Love is not a good topic
Al llegar a casa el silencio era tan sofocante que decidió perseguir a Mina quien se metió en su habitación cerrándole la puerta en la cara, están tan triste por su mejor amiga que se sentó justo al lado de la puerta esperando que en algún momento saliera y ella poder consolarla. Sabía lo que se sentía que una persona rompiera tu corazón, claro de una manera un tanto grave, pero eso no quitaba que lo sintió.
"Mina ¿Puedes salir?". Un sollozo fue la respuesta, se levantó un poco y de rodillas comenzó a tocar la puerta. "Necesito verte ¿Ok?". Nada más que llanto, suspiró cansada y antes de darle un golpe más fuerte lo que le impedía abrazarla se abrió de la nada y aquel puño cayó directo en el pecho de Myoui quien se quejó. "Dios santo lo siento muchísimo". Se disculpó y al verse a los ojos supo que debía darle un poco del cariño que nunca le daba.
"Antes de que comiences a tratarme como una bebé". Sana inclinó un poco la cabeza al no ver ningún rastro de lágrimas y los labios de Mina más rojos que la manzana de la despensa. "Vamos a un bar". Abrió la boca pero se quedó sin palabras, ésto se estaba volviendo extraño, siempre quería ir o salir a alguna parte pero la pelinegra casi nunca queria, todo el tiempo en su habitación jugando videojuegos.
"¿Estás bien?". Elevó una ceja, había sido una mala pregunta y estaba consciente de ello pero aún así quería preguntarle algo muy importante. "¿Cuál es mi color favorito?".
"El rosado por más que crea que es el morado". Definitivamente era su mejor amiga, tragó saliva y se fue corriendo a buscar su teléfono, al entrar a la habitación se percató de que no estaba el vestido rojo que compró hace unos días.
Al salir se sorprendió al ver como Mina se quitaba el abrigo. "Ese es mi vestido". Señaló su pecho con molestia. "¡¿Por qué mierda te queda mejor que a mí?!". Exclamó esa pregunta como si fuera lo peor que le ha pasado en la vida.
"Lo siento, hoy mismo te lo devuelvo". Ésa era la Mina que conocía. "Ya se nos está haciendo tarde". Miró el reloj, Sana hizo lo mismo pero la hora era perfecta como para quedarse a ver televisión hasta la madrugada.
"Dios vámonos antes de que tu espíritu entre en mi". Se encogió en su lugar al ver como Mina pasaba a su lado. "Si no te quisiera como una hermana no se qué sería de ti esta noche". Las mejillas de la menor se encendieron. "Ésta si es mi Mina, no la que quiere salir a tomar". Subió la mano a su pecho tan dramática como siempre.
"Sigo siendo la misma Mina solo me quiero divertir un poco". Asintió por las palabras, lo entendía quería despejarse y era lo más estúpido que podría hacer pero lo más divertidos que harían en todo la semana así que no diría que no, sería una idiotez perder la oportunidad de tener a una chica muy guapa a su lado y que los demás se sientan celosos. "Lo más probable es que tú consigas pareja".
"¿Que?". Preguntó desviando la mirada de las piernas ridículamente perfectas de Mina.
"Sería lindo que consiguieras pareja hoy". Repitió. "Una chica o chico que te haga sentir bien". Sana dejó de caminar, tener una pareja no era un tema que le gustará tocar, además no había pensando en tener una, todo el tiempo pendiente de muchas cosas para no volver a sentir la necesidad de querer a alguien en su vida. "La típica historia de amor super linda...". Entre más hablaba Sana más pensaba en eso.
"Callate Myoui y camina". Dijo y se adelantó empujando un poco el hombro de la menor quién se tambaleó.
"Sana no te pongas así, tarde o temprano encontrarás a alguien que te haga fel-". La peli gris volteó, en temas de amor no era la mejor para hablar y mucho menos que le dijeran que ya debía conseguir a alguien. "Sana...".
"Hoy hablaremos de ti, no de mi". Siguió caminando y por suerte habían llegado al lugar, no quería seguir aguantando a Mina hablando sobre escenas de amor que le parecían ridículas y poco reales. "Estás muy guapa". Murmuró.
"Muchas gracias". Otra vez volvían a estar como antes, no les gustaba pelear aunque la mayoría del tiempo lo hacían, si a eso se le podía decir peleas.
"Buenas noches ¿Que desean?". Mina iba a responder pero no tenía ni la menor idea de que pedir.
"Lo más fuerte que tengas para las dos". Como toda buena hermana mayor la embriagaria hasta que esté vomitando por todo el camino. "Me veo en la obligación de preguntarte ¿Por qué carajos querías venir para acá?". Como siempre tan educada.
Mina subió un poco la mirada para ver hacia el techo, todavía se sentía mal de enterarse que Nayeon ya tenía pareja y que ella había llegado tarde. "Se cómo es Nayeon, bueno todo el mundo lo sabe". Sana asintió. "Pero aún así me gustó, la veía todos los días y ella era tan...buena conmigo que a la final caí".
"Esta mal caer tan rápido por alguien". Se sintió descarada por un instante pero lo calló.
"Es difícil no enamorarse de alguien que ves todos los días, que sabes que puedes tener pero que parece que cada día va separándose más de ti". Eso le había tardío recuerdos, demasiados. Tantos que mordió su lengua para no hablar de ellos. "Entre más me acercaba ella parecía estar más alejada, pensé que era porque estaba ocupada haciendo yo sé q- gracias". Agarró el tragó. "Creía que estaba trabajando y que por eso se alejó de mi". Tomó un poco, enseguida que el líquido tocó su lengua su rostro cambio drásticamente.
"No aguantas nada". Quería reírse un poco pero al probarlo se dio cuenta que no estaba exagerando, agarró su cuello y comenzó a toser. "Parece que tiene gasolina". Iba a vomitar, estaba segura que si seguían tomando a los dos tragos ya estaría estaría tirada en el suelo cantando Stay with me a todo pulmón.
"No está tan mal". La menor seguía tomando con bastante rapidez.
"Sabes que Mina...tomaremos otra cosa". Le quitó el vaso, se levantó pero al hacerlo sus piernas se debilitaron. "Ésto definitivamente tiene gasolina". Dijo y tragó lentamente. "No puede ser que un trago ya haga que vea todo hasta más lento". Miró sus manos. "Hablando del amor". Cambió de tema, la que parecía preocupada era Mina quien estaba tomando lentamente.
Al parecer Sana tomaba con tanta rapidez que ya llevaba dos vasos y seguía pidiendo. "Estás exagerando". Susurró en el odio de la peli gris que se encogió y rió.
"Me haces cosquillas Myoui". Otra vez la risa escandalosa que hacía que todos los hombres a su alrededor las mirarán. "El amor para mi es una mierda". Tal vez parecía que hablaba disparates pero era exactamente lo que sentía acerca de ese sentimiento absurdo. "Cuando amas mucho a alguien esa persona sabe que te puede destruir tanto que te conviertes en mi". Rió y cubrió sus labios, Sana y alcohol no eran una buena mezcla.
"Sana ¿Podrías bajar la voz?". Pidió y la mayor hizo un mohín. "Todo el mundo está volteando a vernos y no quiero que te hagan nada malo por verte así de...de...". No encontraba la palabra para decir que parecía una loca. "De...".
"Mientras lo sigues pensando yo hablaré". Presionó el brazo de la contraría con su dedo. "Mientras más dad menos recibes y es así como te rompen lentamente el corazón, lo peor es que no te das cuenta". Negó varias veces. "Ni te das cuenta y en un parpadeó te tiene contra la pared impidiendo que respires porque lo desobedeciste". Mina al escuchar eso sintió como su pecho martillaba, odiaba saber que a ella le hicieron lo mismo.
"Wonho más que maltrato físico era psicológico". Tocó su cabeza. "Cada que hacía una cosa buena él veía la manera de destruirlo hasta que yo lo veía como algo malo". Frunció un poco el ceño. "Me hizo bajar de peso y luego subir". Las tantas veces que lo hacía provocó miles de viajes a emergencia. "Tenía que ser perfecta para alguien perfecto". Sana dejo de tomar en ese instante, si, justo cuando se dio cuenta que su mejor amiga nunca le ha contado a cerca de su ex, él mismo que golpeó con un bolso.
