Ice cream
Miró por última vez en la calculadora de su teléfono la suma antes de subir la mirada y ver cuánto le había costado comprar un regalo para Mina, otro para ella y uno para Chaeyoung porque no podía hacerle el feo a una chica tan buena como ella, llevaban varios días hablando y se caían super bien, ya era bastante normal que estuviera en la casa hasta se empezaba a acostumbrar a tenerla cerca porque si que le gustaba pasar tiempo, tenían muchas cosas en común, eran bastante torpes en algunos aspectos y sentían una gran pasión por ver el canal de vida marina, aunque ambas odiaban con todo su ser las profundidades del mar.
Les causaba tanto miedo saber que puede que sí existan esas criaturas que aparecían en los documentales, estaban seguras que algunas si, pero habían otras que les ponían los pelos de punta, tan grandes y monstruosas capaz de destruir un barco con un solo movimiento, es que de solo pensarlo hacía que su cuerpo se sacudiera, agradecía no vivir cerca de ese lugar al que le tiene tanto respeto.
Volviendo a los regalos, definitivamente no iba a volver a comprar cosas tan caras, no sabía que los zapatos que tanto quería la pelinegra eran tan costosos que probablemente si no los compraba sería rica, el libro de Chaeyoung fue lo que menos costo y en segundo lugar de las cosas que la dejarían sin dinero en el futuro era el nuevo teléfono que se compró, es que el antiguo no estaba funcionando como debía.
Desde que se le cayó en las escaleras no fue el mismo, tampoco cuando iba a patear un balón y el teléfono justo cayó, fue éste el que recibió toda la fuerza de su pie, no era muy buena cuidando lo único que la mantenía despierta por tanto tiempo, era una de las cosas que más la mantenía entretenida, bastante feliz a decir verdad.
Si así era con el teléfono como sería con Momo. "¿Por qué tan pensativa?". Llegaba Mina con una sonrisa de oreja a oreja, como siempre, Sana quería ser tan feliz como ella y si que se contagiaba bastante de la felicidad de la parejita, se los agradecía un montón ya que eso es lo que necesita en éstos momentos, set feliz aunque sea a contagiandose de la felicidad de alguien más, ahora que lo piensa cree que eso es lo más triste que puede sentir una persona.
"Pensando en las ganas que tengo de golpearte la cara". Myoui frunció las cejas al igual que los labios, cada que quería evadir un tema importante lo decía para que se alejarán de ella y así poder seguir pensando en paz todo lo que vivía en su mente, quisiera poder entrará una vez y hacerle saber que todo lo que vive en su mente es solo eso, algo que está ahí y que nunca va a ser realidad, porque sabe que son miles de inseguridades que la hacen llorar, la ha escuchado, pero no le dice nada por miedo a que reaccione mal como lo hacía la mayoría de las veces en las que le preguntaba sobre sus sentimientos, demasiado cerrada sin ninguna capacidad de comprensión o comunicación existentes en su cerebro.
"Antes de que me golpees la cara ¿Podrías explicarme qué significa todo esto?". Si no es porque se lo dice en la cara y señala las cosas se le olvida por completo que debía ocultar los regalos, sonríe y los va moviendo con el pie hasta que chocan con la pared. "Voy hacer como que no vi los zapatos y seguiré con mi vida". A Sana no le queda de otra más que reír y seguir como si nada porque caer en los juegos de la menor no sería buena idea, después tendría que comprarle otro regalo que de seguro es lo que quiere y prefiere ignorarla a gastar más dinero, está viendo como su futuro es ser una vagabunda que diambula por las calles con un perrito que la ayuda a robar comida.
No entiende el por que tiende a crearse futuros alternativos en los que es una persona que no tiene a nadie a su lado, puede que a veces no sea la mejor chica del mundo pero de seguro Mina nunca la dejaría sola, gracias a eso llega algo a su cabeza, tal vez Chaeyoung era perfecta en todo, tanto que daba miedo, el problema es que con la poca confianza que le tiene a la humanidad en si.
Si estaba mintiendo haría hasta lo imposible para verla sufrir porque nadie haría que su mejor amiga se siente triste más que ella cuando le roba las palomitas y se las come todas, eso era lo más alto que podía hacerla sentir mal, entre más pensaba más inseguridades se creaban en ella y tenía miedo de que lo que está pensando sucediera, porque no sabría cómo reaccionar a una situación así, porque hay momentos en los que no sabe controlarse como debería y prefiere alejarse de todo antes de mostrar quién es cuando se altera.
"Mina tenemos que hablar". La nombraba elevó una ceja y cruzó las piernas, cada que se lo decía era algo que la dejaba sin aliento, un chisme que la hacía sentir tan impresionada que estaba mínimo dos días con eso en la cabeza. "Sé que te gusta Chaeyoung y todo eso pero como la mayor y tú mejor amiga debo decirte...". Se quedó callada, no sabía que era lo que le diría y le daba tanto miedo. "Cuidate por favor antes de que Chaeyoung te haga un mínimo de daño y yo la asesine". Dijo con simpleza como si fuera normal lo que acababa de decir.
