido ignorado.
TaeHyung le miró, parpadeando nada más notar su presencia allí.
"Oh, Earth, lo siento, estaba con la cabeza en otra parte." Se disculpó. "¿Qué decías?"
"Ya está listo el coche, podemos salir cuando lo desee." Repitió. "¿Va todo bien, señor?"
"Sí, todo bien... Descuida."
"¿Seguro?"
Kim fue a asentir por segunda vez, sin embargo, se mantuvo en silencio por unos segundos. Un suspiro brotó de sus labios, finalmente asintiendo.
"Sí, seguro..."
A pesar de no creerle, Earth lo dejó pasar. "De acuerdo, señor. Le esperaré fuera."
"Gracias, Earth." Apenas susurró, viéndole marchar.
TaeHyung se quedó en silencio en cuanto estuvo a solas de nuevo, mirando los mensajes enviados en su teléfono, aquellos sin esperanza de ser respondidos, sin signos por parte de la otra persona.
Estaba preocupado, quizás más de lo que debería estarlo un jefe por su asistente. Sin embargo, tal vez eso se debía a que Jungkook nunca fue sólo un asistente. O al menos, ya no se sentía como tal, y eso era lo que más le asustaba.
Media hora más tarde, él se encontraba de camino a la oficina, en búsqueda de algunos contratos sin firmar a los que no le había echado demasiado el ojo.
Sabía que pasar lo que restaba de fin de semana trabajando no era el mejor plan, tampoco lo que se había prometido a sí mismo, pero después de todos los contratiempos que habían surgido, no le quedaba otra opción.
"Earth, ¿te importa aparcar aquí un momento? Quiero comprar algo en esa cafetería, Mix me ha recomendado un té que venden ahí."
Ante la mención del abogado, Earth se aclaró la garganta, visiblemente tenso. Sin embargo, aquello pasó desapercibido para TaeHyung.
"Por supuesto, señor."
Cuando Earth detuvo el coche, se bajó rápidamente, abriendo la puerta de TaeHyung para que este pudiera salir, impidiéndole hacerlo por sí mismo. Bajándose, el castaño rio.
"¿Mi padre te paga extra por abrirme la puerta, Earth?"
"No, señor, es algo que hago por cortesía."
Kim asintió, mientras se dirigía hacia la cafetería. "Bonito gesto."
"Gracias."
La puerta se abrió cuando Earth -en otro gesto más de cortesía- la empujó para él, permitiéndole adentrarse y agradecerle el detalle con una sonrisa.
"¿Quieres tomar algo? Te invito."
"No, señor, se lo agradezco."
Bufando, TaeHyung puso los ojos en blanco. Earth se veía como una persona intimidante desde afuera, con hombros anchos, alto y musculoso. Tenía la mandíbula afilada y ojos oscuros, lo que probablemente le hacía ver más serio. Sin embargo, era lo más parecido a un cachorro que había visto jamás.
"¿De verdad? No vas a ser descortés por aceptarlo." Le recordó. "Además, puedes tutearme."
"Tutearle sí me haría parecer descortés, señor, estoy en horario de trabajo."
"Ni siquiera cuando no estás trabajando dejas de tutearme, Earth."
El mencionado se encogió de hombros.
"Discúlpeme, pero no puedo evitarlo."
TaeHyung vació sus pulmones de aire, porque discutir sobre lo excesivamente educado que su guardaespaldas era, no entraba en sus planes.
"Descuida... Supongo que es así cómo te han enseñado a comportarte. Ojalá pudieras darle unas cuantas clases a mí asistente, sería más que efectivo." Murmuró, observando su teléfono por décima vez en lo que llevaba de mañana.
Jungkook seguía sin responderle y aquello comenzaba a ponerle de los nervios, especialmente porque no acostumbraba a estar preocupado tanto tiempo.
"Entonces usted se quejaría el doble." Comentó, viendo sus ojos sorprendidos al instante.
"¡Oye! Eso sí que ha sido descortés por tu parte."
Inmediatamente, Earth soltó una pequeña risita.
"Lo siento, señor."
Negando con la cabeza, TaeHyung avanzó en la pequeña fila, llegando hasta el mostrador cuando su turno llegó. El camarero le mostró una enorme sonrisa.
