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This is impossible

Además de estar todo el día pensando en lo que le contó Momo no había dejado de recordar lo que siento después, cuando la mayor la llevó a su casa en todo el camino estuvo analizando y rebobinado como se sentían esos labios. Tan suaves y dulces que le ponían los pelos de punta. Algo en ella le gritaba que debía volver a sentir eso.

La sensación de relajación y felicidad por tenerla tan cerca de una manera íntima y poco convencional la lleno de dudas, demasiadas.

Desde que tiene uso de razón duda sobre su orientación sexual, cuando era una adolescente no comprendía muy bien lo que sentía al ver a las chicas, tenerlas cerca y verlas por televisión ya que cada que había una chica y un chico inconscientemente su vista siempre se iba hacia la de cabello largo, lacio y oscuro, los ojos de todas las chicas que veía la hipnotizaban y no de la manera que ella consideraba normal.

Luego de que su familia la orillara a tener una relación lo logro y fue con un chico por lo que no entiende su comportamiento aunque claro estaba ebria y no se sabe controlar en esos casos ya que el alcohol siempre le gané y hace que cometa barbaridades, cómo está.

La cual no la ha dejado tranquila desde que Momo hizo que recordará lo que probablemente su subconsciente le ocultaba por miedo de meterse en horas y horas de pensamientos confusos acerca de su orientación sexual, lo que sintió y lo que cree correcto y lo que no. No es homofóbica, eso estaba bastante claro pero la idea de ser homosexual o bi no llega todavía a su mente, no es que no lo aceptas simplemente no lo cree.

No se considera así, aunque sus acciones no dicen lo mismo de lo que piensa o cree, la mayoría del tiempo de la ha pasado babeando por todas las chicas que pasan a su alrededor hasta llegó a impresionarse por la figura de su mejor amiga sin poder dejar de ver o tocar aquel trasero que le parecía esponjoso.

Pero eso tampoco definía por completo su sexualidad, estaba dentro de una maraña confusa de discordias y malos pensamientos hacia ella por lo que ahora le resulta agobiante tener que acostumbrarse a la idea de que besó a una chica al estar ebria.

Sin saber muy bien si está feliz, confundida, estresada o disgustada con respecto a ese tema, a esos labios, a esa lengua juguetona y a esas manos que acariciaron sus mejillas hasta quedarse dormida, lo que le parecía más conflictivo era que acababa de conocerla y lo primero que se le ocurrió fue besarla.

"Maldita idiota". Murmuró justo después de estacionar el auto, la chica a su lado la miró confundida, sin saber si era a ella a quien insultaba o a esos pensamientos que la habían mantenido en silencio por todo el camino cosa que era extraña porque Sana en silencio era como que nevara en un desierto.

"¿Lo único que vas a decir es eso?". Enseguida que escucha la voz de Mina voltea a verla y le sonrió, pidiéndole disculpas por su ensordecedor silencio. "Te conté sobre la chica que conocí ayer pero parece que no te importa que ni un mensaje me haya enviado". Lo dijo en tono de burla pero para Sana no fue así, por más que vio como la pelinegra se cubría la boca para disimular la gran sonrisa burlona en ésta.

"Tal vez es porque la besaste y tengas un dilema existencial". Diciendo exactamente lo que le pasa confunde a Myoui quien la mira con una ceja alzada.

"¿Besarla?". Quería morirse por lo que acababa de decir, ahora debía contarle con lujos y detalles el por qué dijo eso. Mientras la miraba sonrió y se encogió de hombros tratando de desviar la atención en otro cosa.

"Era una broma". Se mordió el labio inferior nerviosa por lo que diría pero nada absoluto silencio cuando entran. "¿Es guapa?". Hace ilusión a la peli corto que se consiguió en el autobús.

"Joder". Maldijo por lo alto llegando a sonar exagerado su exclamación. "Es preciosa". Movió las manos haciendo la forma de un corazón que parece grande y pomposo, lleno de vida y salud. "Nunca había visto a una chica así, cada parte de su cuerpo parece tallado por los mismísimos dioses". La voz que implemento la menor la hizo reír un poco, tratando de quitar lo que pensó.

Ya que al escuchar esa frase su mente disparo ciertas imágenes del rostro de Hirai y eso la aturdió al punto de tener que sacudir la cabeza para alejar las imágenes. "Por lo que me dijiste también tiene un lindo nombre". La contraria asintió efusiva. "Pero no te ha enviado ningún mensaje". La sonrisa que anteriormente se formaba en el rostro ajeno desapareció por completo siendo reemplazado por un ceño fruncido y ojos tristes. "Tal vez te escribe hoy, no pierdas las esperanzas". Apretó los dos puños para moverlos cerca de su rostro en señal de apoyo y ánimo.

"¿Es Momo quien te tiene así?". Mina estaba al tanto de todo lo que había ocurrido con ésta menos el beso. "Parecía que le gustabas". Sana siente su garganta cerrarse y su corazón bombear sangre con más rapidez. "También parece que te gustaba". Eso fue la gota que derramó el vaso, se levantó dispuesta a irse a su habitación y dormir, ya tuvo suficiente de Hirai Momo en el día.

"Es linda pero soy...". Antes de que siguiera con lo que diría, Mina levantó la mano y la movió. "Bueno tú sabes que soy". Asintieron al mismo tiempo con pequeñas sonrisas cansadas por todo el trabajo que tuvieron que hacer, al parecer Nayeon sí que se molestó por el comentario de Sana lo que resultó en un pila de documentos para cada una. "creo que decirle idiota en horas de trabajo no fue buena idea".

"Es demasiado sensible". Vuelven a estar de acuerdo. "Quisiera poder seguir hablando pero tengo sueño y ganas de-". Una notificación en su teléfono hace que salte de la emoción y lo pegue a su pecho.

