✧c.-029
N/A: Rezando porque hoy esta maravillosa app SÍ notifique la actualización, porque estoy quedándome calva del estrés xD
Cap dedicado a LA_YOONGIKONDAH ♡♡
Hoy os recomiendo 'Different' de Maggie Lindemann, gracias al increíble Descubrimiento Semanal.
[...]
Jungkook se presentó en la escuela de Sunwoo sorpresivamente temprano, no tardando ni media hora en el camino, lo cuál era admirable viniendo de él, quien el primer día milagrosamente llegó antes de que el niño hiciera la comunión. Estaba muy orgulloso.
Sunwoo esperaba por TaeHyung en la puerta junto a la profesora, sus ojos ensanchándose nada más ver al azabache caminando hacia él. Quiso salir corriendo en su dirección, siendo detenido por dicha profesora, quién le impidió alejarse más de medio metro. Jungkook no tardó en verse sorprendido, notando la emoción del niño al verle. No se esperaba eso.
"Ey, Sunwoo, ten cuidado." Indicaba ella, cuidadosamente sosteniéndole por los hombros. "No puedes salir corriendo así sin más, hay coches cerca y podrían hacerte daño."
"¡Tío Jungkook!" Chilló, esbozando una sonrisa gigantesca, apenas inmutándose ante el regaño. "¡Tío Jungkook!"
Tenía los ojos brillantes en cuestión de segundos. Quizás no fuese su queridísimo tío biológico TaeHyung, pero Jungkook yendo a recogerle también resultaba agradable para él.
Llegando a su altura, Jungkook se puso de cuclillas. "Hola, Sunwoo."
Inmediatamente, el mencionado se lanzó a sus brazos, de un modo tan efusivo que su emoción cautivó a Jungkook, riendo mientras lo acunaba contra su propio cuerpo.
"Veo que estás contento de verme."
"¡Sí! Creí que Tete vendría a recogerme, pero también me gusta que vengas tú." Respondió, sin borrar aquella sonrisa. "¿Mi tío está muy ocupado?"
Jungkook negó. "No, la verdad es que ha sido idea mía venir a recogerte hoy, necesitaba tu ayuda para algo importante."
El niño ladeó la cabeza, no entendiendo a lo que se refería y dejándoselo saber a Jungkook con una mueca de confusión.
"¿Algo importante?"
"Sí, quiero que me ayudes con algo, ¿te parece bien?"
Sunwoo asintió con la misma efusividad del principio. "Claro que sí, tío Jungkook."
Esbozando una sonrisa inmediata que hizo sus ojos desaparecer, Jungkook se puso en pie, tendiéndole su mano amistosa para que la tomase, cosa que no tardó en hacer. El hecho de que Sunwoo no hiciera demasiadas preguntas inicialmente, resultaba un alivio, ya que aún no tenía su excusa construida del todo.
"Perfecto, pues nos vamos si a la señorita no le importa." Dijo, apretándole la mano suavemente, a la misma vez que le guiñaba un ojo. Luego, observó a su profesora, que parecía absorta en algo que Jungkook desconocía completamente, mientras una sonrisa boba brillaba en sus labios. Jeon frunció el ceño. "¿Señorita?"
Jungkook movió su mano delante de la mujer, que pareció reaccionar al instante, parpadeando y aclarándose la garganta, visiblemente avergonzada. Rio entre dientes, procediendo a rascarse la nuca.
"¿Profesora Lim?" La vocecilla de Sunwoo sonó, preocupado y confundido a partes iguales.
"Oh... Discúlpame, tenía la cabeza en otra parte." Se excusó, evitando la mirada de Jungkook. "¿Qué decías?"
"Me llevaré a Sunwoo, su tío avisó de que vendría en su lugar."
La profesora Lim asintió, todavía mostrándose avergonzada, sus ojos ensanchados siendo la prueba irrefutable de ello.
"Claro, claro... Está bien. No hay problema."
"Bien." Jungkook le sonrió, devolviendo su atención al menor, a quien le tendió una mano nuevamente. "Pues vámonos, Sunwoo, TaeHyung nos espera en la agencia. Adiós, señora Lim.