"Buenos días, ¿qué desea?"
"Hola, buenos días, querría un té mat... ¿matcha? frío, por favor. Para llevar."
El chico asintió, sin borrar aquella sonrisa. "Por supuesto, en seguida se lo traigo."
TaeHyung miró a Earth de soslayo en cuanto aquel muchacho se fue.
"¿Seguro que no quieres nada? Esta es tu última oportunidad."
Y, como era de esperar, asintió, dedicándole una sonrisa agradecida. Porque eso era todo lo que parecía tener en su repertorio.
Ojo, TaeHyung no se quejaba en absoluto de su guardaespaldas. Era eficaz, amable y no se quejaba bajo ningún termino (nada comparado a Jungkook), además escuchaba todas sus quejas, aguantaba los horarios y, en cierto modo, le hacía sentirse más seguro que estando a solas. Pero era tan educado que, hasta TaeHyung, quién había crecido rodeado de gente así, se sentía un poco fuera de lugar.
"Bien, pues vale..." Resignado, terminó por ceder. Alguien tenía que hacerlo, de todos modos.
El camarero volvió a la barra en cuestión de segundos, llevando consigo un vasito cubierto de cartón resistente y una enorme sonrisa.
"Aquí tiene, su té matcha bien frío."
"Genial, muchas gracias." Entregándole un billete (basándose en el precio que Mix había asegurado) TaeHyung le devolvió la sonrisa.
"A usted. Que pasen un buen día."
Girándose, TaeHyung vio al guardaespaldas asentir con la cabeza a modo de despedida, dirigiéndose hacia la salida con este siguiéndole.
En cuanto salió por la puerta y le dio un trago a su bebida, deseó no haber salido de la cama en todo el día.
"Dios..." Susurró.
Su rostro se arrugó en la mayor mueca de asco que pudiera existir, en cuanto el sabor del té, a hierbas y lácteos entró en contacto con su paladar.
"Esto es lo más asqueroso que he probado en mi vida." Aseguró, mirando el contenido del vaso. "Mix tiene un gusto pésimo."
Aclarándose la garganta, Earth miró hacia otro lado, desentendiéndose. En cuanto giró la cabeza, algo que ocurría a tan sólo unos metros inmediatamente llamó su atención, alarmándolo.
"¡Eh!" Él exclamó, por acto reflejo.
TaeHyung se sobresaltó ante la voz alta de su guardaespaldas, girándose para mirarle, sólo para encontrar al susodicho corriendo en hacia la carretera. Él miró en aquella dirección, sus ojos ensanchándose en cuanto vio que una chica en silla de ruedas tenía intención de cruzar cuando el semáforo iba en su contra.
Earth jaló de su silla, devolviéndola a su lugar inicial ante la mirada horrorizada de los demás peatones, quienes observaban aquella situación perplejos.
Acercándose también, Kim no tardó en reconocer aquel rostro pálido por el pánico, como el de Yoona, la hermana mayor de Jungkook, por lo que simplemente aceleró su paso, su corazón latiendo desbocado.
"¿Se encuentra bien, señorita?" Earth quiso saber, mirándola con preocupación.
Ella temblaba, moviendo la boca como si quisiera hablar, pero parecía ser incapaz de conseguirlo.
"Yoona..." TaeHyung susurró su nombre una vez se puso a la misma altura, quedando de cuclillas frente a ella.
Sus ojos perdidos miraron al dueño de aquella voz.
"¿TaeHyung?" Apenas balbuceó. "Eres- eres el jefe de Jungkook, ¿verdad?"
"Sí, soy yo." Asintió, observándola con suma preocupación.
Yoona estaba pálida, con las manos temblando al igual que su mandíbula. Dos círculos grandes y oscuros destacando bajo sus ojos cansados. TaeHyung se quedó helado, sabiendo todo lo que aquello significaba.
"Dios mío, Yoona, ¿estás bien? Tu hermano está buscándote por todas partes."
"Lo sé..." Susurró, desviando la mirada hasta sus manos temblorosas.
Su voz sonaba débil, tanto como ella se veía. Devastada, rota, llena de desesperación. TaeHyung ni siquiera tuvo la oportunidad de mencionar palabra, cuando Yoona dejó escapar un sollozo.