"Estoy segura que no me hará nada". Se encogió de hombros, la seguridad le desbordaba pero Sana seguía con ese semblante serio del cual se estaba acostumbrando, era bastante cansino verla así porque ya no se estaba comportando como la Minatozaki Sana feliz que conoció en ese aeropuerto. "Ambas sabemos por lo que pasamos y...siento que debemos comenzar a confiar un poco más en los demás, no solo entre nosotras". La peli gris asintió, claro que debía hacerlo pero seguía con miles de cosas en la cabeza, sobre pensaba todo que no se creía capaz de llegar a confiar en alguien tanto como lo hace con Mina.
"Confío en Chaeyoung con los ojos cerrados". Los cerró y sonrió al escuchar la risita de Myoui. "Solo te dije que te cuides porque uno nunca termina de conocer a las personas". Recuerda, Son es de fiar y está segura de ello, cree que es la chica perfecta para su mejor amiga ya que es alguien que puede amoldarse al estilo de vida que tiene la menor, tanto así que hay veces en las que se despierta diez minutos antes para hacerle el café, cosa que Mina agradece, hay veces en las que parece que se olvidan que ella está con ellas, se pierden en su mundo y le encantaría sentirse así.
"Siento que debemos hacer la comida y hablar de tus porblemas ¿Que te parece?". Minatozaki enseguida se echó para atrás, todo su cuerpo se contrajo y el sigificaba que estaba a la defensiva, no le gustaba lata nada hablar de su vida porque sentía que no era para nada importante, alguien que no se sentía tan feliz con todo lo que le está sucediendo detrás de una chica que parece que no le interesa nada solo esa mujer que trabaja con ella y ya tiene novia, todavía no puede dejar de pensar en eso, de todas las personas que conoce sentía que ella era la menos capaz de meterse en una relación. "Unnie por favor, no eres la única que no quiere hablar de lo que le sucede pero es necesario".
"Lo único que saldrá de mi boca es el nombre de Momo y como ya te dije hace algunos meses cuando la conocí no es importante". Myoui rodó los ojos y chasqueó la lengua, un indicativo de que no le creía para nada lo que estaba diciendo. "Sabes muy bien lo que siento por ella pero no le importó, no hace nada para que esté con ella o una señal para darme cuenta que tal vez le gustó". Mina no sería la que le grita en la cara como Hirai la estaba mirando en el cine, se veían los celos grandes que tenía, hasta podría decirse que logró sentirse mal.
Tampoco sería ella la que le dice que es lógico y obvio todo, le dará el tiempo necesario para que se de cuenta de lo que le está sucediendo entre ambas porque si se lo decía estaría aún peor. "¿Por qué no eres tú la que da el primer paso?". La estaba mirando feo, tan orgullosa. "No todo el tiempo serán las personas quienes te dan las razones para acercarte o la pregunta para que solo digas que sí". Odiaba tanto que estuviera en lo cierto, suspiró un poco cansada por todo ahora mismo le vendría perfecto un helado bastante frío para congelar los pensamientos que tiene por todo lo que le está pasando.
"Voy a comer helado". Habló tal cual una niña que su madre la acaba de regañar y no tiene de otra más que salir corriendo para que no le diga algo más, porque siente y tiene bastante claro que ya es mucho lo que le dijo. "No me esperes despierta en casa".
"¿Por qué?". Rió. "¿A caso te vas a emborrachar con helado?". Ella y sus chistes que no le hacían nada de gracias menos en este momento en el que lo único que quería era agarrar los zapatos y lanzarselos. "Sobredosis de helado". Se estaba muriendo de la risa, no le veía nada de gracia porque obviamente se estaba burlando de su situación.
"¡Ya!, No te digo nada porque siempre te pones pendeja". Mina dejó de reír.
"Perdoname es que...joder Minatozaki Sana nunca te das cuenta de nada". No quería discutir con Myoui por cosas como esa así que abrió la puerta y salió, no había tanto frío así que prefirió dejar el abrigo, no faltaba mucho para invierno así que debía empezar a comprar ropa que la abrigara lo suficiente para no enfermarse, cosa normal en ella, porque siempre estaba mal.
Y eso que le encantaba el frío, era como congelar su vida por un momento, solo concentrándose en el dolor en sus articulaciones no en el de su corazón, todo el tiempo sentía ese vacío que no lograba llenar con absolutamente nada, cuando conoció a Momo creyó que sería ella la que entraría en el para curarlo, eso está haciendo solo que no como ella siente que debería, es feliz por conocer a una persona así pero no es su novia, no son nada ni siquiera amigas porque no se hablan como si lo fueran.
Están en un punto medio de ser nada a conocidas y amigas, se siente en un limbo esperando que alguien tome la decisión de si debe ir al infierno o al cielo, no se siente para nada bien, esperar a que los demás tomen las decisiones mientras espera que todo sea perfecto y no le afecte en nada tener que cambiar todo para así no sentirse mal consigo misma.
Aunque eso era tan normal que no le importaba estar así, la mayor parte del tiempo se la pasaba pensando en las cosas que pudo hacer en el pasado para que este futuro que ahora es su presente no estuviera tan desordenado, según la Sana adolescente tendría que tener una familia y unos cuantos hijos, no estar viviendo con su mejor amiga, cosa que no le importaba pero no era el camino que en ese tiempo quería llevar, y que le guste una chica que no le hace caso.
Sus ojos se dirigieron a la heladería y casi se salen de su cabeza al ver a Momo apoyada en su gran camioneta, si estaba con una chica iba a morirse, tenía dos opciones entrar sin verla y así no saludarla o devolverse.
¿Cuál debería elegir?
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