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"Pasaré por ti a las ocho."
Danielle relee el mensaje que Haerin le envió en la mañana antes de revisar la hora en su celular. Son las diez de la mañana; tiene aproximadamente diez horas para prepararse para la ostentosa fiesta anual de los Park, pero aun así siente que no le va a dar tiempo.
—¿Hay algo en particular que esté buscando? —la amable voz de una de las trabajadoras llama su atención. Y dios, Danielle no debería estar en una tienda para bebés si quiere estar lista a tiempo.
Pero Kim Sunoo existe, y Kang Danielle es débil ante su sobrino postizo. Necesita consentirlo.
—Sí, la verdad es que estaba buscando la sección de peluches —responde. Tras una sonrisa amable y unas breves indicaciones, Danielle se encuentra en su destino, y sus ojos brillan maravillados ante la variedad de juguetes.
¿Debería vender su alma al ser maligno y comprárselos todos?
—¿Danielle-ssi? —una voz le llama, provocando que dé un pequeño salto en el lugar. Gira la cabeza hacia donde el curioso aroma a fresas y leche es más intenso, y sus ojos se abren en reconocimiento.—Oh, sí eres tú.—
—Hola —murmura la castaña con una sonrisa.—Perdón, pero no sé tu nombre.
—Lee Hyein. No me presenté aquel día en la oficina. —le extiende una mano en saludo, que Danielle pronto corresponde.
—»No me diga que la señora Kang va a ser mamá pronto. —Los ojos de la castaña se abren de par en par.
—No, no, no. Vine a comprarle unas cosas a mi sobrinito. —responde, y Hyein le sonríe con ternura—No me di cuenta el día que fui a verla, pero tú sí que esperas un bebé. ¿Cuánto tiempo tienes?
—Hoy hace dos meses .—responde feliz—Vine con unos amigos, ven con nosotros.—le ofrece, y las mejillas de Danielle se sonrojan un poco ante la propuesta.
—¡Hyein-ah! ¡Mira qué lindo! —un chillido feliz interrumpe su conversación, y pronto dos chicas se acercan a ellas con pequeñas prendas en las manos y ojos brillantes.
—¡Mira, Hyein unnie! ¡Es un osito!.. ¡Oh, hola!— Danielle recibe un corto abrazo de una de las chicas, mientras la otra le dedica una sonrisa y un breve saludo con la mano.
—Winter, Karina. Ella es Danielle —las presenta y ambas chicas le hacen una reverencia.
—»Nos va a acompañar. —la omega abre los ojos sorprendida y Hyein le dedica una sonrisita.—A ver, ¿qué tienen para mí? — Karina se acerca rápidamente, apartando a Winter, quien deja escapar un quejido.
—Observa este pequeño vestido —le muestra la prenda de un tono rosa fresa, con varios encajes en la parte inferior y pequeñas perlas adornando toda la superficie de la tela.—Es hermoso. Hay que comprarlo, voy a comprarlo. Es más, ¿dónde está la caja?
—Karina, no sabemos si va a ser niña o niño —le dice Hyein con una sonrisa.—Si resulta ser varón, vas a gastar dinero en vano. — ella frunce el ceño ante las palabras de la omega.
—Va a ser niña —dice Karina, segura, inclinándose hacia el vientre de Hyein y le apunta con un dedo, dándole toques suaves.—¿Escuchaste a tu tía? Voy a comprarte un vestido preciosamente caro, tienes que ser una nena. No me defraudes. — Winter y Hyein ruedan los ojos al mismo tiempo mientras Danielle sonríe.
—Como no sabemos el sexo aún, deberíamos comprar ropa unisex —dice Winter, acercándose a Hyein para dejar un pequeño mono enterizo con textura afelpada y orejas en la capucha.
—»Es un osito.—comenta con ojos brillosos—Y lo mejor es que puedes ponérselo, ya sea niña o niño, es una excelente inversión. ¿No es así, Danielle? — la aludida parpadea.
—¿Qué? Ah, sí, sí. Es muy bonito. —El rostro de la Omega brilla de felicidad ante sus palabras.
—¿Ves? Vamos a comprarlo —dice emocionada.—diosa, ya quiero que nazca para vérselo puesto —murmura feliz y Danielle observa la interacción entre los Omegas con una sonrisa.
—»Danielle-ssi, ¿tú también vas a tener un bebé o estás como nosotras, consintiendo sobrinos? — Danielle responde que lo segundo, y Winter asiente satisfecha.
—¿De dónde se conocen? —pregunta Karina, curiosa, y antes de que Danielle responda, Hyein lo hace por ella.
—Nos conocimos en la oficina de la señora Kang. —Las mejillas de la castaña se tiñen de rojo ante la mención de la alfa mientras espera que alguna de las mujeres pregunte qué hacía ella en la oficina.
