꒰🦊꒱ Capitulo 9.
Anan Wong nunca había salido con War a comer antes.
Ni cuando se comprometieron, menos cuando sus padres insistieron en que tuvieran citas para conocerse mejor antes del matrimonio. Después que se casaron, sus salidas siempre se limitaban a eventos de la alta sociedad en la que solo tenían que interactuar unos momentos.
Sin embargo, a pesar de que es la primera vez que comparte con el Omega en este tipo de actividades, Yin siente que está resultando demasiado bien. Pensó que sería incómodo, pero War hizo ameno el camino hacia ese pequeño restaurante en el que Yin nunca pensó poner un pie en su vida.
No estaba acostumbrado a asistir a ese tipo de lugares, suponía que el Omega tampoco, así que le resulta extraño que le ofreciera ir allí.
-Phi'Up y yo descubrimos este lugar una vez que salimos a comprar un regalo para phi'Kao-War le contó, como si leyera sus pensamientos.-El dueño hace el mejor Tom yum goong de todo Bangkok. Créeme, te va a encantar.-Le dice emocionado.-Siempre quise traerte pero estabas ocupado o me decías que no así que...-Se encogió de hombros, como si el hecho de que su esposo no le hubiera estado prestando atención en todos sus años de matrimonio no fuera importante.-Supongo que solo quedaba esperar a que me dijeras que sí.-Sonrió.-No te arrepentirás de haber venido.
Yin asintió, sintiéndose un poco culpable. El restaurante era pequeño pero cálido. War había elegido una de las mesas en una de las esquinas del lugar para más privacidad y se había movido como un pez en el agua.
Era obvio que no era la primera vez que iba allí, y Yin no pensó mucho en ello, sintiéndose un poco raro al ver al Omega actuar tan seguro de sí mismo cuando él estaba acostumbrado a ver a un War que agacha la cabeza, juega con su anillo y espera que los demás decidan por él.
-¿Y cómo va el yoga?-Le preguntó, buscando establecer una conversación. War arrugó las cejas, luciendo visiblemente afectado por sus palabras.
-Me duele todo.-Confesó con una mueca que hizo a Yin apretar los labios para evitar sonreír.-Hemos aprendido posturas fáciles pero mi cuerpo no está acostumbrado al ejercicio y me canso rápido y después de un baño todo me duele.-Se quejó.
-En unas semanas el dolor desaparecerá, solo deja que tu cuerpo se acostumbre.-Yin aconsejó, más War negó hacia él con una sonrisa.
-No creo durar una semana.-Murmuró divertido. Por alguna razón le era más fácil soportar el dolor emocional que el físico.-Phi'Up dijo que sería bueno que comenzara a usar tiempo para mí, para no aburrirme y tener otras cosas en las que concentrarme, pero no me dijo que en menos de cinco clases el yoga acabaría conmigo.-Yin rió.
-Entonces deberías intentar otra cosa si el yoga no es lo tuyo.-El Alfa dijo, luciendo divertido.-¿Qué tal la fotografía?-Le dijo y War se sorprendió, mirándolo con ojos brillantes.-Si mal no recuerdo, solías decir que te gustaba mucho, ¿no? Puedes tomar clases en línea o asistir a algunas presenciales, tal vez hacer algún curso. Puedo darte dinero para que compres alguna cámara que te guste si quieres.
-Nunca pensé que recordarías eso.-War le dijo sincero, jugando con los pétalos de las flores frente a ellos, acomodadas en un arreglo floral en el centro de la mesa.
Yin asintió, dándole la razón al Omega. Era cierto que en ocasiones que se basaban en la mayor parte del tiempo, no le prestaba atención a lo que War quería o no. Más cuando lo hacía, siempre recordaba lo que le gustaba al Omega.
-No soy tan ajeno a ti, ¿sabes?-War sonrió.
-Supongo que no lo eres del todo, Yinie -El aludido detectó cierto tono de burla en sus palabras. Frunció las cejas, buscando refutar al respecto cuando una figura interrumpió en el campo visual de ambos.
-Vaya, vaya, vaya. Pero mira quien se dignó a aparecer por aquí.-Una voz baja le dijo y Yin observó desconcertado al Alfa que se inclinaba hacia el Omega, sonriendo hacia él en picardía.-Creí que ya no querías saber más de mí, bonito. Me pusiste triste.-Yin alzó las cejas.
-No seas baboso, Mike. Sabes que he estado ocupado.-El tal Mike rodó los ojos luciendo disconforme con las palabras del Omega. Su Omega, cabe recalcar y Yin siente una imperiosa necesidad de hacer saber aquello.
-War.-Lo llama y el aludido parece recordar que hay alguien más en la mesa y lo mira con mejillas rojas, apuntando hacia el desconocido.
-Él es Mike, el dueño del local.-Lo presenta y ve al Alfa, Yin puede oler que es Alfa a kilómetros y siente a su lobo gruñir desquiciado cuando Mike apoya una de sus manos en la mesa, reclinándose hacia War, invadiendo su espacio personal. respirando su aire.-Mike, él es Yin. Mi Alfa.
Yin no entiende por qué el hecho de que War lo presente de esa forma calma la opresión que hace unos momentos sentía en su pecho y lo hace sentir lleno de satisfacción.
Quizás es su lobo que se ha calmado al ver la sopresa en el rostro de Mike y cómo este se aleja del Omega, evitando invadir su espacio y se incorpora, manteniéndose a una distancia que Yin considera prudencial, pero no suficiente.
-Es un placer, Yin -Le extiende una mano y el castaño corresponde el saludo con un fuerte apretón.-el pequeño War me ha hablado mucho de ti.-Yin mira a War, quien tiene las cejas fruncidas hacia Mike y un bonito sonrojo en sus mejillas.
No va a pensar si aquella reacción se debe a aquel apodo o al hecho de que el otro Alfa confesara que War habla de él. No, él no va a pensar en eso.
-Igualmente.-Le dice, más por cortesía que por gusto propio y pronto la interacción entre War y ese dichoso Alfa se retoma y Yin siente que está de más ahí.
-¿Ya ordenaron?-Mike les pregunta y War responde que sí con una amplia sonrisa. El Alfa le asegura antes de irse que se encargará el mismo de preparar lo que ordenaron y solo cuando están solos, Yin se permite decir.
-Le gustas.-War se gira hacia él, mirándolo confundido y Yin no tiene reparos en volver a repetir sus palabras.-A Mike, le gustas.-El castaño repite y una mueca de tristeza atraviesa la expresión de War
¿Qué tan poco tienes que importarle a tu Alfa como para que él mismo te diga que le gustas a otra persona y no reaccione ante ello?
War no quiere saber la repuesta a eso, en su lugar, quiere reclamarle a Yin por sus palabras. Juega un rato con su anillo, rotándolo alrededor de sus falanges.
-¿Y eso no te molesta?-Mira a Yin a los ojos, quien luce sorprendido por sus palabras.
-Un poco.-Responde, porque sabe que esta vez mentir no lo llevará a nigún sitio y quiere evitar que la ocasión de hoy se repita. Mientras estén juntos, no quiere ver otro Alfa coqueteándole a War. Jamás.-No puedo elegir por ti las personas con las que quieres pasar tu tiempo. Ese Alfa obviamente está interesado en ti, pero mientras lo mantengas en la friendzone, por mí no hay problema- Una sonrisa se extiende por los labios del Omega.
-¿Friendzone? ¿No eres demasiado mayor para utilizar ese término?-War se burla, diciéndole otras cosas más que Yin no escucha mientras su párpado inferior tiembla.
Su cerebro atascado en el hecho de que lo acababan de llamar "demasiado mayor" y es que, por amor a todo. ¡Él solo tiene veinticinco años! ¡Prácticamente es un bebé!
-Te recuerdo que eres mayor que yo por dos años.-Le dice, buscando contraatacar el golpe bajo del Omega y este solo le sonríe, con la barbilla apoyada en su mano.
-Ya, pero yo soy más joven de espíritu.-Le dice, en un tonito bajo que molesta a Yin y War lo sabe. Sabe que el Alfa odia que se burlen de él, incluso si no es una broma con malas intenciones, Anan Wong siempre actúa a la defensiva.-En cambio tú eres un alma vieja.-El Alfa enarca una de sus cejas.
-¿Alma vieja? Y lo dice la persona que no sobrevivió a una semana de yoga.-War jadea ofendido, apuntándole con un dedo y sus próximas palabras son interrumpidas por una de las camareras que deja lo que ordenaron frente a ellos y les pide amablemente que disfruten la comida antes de retirarse.
Yin mira el plato de Tom yum goong
como si fuera de otro planeta a pesar de que es una de sus comidas favoritas. Le causa cierta desconfianza llevarse un bocado a la boca teniendo en cuenta que fue el tal Mike quien preparó aquello, por lo que no le sorprendería que le hubiera colocado cianuro a su plato para deshacerse de él y abordar por completo a War
-¿No vas a comer?-El Omega le pregunta y Yin ve que todavía no ha probado su comida. Sus ojos están atentos en él y reconoce esa mirada en War. Una mirada que pide aprobación y reconocimiento.-Si no tienes apetito, puedes pedir otra cosa que se te antoje. Prácticamente te obligué a que pidieras sin saber si era lo que querías comer.
Antes de que el pelinegro continúe le da un bocado a su comida y quiere besarle los pies a War por llevarlo ahí porque está simplemente delicioso.