"Adiós, id con cuidado. Te veo mañana, Sunwoo."
"Dile adiós a tu profesora, Sunwoo."
El niño se despidió de ella con un movimiento de muñeca, yendo tras Jungkook una vez tomó su mano. Sin embargo, a mitad de camino se detuvo abruptamente, obligando al azabache a girarse.
"¿Por qué no caminas?" Le preguntó. En respuesta, Sunwoo simplemente puso los brazos en alto. "¿Quieres que te cargue?"
"No tengo ganas de caminar, me duelen los pies."
Jungkook respiró hondo, quejándose en su mente, pero de igual forma inclinándose para levantar al menor, ligero como una pluma. "Hay que ver, eh... Con lo pequeño que eres y lo mucho que te quejas. No sé a quién habrás salido."
Sunwoo se encogió de hombros, rodeándole el cuello con ambos brazos.
"Mi abuelo me ha dado dinero para comprarme la merienda cuando salga del colegio, ¿puedes llevarme a algún sitio antes de ir con Tete? Me he portado bien hoy." Pidió, mientras ambos se dirigían hacia el coche del azabache. Jungkook asintió.
"Claro, siempre y cuando no tardemos demasiado, tu tío nos está esperando."
Él accedió, emitiendo un sonido afirmativo y acomodando la cabeza en su hombro. "Vale."
Una vez llegaron al coche de Jungkook, este abrió la puerta trasera, metiendo a Sunwoo en la sillita especial que TaeHyung le había dado anteriormente. Poniéndole el cinturón, palmeó su barriga, haciéndole reír, antes de cerrar la puerta y dirigirse hacia su asiento.
"Bueno... ¿Hay algún sitio al que quieras ir expresamente?"
"No sé que significa esa palabra, pero me gusta la tienda que hay cerca de donde trabaja Tete. Tienen bollitos de chocolate muy ricos. Quiero ir allí."
"De acuerdo, pues para allá vamos. Prepárate."
"Vale." Viéndose emocionado al respecto, Sunwoo asintió, dando palmas. "Por cierto, ¿para qué necesitas mi ayuda?"
Jungkook le observó a través del espejo que tenía en frente. "¿Eh?"
"Dijiste que necesitabas mi ayuda para algo muy importante."
"Oh, eso, sí." Asintió, aclarándose la garganta. Ahí es cuando llegaba su momento estrella para improvisar. "Verás, yo... El hijo de una amiga cumple años pronto, tendrás más o menos tu edad, creo."
"¿De verdad? Mi cumpleaños también se acerca. Cumplo cinco años."
Jungkook hizo el esfuerzo de mostrarse sorprendido. "Anda, ¿en serio?"
"Sí, es la semana que viene."
"Qué bien, pues espero que me guardes un trozo de tarta." Sunwoo soltó una risita, moviendo la cabeza a modo de asentimiento. "Ya llamaré a tu tío para desearte un feliz cumpleaños el mismo día. A lo que iba... Como no sé lo que a los niños de tu edad os gusta, quería que me ayudaras con eso."
"¿A elegir un regalo para ese niño?"
"Exacto."
"¿Y por qué no le preguntas a su madre?" Cuestionó.
Inmediatamente, Jungkook se quedó en blanco, teniendo que aclararse la garganta una segunda vez. "Eh... Pues porque ella siempre dice que le regale cualquier cosa, ya sabes. Y yo no quiero cualquier cosa, yo quiero algo que le guste mucho."
"Ya veo... Mi madre siempre responde eso cada vez que le preguntan por mí. Yo tampoco quiero que me regalen cualquier cosa, pero no me quejo porque dicen que es de ser mal educado."
"Claro." Asintió, dándole la razón. "Entonces, si fueras ese chico... ¿Qué querrías que te regalasen?"
Sunwoo se quedó en silencio, probablemente pensativo. Jungkook tuvo que mirar por el espejo una vez más, sólo para verificar que el niño no se hubiese quedado dormido en cuestión de segundos. Repentinamente, su mirada se cruzó con la del susodicho, ahora brillante.
