She does not work here
Luego de una larga conversación con Mina se dio cuenta de dos cosas muy importante, me gustaba Momo y era tan lesbiana como su jefa, no lo quiso admitir porque si lo hacía estaría perdiendo contra la pelinegra quien le dijo desde un principio que no había ni una parte de ella que fuera heterosexual, solo sus padres le inculcaron eso para que no fuera la "desgracia" de la familia, y si que tenía razón luego de pensarlo por bastante rato mientras hacía un trabajo de suma importancia comprendió que no era malo serlo.
Debía aprender a cómo comportarse pero nada del otro mundo, ella podía con eso y más, tal vez sería tan difícil como el examen de matemática que reprobó dos veces seguidas o como cuando trató de despertar a Mina luego de una fiesta, pero lograría hacerlo como las otras cosas mencionadas, estaría feliz siendo ella misma aunque su familia nunca la acepte y la verdad es que no le interesa porque siempre ha sido así, de todas las personas que conforman esa extensa "familia" si es que se le puede decir así, nadie se daba la vuelta a apoyarla ni pensaba en su bienestar, eran tan egoístas que la mayoría de las veces era ella quién los ayudaba porque ellos no tenían tiempo para las cosas de los demás pero si para que los ayudarán.
Agradece con todo su corazón haber salido ilesa de toda esa situación, preferiría morir antes de volver a esa casa en la que la tratarán peor por ser como es, una chica que ama a otras, se estaba acostumbrando a la idea de hacerlo, no era muy normal en ella aceptar las cosas que le decían los demás pero ésta vez le haría caso a Mina porque tenía razón y mucha más experiencia que ella en ese tipo de cosas.
Sobre todo en el tema del amor, se ve demasiado feliz y bien con la rubia pequeña a la que todavía no le presenta esta un poco resentida por eso pero puede imaginarse el por qué de su lejanía, está esperando que todo salga bien para que hayan menos personas rotas, por más que ella terminaría aguantando todo el daño que tendría en silencio, ya que no le gusta expresar sus sentimientos y es bastante reservada con ese tema, no le agrada mucho la idea de andar diciéndole a todo el mundo que consiguió a alguien que la hace sonreír.
"¿A qué hora nos vamos al trabajo?". Sana abrió los ojos como platos al ver la hora, iban veinte minutos tarde y eso que tendría que entregarle a Nayeon un trabajo y explicárselo, cerró los ojos y se quitó los lentes con rapidez para luego salir corriendo junto con la japonesa menor, les quedaba poco tiempo para llegar antes de que Im estuviera de brazos cruzados frente al edificio es que ya la veía con esa mirada capaz de asesinar persona solo porque se tardaron poco menos de media hora en llegar, y aunque tenía toda la razón de estar enojada le daba bastante miedo tener que luchar contra a una chica que si te daba un golpe te mataba.
Lo sabe porque hace poco se enteró que está comenzando a hacer ejercicio y si algo caracteriza a la coreana es su fuerza bruta y ahora que parece que la quiere repotenciar todo el mundo acata sus órdenes incluso si no son tan acertadas.
Mientras corrían en medio de la calle Sana se perdió un poco en sus pensamientos, miraba hacía la izquierda el lugar en donde estuvo Momo con esa chica y le duele saber que puede que tiene una relación. Se estaba ilusionando sola y sabía que todo terminaría con ella ebria junto a Mina acariciando su espalda mientras llora sin poder aguantarse o detener las lágrimas, porque es así solo fue un simple beso que despertó tantas cosas en ella que no se puede imaginar y mucho menos controlar.
Anteriormente no creía en el amor gracias a ese chico, pero ahora está pensando seriamente en que hay personas que si pueden llegar a sentirlo y está bien, no pasa nada además si les va mal puede que ese no sea el lugar al que están destinados. "Creo que ahí está Nayeon". De pronto hasta el sonido de los autos lograba percibir y un fuerte dolor de cabeza la azotó tanto que tuvo que fruncir las cejas para aguantarla sin quejarse, era tan fuerte que al llegar a la entrada miró a Mina en completo silencio y antes de entrar tuvo que sentarse, no podía ni siquiera mover un pie hacía delante ni hacia atrás, todo le estaba dando vueltas, puede que le este sucediendo eso porque desde ayer no comía absolutamente nada pero debía ser más fuerte que las ganas de cerrar los ojos.
"Sana". Im se acercó preocupada junto con Mina que ya estaba dentro del ascensor, entre las dos la ayudaron a sentarse y al mirarla notaron que algo estaba bastante mal ni podía mover los ojos, su vista estaba fija en un solo lugar y lo único que lograba conectar en su adolorida cabeza eran los recuerdos de Momo y esa chica, una y otra vez hasta que sintió como si algo hiciera clic en sus oídos y luego nada.
"Si me dan un café se me pasa". Estaba tan pálida como la hoja de papel. "Por favor llevenme a mi asiento que tengo cosas que hacer". Myoui negó y antes de que Nayeon pudiera tocarla se interpuso.
"Sé que debes mandar trabajo pero tú también puedes hacer algo, ¿No?, desde que estás comprometida revientas a Sana con miles de trabajos". Reclamó apretando los puños, la peli gris negó con las manos tratando de calmar la situación, sacudiendo las dos partes que mejor podía mover en esa situación. "Sana se merece tú puesto, porque tú no haces nada". La mayor se quedó callada mirándolas, no era muy normal que le gritarán al fin y al cabo eran amigas y nunca hubo peleas entre ellas mientras estaban trabajando a la par.