"Pero no- no quiero que Jungkook me vea así, TaeHyung. Estoy horrible, y ni siquiera pude cumplir lo que le prometí. Va a estar tan decepcionado de mí..."
Las lágrimas empaparon su rostro en cuestión de segundos, teniendo al castaño con un nudo en la garganta. No podía imaginar lo mucho que podía estar sufriendo.
"Yoona, nadie va a estar decepcionado de ti."
"Sí... Claro que sí. Sólo soy una carga para mi familia, todo lo que hago es causarles problemas y disgustos." Hipando, cerró los ojos fuertemente. "Nunca me curaré, únicamente voy a hacerles sufrir y- yo no quiero eso. No se lo merecen, es tan injusto..."
TaeHyung tomó una profunda respiración, sin saber muy bien qué decir al respecto. Él tomó su mano, apretándola con algo de fuerza, para demostrarle su apoyo.
"No digas eso." Pidió, suavizando su mirada sólo para ella. "Vamos a hacer una cosa, ¿vale? Llamaré a Jungkook para que venga. Debe estar muy preocupado, seguro que sólo quiere verte y saber que estás bien ahora mismo."
Levantando la cabeza, más lágrimas cayeron, mojándole las mejillas. Yoona no habló, se mantuvo en silencio, permitiendo que TaeHyung tomase la decisión por sí mismo, ya que ella no tenía fuerzas.
El castaño se puso en pie, vaciando sus pulmones de aire y enfocándose en Earth.
"Quédate con ella, por favor, voy a llamar a Jungkook."
"Claro, señor." Earth asintió, poniendo su mano en una de las empuñaduras, rodeándola para así evitar que pudiera moverse.
TaeHyung se alejó tan sólo unos metros, sacando su teléfono móvil e inmediatamente buscando el número de Jungkook, viendo que este había contestado a sus mensajes nada más desbloquear la pantalla.
Jungkook:
Siento no haberte respondido, me quedé sin batería hace varías horas y acabo de llegar a casa.
Nada va bien, jefe.
Hemos estado toda la madrugada buscando a Yoona por cada puñetero rincón de la ciudad y no encontramos rastro alguno de ella.
Se fue sin decir nada, sin teléfono, así que está totalmente incomunicada.
Encima, del disgusto han tenido que ingresar a mi madre por un ataque de ansiedad. Estoy desesperado, no sé qué hacer...
Antes de pulsar el botón de llamar, se llenó los pulmones. Podía sentir su impotencia a través de la pantalla, consumiéndole y acelerando su corazón. Dejando escapar todo el aire, finalmente pulsando aquel botón.
"Jefe... No estoy de humor para hablar con nadie."
La voz del azabache no tardó en sonar a través de la línea.
"Lo sé, Jungkook, pero tienes que venir a la dirección que voy a enviarte. Yoona está aquí."
"¿Qué?" Apenas fue capaz de decir. TaeHyung podía imaginar su ceño fruncido. "Cómo- ¿cómo que está ahí?"
Tragando saliva, separó el teléfono de su oreja, sólo para poder enviarle la ubicación exacta en tiempo real.
"Earth y yo nos encontramos con ella al salir de una cafetería, estaba intentando cruzar la carretera justo cuando el semáforo estaba en rojo. Creo que necesita a alguien ahora mismo."
"¿Cómo está...?" Se atrevió a preguntar, sorbiendo por la nariz. El castaño sintió como si le clavaran un puñal en el pecho.
"Es mejor que vengas y lo compruebes por ti mismo, Jungkook. Hazme caso."
Un suspiro tembloroso abandonó los labios del mencionado.
"Está bien, ya mismo voy para allá. Pero por favor, no la dejes sola, TaeHyung. Quédate con ella."
TaeHyung negó incluso si Jungkook no podía verlo. "Claro, no te preocupes, Earth y yo nos quedaremos aquí hasta que vuelvas."
"Gracias, jefe..."
"Dame las gracias cuando vengas."
Automáticamente, los labios de Jungkook se curvaron en una pequeña sonrisa inconsciente. TaeHyung no dijo nada más, tampoco esperó que él lo hiciera, cuando cortó la llamada.
