Silence
La mayor se apartó solo un poco de los labios ajenos, jadeando mientras trataba de buscar aire lo más rápido que podía, estaba aturdida y no sabía que era exactamente lo que estaba ocurriendo, le temblaban las manos y tenía ganas de salir corriendo, no podía soportar todo lo que sucedía porque fue demasiado rápido, le latía muy fuerte el corazón y las palabras simplemente no salían, iba a colapsar en cualquier momento y Sana no se quedaba atrás, no podía ni respirar, estaba estática dándose cuenta de lo que acababa de hacer, besó a Momo y lo hizo sin tener que contar hasta tres o por pensar que era lo mejor.
Fue porque le salió hacerlo de imprevisto y su cuerpo actuó por sí solo, no sabía si estar feliz por ese gran logro o querer morir porque no sabe que fue lo que sintió la contraria quien la está mirando directamente a los ojos, tal vez la quiere matar y la amistad se acabó por un sentimiento que le nació de la nada, tuvo la necesidad y lo hizo, es la primera vez que le sucede y es extraño porque no está arrepentida de nada es que no quiere pensar en estarlo.
Esta demasiado feliz para pensar en sentirse mal por algo así, sonrió un poco, Hirai al ver eso también lo hizo, no se lo podía creer, no sabía qué hacer, tampoco si debía quedarse sobre ella viéndole los labios esperando que le dijera algo para poder avanzar o hacerlo porque es lo que desea, mordió levemente su labio inferior provocando algo en Sana que ni ella sabe explicarlo bien, entre abrió los labios y colocó la mano detrás de la nuca ajena para atraerla nuevamente a un beso.
Esta vez más intenso que el anterior, sus lenguas danzaban dentro de sus bocas, la mano de Minatozaki lentamente bajó hasta la espalda baja de la mayor quién jadeo por el suave toque, ambas no lo estaban pensando mucho solo actuando por su propia voluntad, con ganas de seguir hasta que no pudieran más, era algo que estaban esperando de hace ya demasiado tiempo y sus cuerpos ya lo están gritando, sobre todo cuando estaban una frente a la otra, tenían la necesidad de mirarse, de pensar en tocarse y lograr acercarse un poco más, tal vez no en una relación formal pero aunque sea un mínimo roce era suficiente para hacerlas felices en todo un mes.
Ahora sí que podían morir en paz, Sana abrió un poco los ojos cuando Momo arrastró los dientes por su labio inferior tirando de éste, provocando que apretara las piernas y se le escapara un jadeo, quería más, es que necesitaba más y sabía que se volvería adicta a cada uno de los toques de la pelinegra, quién no espero mucho tiempo para llevar sus labios al cuello de la menor quién tan solo suspiró por el atrevimiento y toqueteo, tal vez era el alcohol el que estaba actuando por ellas o las ganas que siempre se han tenido, pero estaban muy seguras que nunca olvidarían lo que ahora mismo está sucediendo.
"Momo". Musitó mientras se le escapa todo el aire, la mayor si que sabía en donde tocar, cada centímetro de su piel reaccionaba intensamente, estaba perdiendo la cabeza y fruncir las cejas no estaba haciendo que aguantará los jadeos que salían de sus labios, las súplicas para que la marcará, poco a poco perdía la cordura queriendo cada vez más, necesitando que lo que sentía lentamente la consumiera, le encantaría arder en el infierno si es por culpa de la chica que la besa con tanta delicadeza.
"¿Quieres que pare?". No lo quería, obvio que y tampoco entendía por qué se lo pregunta, puede que también este perdiendo la cabeza como ella, no sabía que contestar porque por una parte si quería que se detuviera porque no quería que su primera vez con Momo, si es que se llevaba a dar, fuera ebrias y tan pronto, quería construir un ambiente de confianza entre ambas lata je nunca terminarán, si es que llegan a tener algo, es que por tantos Sí que su mente tenía la estaban volviendo loca, porque no sabía qué hacer ni siquiera contestar una pregunta tan sencilla como esa.
Momo abrió un poco los ojos mientras depositaba pequeños besos por el abdomen contrario, sus ojos chocaron justo en la foto de Sana y Mina, abrazadas en un parque de diversiones, con enormes sonrisas, ella no podía romper eso por más que su cuerpo le estaba diciendo que siguiera, que su mente le decía lo tonta que estaba siendo y lo que su corazón le estaba haciendo entender, iba a perder la cabeza, literalmente si seguía haciendo lo que hacía, porque si se entrometia estaría rompiendo algo que parece está naciendo entre Sana y su compañera.
"Sa-Sana". Se apartó por completo, la peli gris pensó al instante que era por culpa de la chica quién ama y que no es suya porque quiere a alguien más, eso le dolió un poco porque ella podría ser mil veces mejor que alguien que no la valora, si tan solo supiera que se trata de ella, las cosas no estarían tomando el camino que llevan. "Perdóname pero es que no puedo". Asintió y se sentó, ambas habían creado una brecha, no era lo que querían pero tenían sus razones para que el espacio que tenían antes se incrementará al punto en el que una estaba en una esquina del sofá y la otra en la otra esquina, ya no se miraban a los ojos si no al vacío, pensando en lo que acaba de suceder y no pudiera detener por lo caliente que estaban.