Lo peor de todo es que si tenía razón y se la estaba dando al bajar la mirada, aceptar lo que dijo y dejarlo pasar. "Vámonos Mina que tengo que terminar un trabajo". La menor a la final tuvo que hacer caso porque la conocía y capaz se iba sola, no estaría bien que se desmaye a la mitad de la oficina todos voltearian a verla y le daba miedo que le pasará algo malo si no estaba a su lado, así que con todas las fuerzas que se estaban creando en sus músculos, se agachó para que se subiera a su espalda.
"Yo te ayudaré con el trabajo, no te preocupes por eso". Sonrió en respuesta y Nayeon la ayudó a subirse, ella iba detrás en silencio no quería decir una cosa que estuviera fuera de lugar porque eso sí que terminaría con su amistad por completo, ahora que lo piensa la única amiga que tiene no trabaja con ellas tiene otro tipo de ocupaciones y aunque están dedicadas a lo mismo es en diferentes ramas.
Le gustaría que estuviera a su lado, estaba segura que les caería bien a absolutamente todo el mundo y eso la ayudaría bastante a borrar esa imagen de chica mala que todos tienen de ella, Nayeon no era así solo que no sabía cómo manejar las cosas, ser trabajadora era bastante difícil y comprendía que los demás la catalogaron como la preferida del dueño por subirla a tan alto puesto con tan poca experiencia pero tal vez solo vio algo en ella que los demás no ven, y no tiene la culpa de ser así.
Pero si la tiene en darle trabajo a alguien que sabe que no está pasando por un buen momento, se siente tan mala persona y sobre todo amiga porque comprendo por lo que está pasando y aún así le da trabajo de más, creyó que eso la ayudaría a dejar de lado a Momo pero no fue así, mientras daba una ojeada a los documentos que le mano todos tenía algo alusivo con la pelinegra.
"Quiero que ambas me disculpen". Dijo mientras le pasaba un trozo de pastel de fresas a Sana quién le sonrió. "No he tenido tiempo y pensé que podían hacerme el trabajo. Que equivocada estaba y sigo estandolo". Bajó la mirada a sus manos. "Les prometo que no volverá a suceder y te asignaré lo que realmente es para ti". Miró a la peli gris quién asintió mientras comía, se veía demasiado perdida en sus pensamientos y eso le estaba preocupando demasiado sobre todo ver cómo Mina la miraba con los labios apretados.
"Si ya no tienes nada que decir es mejor que te va-". Sana le pegó en la pierna para que se callara, sabía cómo era cuando le pasaban cosas que la estresaban, pero debía callarla también conocía a Nayeon que siempre que le pasaban cosas que la hicieran ver cómo la mala terminaba llorando en su oficina sin que nadie pudiera apoyarla ya que al ser la jefa nadie estaría de su lado, puede que algunos y sería para su propio bienestar. "Discúlpame no tuve que explotar de esa manera". Im asintió.
De la nada se sintió como antes, las tres jugando y divirtiéndose o es como ella lo veía tres chicas nuevas que terminaron siendo amigas debido a las circunstancias. "¿Cómo vas con ese tema?". Le preguntó a Sana quién sacudió la cabeza y se encogió de hombros, Mina se sorprendió pero no dijo nada, estaba impresionada de que le dijera.
No la creía capaz ya que las veces en las que Sana hablaba sobre el amor era para decir que era lo peor que había creado el ser humano, también repetía que una necesidad más que otra cosa y ahora parecía estar perdida en su mundo cada que le nombran a Hirai, al parecer esa chica tenía el evitando suficiente para hacerla pensar otras cosas acerca del tema que más detesta tocar.
Sobre todo al comer y eso es lo que está haciendo, no parece estar enojada en cambio una sonrisa se asoma en sus finos labios que cubre con vergüenza, hasta sus mejillas están sonrojadas es que todo en ella la encendía de una manera tan brillante, hasta parecía que le estaban diciendo lo más hermoso del mundo. "Peor que nunca y si les soy sincera la quiero llamar". Sacó el teléfono y lo colocó en medio de la mesa. "Así que quiero que alguna de ustedes agarre mi teléfono y lo esconda". Cerró los ojos y la coreana lo agarró, al abrirlos el artefacto telefónico no se encontraba ahí y quitando el estrés mínimo que le dio por no poder verlo en todo el día se sintió un poco más tranquila.
"¿Por qué no aceptas que te gusta?". Mina últimamente estaba diciendo unas cosas tan obvias. "Dile que la llamas porque quieres verla una vez más, lanzale una excusa". Se encogió de hombros y sonrió.
Sana y Nayeon se miraron confundidas Mina era de las que decía que quemará el teléfono para olvidarla por completo, la menor las miró y se encogió de hombros. "La verdad es que Mina tiene razón". La castaña lo sabía, debía apoyarla porque era lo más inteligente además no había nada de malo en llamar a alguien para salir.
La peli gris sentía la presión, no sabía cómo decirles que la encontró con una chica y aunque no sabe quién es, y que son, prefiere alejarse de todo eso porque la que terminará rompiéndose es ella no Momo, se conoce y sabe que si no la tiene rápido se va a desesperar y será peor para su corazón ver como Hirai la desplaza sutilmente de su vida.
"La vi con una chica". Apretó el sorbete para cortar el líquido. "No se...". Suspiró. "No se cómo sentirme al respecto". Se sentía fatal pero no debía estarlo porque no eran nada.
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