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N/A: Sólo puedo decir... Gracias a la hermana de TaeHyung xD

Cap dedicado a Andi_Alpaca ♡♡

Hoy os recomiendo 'Let Me Down Easy (Lie)' de Why Don't We. Una vez más, el Descubrimiento Semanal mejorando mi semana de mierda absoluta.

[...]

"¿Qué tal se lo ha tomado tu hermana?"

Fue la primera pregunta que Jungkook le hizo, una vez ambos bajaron de aquel avión.

El viernes había llegado más rápido de lo esperado, TaeHyung sintiéndose ansioso a la misma vez que inquieto, deseándole a todos los dioses posibles, que ningún inconveniente le privase del cumpleaños de su querido sobrino.

"Pues bien, supongo... Dice que no pasa nada, pero en el fondo sé que no le hace demasiada gracia." Encogiéndose de hombros, hizo una mueca, hundiendo su comisura derecha.

"Me imagino que es normal. O sea, tu sobrino no cumple años todos los días como para que puedas perdértelo, así como si nada."

El castaño soltó un suspiro, saliendo del aeropuerto y buscando el coche que los llevaría hasta la sede. Quedaban menos de cuarenta y cinco minutos para dicha reunión, por lo que estaba ciertamente intranquilo. No podía perder ni un minuto.

"No es como si yo quisiera perderme su cumpleaños, cosa que no va a ocurrir."

"Ya, lo sé, pero tu hermana piensa en cómo se sentiría Sunwoo si no apareces el día de su cumpleaños." La voz de Jungkook, suave, removió sus entrañas.

Él soltó un leve quejido. "Por favor, no me hagas sentir más culpable de lo que ya lo hago."

Jungkook puso una mano en su espalda baja, dándole apoyo de la mejor forma que conocía, antes de que su jefe le guiara hasta el coche.

"Tampoco tienes que sentirte culpable, jefe. No creo que ese sea el propósito de tu hermana, realmente."

"Aún así no puedo evitarlo, Jungkook."

Earth, quién caminaba tras ellos en completo silencio, abrió la puerta de aquel coche para que ambos pudieran entrar. Los dos asintieron al unísono, a modo de agradecimiento hacia el guardaespaldas, que rodeó el coche poco después para tomar asiento en el lugar del copiloto.

"Bienvenidos. El jefe les espera en la sede central." Habló el chófer, su acento japonés siendo evidente, incluso cuando hablaba inglés a la perfección.

Kim asintió. "Gracias."

La mano de Jungkook se posó en su muslo, queriendo llamar su atención, una vez el coche se puso en marcha.

"Jefe..."

"Tenía todo planeado para estar lo menos ocupado posible este día, y a última hora esos planes se han vuelto en mi contra."

"Pero estás esforzándote en llegar a tiempo, al fin y al cabo." Jungkook insistió. "No sabes la cantidad de personas que desearían ese esfuerzo por parte de sus familiares más cercanos."

TaeHyung observó a su asistente. Jungkook tenía la mirada perdida, únicamente parpadeando cuando notó que el castaño le estaba observando. Entonces, le observó de igual manera.

"¿Por 'cantidad de personas' te refieres a ti, en concreto?"

Jeon asintió. "Única y exclusivamente a mí."

"Lo siento..." Susurró el castaño.

"No pasa nada, la vida es así. Mi padre se perdió el ochenta por ciento de mis cumpleaños cuando era niño, así que sé de lo que te hablo."

"Entiendo."

"Para él su trabajo era lo más importante, igual que para ti... Sin embargo, tú tienes ciertas prioridades por encima de ello e intentas que se hagan notar. Él no sabía cómo hacerlo."

Los labios de TaeHyung se apretaron en una pequeña mueca de pesar. Podía empatizar con Jungkook, incluso si su propio padre siempre tuvo como prioridad el trabajo únicamente para mantener a su familia.

"¿Hablas en pasado porque ya no es así?"

"Sí, bueno..." Se encogió de hombros. "Desde lo ocurrido con Yoona, mi padre ha estado intentando obtener la jubilación anticipada, pero todavía no se la conceden. Es una mierda."

"Por lo menos está intentándolo, ¿no?"

Jungkook asintió a duras penas. "Ha tenido que estar a punto de perder a su hija para darse cuenta, pero sí."

Oyéndole suspirar, TaeHyung no emitió palabra alguna, únicamente alcanzó la mano de Jungkook que aún se encontraba sobre su regazo, dándole un leve apretón. De inmediato, sus ojos se encontraron.

"Jefe..."

"Sigo sin sentir lástima por ti, Jungkook." Aclaró, conociendo sus pensamientos antes de que este pudiera sacarlos a la luz. "Sólo estoy orgulloso."

"¿Orgulloso?" Con las cejas alzadas, cuestionó, visiblemente sorprendido.

El coche se detuvo frente a un enorme edificio, no dándole la oportunidad a TaeHyung de responderle.

"Ya hemos llegado. El jefe les espera en la segunda planta." Avisó el chofer, mirándolos por el espejo que tenía en frente. "Que tengan un buen día."

"Muchas gracias, igualmente."

TaeHyung hizo una pequeña reverencia con la cabeza, moviéndose para salir de allí, una vez Earth abrió su puerta. Jaló de Jungkook, cuya mano todavía estaba en su muslo, indicándole que fuera tras él.

Ni siquiera cuando salieron del coche Jungkook le soltó los dedos, prácticamente aferrándose a ellos. Él necesitaba hacer hincapié en lo que su jefe acababa de decir, queriendo saber a qué se refería con exactitud, porque era la primera vez en mucho tiempo que alguien expresaba orgullo por él.

"¿De verdad estás orgulloso de mí?" Quiso saber, empujando a TaeHyung más cerca de él, para que fuese el único en escucharle.

"Pues claro. Ya te lo dije la otra vez, pero al ser tu jefe he visto cómo has ido evolucionando desde el primer día."

Asintiendo, el azabache pareció comprender lo que decía.

"Oh, ahora resulta que soy un Pokémon."

TaeHyung bufó, negando al mismo tiempo. Ni siquiera iba a molestarse en que le entendiera o siquiera se tomase en serio sus palabras, porque era prácticamente imposible.

"Eres idiota, no tienes remedio." Fue lo único que dijo al respecto.

Jungkook soltó una risita, siguiendo a su jefe y al guardaespaldas hacia el interior de aquellas enormes oficinas.

La reunión con Masahiko Uotani transcurrió con normalidad, a pesar de que TaeHyung no podía sentirse más inquieto, atento al reloj todo el tiempo, cosa que con normalidad no solía hacer. Trataba de que su desesperación no fuese notoria, incluso cuando era capaz de notar sus propias pulsaciones aceleradas. Siendo una persona comúnmente tranquila, estar tan nervioso resultaba estresante.

"Cambiar el rostro de la empresa es algo que siempre da miedo hacer, pero creo que este próximo año será algo que nuestros clientes lo agradecerán. Especialmente hombres, ahora que por fin le hemos dado la oportunidad a un rostro masculino de representarnos." Decía Masahiko.

El señor que tenía a la izquierda miró a TaeHyung de inmediato, traduciendo palabra por palabra, cada cosa que había dicho.

"Así es, siempre resulta agradable tener una cara bonita que tomar como ejemplo. Su marca es conocida, más allá de los productos de calidad, por tener gran cantidad de rostros conocidos en representación." Sus labios se extendieron en una pequeña sonrisa. "Y para mí es todo un honor que alguien que trabaja bajo mi nombre, pueda lograr ese título."

El hombre correspondió a su sonrisa, moviendo la cabeza del mismo modo, conforme iba recibiendo las palabras de TaeHyung traducidas a su lengua. Una vez el traductor terminó, aquella sonrisa se volvió más amplia.

"Mi honor." Pudo decir, su inglés básico mezclado con el notable acento japonés. TaeHyung apreció el detalle.

Kim hizo una pequeña reverencia a modo de agradecimiento. "Gracias, señor Masahiko, por contar con mi agencia y darnos esa oportunidad."

Quince minutos después, cuando la reunión pudo darse por finalizada, una vez firmaron todos los contratos que necesitaban renovarse y acordar el primer proyecto de Bible como rostro de la marca, TaeHyung salió de la sala de reuniones con el corazón en la garganta.

