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✧c.-016

N/A: Este capítulo me hace inexplicablemente feliz... Lo amo xD

Cap dedicado a A_Gar540 ♡♡

Hoy os recomiendo 'Eyes On You' de SWIM, una más a la playlist del fic.

[...]

Eran las cuatro de la mañana, cuando Jungkook miró su reflejo en el espejo. Normalmente, a esta hora volvía a casa luego de pasar todo el día de pub en pub, con Jimin y Hoseok como su mayor compañía.

Sin embargo, ahora eran razones completamente diferentes para estar despierto, vistiéndose en contra de su voluntad y queriendo morir interiormente.

Resoplando, se anudó los pantalones de chándal a la altura de su cadera. Cuánto añoraba su vida anterior. Sin responsabilidades ni ataduras, cuando su única preocupación era que el barman de Hoseok se olvidara de añadirle hielo a su bebida.

"Eso es una mierda..." Decía para sí mismo, mordiéndose el labio inferior y haciendo una mueca de dolor leve, en cuanto sus dientes arrastraron la pieza metálica que lo atravesaba. Él siseó.

Antes de poder seguir quejándose por lo mucho que odiaba su vida actual, en la que debía ser maduro, responsable y trabajador, el teléfono comenzó a sonar en lo alto de la mesita. Lo primero que se le vino a la cabeza, conforme se acercaba, era que TaeHyung estaba impaciente por su puntualidad; así que una leve sonrisita jaló de sus labios.

Pero, en cuanto tomó el aparato entre sus manos, soltó un bufido.

"¿Qué quieres, Jimin?" Murmuró, su tono de voz amargo, tras haber aceptado la llamada y ponerla en altavoz. Se dirigió nuevamente hacia su armario, esta vez para agarrar una sudadera. "Tengo el tiempo justo para vestirme e irme, así que habla rápido."

El mencionado soltó una carcajada. Para ese momento, Jungkook ya había puesto los oujos en blanco seis veces. "Cómo se nota que estás viviendo la vida adulta. Estás amargado, ¿eh?"

"Vale, gracias, te cuelgo, adiós."

Nada más hacer el amago de colgar, Jimin ya estaba chillando, sin parar de reír. "¡No, no, no! Era una broma, por Dios, no se puede bromear contigo..."

"Que qué quieres, Jimin." Insistió, sacando a la luz su notorio agotamiento en un suspiro sonoro.

"Voy de camino a casa, sabes que no me gusta ir en silencio y además llevas semanas sin dar señales, así que te he llamado. Hoy los chicos se han pasado por el bar de Hoseok, preguntaron por ti." Dijo, el ruido de la carretera siendo evidente para Jungkook, una vez Jimin mencionó lo que estaba haciendo. "Les dije que estabas trabajando y se echaron las manos a la cabeza."

"Ja, ja, ja, qué graciosos que son todos." Escupió con fastidia, poniendo los ojos en blanco en cuanto volvió a escuchar la risa de Jimin. "¿Tú también te llevaste las manos a la cabeza, o tuviste miedo de llevarte algún mechón de pelo?"

Al instante, el pelirrojo bufó, así que una sonrisa triunfante jaló de los labios de Jungkook. "Eres idiota, que lo sepas. Por tonto, ahora no te cuento lo que iba a decirte."

"Me lo vas a contar igualmente, Jimin, no quieras engañarte." Se encogió de hombros, eligiendo finalmente una sudadera lo suficiente cómoda para soportar un vuelo de quince horas y colocándosela.

"Bueno... Sólo porque no puedo callármelo más tiempo, si no esperaría a que me rogaras."

"Eso no ha ocurrido, ni ocurrirá nunca, lo sabes de sobra." Dijo, volviendo a jalar de su labio inferior sin ser realmente consciente, terminando por soltar una maldición en alto. "En fin, ¿qué es lo que tenías que decirme? Salgo de casa en quince minutos."

"¿Recuerdas esa chica de la que nos habló Hoseok? Que vivía en otra ciudad, pero hablaban siempre por mensajes e incluso tenían planeado verse, ya me entiendes."

Él asintió, incluso si Jimin era incapaz de verle. "Sí, la misma que Yoongi aseguraba ser una invención del propio Hoseok, lo recuerdo."

"Ajá, esa. Pues resulta que llegó hace un par de días desde Incheon y hoy vino al bar para conocernos. Nunca me sentí más confundido en mi vida. Yoongi logró convencerme de que esa chica no existía y que Hoseok se lo inventó todo para que nadie siguiera molestándole por no tener pareja, ¡pero existe de verdad!"

Bufando, el azabache negó con la cabeza, tomando asiento en su cama para atarse los cordones de sus deportivas.

"Y por eso es que nunca tienes que fiarte de Yoongi. Al final, tanto molestar a Hoseok con su soltería, para que tú acabes con una cornamenta más grande que tu propio cuerpo, y Yoongi no sea capaz de tener una relación seria por menos de dos meses."

Tan pronto como mencionó las desgracias de sus amigos, Jimin soltó un quejido, su pequeño llanto siendo perceptible a oídos de Jungkook. "Oh..."

"Eh, ¿estás llorando? Lo de tu cornamenta no iba en serio, hombre..."

"No, ¿qué voy a estar llorando por eso? Ya está más que superado."

"¿Entonces?"

"Hay un gatito caminando por el arcén, creo que está solo. Es muy pequeño." Dijo, e inmediatamente el corazón de Jungkook sufrió un vuelco.

"¿Puedes verificar que esté bien?"

Jimin se aclaró la garganta. "Sí, claro, pero necesito encontrar un momento en el que pueda desviarme y aparcar. Por alguna razón la autopista está llena a estas horas y no me dan oportunidad."

"Mierda..." Susurró, dirigiéndose hacia la mesita nuevamente, donde tenía su teléfono, cuando comenzó a escuchar a Jimin con interferencias y el sonidito de una llamada entrante sonó. Esta vez, el nombre de TaeHyung estaba en su pantalla. "Joder, Jimin, tengo que colgar, mi jefe me está llamando."

"Vale, veré qué puedo hacer, a ver si encuentro algún hueco y puedo salir a por el gatito. Te llamaré o enviaré un mensaje con lo que sea."

"Está bien, hablamos luego." Le dijo, colgando e inmediatamente aceptando la llamada de TaeHyung. "Jefe, ¿qué pasa? No me digas que llego tarde."

TaeHyung soltó un suspiro en la otra línea. "No, no es eso, descuida. Es que tengo un problema..."

"¿Qué clase de problema?"

"Earth no me acompañará en este viaje, así que seremos únicamente tú y yo. El problema está en que mi coche no tiene gasolina suficiente para ir al aeropuerto... Pediría un taxi, pero vivo en la otra punta de la ciudad y desconozco el tiempo que va a tardar en llegar."

Casualmente, las cejas del azabache se alzaron, una suave sonrisa jalando de sus comisuras. "¿Estás intentando decirme que...?"

Un suspiro brotó de sus labios. "Si puedes venir a recogerme, por favor."

"Oh... Trabajo como chófer también, asombroso, jefe. Soy pluriempleado, mi sueño." Celebraba sarcásticamente, oyendo al castaño bufar.

"Jungkook..."

Él no borró su sonrisa en ningún momento, por tercera vez jalando de su labio inferior y llevándose por delante el piercing, lo que le hizo maldecir internamente. No podía ser tan descuidado, Dios.

"Pásame tu dirección, anda."

"Ya lo hice."

Conforme volvía a presionar el altavoz, Jungkook viajó hasta su aplicación de mensajería instantánea, entrando en el chat de TaeHyung y viendo el mensaje donde este compartía su dirección. Tres minutos antes de haber iniciado aquella llamada. Él soltó una risita nasal.

"¿Confiabas en que fuera a aceptar?" Quiso saber, esta vez relamiéndose el labio inferior.

"Por supuesto, Jungkook." Le dijo, tan confiado y consciente de sus palabras, que el azabache casi llegó a estremecerse, suspirando y ladeando una sonrisa.

Podía imaginarse su sonrisa victoriosa, porque incluso si Jungkook no lo conocía completamente, tenía muy claro que esas eran el tipo de respuestas que TaeHyung quería recibir por su parte. A su jefe le gustaba tener el control de todo, saber que la otra persona estaba a su completa disposición.

"Deberías darte prisa, no quiero llegar tarde al aeropuerto. Además, tengo una pequeña sorpresa para ti." Anunció, oyéndole jadear en anticipación. Él volvió a reír. "No te emociones..."

"Tarde. No vives muy lejos de mi apartamento, así que estate preparado, en quince minutos estaré en tu puerta." Aseguraba, ni siquiera dándole tiempo a contestar, cuando ya había colgado.

Efectivamente, tal y como Jungkook había dicho, en quince minutos exactos, había un coche pitando frente a su puerta. El castaño no tardó en asomarse, viendo a Jungkook salir por la puerta del piloto y apoyarse en el capó, esperando por su llegada con las manos en los bolsillos. Aún estaba oscuro, a tan sólo veinte minutos de las cinco en punto, por lo que la tenue luz artificial de las farolas, era lo único que podía alumbrar su figura.

TaeHyung no tardó en abandonar su casa, agarrando su equipaje de mano y asegurándose de que todas las ventanas y puertas estuvieran bien cerradas, antes de poner la alarma, para finalmente salir.

"Hola, jefe." Jungkook saludó, arrebatándole las maletas en cuanto este le dedicó una sonrisa. "Dame eso."

"Oh, gracias..." Él ni siquiera disimuló su sorpresa tras el inesperado gesto de Jungkook, caminando tras él. "Pensé que ibas a tardar más en llegar."

"No sé cómo puedes pensar así de mí, jefe... ¿Cuándo he sido impuntual?"

El castaño ahogó una risita, negando mientras se frotaba las manos entumecidas a causa del frío. "¿Tú? ¿Impuntual? Jamás, jamás. Vamos, hasta me atrevo a decir que no sabes ni lo que significa esa palabra."

"Exacto, no tengo ni idea de lo que significa. Es más, creo que no la he escuchado en mi vida, fíjate." Siguiéndole la corriente, abrió la puerta para que pudiera entrar, indicándoselo con un rápido movimiento de cabeza. "Los señoritos primero."

"Hoy te has levantado más caballeroso de lo normal, Jungkook, ¿te encuentras bien?" Quiso saber TaeHyung, haciendo caso omiso de sus indicaciones y quedándose parado junto a la puerta, observando como el mencionado metía las maletas en el maletero.

Jeon le observó con una sonrisa ladeada, cerrando el maletero y acercándose a él. "No te estarás quejando de eso, ¿verdad?"

"Para nada, sólo expreso mi sorpresa."

"Ya veo..." Asintió, jalando de su labio inferior y volviendo a indicarle con un rápido movimiento de cejas que entrase en el coche. "Entra, anda, o llegaremos tarde."

TaeHyung no dijo nada, esta vez haciendo lo pedido e internándose en el lado del copiloto, Jungkook cerrando la puerta una vez estuvo acomodado en el asiento. A los segundos, este llegó a su lado, suspirando.

"Nunca pensé que querrías subirte a un coche conmigo como conductor." Comentó, viéndole ponerse el cinturón y quedarse rígido por un par de segundos tras mencionar aquello. Entonces, rio. "Lo has olvidado, jefe, qué decepción."

"No lo he olvidado, eso es prácticamente imposible." Suspiró, acomodándose de nuevo. "Pero no pienso en ello tanto como debería, supongo que como ahora eres mi asistente, no quiero tener que mirarte y pensar en que estrellaste tu coche contra el mío. Vivo más tranquilo así."

Jeon asintió, porque, en realidad, lo comprendía a la perfección. "Lo siento por eso, honestamente. Nunca me disculpé contigo por haber dejado tu coche como un puzle para niños, así que lo siento."

"Ya no importa... Sólo no vuelvas a conducir borracho." Pidió, dejando escapar una bocanada de aire, una vez el coche se puso en marcha.

"Nunca hago eso, jamás mezclo la bebida y el conducir en la misma noche. Sabes lo que le pasó a mi hermana, no quiero causarle eso a otra persona." Mencionó, con sus ojos fijos en la carretera. TaeHyung notó un cambio evidente en su voz, por lo que le observó. "Pero en ese momento no fui capaz de pensar con claridad, estaba tan..."

"¿Enfadado?" El castaño terminó la frase por él. Jungkook se detuvo en un semáforo, girando el rostro para mirarle también. "¿Estabas enfadado?"

Asintiendo, se mordió el interior de la mejilla, volviendo a desviar su atención hacia la carretera. "Vi a Jenam en el bar de uno de mis mejores amigos, Hoseok. Estaba ligando con una de las camareras y yo... Yo no puedo verle y quedarme tranquilo. No puedo saber que está cerca de mí y actuar con normalidad, como si no existiera."

"Lo entiendo."

"Me acerqué y le dije que se marchara, claramente de una forma para nada amable. Jenam mencionó a Yoona, mi hermana, la llamó borracha. Dijo que verle me debía recordar a ella." Tragó saliva, sus manos empuñándose alrededor del volante, pero él no estaba enfadado.

