Se sintió tan feliz al llegar a Corea que lo primero que hizo fue ir a visitar a Mina pero ésta se encontraba un tanto extraña no sabía que era lo que le pasaba, estaba demasiado nerviosa y cada que le sacaba conversación cambiaba de tema a uno absurdo que no tiene nada que ver con lo que ellas siempre hablan, al principio lo acepto porque pensó que tal vez debía decirle algo pero que no se lo había dicho por alguna razón que la verdad es que le gustaría saber, no quiere quedarse con la duda porque le asusta.

Ese no es el comportamiento normal que tiene su mejor amiga, Myoui siempre es abierta a todo y la mayoría de las veces hablan lo que Sana quiere que hablen pero esta vez no fue así, ella dominaba la conversación y dejaba hablar a la peli gris muy pocas veces, creyó que estaba enojada porque fue a Japón sin decirle cuándo sería, además de todo lo que le pasó, seguía con las manos vendadas y no había podido dormir muy bien porque imágenes de lo que sucedido seguían en su cabeza pero de resto estaba todo bien, no había nada de que preocuparse.

Y mucho menos enojarse porque era algo que tarde o temprano iba a pasar, la verdad es que después de eso se siente muy bien, cree que ha dejado por fin eso a tras y que ahora puede seguir avanzando de la mano de la mujer que ama porque ambas se fueron cuenta de que no debían volver a ese lugar en el que todo parece que les hace daño, es un poco triste pero la realidad, aún con todo ese dolor que seguía instalado en sus pechos se encontraba a relativamente bien, sobre todo en cuanto a temas de pareja.

No se han separado desde que llegaron, ahora hablan más sobre sus pasados y como esos las ha afectado como personas, eso ha hecho que se den cuenta de que no era tan difícil de lo que pensaron, la comunicación a aumentado, se podría decir que están en el mejor momento de su relación porque ahora saben por todo lo que hab pasado para poder llegar a este punto en el que se sienten libres de amar a quien quieran, en este caso a ellas dos, aún siguen siendo temas complicados pero pueden llegar a solucionarlo.

En cuanto al tema de lo que pasó con su madre, sigue creyendo que ellos están muy orgullosos de lo que hicieron y eso le duele demasiado porque no deberían estarlo, bueno, su padre ya no porque falleció y la verdad es que aunque suene mal, está feliz de que eso haya sucedido, ahora se puede sentir tranquila, lo estará aún más cuando su madre ya no esté en este mundo, conociéndola lo más probable es que vaya al sepulcro pero de lejos, para ver cómo las personas que le hicieron tanto daño sufren por alguien que no vale la pena.

Amar a su madre siempre fue algo sumamente difícil pero que logró hacer porque debía hacerlo, según muchos es el deber de un hijo, es lo único que las madres llegan a pedir en suplicas, Sana le dio todo el amor que merecía, que no era mucho, claro eso no hace que se sienta mal, al fin y al cabo nunca recibió amor, o más bien no el amor que no hija debía recibir de sus padres, no puede evitar sentirse derrotada cuando éstos temas surcan su mente pero ahora lo que realmente le preocupa es la extraña actitud que tiene la menor.

Lo que más le asusta es que Nayeon la llamo diciéndole que debía hablar con ella de algo sumamente importante lo que hace que su corazón se acelere porque si Mina estaba así, de seguro es porque es algo bastante importante, apretó los labios mientras veía la gran puerta que daba a la oficina de Im, sus piernas temblaban pero debían controlarse, no cree que la despidan porque sabe muy bien que la empresa la necesita pero aún cabe la posibilidad de que eso sea lo que esté pasando o que la quieran transferir, le dolería bastante tener que alejarse de sus compañeros sobre todo de Mina.

Están demasiado acostumbradas a trabajar juntas por lo que se les haría bastante difícil eso de tener que separar sus caminos, que no estaría mal si es para una gran oportunidad, pero dolería porque es otra cosa que le estarían quitando, suficiente con eso de cambiar de casa lo que ha traído tantos problemas, sus ojos se dirigen a sus manos las cuales tiemblan por miedo a lo que pasará, su corazón se acelera cada que recuerda que es algo bastante importante porque si no fuera así se lo hubieran dicho por llamada.

Sus ojos inevitablemente se llenan de lágrimas cuando la puerta se abre y ve cómo Nayeon mueve su mano derecha para llamarla, se levanta y cada que da un paso va acompañado con un fuerte latido del corazón, se muerde con fuerza el labio inferior y sus manos se entrelazan detrás de su espalda, quiere gritar y salir corriendo, pedirle que no haga lo que sea que va hacer, es que ya no sabe ni que pensar, al pasar la puerta siente que todo está demasiado serio para ser Nayeon lo que la asusta tres veces más.

"Buenos días, Sana". Sonrió y dejó algunos papeles en el escritorio. "¿Estás mejor de tus manos?". Asiente viendo hacia otro lado. "Esto es difícil para mí pero Mina me pidió el favor que te dijera". La pequeña sonrisa que tenía se borró al escuchar eso, ¿era tan fuerte cómo para que no se lo dijera ella misma?.

"Que bien te queda el cabello rubio". Murmuró ara aliviar la tensión.

"Lo sé, yo sabía que me quedaba perfecto". Suspiró. "Bueno el caso". Apretó los labios. "Hemos estado cambiado personal de aquí a Japón, Estados Unidos y China". Asintió, claro que lo sabía, Ningning tuvo que irse a Estados Unidos, muy a su pesar porque no quería pero es lo que le tocaba. "Le hemos planteado a Mina una propuesta de trabajo en Japón, muy buena, será la jefa en uno de los departamentos". Ya sabía por dónde iba y no le estaba gustando para nada.