"¡Ya sé!" Chilló, casi sobresaltándole. "Todos mis compañeros están pidiendo consolas para sus cumpleaños. Muchos de ellos ya las tienen y dicen que es divertido."
"¿Consolas de videojuegos?"
"Sí, esas."
"Pero, ¿a ti te gustaría tener una?" Necesitando una respuesta concisa, Jungkook insistió, masticando su labio inferior.
El niño se encogió de hombros. "Creo que sería divertido. Mis compañeros juegan con sus padres y hermanos, yo podría jugar con Tete cuando viniera a casa o con mis amigos."
"Sí, es una buena idea." Asintió, apuntándose aquel dato en el cerebro.
Ya tenía el regalo perfecto para el sobrino de su jefe. TaeHyung prácticamente le debía la vida ahora mismo, y él estaba dispuesto a cobrársela sin siquiera pensárselo, más o menos como siempre hacía, sólo que sin ningún tipo de vergüenza esta vez (vergüenza con la que nunca había contado, tampoco).
Al cabo de veinticinco minutos, Jungkook aparcó frente a la tiendita cercana al trabajo, siendo el primero en bajarse del coche, dirigiéndose hacia la parte trasera, donde Sunwoo se encontraba. Abrió su puerta, quitándole el cinturón. De inmediato, él extendió sus brazos, pidiéndole silenciosamente que volviera a alzarlo. Jungkook, quien parecía ser débil ante aquella familia, sostuvo al niño, elevándolo con un solo brazo y luego cerrando la puerta.
"Voy a comprar bollitos de chocolate y un batido de fresa."
"¿Sí?" Jungkook le observó, mientras se adentraban en la tienda. Sunwoo asintió.
"Sí, ¿tú quieres un bollito? Te invito a uno."
Dejando escapar una risa, el azabache negó. "No, no, te lo agradezco mucho."
"¿Dos?"
"Tampoco, pero gracias, eres un niño muy generoso." Halagó al menor, viéndole encogerse de hombros.
"¡Oh! Ahora que lo dices, voy a comprarle una limonada rosa, es su favorita." Indicó, su brazo inmediatamente señalando una de las neveras. "Llévame hasta la nevera, corre, corre."
Jeon alzó las cejas. "¿Y la palabra mágica?"
"Por favor."
"Muy bien." Accedió, finalmente cumpliendo con los deseos del niño y acercándose a dicha nevera, cuya puerta abrió. "¿Cuál quieres llevarle?"
Sunwoo señaló una pequeña botella de color rosa y tapón blanco. "Esa. Le gusta mucho, pero dice que no quiere consumir demasiado azúcar porque le sienta mal... Aunque mi madre dice que cuando era más joven el tío Build le compraba mucha limonada rosa. Siempre molesta a Tete con eso."
Tendiéndole dicha botella al niño, Jungkook frunció el ceño en su dirección. "¿El tío Build? ¿Ese no es quién hace fotos en la agencia?"
"¡Sí, ese!"
"¿Le compraba limonada rosa?"
"Claro, estaban casados."
Aquella noticia de último momento traspasó a Jungkook como una lanza, consiguiendo que este se atragantase con su propia saliva, tosiendo y aclarándose la garganta. Él no debía de haber escuchado bien. Seguro que no.
"¿Casados...?"
Y, como no, Sunwoo no hizo otra cosa más que asentir con la cabeza.
Diez minutos más tarde, luego de que Sunwoo eligiese los mejores bollitos de chocolate que llevaría con él, su batido de fresa y un bollito de crema extra para el abuelo Kim, ambos salieron de aquella tienda, encaminándose hacia la agencia.
Jungkook no podía sacarse de la cabeza aquel dato sobre su jefe y el nuevo fotógrafo, a quien no había prestado demasiada atención desde su llegada. Intentaba mostrarse sereno, porque ciertamente no era algo que fuera de su incumbencia, pero aún así continuaba intranquilo al respecto.