Cada vez se hacía más tarde y poco a poco el cumpleaños de Sunwoo se acercaba, incluso cuando todos sabían de su ausencia parcial, no podía evitar que le carcomiesen los nervios. Necesitaba llegar a tiempo a aquella fiesta, o el sentimiento de culpa le perseguiría de por vida.

"Ha sido la reunión más aburrida en la que he estado." Suspiraba Jungkook, deshaciendo la sección de cabello que tenía atado en una pequeña coleta.

"¿En cuántas has estado antes?"

"Sólo en esta."

Kim resopló. Ni siquiera podía estar sorprendido. "Ah, muy bien."

"Por cierto, no tenía ni idea de que uno de tus modelos representaría a la marca, ¿quién es el afortunado?"

Tras la pregunta de Jungkook, TaeHyung se mantuvo en silencio por apenas unos segundos, masticando sus labios sin saber muy bien qué responder. Tenía muy claro que dicha respuesta no sería de su agrado, pero tampoco es como si pudiera hacer algo para impedirlo.

"¿Jefe?" Le llamó de nuevo.

Finalmente, el castaño le devolvió la mirada.

"Bible. El afortunado es Bible."

"Oh." Tan sólo murmuró.

"Escucha, sé que no te hace ninguna gracia... Pero es un buen modelo, así que muchas marcas quieren relacionarse con él."

Jungkook se encogió de hombros, ni siquiera poniendo mala cara al respecto, como si la noticia no le importase en lo más mínimo.

"No, si a mí no me importa. Es más, me alegro de que le vaya bien y deseo que sea así para siempre."

Aquello no pudo no sorprender a su jefe.

"Oh, wow... No esperaba escucharte decir algo así."

"Ojalá así se le quiten las ganas de ser un hijo de puta."

Cómo reacción rápida, TaeHyung suspiró. Ese se parecía mucho más a su querido asistente, dónde iba a parar.

"Eso ya suena más como tú..." Murmuró. "¿Algún día me dejarás saber de dónde viene ese odio tan fuerte que tienes por Bible?"

Jungkook volvió a encogerse de hombros, una mueca amarga en su rostro siendo más que evidente. La simple mención de aquella persona le revolvía el estómago.

"No hay mucho que contar, ciertamente."

"Pues para no haberlo, tú hablas fatal de él y Bible parece que te adora. Algo raro debe de haber ahí."

De inmediato, un bufido abandonó sus labios. "Claro, porque la culpa debe estar comiéndoselo por dentro. Ser un traidor tiene sus consecuencias."

"¿Por qué dices que es un traidor?"

"Porque lo es." Fue su respuesta certera, como su fuese obvio.

Vaciando sus pulmones de aire, TaeHyung asintió. Tal vez debía aparcar el tema por ahora, no parecía que pudiera sacarle algo a cerca de su relación con el modelo.

"Muy bien, si no quieres contármelo, no lo hagas."

Tras decir aquello, una voz aguda comenzó a gritar a varios metros de distancia, sonando consternada e increíblemente molesta.

Con el ceño fruncido, TaeHyung se giró apenas un segundo, no pudiendo ver bien a la chica que gritaba, ni tampoco entendiendo el motivo de sus gritos, ya que no hablaban el mismo idioma.

"¿Qué está pasando ahí atrás?" Quiso saber, observando como algunos agentes de seguridad se dirigían hacia ella.

''Será mejor que nos demos prisa, señor."

Earth le aconsejó, aligerando el paso en cuanto oyó como los gritos ajenos se intensificaban, oyéndose algunos golpes de puño contra madera, también.

"Claro." Él asintió.

Salieron del edificio con Earth pegado a sus espaldas, y nada más poner en un pie en el exterior, TaeHyung divisó el mismo coche que los trajo, dirigiéndose hasta él una vez el chófer hizo sonar el claxon.

"Buenas, ¿al hotel?" Este cuestionó, en cuanto los tres hombres se adentraron.

"No, al aeropuerto, por favor." Pidió, abrochándose el cinturón.

"En seguida."