"¿Lo acepto?". Nayeon con una sola mirada le hizo saber que si.

"Estará ahí por unos meses y luego volverá aquí, depende de su rendimiento será jefa aquí, si es que desea volver". Conocía a Myoui y era lo peor del mundo, porque si se encontraba cómoda allá se iba a quedar.

"Gracias". Antes de que se levantara, Im la agarró del brazo.

"Pásate mañana, tengo que hablar contigo de algo ahora ve con Mina". Se levantó y no dijo nada más, debía ir a la casa de su mejor amiga y pedir una explicación de por qué no se lo dijo si se tienen la suficiente confianza como para hablar de eso y mucho más, le dolía bastante pero debía aceptar todas las decisiones que tomaba, es más se sentía feliz por la menor porque se lo merecía, eso y muchísimo más.

Estar frente a la casa de su mejor amiga hizo que sintiera miles de cosas que no sabía cómo explicar, lo primero fue tristeza ya que sabe que pronto otras personas habitarán ese lugar y que cada que pase recordara los pocos pero memorables momentos que pasaron ahí, mentiría si dijera que no quiere entrar y pedirle que no se vaya porque siente que cuando eso pase estará completamente sola, es la única familia que tiene porque aunque esté Momo, Mina es su mejor amiga, su hermana, esa alma gemela que siempre había estado buscando y que consiguió en un tropiezo.

Ambas se ayudaron mutuamente a superar todo lo que las atormentaba y hacer sufrir, ahora no les queda más que recordar aquellos momentos mientras toman esos caminos separados de los que hablaban y se reían ya que obviamente eso no iba a pasar, porque siempre estarían juntas y si no conocían a nadie antes de los cuarenta lo iban a intentar, estaban muy ebrias aquella noche en la que lo dijeron pero fue de todo corazón, ellas si buscaban una rara vida juntas en las que seguramente adoptarían a un perrito que las acompañaría por mucho tiempo, negó con la cabeza mientras una sonrisa seguía iluminando su rostro triste.

Perder a alguien tan importante es tan duro que no sabe cómo debe actuar, me duele tanto el pecho que sube la mano a éste y le pide que se calme, no quiere que  se acelere o algo por el estilo, no al nivel en el que duela, porque le duele todo lo que está pasando, siente que no es justo pero es algo que deberá pasar en sus vidas, sobre todo en la de Myoui, para poder seguir adelante y demostrar que pueden superar cada cosa que se propongan, eso es lo que siempre se repetían.

Cuando la puerta se abrió no sintió nada más que el cuerpo de Mina apretado al suyo en un abrazo que formó un nudo en su garganta, no sabía si sería uno de los últimos que se darían porque saben que si se queda en Japón no se van a ver muy seguido, su amistad es más fuerte que cualquier cosa que les pase o haya pasado pero aún así, ya tienen otro tipo de cosas en la cabeza que superan todo lo demás, tienen mucho miedo de que lo más hermosa que tuvieron al llegar a un país desconocido, simplemente se rompa por el pasar del tiempo.

"Perdoname por no tener en valor de decírtelo". No quería que se sintiera mal, era una chica muy sensible, debía ser fuerte por las dos ya que se nota que la pelinegra ha estado llorando por mucho tiempo, sus ojos hinchados y rojos, su voz tan quebrada y áspera, se siente bastante mal.

"No tengo nada que perdonar, yo hubiera hecho lo mismo en tu situación". Se miraron a los ojos por unos instantes. "Veo que ya está todo listo". No sabía que todo sería tan rápido, si lo hubiera sabido de seguro aquel viaje a Japón no lo hubiera aceptado, quería estar más tiempo con alguien con la que ya no tenía tanto. "Me ofrezco a llevarlas al aeropuerto". Todo había pasado tan rápido que sentía que se estaba ahogando, cayendo dentro de un océano tan profundo que no podía más.

Todo estaba oscuro y tenía mucho miedo.  "Muy tarde señorita Minatozaki, yo las voy a llevar". Se dio media vuelta y se encontró a su novia con una pequeña sonrisa, parecía que también había llorado, así que era la única que se había contenido frente a Mina, miró a Chaeyoung quien estaba sentada en el sofá en silencio. "Son, acompáñame a llevar sus equipajes, que no estás invalida". Asintió y se levantó.

Sana se le quedó mirando. "Hey". Llamó su atención y se separó un momento de Myoui. "¿A mí no me vas a abrazar?". La coreana salió corriendo y la abrazó con fuerza. "Sabes que te odio por robarte a mi mejor amiga pero sé que la vas a cuidar y si no lo haces te arranco el clítoris con una cuchara". Le dio leves palmaditas en la espalda para calmar el llanto.

"Te voy a extrañar rata de alcantarilla". Si que tenía una rara forma de despedirse, Momo y Mina se miraron antes de encogerse de hombros.

"Creo que hay que dejarlas". Hirai asintió. "Mapache muerto de hambre". Ellas tampoco eran tan buenas con las despedidas. "Cuídame a Sana". Se le quedó mirando a los ojos. "En serio, puede ser difícil pero por favor...no le hagas daño".  Asintió. "Sé que no lo harás porque la amas y también amas mucho tus dedos, no quieres que te los corte". Le dio un besito en la mejilla. "Ya es hora de irnos, ve a por ellas". Se metió en el auto y se quedó mirando como Momo agarraba a Sana en peso, sabía que iba a protegerla incluso más de lo que ella pudo y podía.

Los team misana falleciendo en este capítulo.