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My sweet, beautiful and fantastic girlfriend

Llevaban un buen rato hablando de lo que les ha pasado en sus vidas hasta ahora, la verdad es que era la primera vez que Sana le contaba a alguien más que no fuera Mina lo que sentía por todo lo que pasó en su pasado pero que gracias a eso logró ser alguien nuevo, ser quien verdaderamente es y es algo que a pesar de todo agradece porque si hubiera seguido ahí de seguro tendría una vida infeliz en la que sólo estadía para servirle a su familia, la misma que le dio una patada cuando más los necesitaba.

Se impresionó al saber un poco más de la vida de Momo y de lo cerca que han estado toda su vida, vivía a unas cuantas calles de la casa de sus padres y se fueron el mismo día a Corea, al parecer en destino las estaba juntando para que se vieran en algún momento pero no fue hasta que pasaron algunos años que lograron encontrarse, es una circunstancia bastante delicada, todavía no puede creer la suerte que tuvo esa noche por encontrarse con la chica que ahora mismo le gusta, si eso no hubiera pasado sería otra historia, una mancha más para su trágica vida.

Los labios rojos de Hirai la estaban llamando desde hace bastante, cada que los abría y mojaba con el alcohol era un deleite para sus ojos, quería besarla pero tenía que aguantarse ya que ya lo hizo y siente que fue un grave atrevimiento porque parecía que todos hablaban de ella, aunque le gusta la atención de los demás siente que todo pasó muy rápido y que de seguro pensaran que son novias, cosa que no le desagrada pero la verdad es que no lo son, ahora que lo piensa nunca ha estado al pendiente de ese tema.

Tal vez porque ha estado evadiendo la idea de estar con alguien más o de vivir con otra persona desde lo que le pasó con Jungkook, tener una relación con Momo que no solo se base en ellas besándose o tomadas de la mano sería algo bastante nuevo, vivirían juntas y estarían compartiendo algo que para ella es tan íntimo e importante y eso es su privacidad, ¿Y si se casaban?.

Sacudió la cabeza ya se estaba yendo por las ramas adelantándose a los acontecimientos y en su experiencia no es bueno hacerlo porque siempre pasa algo y todas las ilusiones caen.

No hay peor cosa que desilusionarse es como cuando estás pequeña y te dicen que Santa no existe, es como si te quitarán el corazón y lo aplastan cientos de veces para luego lanzarlo al suelo y pesarlo hasta que no se puede más, lo único que queda es polvo y dolor, porque sabes muy bien que antes de enterarte eras feliz pero ahora que te han quitado tu unica razón de vivir es lamentable y bastante doloroso, es que cada que recuerda como sus padres se lo dijeron, es que ya quiere llorar, definitivamente el alcohol no le hacía bien.

"¿Pasa algo?". Preguntó, se lo notaba bastante que algo malo había pensado ya que esa sonrisa que tenía se fue borrando lentamente hasta que quedó una expresión neutral que descolocó a la mayor, ésta le estaba explicando algo que le pasaba a Boo y Dobby cuando se portaban mal. "¿Estás bien?". Minatozaki se encogió de hombros y la abrazó escondiéndose en su cuello, parece que lo que pensó era más fuerte de lo que podía aguantar, y esa era su familia, un tema bastante delicado para ella que no era muy normal hablar de ello.

Myoui lo sabía muy bien cada que comenzaba a hablar e incluso pensar sobre eso la distraía pero Momo no lo sabía y no la culpaba por eso solo necesitaba tiempo para pensar, quería sentirla cerca de alguna manera posible así que la abrazó con fuerza y besó su cuello tratando de buscar alguna manera desesperada de dejar de sentir ese hueco en el pecho que no la dejaba respirar con normalidad, incluso con todo lo que había pasado no podía odiarlos, se sentiría igual que ellos si llega a sentir aquel sentimiento que le intentaban inculcar desde pequeña.

Porque era mejor y distinta a cada una de las personas con las que compartía lazos sanguíneos, Hirai se tensó por la mordida que Sana le hizo en su cuello, clavando sus dientes con tanta fuerza que estaba segura que lo más probable es que traspasó su piel, jadeó y bajó las manos a la cintura de ésta para que se diera cuenta que lo estaba haciendo tenía otro tipo de efecto en ella.

"Sana...". Murmuró en su oído. "Por favor, vayamos afuera". La peli gris se separó lentamente de su cuello y asintió, claro que quería salir de ese lugar en el que iba por el simple hecho de que prácticamente las obligaban a asistir porque no hacía más nada que tomar o hablar con personas que sabía que no volvería a ver en su vida porque nadie era bueno en ese lugar, además de que lo más probable es que la olvidarán.

Una vez un señor se obsesionó con ella, tuvo que llamar a la policía para que éste dejara de rondar por su casa para saber en dónde estaba, solo se excuso diciendo que el vestido rojo ceñido al cuerpo que llevo esa vez a la reunión lo volvió realmente loco y lo único que necesitaba era su número.

No entendía como podían haber personas en el mundo como aquel hombre y que nadie hiciera nada al respecto porque lo siempre le echaban la culpa a la chica ya que ésta no se dio a respetar, fue exactamente lo que le pasó a ella, solo estaba tratando de ser cordial y pasarle el trago porque necesitaba zafarse del señor para poder irse así que se despidió luego de hacerle el favor, cada que lo recuerda le da tanto asco, desde ese día dejó de ser tan amable con las personas de ese estilo.

