Todos ya estaban en sus puestos, Momo tomaba del brazo a su mejor amiga quién parecía estar a dos segundos de salir corriendo de dónde se encontraba, estaba dando un gran paso y tenía tanto miedo de que a la final las salieran más, como pasó con sus padres, no puede dejar de pensar en ello mientras ve a Momo en vez de a su papá tomando su brazo con bastante fuerza como si no la quisiera soltar, y se pregunta si se sentiría bien ver a la persona que le dio la vida ahí, le agradece que este con ella pero aún así, no puede dejar de pensar en lo bien que se sentiría si su familia no hubiera ido a ese viaje.

Sintió un apretón en el pecho, quería llorar pero no podía hacerlo porque se le arruinaría el maquillaje y era exactamente lo opuesto a lo que quería, debía recordarse a sí misma que todo saldría bien porque por algo planificó todo junto con Jeongyeon, la chica que la está esperando, de seguro está nerviosa igual o mucho más que ella, porque la conoce, es que cuando me pidió matrimonio le temblaban las piernas, puede recordar ese momento como si hubiera sido ayer.

Las luces iluminando el hermoso rostro de Yoo, sus ojos llenándose de lágrimas debido a la felicidad que tenía de contraer matrimonio con la persona que más ama en éste mundo, sabe muy bien todo el daño que hizo en el pasado pero está segura que ahora no hará nada porque ya tiene a la chica que tanto estuvo buscando, la única que logró entrar a su corazón tan rápido que no le dio tiempo a reaccionar, cuando quiso detenerlo era muy tarde, porque ya estaba pensando en este toda la vida a su lado y ahora por fin se hará realidad aquello que soñó.

"¿Lista?". Negó viendo al suelo, ¿Por qué se sentía así?. Tan insegura de si misma como si quisiera abandonar todo, no es que sienta dudas pero sí que cree que no será una buena esposa, nunca se ha considerado una buena persona así que no cree ser alguien capaz de hacer feliz a Jeongyeon, debería conseguirse a otra chica más, es que tenía tantas cosas en la cabeza, no podía más quería vomitar pero a la vez caminar para terminar con lo que la tiene agobiada, suspiró apretó el brazo de Momo, ya era hora de lidiar con todos esos miedos que no la dejaba ser valiente.

"Vamos a por todas". Aunque Nayeon no tenía una familia, podía considerar que sus amigas lo eran, como unas hermanas que la cuidaban y apoyaban aunque estuviera mal, todo el tiempo, pero aún así estaban para ella en todo momento y era algo que agradecía, en silencio, pero lo hacía ya que no quería estar todo el tiempo agradeciendo porque le parece un tanto extraño, además de que no las quiere hacer sentir incómoda o que hacen algo que debe ser agradecido tantas veces.

Al dar el primer paso y ver a Jeongyeon sintió que se le bajaría la presión, ese vestido le quedaba tan bien, se veía tan feliz que sus ojos iluminaron el lugar como dos perlas tan preciosas y valiosas que sintió un fuerte nudo en la garganta, quería llorar porque ahora, por fin, podía decir que estaba con la mujer que amaba, que la haría hacer sentir bien todos los días de su vida y que nunca le rompería el corazón, la amaría y respetaría tanto que no le querían palabras suficientes para expresarle todo lo que siente.

Sana, quién era una de las damas de honor, se quedó mirando a Nayeon por unos instantes al fin la chica que parecía que nunca creería en el amor estaba camino al altar en el que se encontraría con alguien que parece ser el mejor partido que pudo conseguir ya que las demás chicas solo buscaban el dinero que Im tanto se había Esforzado por tener, Yoo Jeongyeon era para Im Nayeon y viceversa, aunque eso le haya roto el corazón, Mina también está de acuerdo con Sana, es lo mejor que pudo pasarle a la coreana, quién no sabía lo que era amar con intensidad.

Son le agarró la mano a su novia y la acercó un poco, quería transmitirle ese amor que siente por ella y que está sumamente feliz de que la haya invitado a algo tan importante como eso, Myoui no fue una dama de honor pero por elección propia, prefirió cederle el puesto a la insistente prima de Nayeon quien quería estar presente para su más leal amiga, así que no tuvo de otra más que sentarse en la primera fila para ver todo, no se arrepiente de nada además de que lo vio un poco fuera de lugar.

"Te amo Mina". Era la primera vez que lo decía y no pudo encontrar un mejor lugar para hacerlo, una boda en la que Myoui estaba sensible por la felicidad que sentía por su amiga, una chica bondadosa que las ha ayudado tanto a superar cada uno de los obstáculos de su vida, aunque no eran tan cercanas como antes, el trio MiSaNayeon, así se nombraron, seguía fuerte y más unido que nunca.

"Yo te amo a ti". Sonrió y suspiró, no estaba tan segura de adónde iban a llegar pero si de algo estaba segura es que era la mejor chica que existía en el universo, agradece que Momo la haya prácticamente corrido para entrar a ese autobús y conocer a la coreana que llegó para iluminar su vida, para enseñarle que no es tan malo amar y ser amado, y de no esperar nada a cambio.

Sana no se quedaba atrás, sus ojos se fijaron a los de Momo quien parecía estar sumamente nerviosa al entregar a Nayeon, sintió ternura por los ojos temblorosos de Hirai, no sabía a dónde mirar hasta que se dio cuenta de la presencia de la peli gris y no quiso ver otros ojos que no fueran los de ella, la relajaban y se sentía sumamente agradecida de haberla conocido aunque todavía no son nada puede que ambas ya estén creando un vínculo más allá de una amistad común y corriente.