Junto a él, Jungkook suspiró. Estaba en un debate interno consigo mismo, entre decir o no decirle la verdad a su jefe.

Mirando al susodicho, le vio absorto en su teléfono, tecleando con rapidez.

"¿Hablas con tu hermana?"

"Sí, le estoy avisando de que vamos para el aeropuerto, así se queda más tranquila."

"¿Ella o tú?" Cuestionó, sus cejas alzadas.

TaeHyung soltó un suspiro.

"Ambos..."

Con una sutil sonrisa, el azabache puso una mano en su muslo, palmeando suavemente. Podía sentir su tensión a kilómetros.

"Tranquilo, jefe, respira hondo. Llegar a ese cumpleaños vas a llegar, pero de ti depende hacerlo con o sin pelo. Te vas a quedar calvo de tanto estresarte."

"Cállate." Apenas susurró, casi en tono quejumbroso.

"Yo sólo digo..." Él se encogió de hombros. "Eres demasiado guapo para que te salgan arrugas tan pronto."

TaeHyung apretó los labios, casi sonrojándose cuando aquellas palabras le golpearon en medio de su nerviosismo.

"Tú lo de 'cállate' no lo has escuchado bien, ¿verdad?" Él bufó.

Apartando la mirada, se enfocó en las vistas que tenía a su izquierda, evitando contra todo pronóstico que Jungkook pudiera verlo. Sin embargo, el azabache estaba lejos de ser tonto, dejando escapar una pequeña risita.

"Hmm... Digamos que me falla el oído de vez en cuando."

"Ya veo, ya..."

TaeHyung se abstuvo a decir algo más, especialmente cuando volvió a sonarle el teléfono, un mensaje de su hermana apareciéndole en pantalla.

Seohyun:

¿Jungkook va contigo?

La simple pregunta le hizo fruncir el ceño. ¿Desde cuando su hermana preguntaba por su asistente, a quien siquiera conocía?

TaeHyung:

Sí.

¿A qué viene esa pregunta?

En apenas unos segundos, ella le respondió.

Seohyun:

Sunwoo quiere que venga a la fiesta de cumpleaños. Dice que prometió darle tarta.

Dile que se apunte y venga contigo, estaría bien conocerle. Si Sunwoo tiene tantas ganas de que venga debe ser por algo.

El bufido que abandonó sus labios fue casi automático, llamando la atención de Jungkook, quién le observó inmediatamente.

"¿Va todo bien?"

TaeHyung le miró de vuelta. "Depende de qué entiendas tú por bien..."

"No te sigo, jefe."

"¿Cómo de libre vas a tener la agenda cuando lleguemos a Seul?"

El azabache ladeó la cabeza. "¿Por qué lo preguntas?"

"Sunwoo quiere que vayas a su fiesta, dice que te prometió pastel de cumpleaños."

"Oh..."

"No- No tienes que ir si no quieres, le diré que estás ocupado y tenías cosas importantes que hacer. Lo entenderá."

Jungkook se apresuró a negar. "Claro que no, jefe, voy encantado. Cuando te invitan a un cumpleaños tienes que ir, es una ley preestablecida."

"Nadie te obliga..."

"Pero quiero ir. Le agrado a tu sobrino y el sentimiento es mutuo, no voy a perderme esa fiesta si él quiere que esté."

Los labios de TaeHyung se curvaron inconscientemente en una sonrisa diminuta que ni siquiera notó, moviendo la cabeza a modo de asentamiento

"Bueno... En ese caso, te vienes conmigo."

"Lo malo es que no tengo regalo para darle, e ir sin regalo es de mala educación."

"Por eso no te preocupes, puedes darle uno de los videojuegos que compré para él. No es un problema."

"Muy considerado por tu parte, jefe, aprecio ese detalle." Jungkook asintió, mordiéndose el labio inferior. "Si me lo permites, voy a elegir ese de carreras."

"Claro, el más divertido, ¿no?" Kim bufó, oyéndole reír.

"Uno tiene que ganar puntos para convertirme en el mejor tío político, jefe... No es nada personal."

Cuando su mirada se encontraron con la de Jungkook, este le guiñó un ojo, ocasionando que TaeHyung pusiera los suyos en blanco. No tenía remedio.

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