"Siento que debería pedirte esto cuando estemos sobrias". La miró confundida pero siguieron caminando como si no hubiera dicho nada ha que no quería incomodarla tal vez estaba pensando y se le salió decir eso, así que prefirió hacer como que no había escuchado y con una enorme sonrisa la miró, le gustaba demasiado pasar tiempo con la mayor, se sentía bastante segura y se divertía, despejaba la mente de todas esos pensamientos que agobian su cabeza y también se enteraba de muchas cosas de la mayor, eso realmente le encantaba porque quería conocerla, saber cosas que no le ha dicho a nadie.

Miró un poco hacia arriba y se impresionó, la luna estaba gigante y las estrellas brillaban más que nunca tal vez porque estaba con Momo o porque nunca se había dado a la tarea de prestarle tanta atención al cielo, siempre se centraba en otras cosas y no se daba cuenta de otras porque la verdad es que no tenía mucho tiempo para eso, en su cabeza siempre estaban cientos de cosas que la volvían loca porque no sabía qué hacer casi nunca así que analizaba todo, a veces hasta más de diez veces.

"La luna esta hermosa". Le sonrió, quería que se diera cuenta a que era que se refería y enseguida la mayor lo captó, sus ojos se iluminaron y sonrió en grande. "¿También te parecen aburridas esas reuniones?". Entre cerró los ojos mientras se apoyaba de la camioneta de la mayor, ésta la miró y sonrió, claro que sí, se sentía demasiado incómoda y la verdad es que detestaba cuando personas que no conocían tenían el atrevimiento de colocar la mano en su espalda baja, no sabía por qué lo hacían, aún cuando los apartaban insistían.

"Demasiado". Hizo un mohín que resultó bastante adorable para la menor. "Te agradezco por hacerla un poco menos agobiante". Se acercó lentamente y sonrió. "Haces muchas cosas por mi y siento que debería compensarte de alguna manera". Ella no estaba esperando que lo hiciera porque todo lo que hacía salía de su corazón, no necesitaba que le pagará con absolutamente nada ya que sentía que todo estaba bien así, con una sonrisa de la mayor era más que suficiente para darse por pagada.

"No debes hacer absolutamente nada por mi". Se mordió el labio inferior y la miró a los ojos, cada que lo hacía sentía como si miles de fuegos articulares explotarán a su alrededor, estaba sintiendo algo más allá de un simple cariño por Momo y eso aunque en parte la asustará sentía que era exactamente lo que había estado buscando desde hace años. "Solo sonríe y sé feliz". Subió la mano y le acarició la mejilla derecha a Momo, ésta sonrió en grande, había conseguido a una buena persona y estaba feliz de eso, porque nunca me había ido bien en el amor, cada que estaba con alguien esa persona la defraudaba.

"Desde que te conocí sentí una extraña conexión contigo, como si...". Negó con la cabeza con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro. "Eras lo que había estado buscando por tanto tiempo y ahora me doy cuenta que esa sensación ha ido en aumento, no he dejado de pensar ni un solo segundo que eres la indicada para mi, la persona con la que deseo y quiero estar". No estaba entendiendo muy bien lo que decía gracias al alcohol y que Hirai parecía estar demasiado nerviosa, así que la acercó a su cuerpo.

"¿Qué sucede?". Estaba preocupada ya que la pelinegra parecía que se iba a desmayar en cualquier momento, como si estuviera dando el discurso más importa y significativo de su vida, así se escuchaba y le causó bastante ternura porque desviaba la mirada, así que si era importante lo que le estaba diciendo, su corazón comenzó a latir con fuerza al igual que el de la menor, sus cuerpos estaba pegados así que podía sentir los latidos del corazón de la contraria.

"Quiero que seas mi novia". Se quedó en silencio son poder creer lo que estaba escuchando, era en lo que estaba pensando hace algunos minutos, dejó de respirar débil a la impresión de lo que acababa de escuchar, es que no siquiera estaba segura lo más probable es que el alcohol la estaba haciendo alucinar a tal punto que comenzaba a escuchar cosas que la mayor no decía.

"¿Que?". Preguntó completamente aturdida, en su interior había una chica saltando de alegría mientras cantaba era lo que quería hacer pero tenía que aguantarse, es que iba a vomitar, no se lo podía creer ¿Había escuchado bien?.

"Minatozaki Sana puede que seamos las personas más lentas del mundo y que hayamos esperando una eternidad para esto...". Bajó las manos a su cintura y la acarició presionando un poco los dedos en su piel. "Pero ahora se que quiero estar contigo, eres una de las cosas más importantes en mi vida y no quiero perderte". Sus ojos se llenaban de lágrimas a medida que se daba cuenta de lo importante que estaba siendo ese momento. "¿Quieres ser mi novia?". Se quedó quieta, todo pasó en cámara lenta, de la nada dejó de escuchar y en lo único que se podía concentrar era en como sus corazones latían con la misma fuerza y ritmo.

Su conexión iba más allá de un gusto, más allá de una aparatosa historia y del tiempo que pasaron para darse cuenta de lo que sentían la una por la otra, era amor, un amor que las estaba llenando como personas y que las hacia feliz porque era lo que habían estado buscando por tanto tiempo, alguien a quien amar.

"Si". Contestó a aquella pregunta y sus labios se unieron dando por sellada la respuesta.

Ahora eran novias y por fin podrían decirme al mundo lo que sentían la una por la otra, sin necesidad de ocultar nada ni de pensar en lo malo que podría pasar porque todo se había ido, lo único que le quedaba era disfrutar de su dulce, hermosa y fantástica novia.











Dios hasta que por fin se hicieron novias, tampoco fue mucho tiempo casi un año nada más.

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