Minatozaki ya sabía que iba a analizar todo esto y es que de seguro lo hablaría con Mina aunque no quiera es la única que puede ayudarla a comprender que fue lo que sucedió, que hizo mal, tal vez porque fue demasiado pronto y ninguna de las dos estaba preparada, lo que si sabía es que ya no existía esa confianza que habían construido poco a poco si no un gran hueco entre ambas en donde lanzaron las pocas cosas buenas que les habían pasado tan solo por dejarse llevar, y es ahí justo en ese momento que Sana se da cuenta que a veces pensar las cosas antes de actuar, era lo mejor y que no está para nada contenta con hacerlo, porque nunca lo hace, siempre piensa todo y ahora sería un mal entendido tras otro porque al parecer ninguna quería hablar del tema.
Se había despertado con un fuerte dolor de cabeza, sorpresivamente en su habitación, no recuerda como llegó ahí porque lo último que pasa por su cabeza es ver borroso y luego oscuro mientras miraba al mismo punto fijo que Momo, ninguna de las dos se dirigió la palabra luego de lo sucedido, el ambiente estaba demasiado tenso e incómodo por todo lo que pasó, además de que ambas estaban pensando en lo que pudieron evitar y no lo hicieron, se dejaron llevar por sus cuerpos, por nada más, es que ni sus corazones tenían tanto que ver, fueron las ganas que de tenían y nada más.
Actuaron como dos chicas que nunca han tenido contacto físico con alguien y están ansiosas, todo fue demasiado rápido así que no puede llegar a comprender muy bien lo que sucedió, los recuerdos llegan a su cabeza rápidamente y luego tan rápido como vienen se van, dejándole un mal sabor de boca porque no llega a comprender con exactitud lo que realmente estaba sucediendo y quería que sucediera, estaba feliz por volver a besar a Momo, quién prácticamente la rechazo, y es que lo entiende está mal y tiene el corazón roto por una chica que no vale la pena.
Eso es lo que la frustra, es por alguien que no se da cuenta de lo asombrosa que es y está con otra persona, quería que Momo la viera así, que la encontrará atractiva y que le gustaría tener algo serio con ella pero no lo ve muy claro, ahora menos por todo lo que pasó, actuó impulsivamente y eso dejó una terrible imagen para Hirai, es que estaba segura no era necesario que alguien se lo dijera, quería morir, le encantaría hacerlo porque le está costando demasiado respirar, le duele el corazón y lo único que quiere es llorar abrazada a la almohada deseando morir.
"Eres una tonta". Dejó caer la cabeza en la mesa, prefería sentir dolor físico del que estaba sintiendo, iba a enloquecer si seguía aguantando las ganas de llorar, es que no ha podido comer a gusto, ve la comida y recuerda el rostro triste y apenado de Momo, parecía que había cometido el peor crimen del mundo y eso la hacía sentir mal, le abría un hueco en el corazón. "Pudiste que debían conocerse mejor yo que se". Pelear con ella misma se ha vuelto normal en el transcurso de la mañana, lleva horas diciendo estúpida y creyendo que realmente lo es, por algo lo dice, quiere morir porque no debería estar actuando así, tiene que ser una mujer fuerte y llamarla, pedirle disculpas si llegó a incomodarla y ofrecerle nuevamente su amistad, si no la acepta alejarse y tratar de ser feliz.
Pero es que era tan difícil acercarse al teléfono, cada que lo hacía sentía que iba a recibir un mensaje o una llamada de Momo diciéndole exactamente lo mismo que ella está pensando, sería lo peor de todo, porque se sentiría horrible escuchar a Hirai actuando arrepentida de lo que sucedió, eso le haría creer que es un error, no creo que haya sido eso, tal vez un gallo que deje arreglarse, nada más que eso, le dolió el corazón y trató de mantenerse tranquila, eso significaba, sin llorar porque si sus cálculos no le fallaban, Mina iba a llegar en pocos minutos, no le gustaría para nada que la encuentre llorando.
El peor error que pudo cometer fue dirigir la mirada al sofá, se le apretó el corazón y sus ojos ardieron, iba a llorar y no podría aguantarla porque le dolía demasiado saber que puede perder a una buena persona por sus malas elecciones, porque tuvo que mantenerse tranquila y no querer más, decirle que se detuviera justo a tiempo no cuando las cosas escalaron un nivel más alto, no se controló y eso hizo que lo que podía llevarla a ser feliz se desvaneciera lentamente, es que veía caer las cenizas de la amistad en ese sofá.
Las cosas no salieron como ella se lo esperaba, tal vez por eso tenía esa corazonada, las cosas no iban a salir bien y tuvo que hacerle caso a ese sentimiento, correr la fecha, aunque hubiera sido peor porque serían más días aguantando las ganas de verla, estaba en problemas y necesitaba salir de ellos antes de que fuera demasiado tarde, porque lamentablemente todo ya había sucedido y no le dio tiempo para nada, ni siquiera de organizar sus ideas antes de acercarse a los labios ajenos o de preguntarla, aunque la verdad es que estaba segura que no era capaz de hacerlo y que en ese momento en el que estaba tan ebria tampoco lo haría, ahora mismo podría decir que el alcohol es su peor enemigo porque la hace perder el poco control que tiene hacia el cariño que siente por Momo.
Es una atracción más allá de lo que puede aguantar y tratar de calmar, se le escapa de las manos y es lo primero en su vida, luego de mudarse a Corea, que no la logrado detener o por lo menos acomodar mejor, cada vez va de mal en peor y ahora solo tiene dos opciones.
Volver a hablarle como si nada y hacer como que nada pasó, que es la opción más inmadura y estúpida o afrontar todo lo que se la va a venir encima, controlar sus emociones y calmar las aguas.
¿Cual elegirá o más bien que sucederá cuando vuelva a ver a Hirai Momo?.
Estoy segura que Momo se cayó chiquita y por eso es que actúa así.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro