Brillitos endebles simulando ingravidez nauseabunda
El llanto de golondrinas se escucha en mi ventana.
La ventisca se cuela por agujeros nunca antes vistos,
son los poros de mi carne abiertos a todo
lo que nunca antes ha podido entrar.
Supongo que son líneas fácilmente manipulables
pero mi objetivo es otro.
La brisa cálida,
el viento fresco.
Un bote sin remos,
un bote sin remos.
Y cae el pasajero
sobre las piedras.
Y cae el pasajero
sobre las vías del tren.
Y una nube lo revuelca todo dentro de su cabeza
y una nube le enseñó a tejer con la piel de las ovejas
que nunca aprendiendo a saltar
la maldita baranda
quizás porque
solo tenían que dar la vuelta.
*
Es enredado e innecesario todo esto
cuando
mis pensamientos están en japonés.
Todo lo bonito se va a la mierda.
Si el hemisferio izquierdo de la mente tuviera
subtítulos para leer
el mundo sería jodidamente aterrador.
Ahora solo queda repetir las palabras
y ponerlas en orden
y ponerlas en orden
mientras me tiemblan los dedos
porque muero de frío.
He dejado de disfrutar la noche,
quizás porque las ovejas dejaron de saltar
y las abejas comenzaron a picar
porque era tan dulce la sangre sobre mi almohada
que ellas debían beberla y drenarla toda
justo antes que los mosquitos.
*
Y hay un arrecife chiquito
simulando ser el océano
dentro de una pecera;
pero pez encerrado
nunca vuelve al mar,
nunca aprende a nadar
porque esto no es Disney.
Y dime
cuánto tiempo
me llevará
recomponerme de esto.
No es una pregunta retórica,
realmente quiero saberlo.
Realmente quiero saber
a qué edad se acaba todo esto
del enamoramiento inmaduro.
¿Lo ves, cielo azul?
Nuevamente le he dado la vuelta a esto
porque no paro de pensar.
Por eso quiero que llegue el final.
Justo por eso quiero que llegue a un final.
Odio todo.
Odio esto.
Siento que ardo
y odio todo esto.
*
La palomas de la página en blanco
son difuntas en libertad
condicional.
Porque robaron el cetro de oro
de algún rey de algún país ficticio
cuando nadie estaba mirando
y como las cortinas estorbaban
no pudieron escapar.
¿Es este el final de la obra?
Porque realmente deseo su final.
El frío en mis piernas,
el calor en mi antebrazo,
botellas plásticas
crujiendo a la distancia.
Todo se asemeja
a los tiempos de antigravedad.
Todo se asemeja
pero no es igual.
Ahora solo quedan ansiedad y vómito,
porque solo deseo deshacerme de todo,
dejar de sangrar.
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