"¡Tete, Tete!" La voz de Sunwoo exclamó al instante de adentrarse en dicha agencia.
Mirando hacia el frente, nada más salir de su burbuja, vio a TaeHyung a unos metros de distancia, charlando animadamente con Build. De forma automática, su ceño se frunció, conforme el castaño caminaba hacia ellos, dejando atrás al fotógrafo.
"Hola, Sunwoo, ¿cómo estás?" Le dijo, su sonrisa ensanchándose en cuanto tuvo al mencionado en brazos. "¿Te lo has pasado bien con Jungkook?"
"Muy bien. El abuelo me dio dinero y Jungkook me ha llevado a la tienda que hay cerca para comprarme la merienda." Explicó, rodeando con sus brazos el cuello de TaeHyung. "Te hemos comprado limonada rosa."
"Oh, ¿en serio?" Sorprendido, cuestionó, viéndole asentir y depositando un beso en la mejilla. "Te lo agradezco mucho, guapo."
"¡Eh, tío Build!" Chilló en dirección al fotógrafo, quién se encontraba donde TaeHyung le había dejado.
Kim soltó a su sobrino, tras sus evidentes ganas de ir hacia Build. Finalmente, Sunwoo corrió hacia el mencionado, aclamando su nombre entre gritos y dejando a TaeHyung a solas con Jungkook, a quien se le acercó sin siquiera dudarlo.
"¿Tienes algo?" Cuestionó, usando un bajo tono de voz.
"Sí... Yo diría que tengo más información incluso de la que había pedido..."
Ante tales palabras, TaeHyung no tardo en mostrarse confundido. "¿Por qué dices eso?"
"No, por nada..." Jeon negó, no queriendo entrar en demasiados detalles aún. "El caso es que tu sobrino dice que quiere una consola para jugar videojuegos. Todos sus compañeros del colegio la tienen y cree que sería divertido."
"¿Una consola?"
"Eso es, sí. De videojuegos. Ya sabes, para jugar con sus amigos, padres... Contigo."
"Pero es muy pequeño aún, ¿crees que sería una buena idea regalarle eso?"
Jungkook se encogió de hombros. "El adulto responsable eres tú, jefe, yo sólo soy la paloma mensajera."
"Ya... Tienes razón." Concordó, inmediatamente recibiendo una mirada fulminante por su parte. "Hablaré con mi hermana para consultarle, quizás si ella y Yonghwa interponen un horario, pueda ser una buena idea."
Cruzando los brazos por encima del pecho, el azabache asintió, manteniendo un ojo en Build, sin siquiera poder evitarlo. Luego, sus ojos fueron directamente al castaño.
"Claro. Yo estoy libre, en caso de que necesites un lugar donde comprar la consola, además de los juegos. Puedo llevarte." Propuso.
TaeHyung le observó, la extrañeza de sus acciones poniéndole un poco nervioso.
"Sí, la verdad es que voy a necesitar ayuda, no estoy muy actualizado en todo esto, pero primero debo hablar con Seohyun."
"Por supuesto." Accedió, sonriente. La risa de Sunwoo retumbó por toda la zona de recepción, teniendo a Jungkook señalándoles de inmediato, con una ceja alzada. "Se llevan muy bien, ¿verdad?"
TaeHyung, aún más extrañado por aquella pregunta, asintió. "Sí, claro, se conocen desde que Sunwoo era un bebé recién nacido. Se adoran."
"Ya... Ya veo."
Sus brazos estaban cruzados para cuando también asintió, su comportamiento inusual teniendo al gran jefe con demasiadas dudas.
Kim ladeó la cabeza. "Va... ¿Va todo bien?"
"Sí, sí, por supuesto, todo genial." Aseguraba el azabache. "Voy a seguir con mi trabajo, si me lo permites. Estaré en el despacho, por si necesitas algo."
"Oh..."
"Nos vemos, jefe."
Aquellas, fueron las últimas palabras de Jungkook, antes de que este desapareciera por el pasillo, dejando a TaeHyung más confundido que nunca, probablemente.
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