La fiesta, alcohol, dos chicas en la puesta de baile celebrando su matrimonio y otras dos viéndose a los ojos mientras sonreían, ninguna de las dos había sido capaz de invitar a bailar a la otra ya que tienen demasiada vergüenza y miedo de que algo salga mal, Momo estaba a punto del colapso porque quería tomar de la cintura a Minatozaki y bailar.

Apretó los labios y miró a otro lado, a una chica que paso frente a ella que se veía bastante perdida en sus pensamientos, Minatozaki al ver eso desvió la mirada y se concentró en tomarse de un solo trago el jugo que se estaba tomando, era demasiado temprano y no quería tomar porque sabe cómo se pone, así que prefiere estar tranquila tomando agua y jugó para calmar las ganas que tiene de salir corriendo, la mirada de Momo es tan penetrante, parece que le quieren decir algo pero no sabe que es.

Suspiró y miró a Mina quien estaba viendo a Chaeyoung como si fuera la vida más hermosa del mundo, con el mentón apoyado en su mano y una sonrisa boba, le parecía demasiado adorable y una parte de ella quisiera estar en esa misma situación, Momo parecía estar viéndola pero no de la manera que le gustaría. "¿Estas bien?". Nayeon se acercó a Sana quién estaba viendo al suelo pensando en sí ir a pedirle a Momo un baile o estar sentada viendo cómo baila con alguien más, es que no podía le estaban temblando las piernas.

"Si, solo que no puedo dejar de pensar". Im se le quedó mirando y suspiró, es que tenía que hacer algo antes de que le diera un infarto por culpa de la menor, no las aguantaba siempre estaban pensando en la otra y no entiende por qué han estado esperando por tanto tiempo tener algo cuando son la pareja perfecta, es que encajan muy bien la una con la otra, solo que no se dan la oportunidad de pensar en que ya deben dar el gran paso, la mayor le hizo señas a Momo quien las captó enseguida acercándose a Sana quién se sorprendió por la repentina llegada.

"¿Te gustaría bailar conmigo?". Sintió que se le iban a reventar las mejillas pero aún así, con todo y lo acelerado que estaba su corazón, la tomó de la mano y caminaron al centro, todo el mundo volteó a verlas porque por alguna razón irradiaban felicidad, hasta Mina que no dejaba de ver a Chaeyoung desvió la mirada de ésta para ver, por fin, a su amiga cerca de la chica que le gusta, claro que las ha visto así, incluso una encima de la otra besándose, solo que ésta vez es distinto, porque se nota el cariño que ambas se tienen.

"Todos nos están mirando". Escondió un poco la cara en su cuello, Momo sintió que iba a morir por la cercanía de sus cuerpos pero aún así hizo hasta lo imposible para no desmayarse, era demasiado para ella, es que no le cabía la felicidad en el pecho al ver como todos le sonreían y le hacían señas, era el momento que siempre estuvo esperando. "¿Te incomoda?". Negó y suspiró, le daba exactamente igual ser el centro de atención si eso implicaba que la vieran con Sana.

"Por alguna razón lo están haciendo así que hay que darles lo que quieren". La tomó de la cintura. "Si cierras los ojos y solo te concentras en nosotras dos, te darás cuenta que las miradas de todo el mundo lentamente desaparecerán". Eso hizo, Hirai tenía razón, de la nada solo eran ellas dos y sus corazón acelerados debido a la emoción del momento. "Tal vez si me miras a los ojos será mejor". Estaba jugando con ella, con ese tono de voz que hizo que a Sana sonriera. "Eso es". Dijo cuando conectaron miradas. "No tuve el tiempo de decirte lo hermosa que te ves". Minatozaki se encogió de hombros.

"Yo tampoco te he dicho lo hermosa que te ves". Su mirada lentamente bajó a los labios de la pelinegra, ¿Desde cuándo se veían así?. Lo único que quería era probarlos pero se sentía atemorizada por las miradas de las personas que parecían estar entreteniendose con ambas, no tenía ningún problema con eso pero aún así no dejaba de sentirse cohibida. "Te ves muy bien Hirai Momo".

"Y tú igual Minatozaki Sana". Suspiraron y sonrieron al mismo tiempo, nada ni nadie podría echarles a perder este hermoso momento que se quería por siempre en sus corazones, hace algunas semanas atrás si le dijeran a la peli gris que algo como esto iba a suceder estaría riéndose como loca por demasiado tiempo, no creía posible que alguien como la mayor le prestará atención, estaba tan equivocada, ahora bailan en una boda, ambas sonrientes porque están juntas.

"Tal vez me mates por esto...". Ni me dio tiempo a preguntar ya que los labios de la mayor se unieron con los suyos, en un beso lento que hizo que subiera al cuello y cerrará los ojos con fuerza, era la sensación más placentera que había sentido en años, creía que se le saldría el corazón si seguían así, es que no podía concentrarse mucho en el beso, se sentía torpe y emocionada, ahora todo el mundo se enteró que ambas tienen algo, que no han hecho oficial, pero que ahí está y que tarde o temprano sucederá, jadeó a mitad del beso por falta de aire pero aún así no se separaron porque querían estar pegadas hasta que no pudieran más.

Definitivamente a la mejor boda que han ido en años, porque Sana y Momo lograron abrirse un poco más, dando paso a un no se qué, que tal vez, solo tal vez, pueda llegar a lo más alto de sus emociones.

Ando súper enferma pero quise darles esto como regalo ya que estuve demasiado tiempo sin actualizar esta historia, espero mejorarme pronto, por ahora los dejo con este capítulo y tal vez en un par de días suba otro, a como me sienta.

Apenas y puedo mover los dedos así que no les prometo nada.

¡¿Verdad que las Samo son super lindas pero super hiper mega lentas?!