Se mordió el labio inferior, acercándose hasta Earth y Yoona, quién continuaba temblando, pero parecía estar algo más tranquila. Él quiso darle su mejor sonrisa, volviendo a colocarse de cuclillas frente a ella.
"Jungkook está de camino, ¿vale? Llegará en seguida." Le dijo. Yoona asintió, lentamente.
"Gracias..."
"No tienes que agradecerme nada, Yoona."
Ella se aclaró la garganta. "Claro que tengo... No todos los días alguien que es prácticamente un desconocido te ayuda, ni mucho menos corta todo tipo de contacto con un empresario multimillonario sólo por lo que me hizo."
TaeHyung se quedó en completo silencio.
"Jungkook me contó lo que hiciste con Jenam, que ni siquiera te tembló el pulso en cancelar vuestros contratos." Sorbiendo por la nariz, continuó. "Sé cómo funciona este mundo, estuve a punto de casarme con él... Y no cualquier persona se arriesga a hacer lo que tú hiciste."
"Yo no me arriesgué a nada, sólo hice lo que consideré correcto, y sigo pensando de ese modo. Así que no hay nada que agradecer."
"También defendiste a mi hermano por encima de ese hombre, aún cuando Jungkook es quien tiene la orden de alejamiento... No lo juzgaste por eso."
Suspirando, el castaño colocó una mano sobre la de Yoona, apretando con suavidad.
"Tengo una hermana mayor por la que sería capaz de matar, Yoona. Quizás no sea profesional por mi parte actuar así, pero tampoco me arrepiento. No juzgo a Jungkook porque quizás también haría todo lo mismo que hace él por ti." Aseguró, viendo como esta le dedicaba una suave sonrisa.
"Lo sé... Él es un muy buen chico."
"Sí. Además, tu hermano es mi asistente, no voy a dejar que cualquiera venga a mi oficina expresamente a insultarle. Eso no lo hago ni yo, y me saca canas verdes todos los días."
La risa de Yoona calentó el corazón de TaeHyung, cuya sonrisa se hizo más amplia.
"¡Yoona! ¡Yoona!"
TaeHyung se giró, nada más escuchar aquella voz perteneciente a Jungkook, viéndole bajarse del coche con rapidez y acercarse a ellos del mismo modo. Relamiéndose los labios, él se incorporó, dando un par de pasos hacia atrás.
En cuanto Jungkook llegó, acelerado y casi hiperventilando, los ojos de Yoona se llenaron nuevamente de lágrimas, este agachándose para abrazarla con todas sus fuerzas.
"No sabes el susto que me has dado..."
"Lo siento mucho, Jungkook... Ni siquiera sé en qué estaba pensando cuando me fui..."
Negando, sintió que por fin podía respirar con tranquilidad, la presión extra en su pecho disminuyendo, incluso cuando sabía que el temblor en las manos ajenas y especialmente en su mandíbula, no significaban nada bueno.
"¿Estás bien? ¿Dónde te habías metido? ¿Has pasado la noche en la calle?"
TaeHyung miró a Earth, haciéndole una seña disimulada. "Vamos, será mejor que les dejemos a solas."
"Claro, señor." Este asintió, yendo tras él.
"Tengo- tengo una amiga que estuvo conmigo en el centro, ella salió hace un par de meses y ahora duerme cerca de un albergue. Estuve con ella." Explicó, entre pequeños hipidos. "Yo... Te juro que lo siento de verdad, Jungkook. No quería..."
Acunando su rostro con una mano, el azabache tuvo que aguantarse las lágrimas, volviendo a negar.
"No pasa nada, ¿vale? Tú tranquila." Le dijo, llenándose los pulmones de aire.
La figura de TaeHyung alejándose le hizo mirar hacia él instintivamente, pasándose la lengua por los labios, mientras se incorporaba.
"¡Jefe!" Llamó al susodicho. Este se giró. "Gracias."
Dedicándole una sonrisa, TaeHyung asintió, antes de continuar con su camino. Jungkook se quedó en la misma posición, sin poder apartar la mirada de él incluso cuando ya ni siquiera quedaba rastro. Luego llevó toda su atención hacia Yoona.
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