Sin embargo, ambas solo asienten conformes con la respuesta que se les da y no indagan más en ello. Danielle mira a Hyein preguntándose por qué no mencionó que ella está casada con Haerin. La Omega solo le dedica una sonrisa de complicidad y pronto ve la razón por la que Hyein mantuvo su identidad en secreto.
—Hablando de la jefa... — Karina empieza con un tono cargado de complicidad, y Danielle se gira hacia ella, mirándola fijamente.
—»¿Vieron los pantalones que traía hoy? ¡Por Dios! Se le marcaba todo ese trasero rico que tiene. ¡Está buenísima la muy cabrona! —los ojos de Danielle se abren de par en par ante sus palabras, y Hyein se ríe sin reservas por su expresión. —Por favor, no me mires así, Danielle-ssi. No soy ninguna depravada. Si pudieras verla... ¡Es más, claro que puedes verla! Esos placeres no se niegan a la vista. ¡Winter, enseña la foto que le hiciste al trasero de la jefa! —Los ojos de Winter se abren enormemente.
—¿De qué foto estás hablando? —murmura, fingiendo desconcierto, y Hyein y Karina la miran con las cejas alzadas. —Está bien, está bien. Sí le hice una foto, ¿contentas? —sus amigas asienten, y ella suspira, desbloqueando su teléfono y rebuscando en la galería.
—» Danielle-ssi, antes de mostrártela... ¿no padeces de ninguna enfermedad del corazón, verdad? — Winter le dice con seriedad, y ella niega con una sonrisa.—Está bien, entonces... Nuestra jefa es un pecado para la vista, así que peca con nosotras, por favor.
Danielle toma el celular que le ofrecen y ante ella se muestra la imagen de su Alfa. Haerin está de espaldas y lleva ese pantalón negro que la Omega adora porque le favorece demasiado. Está inclinada sobre el escritorio, mirando con cejas fruncidas a alguien y tiene esa mueca de molestia en el rostro.
—Por dios... —es todo lo que murmura mientras desliza el dedo en la pantalla del celular, encontrando otra foto más cercana del trasero de la pelinegra.
—Sabía que nos entenderías —le dice Karina, y Danielle le entrega el celular con una sonrisa a Winter.—¿A que está buenísimo? — Hyein la mira, esperando su respuesta con una sonrisa, obviamente complacida por cómo se han dado las cosas al tener a dos de sus mejores amigas admirando a la alfa frente a su propia esposa.
Dios, Karina y Winter no se lo iban a perdonar nunca cuando se enteraran, pero ella disfrutaría cada segundo.
—Más que buena —responde, y ellas chillan emocionadas—. ¿Es soltera? —pregunta, y ambas sueltan un suspiro de resignación que se mezcla con una carcajada de Hyein. Danielle no sabe qué dice de ella el hecho de que no le moleste que un par de Omegas elogien el cuerpo de su alfa frente a ella y que eso no provoque celos en su persona.
Al contrario, Danielle siente su ego por las nubes, puesto que la mujer que ellas ven como una imposible, ella la tiene cada noche en la cama.
—Está casada .—responde Winter con un puchero—E igual no estamos a su altura. Es que, ¿la has visto? Es una jodida diosa, y nosotras somos ánimas en pena del inframundo —dice, y Hyein y Karina la miran con las cejas alzadas, obviamente en desacuerdo.
—»En algo estoy de acuerdo con Hyunjin: su Omega debe ser preciosa — Danielle se sonroja.
—No creo que sea para tanto —dice, avergonzada.
—Yo creo que sí lo es —le contradice Hyein, mirándola a los ojos.
—»Está muy a la altura de Kang Haerin. — Danielle le dedica una sonrisa de agradecimiento por sus palabras.
—Espera, ¿has visto a la esposa de la jefa y no nos has dicho nada? — Karina se queja, ofendida, mientras Winter lleva una mano al corazón, fingiendo una mueca de dolor—. ¡Traición! —grita casi, y Hyein abre la boca, buscando defenderse, pero la voz de un chico la interrumpe.
—¡Hyein noona! ¡Chicas! ¡Encontré un lugar que les va a encantar! ¡Es simplemente... Dios, y siempre Dios! —Hyunjin murmura, observando sin disimulo a Danielle. —¿Te conozco? Porque luces exactamente como el amor de mi vida —el alfa dice, mirando embelesado a Danielle, quien le sonríe avergonzada. Karina y Winter ruedan los ojos, mientras que Hyein aprieta los labios para contener la carcajada. Dios, esto no podía ser más divertido.