La misma persona que le hizo tanto daño a alguien que no lo merecía ni merece, las ganas de volverse asesina aumentaban a medida que más y más palabras salían de los labios rojos de Mina que no paraba de hablar, hablar y hablar hasta que se quedó sin anécdotas, todo lo malo que había pasado lo dijo, lo soltó como si fuera una bomba que estaba a punto de estallar.
"Te prometo que nadie te hará daño". Acercó la mano a las de Mina las cuales estaban muy frías y las apretó un poco dando la seguridad que creía necesitaba. "Porque de ahora en adelante será muy difícil que te deshagas de mi". Tomó un poco. "Voy a estar tan pegada a ti que las personas me tendrán miedo y comenzará a hacer ejercicio por si alguien intenta hacerte daño". Murmuró conteniendo las lágrimas que amenazaban por caer, sus ojos tan brillantes como una noche estrellada, puede que sea por la promesa que le acaba de hacer o porque quería un abrazo. "Hay algo que creo que no te he dicho". Mina subió la mirada.
"Lo único que no me haz dicho en cuánta veces vas al baño". Sana no pudo evitar reir dulcemente, Mina siempre tenía esa frase para hacerla reír cuando parecía que no quería nada más que llorar a mares.
"Estoy muy orgullosa de ti y me siento privilegiada de tener a una mejor amiga como tú". La pelinegra iba a decir otra broma pero eso la dejó en completo silencio, sintiendo un nudo gigante en su garganta que probablemente le estaba cortando la respiración ya que eso es exactamente lo que sentía. "Más que una mejor amiga, más que la chica que me hizo perder toda mi ropa". Sonrieron. "Eres mi familia y la única que tengo". Remarcó lo último con tanta fuerza que estaban seguras que la chica de la barra la escuchó.
"Si sigues diciéndome cosas lindas te voy a pedir matrimonio". La peligris sonrió un poco para luego suspirar y tomarse lo que le quedaba en el vaso.
"Mañana Nayeon me va a matar cuando llegue con resaca". Sana a veces decía cosas ebria de las que se arrepentía a los dos segundos. "Lo siento tanto no quise nombrarla". Agarró el vaso de vidrio y se golpeó con la punta en la cabeza. "Soy una idiota ebria". Se quedaron en silencio por unos instantes en los que se transmitieron la misma señal. "Todo el tiempo soy idiota pero esta vez más". Se cruzó de brazos e hizo el intento de levantarse, a los pocos segundos se sentó y le sonrió a Mina. "Creo que sí tomaré algo suave como tú". Myoui sonrió victoriosa.
"¿Por qué mejor no tomas agua?". Sugirió pasándole un vaso lleno de ésta. "Es lo mejor así no tendré que arrastrarte por la calle hasta llegar a casa". Juntó sus manos y las colocó en su frente. "Te lo suplico, solo haz tomado cua- ¡Seis vaso!". Escandalizó. "¿Quieres morir?". Sana estaba tiesa viéndola con miedo. "Toma agua y si no quieres agua pues te jodes".
"Ya pareces mi mamá". Hizo un mohín bastante pronunciado. "Mommy Mina ¿Puede dejarme tomar un poco más". Parpadeó varias veces, sabía que su encanto era tan grande que caería rápido.
"No vuelvas a decirme así porque es incómodo". Se cruzó de brazos, de seguro todos creían que Sana era la menor. "Y esto lo hago por tu bien, por mí bien y por el bien de la humanidad".
"¿Que quieres decir?". Preguntó con el ceño fruncido.
"Eres demasiado insoportable cuando estás ebria". Sana abrió la boca completamente ofendida.
"Y tú cuando estás ebria". Se estaba comenzando a enojar y mucho.
"Ya estás enojada". La señaló.
"¡No estoy enojada!". Gritó y golpeó la mesa, segundos después lloriqueo por el dolor en su pequeña mano.
"Eres una bebé".
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro