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✧c.-007

N/A: Este capítulo para mí es una mezcla de emociones, pero tiene algo que me gusta mucho xD

Cap dedicado a CR3P3-V3NTI ♡♡

Hoy os recomiendo 'I Want You' de Dasilva, canción que me ha hecho tomar la decisión de ponerle playlist al fic.

[...]

El viernes por la mañana, Jungkook conducía rumbo a la agencia, teniendo a un Jimin muy ofendido al otro lado de la línea. Y es que el pelirrojo había perdido toda oportunidad para explicarse, aquella noche en que su amistad se vio perjudicada tras la disputa de Jungkook con aquel imbécil.

Jimin no pudo hablar, darle su punto de vista o siquiera una opinión honesta por cómo estaba sucediendo todo, no recibiendo nada más que rechazo, gracias a ley de hielo con la que Jungkook había decidido recompensarle, luego de haber asumido sus propias conclusiones.

"¡Dudaste de mí, Jungkook!" Chillaba este, soltando un bufido. Y es que el recientemente mencionado lo sabía, sabía que había desconfiado de la última persona en el mundo que podría traicionarle o siquiera decepcionarle en lo más mínimo.

"Yo-"

"Cuando lo único que yo quería era que te tranquilizaras, porque partirle la cara a ese gilipollas no cambiaría nada de lo que ha pasado, y nunca lo hará, pero tú eso no lo entiendes."

El azabache suspiró. "Sí lo entiendo..."

"¡No! Soy tu amigo, Jungkook- no, ¿qué coño? Soy tu mejor amigo." Se corrigió a sí mismo, frunciendo el ceño. "He estado contigo en cada momento de tu vida, sin excepción. Ni siquiera cuando me echabas a patadas porque no quería que te viese llorando como un bebé. Nunca te dejé."

"Lo sé, Jimin."

"¿Y si lo sabes por qué narices desconfiaste de mí?"

Estacionándose en el aparcamiento de dicha agencia, Jungkook se agarró el tabique con dos dedos, presionándolo y tomando una profunda respiración. No podía pretender que Jimin le recibiese con los brazos abiertos, ni mucho menos esperar otro tipo de reacción por su parte, pero aún así le costaba hacer autocrítica.

"Porque fui un gilipollas." Admitió, relamiéndose los labios. "No tengo filtro cuando estoy cabreado, abro la boca y sale lo primero que se me pasa por la cabeza, independientemente de si está bien o mal."

"Ya..."

"Me pasé, lo siento. Estallé contra la persona incorrecta y dije todo lo que no debería haber dicho, eso es todo lo que puedo decirte."

"Estallaste contra la persona que menos lo merecía." Corroboró con sus palabras, asintiendo. "Y más te vale que no vuelvas a hacerlo, Jeon Jungkook, porque cualquier día te suelto tal bofetada que te dejo las pestañas de bigote. Advertido estás."

Soltando una carcajada, Jungkook negó con la cabeza. "¿Eso significa que ya no estás enfadado?"

"Significa que vas a invitarme a la mejor hamburguesa de todo Seúl, si quieres conservar mi amistad."

"Me parece justo. En cuanto tenga un hueco te llevo a por esa hamburguesa." Asentía el azabache, mirando qué hora era en la pantalla del coche y suspirando. Estaba llegando cinco minutos tarde, empezaba bien el día. Ya podía escuchar los reclamos de su jefe...

"¿Perdona? ¿Desde cuándo tienes que sacar un hueco libre para ir a comer con tu mejor amigo?" Quiso saber, sonando aún más ofendido que cuando inició la llamada, haciendo hincapié en las palabras «mejor» y «amigo».

"Desde que soy el sirviente de un tipo que odia la impuntualidad, el hecho de que no tenga ningún traje de dos piezas en mi armario, y además dirige una agencia de modelos. Básicamente desde que trabajo." Suspiró, quitándose el cinturón y saliendo del coche, asegurándolo en cuanto cerró la puerta a sus espaldas.

"¿Estás trabajando?" Jimin quiso saber, mientras que él cruzaba la carretera hacia el otro lado de la calle, yendo hacia una cafetería cercana. Si aparecía en el despacho de TaeHyung, cinco minutos (o más) tarde y sin su café mañanero, Jungkook probablemente perdería su puesto.

Jeon asintió, formando una fina línea con los labios. "Así es... Este es mi quinto día. Mi padre cree que me va a venir bien estar no sé cuántas horas sentado en una silla, hasta que me salga una puta hernia discal, para ser lo suficientemente independiente."

"Pero, no entiendo, ¿a qué viene eso ahora?"

"Bueno... Digamos que ese mismo día que discutimos, tuve un pequeño percance, nada grave." Encogiéndose de hombros, respondió, adentrándose en la cafetería.

"¿Qué tipo de percance?"

"Me estrellé contra un coche estando borracho."

"¡¿Cómo?!" Exclamó, su voz siendo lo suficientemente alta como para que Jungkook tuviera que, disimuladamente, apartarse el teléfono de la oreja, haciendo una mueca. "Pero por el amor de Dios, Jungkook, que podrías haberte matado, ¡o lo que es peor! Haber matado a alguien."

De inmediato, bufó. "Oye, vete un rato a la mierda, ¿cómo va a ser peor matar a alguien que morirme yo, Jimin? Tú qué clase de amigo eres, gilipollas."

"Uno con cabeza." Respondió, e inmediatamente Jungkook rodó los ojos, acercándose al mostrador cuando fue su turno y mostrándole la orden de TaeHyung (que muy amablemente Yunjin le había anotado en un papel) al chico tras la barra. Este asintió, dándose la vuelta.

"Otro... No, si aquí todos tenéis cabeza. Mi padre, mi jefe, tú... Todos menos yo, por lo que se ve."

"Pues sí." Confirmó, oyéndole bufar por segunda vez.

"Bueno, Jimin, para sermones y faltas de respeto ya tengo a mi padre, no te subas al carro porque te mando a la mierda." Le dijo, recibiendo su orden en un vaso de cartón junto a una servilleta, antes de dejar los correspondientes billetes contra la barra. "Muchas gracias."

"Que tenga un buen día."

Dándose la vuelta, Jungkook caminó hacia la salida. "Además, que ni siquiera termino de recordar lo que pasó. Sé que me choqué contra un coche aparcado en el que no había nadie, estaba vacío; era un Ford Mustang de estos tan famosos, como el que tiene Hoseok. Luego, un hombre se me acercó, gritándome."

"Con razón... Sería el dueño."

"Sí, tenía toda la pinta. Pero después de eso, no recuerdo mucho más."

"A saber lo que habrás hecho..." Suspiraba Jimin.

Jungkook hizo el mismo camino en dirección hacia la agencia, encogiéndose de hombros mientras se mordía la esquina del labio inferior como si fuera completamente inocente.

"Nada en absoluto, soy un angelito." Aseguraba. Al otro lado de la línea, su mejor amigo soltó una carcajada, lo que le hizo fruncir el ceño. "¿Y esa risa tan escandalosa? A ver si por un descuido te tragas tu propia lengua y terminas muriendo ahogado, Jimin... Sería toda una desgracia."

El pelirrojo rio aún más fuerte. "Mira al angelito, qué pronto le han salido los cuernos."

"De cuernos mejor no hablemos, que te llevas todos los premios."

"Qué hijo de puta." Dijo, en medio de lo que parecía ser mitad bufido, mitad risa.

Mientras tanto, Jeon seguía avanzando hasta su lugar de trabajo, pasando junto al parking y teniendo su atención rápidamente tomada por un coche que le era terriblemente familiar: un Ford Mustang negro impoluto, aparcado junto a su camioneta de repuesto. De inmediato, su ceño se frunció, ladeando la cabeza mientras lo analizaba.

"Jimin, creo que acabo de encontrar el coche contra el que me estrellé."

"Oh, ¿dónde?"

"En mi trabajo..." Apenas mencionó, suspirando. "Tengo que colgarte, hablamos luego."

"Bueno, ya me contarás qué pasa."

"Claro." Asentía, colgando la llamada y entrecerrando los ojos, todavía parado frente aquel coche, hasta que se dignó a girarse.

Adentrándose en el edificio, afianzó su agarre en el vaso para TaeHyung, pasando por el amplio portal y llegando hasta la recepción, donde, como siempre, una sonriente Yunjin se encontraba.

"¡Buenos días, Jungkook!" Ella le saludó, sus ojos ensanchándose al ver su mueca.

"Buenos días."

"¿Va todo bien?"

Jungkook asintió. "Sí. Llego tarde, tengo que darle este café al jefe si no quiero que me coronen como el peor empleado del mes."

"Pues el señor Kim está un poco irascible hoy, vas a tener que andártelas con cuidado..." Advertía Yunjin, formando una fina línea con sus labios.

"Gracias... Está bien saberlo."

Despidiéndose con un segundo asentimiento de cabeza, Jungkook continuó con su camino, dirigiéndose al ascensor que se encontraba vacío y subiendo hasta la última planta, donde quedaba su despacho (que realmente era el de TaeHyung), pudiendo oír su voz gritando en cuanto las puertas se abrieron.

Él no entendía qué era lo que estaba ocurriendo, como para que la voz de alguien que consideraba sumamente calmado, teniendo en cuenta lo poco que le conocía, pudiera escucharse tan agresiva a tantísimos metros. Suspirando, puso los ojos en blanco.

"Madre... Lo que me espera." Se dijo a sí mismo, llegando hasta la puerta cerrada y poniendo su mano en el picaporte, jalando de este hacia abajo para abrirla. Entonces, los gritos de TaeHyung fueron aún más audibles.

"¡¿Qué cojones hacías pidiéndole que se desnudara para una puta sesión?!" Gritó entre dientes, teniendo el teléfono en mano. Le daba la espalda, mirando hacia el enorme ventanal mientras movía las manos. "¿Quién te crees que eres para engañar así a mis modelos, Ivan? ¿Quién coño te crees?"

Alzando las cejas, Jungkook se movió discretamente hacia el escritorio ajeno, soltando allí su café y deslizándose con disimulo hacia el suyo propio.

"¡Cállate! Ni te atrevas a poner una puta excusa porque te juro que acabo contigo, y sabes perfectamente lo que soy capaz de hacer, Ivan. Yo no voy de farol, nunca." Aseguró, su tono de voz volviéndose pacífico a la vez que agresivo al final, sus hombros relajándose. "Y ten huevos a enviarme a tu abogado con una denuncia, porque te hundo la carrera y tú no vuelves a pisar un estudio fotográfico como que me llamo Kim TaeHyung. Cerdo asqueroso." Fue todo lo que dijo, colgando y manteniendo la mandíbula apretada.

TaeHyung se giró finalmente, soltando su teléfono en la mesa, sin siquiera darle una mirada a Jungkook, quién estaba en completo silencio.

"Llegas tarde."

"Había cola en la cafetería, creo que se ha estropeado una de las máquinas." Explicó el buen mentiroso que era Jungkook, viéndole asentir. "¿Problemas con ese fotógrafo baboso?"

"No, si quiere conservar su carrera, no hay ningún problema." Respondía, encogiéndose de hombros y dándole un sorbo a su café, mientras ojeaba algo en su ordenador. Él levantó su vaso en alto levemente, en dirección a Jungkook. "Gracias por el café."

"De nada, es mi trabajo."

"Ya." Murmuró, dándole un segundo sorbo.

Analizando el rostro de su jefe, Jungkook se mordió el labio inferior. TaeHyung parecía tranquilo, como si aquellos gritos feroces hacia el antiguo fotógrafo no hubiesen ocurrido hacía prácticamente un minuto. Sin embargo, el cambio tan drástico de humor no era lo único que le rondaba por la mente.

"Oye, jefe." Lo llamó. TaeHyung emitió un sonido afirmativo, en señal de que le estaba escuchando. "¿De quién es el Ford Mustang que hay ahí fuera aparcado?"

Con sus ojos ampliándose levemente, el castaño le dio un tercer sorbo, aclarándose la garganta, visiblemente incómodo. "Mío."

"¿Y ha tenido algún accidente hace relativamente poco?" Preguntó de nuevo. Kim se incorporó, dejando su café sobre la mesa y agarrando su teléfono móvil, sabiendo que estaba bajo la atenta mirada del azabache.

"¿Por qué preguntas eso?"

"Sólo quiero saberlo."

"No creo que sea algo muy importante." Murmuró, tratando arduamente de evadir el tema, lo cual no tuvo éxito alguno. Jungkook frunció el ceño, notando su nerviosismo a kilómetros, cosa que le hizo afirmar su duda de inmediato, sin siquiera escuchar una respuesta por parte de TaeHyung.

"Jefe, ¿has tenido un maldito accidente o no?"

Entonces, TaeHyung le observó, sus cejas alzándose. "¿Qué forma es esa de hablarle a tu jefe? No soy uno de tus amigos."

Bufando, el mencionado se puso en pie, ladeando la cabeza mientras se le acercaba. "Responde."

"No me des órdenes, Jungkook, ese es mi trabajo." Advirtió, observando como este acortaba la distancia entre ambos. "Y no estoy obligado a responderte absolutamente nada, para que te quede claro."

Jungkook, a quien no le quedaba mucho camino hasta llegar frente a TaeHyung, acorralándolo contra su propio escritorio, le miró con total seriedad.

"¿Una camioneta se estrelló contra tu puñetero coche el viernes por la noche, si o no, TaeHyung? Es tan fácil como dar una respuesta afirmativa o negativa, simplemente. No sé qué tanto estás tratando de evitar." Volvió a preguntar, jugueteando con su paciencia sin siquiera saberlo. El castaño cerró los ojos por menos de un segundo, abriéndolos para enfocarse en él.

"Lo que estoy intentando es no arrepentirme por no haberte puesto una puta denuncia, Jungkook, eso es lo que evito." Finalmente respondió, tajante, con una mano en su pecho que le separó. "Así que deja de hacer preguntas que puedan perjudicarte, ¿de acuerdo?"

"No. ¿Por qué no me denunciaste si tuviste la oportunidad?"

"Porque no."

"Eso no es una respuesta."

"Pues es todo lo que vas a tener, confórmate o sigue con la duda el resto de tu vida, pero en silencio. No quiero hablar más del tema." Dijo, haciendo el amago de avanzar hacia la puerta, pero siendo empujado levemente de vuelta a su lugar. "Jungkook-"

El azabache tenía las cejas alzadas. "¿Por qué tengo la sensación de que pasó algo más que no quieres decirme? Lo único que yo recuerdo de esa noche es que me estrellé contra tu coche y que me gritaste. Pero por alguna razón, tengo ciertas imágenes que no cobran sentido rondándome la mente." Insistió, encontrándose con los ojos ajenos, mientras acortaba aún más la distancia entre ambos. "Y casualmente se hacen más nítidas cuanto más me acerco."

De inmediato, TaeHyung empujó al azabache lejos, dándole su última mirada cargada de advertencia. "Como vuelvas a hacer eso te pongo de patitas en la calle, Jungkook. No reboses mi paciencia, porque no tengo. Y tú no quieres conocerme de esa forma."

"¿Acaso te besé, jefe?" Quiso saber, su voz dulce causando estragos en TaeHyung, quién apretó los dientes, mientras se giraba para agarrar todas sus pertenencias. Luego, se volvió a girar hacia Jungkook. "¿Eh? ¿Por eso evitas tanto el tema?"

"Evito tanto el tema, porque de haber estado dentro de ese coche, ahora mismo estaría muerto." Escupió, agarrando también su abrigo y acercándose a Jungkook, sus cejas alzadas esta vez. "Si me hubieras besado, el muerto serías tú."

"¿Estás seguro?"

"No quieras comprobarlo." Advirtió por última vez. "Tengo una reunión importante, volveré en unas horas. Haz tu trabajo en vez de tantas preguntas inútiles, por favor y gracias." Le dijo, esbozando una sonrisa falsa a modo de despedida, mientras se dirigía hacia la puerta y salía de su despacho.

En cuanto estuvo fuera, concretamente adentrándose en el ascensor, TaeHyung soltó todo el aire posible en sus pulmones, sintiendo su cerebro a punto de colapsar. Un segundo más con Jungkook allí encerrado y alguno de los dos hubiese salido volando por el ventanal.

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