—» Diría que dios te bendiga, pero ya lo hizo con semejante belleza que te regaló —piropea Hyunjin, y escucha a sus amigas fingir muecas y sonidos de asco por sus palabras.— Hwang Hyunjin, soltero y dispuesto a todo por ti, bonita —se presenta, ofreciendo su mano en un saludo que Danielle corresponde con una sonrisa.
—Kang Danielle, casada desde hace cuatro años —le dice, y los ojos de Hyunjin se agrandan al ver el anillo en la mano de la omega y luego su rostro.
—Y con la jefa —añade Hyein, y todos sus amigos la miran con ojos grandes y rostros pálidos.— Danielle-ssi es la omega de la señora Kang.
—¡¿QUÉ?! —gritan todos con expresiones asustadas, y Hyein se carcajea.
—. ¡¿POR QUÉ NO DIJISTE NADA, Lee Hyein?! —sus amigos exclaman, y Danielle ríe a carcajadas, deteniendo su ataque de pánico.
—¿Por qué gritan tanto? Están en un lugar público; los van a sacar por alborotadores —una figura aparece, llamando la atención de todos los presentes.
—»Hyein, encontramos un lugar donde hacen ropa personalizada para bebés, de esas con letreritos tiernos, y... Oh, por todo lo divino. Hola —el alfa dice, fijando su vista en Danielle. Todos se mantienen en silencio, atentos a la interacción de un inocente Heeseung con la omega..
Hyein y Winter aprietan los labios en una sonrisa, Karina abraza a Hyunjin, quien lloriquea en su hombro, murmurando que lo iban a despedir, mientras Heeseung toma la mano de Danielle para dejar un beso en el dorso de esta a modo de saludo.
—Lee Heeseung, el amor de tu vida —se presenta, y todos jadean por sus palabras. Danielle le sonríe bonito, provocando un pálpito en el corazón del alfa.
—Kang Danielle, la Omega de tu jefa —responde al saludo, y pronto el sonido seco del cuerpo del Alfa cayendo al suelo frente a ella se escucha como un eco.
—¡Oh, Dios mío, se acaba de desmayar! —Todos los presentes jadearon de sorpresa.
—¡Lee Heeseung!
(...)
—Perdón. — Hyein dejó de sorber su malteada para mirar a Danielle, quien tenía una expresión apenada y jugaba con el anillo en su dedo. —Arruiné la tarde con tus amigos. Nunca fue mi intención hacer que Heeseung se desmayara. — Hyein soltó una risita, acomodando su cabello rojizo antes de responder.
—No arruinaste nada, tranquila. Al contrario, la hiciste mucho más divertida. Jamás voy a olvidar este día. —Sonrió, provocando que los hombros de la contraria perdieran tensión—. Y no te preocupes por Seung, él es un poco dramático. Hace unas semanas comenzó a escribir su renuncia y un testamento porque la señora Kang le sonrió en el elevador. — Danielle alzó las cejas, sorprendida.
—Le tienen demasiado miedo a Haerin. ¿Es tan aterradora en el trabajo? —preguntó curiosa, y Hyein hizo una seña de "más o menos".
—Ellos dicen que mi opinión no importa porque llevo trabajando para ella desde hace unos años y que soy inmune a su "aura aterradora". —Se rió un poco. —Pero todo su temor se basa en que su trabajo depende de la señora Kang, la paga es buena y perder el empleo es algo que nadie quiere. Además, tu Alfa es un poco quisquillosa y perfeccionista; le gusta que las cosas se hagan bien y exige eso. Por eso dicen que es tan aterradora, al punto de que si ves una faceta agradable de ella, es de mal augurio para todos en la oficina. Incluyéndome. —Danielle se echó a reír.
—¿En serio? — Hyein asintió solemnemente.
—Pero obviamente solo es un chisme de pasillo, porque si fuera así, ya estarías muerta. —Confesó tranquila, sorbiendo su bebida. —Y bien, ya que solo quedamos tú y yo, ¿quieres hacer algo antes de regresar? —La pregunta hizo que Danielle abriera los ojos asustada.
—¡Oh, Dios! Se supone que tenía que comprar algo de ropa para la fiesta de esta noche —murmuró, mirando a Hyein con los ojos grandes.—No voy a estar lista a tiempo. —la omega frente a ella negó con la cabeza.
—No te preocupes, estás hablando con Lee Hyein, la persona con el sentido de la moda más genial de todo Seúl. —dijo con seguridad, haciendo reír a Danielle.
—» Podemos darte un cambio de imagen, ¿qué me dices? ¿Has pensado en cambiar tu color de cabello? Creo que un anaranjado sería perfecto para ti.
—Eso sería genial. Gracias, Hyein-ssi. —la aludida negó con la cabeza, restándole importancia.
—Hagamos que a Haerin-ssi se le caiga la baba cuando te vea.
💇🏼♀️
Yess, it's back 😌🖐🏻
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