It burns me inside
Se quedó mirando a su novia y sonrió era tan linda cuando estaba concentrada comiendo que no quería molestarla pero se le estaba haciendo tarde y tenía que ir con Mina porque parecía que ésta no se encontraba muy bien así que la quería cuidar, le encantaría quedarse por más tiempo pero es así, es lo que siente y es lo más importante ahora, luego puede ir cuántas veces quiera pero su si mejor amiga la necesita ahí estará, para protegerla de todo porque así son, siempre lo han sido y nunca dejarán de serlo.
Sabe muy bien que si es ella la que lo necesita Myoui la ayudará y protegerá, es alguien con un gran corazón y merece tener una mejor amiga así, entonces sonrió e hizo un mohín antes de acariciarle el cabello, Momo la miró de reojo con las mejillas repletas de comida, le brillaban los ojos cuando comía y era la cosa más adorable del mundo, su corazón latía con mucha fuerza y se mordió el labio inferior, quería abrazarla y llenarla de besos toda la noche pero debía ser más fuerte, cerró los ojos y suspiró, si, tenía que hacerse la fuerte por algo mejor.
Hirai al ver a su novia se dio cuenta de lo que estaba pasando ya era hora de irse, le dolió bastante pero tenía que hacerlo ya que le contó que Mina no estaba bien así que debía hacer un buen papel de mejor amiga e ir a donde se encontraba para apoyarla, asintió lentamente antes de levantarse e ir por las llaves, Sana agarró los platos y los fue llevando a la cocina, todavía quedaba comida pero la verdad es que se le había ido el hambre por la preocupación además de lo que sucedió.
Seguía pensando en ello y en lo pequeño que era el mundo, sobre todo para ella, lo que menos había querido en toda su vida era nunca ver a esa persona porque la detestaba con todo su corazón y le dolía el hecho de no poder hablar cuando lo vio, le hubiera gritado o por lo menos decirle lo que se ha estado guardando por tanto tiempo pero se trabó, todo su cuerpo sintió tanto miedo que se congeló y ni siquiera podía hablar, nunca pensó que eso pasadía pero si llega a suceder nuevamente hará hasta lo imposible para tener justicia.
Se apoyó del mesón y bajo la mirada a sus pies, éstos parecía que estaban más lejos que antes otra vez se sentía mareada y no quería desmayarse porque sabía muy bien que si lo hacía Momo no iba a dejar que se fuera o por lo menos directo a su casa, de seguro la llevaría al hospital pero no quiere eso, lo único que desea es ir a su casa y ver cómo está Myoui, fue una mala idea dejar el teléfono porque de seguro la ha estado llamando o escribiendo, desvió la mirada a la ventana y tragó lentamente.
Por alguna razón quería vomitar, todo le estaba dando vueltas pero no podía hacerlo conocía a Momo sabía que ésta no era muy buena con esos temas así que debía aguantarse por lo menos hasta llegar a casa. "Vamos". Se asomó por la puerta de la cocina y frunció las cejas al ver a Sana tan pálida como una hoja de papel, se acercó con cuidado y la tomó de la mano, estaba súper fría. "¿Te encuentras bien?". Asintió. "Buscaré agua". Caminó sin dejar de verla a la nevera y sacó la jarra, Minatozaki se apoyó de la pared cerca de la nevera y sonrió.
"Estoy bien, solo quiero ir a casa". Asintió lentamente y la abrazó, acariciándole la espalda baja para tratar de calmarla pero no le estaba yendo muy bien, sentía que iba a llorar en cualquier momento por no poder hacer nada para apoyarla o hacerla sentir bien, había veces en las que se sentía tan inútil que no le quedaba de otra que no fuera llorar o estar pensando en las cosas que podría hacer para que sonriera porque tal parece que la peli gris no está pasando por cosas buenas, y lo entiende.
Vio al hombre que le hizo tanto daño en el pasado, que la obligó a hacer muchas cosas y eso le duele demasiado porque no lo sabía siente que es culpable ya que aunque no lo sabía fue la que hizo que lo volviera a ver, sea directa o indirectamente, tuvo la culpa de todo lo que pasó, la apretó un poco y se escondió en su cuello, Sana se extrañó por todo lo que estaba haciendo Momo, subió un poco las manos y le acarició el cabello. "Perdóname". Murmuró antes de comenzar a llorar.
"No pidas perdón". Se separó un poco y le limpió las lágrimas. "Tú no sabías que había hecho él". Le dio un pequeño beso en los labios y sonrío al ver como seguía haciendo piquito, así que volvió a besarla ésta vez quedándose un poco más, sin mover los labios solo un pequeño roce adorable que aceleró sus corazones por igual. "Es que ni siquiera lo conocías". Asintió y suspiró, era la chica más linda que había visto en toda su vida, le encantaba tanto que sentía que cuando no estaba con ella le dolía, iba a ser bastante difícil irse tan rápido, no fue un grandioso día para ambas.
El poco tiempo que lograron pasar juntas fue en silencio porque parecía que no querían hablar ya que si lo hacían sentían que iban a tocar el tema y todo se volvería incómodo así que solo se abrazaron mientras veían una película, cuando lograron hablar, un par de palabras, todo quedó con un vacío pero aún así no se sintieron mal, siempre estuvieron ahí besándose o estando una al lado de la otra sin decir absolutamente nada, solo dándose el apoyo necesario, con simples roces o sonrisas tímidas, parecían dos niñas pequeñas.
"Por mi cu-". Sana la miró y entre cerró los ojos, no quería que se culpara por eso así que se quedó en silencio y asintió, no tenía que volver a decir eso porque si lo hacía lo más probable es que se gane un regaño y no lo quería ya que si que ha recibido de la menor y sabe muy bien que cuando eso sucede tiene que salir corriendo, sonrió y se mordió el labio inferior antes de darle otro beso y darse media vuelta, tenían que irse antes de que se hiciera más tarde. "Rápido". Dijo antes de apresurarse.
Le dio un pequeño beso en los labios a Momo para despedirse y salió de la camioneta, todo estaba oscuro lo que le preocupó así que se apresuró para abrir la puerta ésta estaba abierta, frunció los labios y entró a la casa con un pequeño mohín le dolía bastante no poder estar a su lado, miró a todas partes, no sabía en donde se encontraba ya que no podía ver nada, encendió la luz y se quedó mirando hacia el pasillo, se escuchó un pequeño sollozos que era obvio que venía de su mejor amiga, algo malo había pasado.
Su corazón se rompió en mil pedazos al abrir la puerta y ver a Myoui abrazada a la almohada, no le gustaba cuando estaba así y mucho menos por culpa de alguien, se estaba enojando pero no se lo demostraría porque debía estar tranquila para apoyarla en todo sobre todo con abrazos y muchos besos para que se enoje y le pegue, tal vez así dejara de llorar es algo que siempre ha hecho pero parece que ésta vez no será fácil porque un corazón roto no es para nada sencillo de curar, se sentó a su lado y le acarició el muslo.
"Perdón por llegar tan tarde". Se acostó a su lado y la abrazó, la menor se escondió en su cuello, no estaba bien, de hecho nunca la había escuchado llorar así era la primera vez, parecía que lo que pasó fue lo suficientemente grave como para que se sintiera así, la apretó en contra de su cuerpo buscando la forma de darle las fuerzas necesarias para dejar de llorar, se escuchaba tan desesperada que le dolía demasiado, aunque ella haya pasado por algo malo siente que su mejor amiga también así que la apoyará en todo lo que sea necesario.
Estuvieron unos minutos así hasta que se logró calmar un poco, alejándose de la mayor para verla a los ojos, Sana no lo pudo evitar así que también lloró, no le gustaba cuando un ser querido lloraba y mucho menos si no sabía que hacer para que dejara de hacerlo, era algo que tenía desde pequeña todavía recuerda cuando sus padres lloraban y se sentía tan mal, culpable, como si fuera ella la causante de toda la tristeza que tenía esa persona importante, así que era exactamente lo que estaba sintiendo ahora mismo mientras veía a Myoui que le se limpiaba las lágrimas.
Ésta se sentó y suspiró, su rostro estaba súper rojo y sus ojos tan hinchados que apenas y los podía abrir. "No se qué le está pasando a Chaeyoung". Fue lo primero que dijo antes de bajar la mirada. "Ni siquiera vino, ha estado apartandome de su vida como si fuera un estorbo". De seguro pasaba por algo en lo que no quería involucrarla, conoce a Son sabe que no sería capaz de echarle así de su vida así que de seguro es algo que ni siquiera ella puede controlar y por eso no quiere que esté cerca para que no salga mal.
"Antes de lo que lo digas porque te conozco". Se miraron a los ojos. "No es tu culpa". Aseguró como si lo supiera, frunció las cejas. "No quiero que crees eso porque es mentira se que no serías capaz de hacer algo para que alguien esté así y...dale tiempo". Suspiró y se rascó la nuca. "Puede que sea difícil pero es la verdad, tienes que hacerlo, dejar que se de cuenta de lo que está haciendo y...hablar siento que sería lo más importante, sabes lo importante que es la comunicación". Asintió y sonrió un poco.
"Ella está bien y de la nada pone cientos de excusas para no vernos o cosas así". Cerró los ojos y dejó caer un par de lágrimas, era la primera relación que tenía con una chica así que tenía bastante miedo, era muy distinta a lo que era estar con un hombre por lo que no sabía cómo actuar, aún así no quería dejarla porque sabía que tenía que esperar y encontrar una solución porque la había y de eso estaba muy segura, amaba a Chaeyoung y eso era lo que hacía que estuviera tan preocupada.
"Estoy segura que las cosas se van a solucionar solo...no te pongas tan triste tienes que estar fuerte". Sonrió y la abrazó, de todas formas se quedará a dormir en su habitación y lo ma probable es que pidan comida, porque ahora sí que tenía hambre, siente que Momo le está pegando el apetito. "Te quiero". Le dio un besito en la mejilla y se apartó, Myoui se le quedó mirando y se sonrojó, para Sana era el ser vivo más adorable del planeta, chocaron los cinco y se acostaron, una al lado de la otra.
"Pues...". La abrazó y se acercó bastante. "¿Cómo te fue a ti?". Se quedó en silencio no le quería decir porque sería un gran problema pero sería peor si se queda en silencio y no dice absolutamente nada, sobre todo siendo un tema tan serio.
"Jungkook es el esposo de la prima de Momo". Mina se sentó de golpe, sus ojos casi se le salen, no sabía muy bien si escuchó bien porque lo único que se le quedó fue el nombre. "Así que hoy lo vi y me desmaye". Se quedó mirando el techo y suspiró.
"¡¿Que?!". Preguntó asustada.
"Te explico...". Sería una larga noche.
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