Los sabores explotan en sus papilas como fuegos artificiales y Yin deja ir un sonido de satisfacción que prende estrellas en los ojos de War
-¿Te gusta?-El Omega le pregunta ansioso y Yin asiente sin dejar de masticar, llevando otro poco de la comida a la boca.-Me alegra que te guste.-Es lo último que se dicen y pronto se sumergen en un cómodo silencio que es acompañado por el tintineo de los cubiertos.
War mira con felicidad a Yin comer, sus mejillas luciendo imposiblemente llenas y sus ojos están cerrados mientras disfruta cada bocado.
Acerca su plato al del Alfa, dejando de su propia comida en la de él cuando ve que está prácticamente vacío y Yin lo mira en reproche.
-Come tu comida. Si quiero más, pediré luego. Come.-Le dice pero está devorando lo que War colocó en su plato.
-Está bien. No tengo tanto apetito.-Yin rueda los ojos y continúa comiendo, ajeno a la sonrisa del Omega. Y es extraño quizás que se sienta satisfecho solo de ver comer al Alfa, pero War disfruta cada maldito segundo de la presencia del castaño frente a él.
-Ten.-Yin le dice y War sale de su nebulosa para mirar un par de palillos que extienden un bocado hacia él. El Alfa empuja la comida en su boca cerrada, dejando ir un corto gruñido cuando el pelinegro no reacciona.-Abre la boca, War. Se me está cansando la mano.-El aludido sonríe y acata la orden, sintiéndose imposiblemente feliz y el hecho de que Yin lo alimente hace cosas maravillosas en su pecho.
-Gracias.-El Alfa asiente, volviendo su completa atención a la comida y War aprovecha para pedirle a uno de los trabajadores que pasan por su lado una ración para llevar.
Terminan de comer en silencio, con el Alfa luciendo satisfecho y relajado. War sabe que una buena comida siempre mejora el humor de Yin. Sin embargo ese hecho no lo priva de la corta discusión que tiene con el Alfa cuando War va a pagar por la comida y Yin no se lo permite.
Es arcaico y estúpido porque él tiene su propio dinero, pero Yin insiste y War es súper débil cuando el Alfa murmura su nombre con el tono bajo y le dedica una mirada de regaño.
Lo espera fuera del local, observando de lejos a Yin tomar lo que había ordenado para llevar y sus cejas se fruncen en disgusto cuando un cuerpecito en un corto vestido veraniego se acerca a su Alfa.
Se contiene a sí mismo de acercarse porque no, War Wong no hará una escena de celos al ver como le coquetean al Alfa de su vida teniendo en cuenta que eso puede provocar que Yin no acepte salir más con él luego.
Así que se traga los gruñidos e ignora las maldiciones de su lobo, permaneciendo atento a la interacción. La chica le sonríe y War no es ciego, ella es preciosa y sabe que le está pidiendo su número al Alfa porque le está extendiendo su celular mientras hablan.
Yin le sonríe, el muy maldito lo hace y War siente su lobo ebullir en ira dentro de sí. Sin embargo, lo próximo que hace el Alfa se siente como un balde de agua fría a su mal humor.
Yin levanta la mano en la que no sostiene la comida y le muestra algo. War sabe que es su mano izquierda y que le está enseñando su anillo de casado y sonríe amplio como un idiota parado frente al local al ver aquella chica disculparse entre balbuceos y reverencias torpes para luego alejarse del espacio personal de su Alfa.
Como debe ser.
El castaño comienza a caminar hacia él y War intenta disimular malamente la sonrisa boba que tiene en la cara. Sabe que no lo logra porque Yin le está exigiendo respuestas con su mirada y espera a que esté a unos pasos de su cuerpo para tomarlo por la nuca y atraerlo en un beso.
En un primer momento el cuerpo de Yin se tensa y pronto sus músculos se relajan bajo su toque. War quiere morirse porque tiene manos en la cintura que están dejando caricias vagas sin la más mínima malicia pero que lo tienen con todos y cada uno de sus sentidos en Yin. Todo sobre él.
-Te mereces un helado. Ven, te lo compraré.-Lo toma de las manos, más Yin no se mueve del lugar.
War se gira hacia él, leyendo la incógnita en su rosto bonito, con sus ojos oscuros y grandes haciéndolo lucir como una cosita inocente, adorable, preciosa y ¡Agh! El Omega se lo quiere comer a besos.
-¿Por qué?-Yin le pregunta con cejas alzadas y las próximas palabras de War se le clavan en el pecho.
-Por ser el mejor Alfa.-Le responde y al castaño el corazón se le estruja al ver sus ojos felices, sus feromonas alborotadas.
Caminan de la mano, con War liderando el camino y en algún momento el Omega se gira hacia él, preguntándole cuál es su sabor favorito y en esos instantes la idea de separarse del pelinegro se siente mal.
Jodidamente mal.
ಥ‿ಥ Ayyyy War.
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