"¿Y no es así?" Cuestionó TaeHyung. La mandíbula de Jungkook se endureció. "Jenam te recuerda a tu hermana, lo cual es más que obvio. Lo que le hizo, cómo terminó todo con ella y lo que le pasó. Es normal que ver su cara haga que te acuerdes de todo eso."

"Ya..."

"Y que te enfades. Yo también me enfadaría si estuviera en tu lugar, también querría golpearle si mi hermana estuviera en el lugar de la tuya."

"¿Lo harías? Golpearle, digo."

TaeHyung se encogió de hombros, suspirando. "Fácilmente te diría que no, porque partirle la cara no va a arreglar absolutamente nada de lo ocurrido, pero no estoy en esa posición. No puedo ser coherente, porque no siento la misma impotencia que tú sientes al verle."

Jungkook asintió, comprendiendo su punto de vista mientras mantenía toda su atención en los coches de en frente.

"Aun así, crees que no es lo correcto."

"Es que viéndolo desde fuera no lo es, Jungkook. Yo, como persona racional, viéndote a ti, persona que actúa por impulsos, pegando a Jenam como un borracho a una máquina tragaperras, voy a pensar que no está bien." Afirmó, observando el modo en que sus comisuras se alzaron tras hacer aquella comparación.

"¿Un borracho a una máquina tragaperras, jefe? ¿En serio?" Cuestionó.

"Di lo que quieras, pero al menos tú eres el borracho y no la máquina. Te he dado el papel menos humillante." El castaño volvió a encogerse de hombros, sabiendo que estaba más que acertado, por lo que Jungkook resopló, negando con la cabeza, sin ser capaz de borrar aquella sonrisa.

"Eres increíble..." Murmuró, por quinta vez jalando de su labio inferior y siseando. "Joder." Maldijo, llevándose una mano a los labios, lo que captó la atención del castaño.

"Eh, ¿qué tienes ahí?" Cuestionó, recientemente notando algo brillando en la boca de su asistente. Su ceño se frunció de inmediato, aprovechando el segundo semáforo en el que habían parado, para agarrar el rostro ajeno y girarla, pudiendo analizar su labio inferior, donde un arito brillaba, atravesándolo. TaeHyung jadeó.

"¿Qué pasa?"

"¡¿Eso es un piercing?!"

Jungkook asintió, orgulloso de su nueva adquisición, mientras veía la mueca horrorizada de su jefe. "¿Te gusta?"

"Me va a dar un infarto aquí mismo."

Soltándose del agarre en cuanto el semáforo cambió de color, Jungkook rio. "No seas exagerado, anda."

"¿No era suficiente con el de la cejita, Jungkook? Por el amor de Dios."

"Bueno, y eso que no te he contado que planeaba hacérmelo en la lengua..."

"¡¿En la lengua?!" Exclamó, aún más horrorizado (si es que eso era posible), llevándose una mano al pecho para darle más dramatismo a su reacción.

El azabache volvió a reír, negando con la cabeza. "Mi madre ha tenido exactamente la misma reacción, jefe. Lo malo es que tenéis treinta años de diferencia."

"Cállate, cállate porque sólo de pensarlo me da algo. Dios..."

"Vamos, hombre... Me caías bien, no pensé que tendrías tantos prejuicios con estos temas." Decepcionado, Jungkook comentó, recibiendo una mirada incrédula por parte del castaño.

"¿Qué dices de prejuicios? Lo digo por las agujas, con el miedo que me dan. Sólo de pensar que te atraviesas la ceja o algo por gusto, me pone enfermo." Se estremeció tan pronto como dijo aquello, abrazándose a sí mismo. "Tengo un tatuaje en común con dos amigos y a la hora de hacérmelo, tuve que emborracharme."

Ahí, fue Jungkook quien tuvo los ojos como platos en cuestión de segundos. "¿Tienes un tatuaje?"

"Sí, con Mix y Build, nos lo hicimos cuando salimos de la universidad. Menos mal que no fue algo excesivamente grande, porque si no, ni lo cuento..."

"¿Dónde?"

"En la pierna." Dijo. El azabache le observó, sólo para ver cómo se señalaba el muslo, cubierto por la tela de sus pantalones. "Justo aquí."

De inmediato, Jungkook tragó saliva, asimilando la imagen que se le vino a la cabeza y simplemente continuando con el camino. Su silencio no tardando en preocupar a TaeHyung.

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