"Luego me dices cómo te fue". Se despidió moviendo la mano en la dirección de la pelinegra quien estaba saltando de la emoción.

"¡Si es ella!". Sonrió y abrió la puerta, al dar un paso en su habitación se queda viendo el lugar en donde ocurrió todo llegando a sentir un escalofrío que recorre todo su cuerpo en un instante y la desestabiliza.

Con un nudo en el estómago se sienta en el mismo lugar y se quita la ropa lentamente quedando solo en ropa interior como a ella le gusta dormir, con una pequeña sonrisa acomoda la ropa y su sumerge dentro de la sábana de color rosa pastel, su color favorito. "Buenas noches". Susurró viendo el lugar en donde noches antes yacía una pelinegra de flequillo portadora de una de las sonrisas más atractivas que ha visto en toda su vida.

En los últimos segundos justo cuando el sueño la estaba venciendo logró ver una mano sosteniendo la suya lo que la hizo sonreír en grande y quedarse profundamente dormida.

Al abrir los ojos se percató que alguien la estaba acompañando, una persona se encontraba a su lado aferrándose a su pequeña cintura. Estaba segura que no era Mina porque las veces que durmieron juntas ésta se acostaba sobre ella como si fuera parte de la cama.

En cambio ésta persona la abraza de una manera tan dulce que acelera su corazón, el aroma que posee es embriagador y muy tranquilizador al punto de cerrar los ojos e inhalar ese aroma que inunda toda la habitación. Lo que menos logra entender es la paz que siente, misma que la hace sonreír en grande y darle el valor de voltear para ver de quién se trata.

Pero sus ojos no logran abrirse por más que quiere, lo único que puede sentir son unos brazos rodeando su cuerpo, un mentón apoyado en su cabeza y los latidos lentos pero persistentes de quién la acompaña. Con cuidado sube la mano derecha tropezandose con dos protuberancias que ella deduce que son senos. "¿Por qué eres tan cómoda?". Hace la pregunta con la esperanza de que le contesté pero nada, solo un apretón una risita que le recuerda a alguien conocido es lo que recibe. "Sabes...quisiera saber quién eres". Otra vez el silencio.

Quiere salir corriendo de ahí ya que no sabe que es lo que le está sucediendo a su cuerpo el cual parece no estar conectado a su cerebro, no se mueve por más que esté gritando que lo haga lo único que logra hacer es moverse un poco y volver a la misma posición. Cerca de la garganta y el pecho de alguien desconocido.

"Me lo harías más sencillo si me dices aunque sea tu inicial". Trató de negociar pero nada, otra vez el silencio y un sonido que la deja inmóvil. "Despierta". Logró mover otra vez la mano derecha hacia uno de los senos apretandolo un poco, pero la contraria no se inmutó si no fue ella quién jadeó. "¿Que me est-esta pasando?". Estaba a punto de explotar en llanto hasta que sus ojos logran funcionar y se abren lentamente conectando con los almendrados de Hirai quien le sonríe un poco y le besa la frente.

"Es de madrugada déjame dormir". Negó asustada al no saber si se trataba de un sueño o la realidad. "Vamos cariños hay que dormir porque mañana hay trabajo". Se quedó sin palabras, era definitivo que necesitaba medicación urgente. "Mañana podré darte los mimos que quieras pero ahora no puedo". Se sonrojo por completo, estaba tan roja que se asemejaba al color del vino.

"¡¿Que dices?!". Se apartó por completo cayendo al suelo para luego levantarse. "¿Mimos?". Repitió lo dicho por la mayor como si fuera la cosa más horripilante del mundo. "No se que mierda haces en mi casa pero vete de aquí ahora mismo o llamaré a la policía". Gritaba tan fuerte que sabía que los vecinos lograrían escuchar y hacer lo que ella acababa de decir.

"Sana a dormir". En cuanto escucho eso sus pies se movieron solos a la cama volviendo a la misma posición. "Así es amor, además yo no soy la culpable de que estés fantaseando con ésto". Quitó el rostro del cuello de quién le decía lo que provocó una presión en su pecho que no era muy cómoda. "Eres tú y tu subconsciente que quieren repetir lo que pasó esa noche yo no". Sana frunció las cejas sin entender nada.

"¿No quieres?". Había sonado como una tonta. "Quiero decir, es obvio que yo no quiero". Quería sonar ruda ya que su corazón parecía estar apuntando a todo lo que Momo le dijo. "Yo no quiero que me beses". Negó pero eso no fue lo que ocurrió, unos labios se unieron a los suyos derribando cualquier tipo de barrera que se formó.

Trato de separarse pero tener a una chica como Momo arriba suyo la debilitó por completo, sus ojos se fueron cerrando poco a poco dejándose llevar por el beso y tratando de seguir el ritmo rápido de éste, perdió el control al momento de sentir como los dientes de la pelinegra se arrastraban por su labio inferior correspondiendo el beso sin rechistar.

Sus ojos se abrieron de golpe ahogando un grito en su mano derecha, mordiendo ésta un poco fuerte tanto que se lastimó, sin importarle el dolor que sentía se sentó recorriendo la habitación oscura por completo para cerciorarse de que no estaba Momo por ningún lado y así fue.

Había soñado con la chica a quien beso de una manera comprometedora, eso nunca le ocurrió en su larga vida. "Esto es imposible". Dijo perdiendo el aliento en cada palabra. Se volvería loca si seguía dándole vueltas al asunto así que con la mano en el pecho se recostó y cerró los ojos convenciendose de que todo fue un sueño y que no era una señal para darse cuenta de lo que en verdad deseaba.

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