A beautiful life with you
Tener que despedirse de ese magnífico lugar le estaba costando más de lo que alguna vez pensó, sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto que había llorado la noche anterior, quería estar con Mina como en los viejos tiempos, le dolía tener que dejarlo atrás pero era para un bien mayor oír fin vivir con la chica que le gusta, Momo se había vuelto lo más importante en su vida así que quería estar lo más cerca de ella que se podía estar, aún así sentía que irse de ese lugar era como la finalización de algo importante.
De lo que ella siempre va a decir que es lo mejor que le ha pasado, al pisar esa casa se dio cuenta que cosas importante pasarían y que deberían quedarse ahí, así que contra todo pronóstico ella dijo que si aunque Mina no estaba tan convencida de ello, era un pequeño y acogedor lugar que las protegió de tantas cosas, como eso que las unió tanto que se consideran más que mejores amigas, sin hermanas que fueron formadas en el interior de una casa lo que es gracioso, sonrió levemente al recordar las tantas cosas que pasaron.
La primera vez que besó a Momo, a veces los besitos de buenas noches sirven para más que ser una despedida de un día en específico, pueden llegar a juntar a más personas de las que parece sobre todo si son tan compatibles, se querían tanto que sentían que cada día rozaban más el amor, no se lo habían dicho pero sí que sería algo importante cuando pasará, es como eso que buscan las parejas todo el tiempo pero ellas se lo han tomado a la ligera, como todo en general, miró el sofá, la mayoría de las cosas pasaron ahí.
Cómo cuando se estaban besando y Momo vio la foto que tenía con Mina, pensando que eran novias se alejó porque no sería alguien que rompiera algún tipo de relación, no llegaría tan bajo, y la verdad es que eso le hizo saber que nunca la iba a dañar porque sabía lo que era eso de romper algo con alguien solo por querer estar con una persona sexualmente, si ese día no se hubieran detenido de seguro las cosas no no fueran sido tan lentas, ya que de seguro después de eso todo sería muchísimo más fácil, además de una apresurada primera vez.
Que todavía no han tenido y aunque se un tema en el que piense más de lo que debería, quiere y necesita, sigue clavando en su cabeza como un recordatorio de que no han llegado a ese punto tan alto en la relación, de seguro porque ambas partes no ponen su mayor esfuerzo pero siente que eso cuando pase será lo mejor del mundo pero por ahora lo único que debe es pensar en cómo va a sentirse en el primer día que tenga que vivir con Momo y este a solas o cosas por el estilo, se siente bastante intrigada por ello.
Pensándolo bien es un tema en el que no han estado ni cerca de hablar, parece que Momo no ha pensando para nada en ello tal vez porque no está preparada o porque simplemente no ha encontrado el momento para hacerlo, así que de seguro tendría que buscar la forma de insinuarlo sin que sea demasiado obvio, hace poco se dio cuenta que ha estado deseando muchas cosas y que siente que no debe esperar tanto como lo hizo con aguantarse lo que sentía así que se seguro trataría de hablarlo.
Aunque tampoco tiene muchas esperanzas ya que parece que su novia es una chica simple que no piensa en ese tipo de cosas, puede que no tenga tiempo por estar pensando que es adorable es algo que le ha estado repitiendo desde hace mucho y la preocupa bastante porque cree que no debería actuar tan lindo para que no esté pensando en ella de esa forma, le gusta, pero también quiere experimentar, saber lo que es estar con la persona que ama sin obligaciones y mucho menos forzada, es lo que desea y espera que dentro de poco las cosas se solucionen por completo con ese tema tan complicado.
Además de que le da vergüenza hablar de ello, siente que es alguien que prefiere ocultar lo que siente cuando son ese tipo de cosas porque cree que es algo muy íntimo y cada que lo intenta hablar con Myoui su corazón se acelera mucho o cambia de tema porque es demasiado vergonzoso, muy diferente a la menor que le dice las cosas sin problemas porque está segura que es un tema que no hay ningún problema de tocarlo y hablar de ello, no tiene absolutamente nada de malo por lo que está bien.
Miró de reojo a la cocina y sonrió, desde casi quemar las casa las primeras veces a hacer tanta comida que les alcanzaba para tres días, todo eso pasó en ese pequeño lugar, va a extrañar tanto gritar porque la cocina no funcionaba o cerrar los ojos antes de abrir la nevera esperando que Mina no se comiera su yogurt, todos eran recuerdos que se llevaría en el corazón y que los extrañaría porque al fin y al cabo serían cosas que nunca volverían a pasar o por lo menos no en esa casa, le gustaría poder quedarse pero siente que debe seguir adelante.
Es una historia que apenas está comenzando a pesar de todo lo que ha pasado, un amor que creyeron que no era correspondido cuando si y ahora podrían vivir como lo que siempre quisieron ser, una pareja feliz que es capaz de superarlo todo, así que no debería estar triste por tener que dejar la casa, tiene que sonreírle a la nueva vida que se le está brindando porque tiene suerte de ser feliz después de todo lo que ha vivido, miró hacia todas partes, estaba llenos de cajas listas para ser llevadas al nuevo lugar, ni siquiera sabía en donde las iba a meter.
"Hola, bebé". Sintió que alguien la abrazó por detrás. "Mira lo que te traje". Un pequeño pastel de chocolate y fresas, uno de sus favoritos, sonrió, si que tenía suerte, había conseguido a alguien con tan gran corazón como lo era la mayor y aunque al principio no tenían ni idea en donde iban a acabar están aquí, ahora mismo, siendo lo más importante y valioso que tienen en sus vidas, definitivamente agradecen todo el tiempo que pasaron juntas y siempre va a estar agradecida con Mina por obligarla a ir a ese bar en el que pasaron tantas cosas.
"Muchísimas gracias". En esa pequeña burbuja de amor que lograron formar con esfuerzo y dedicación en cada paso que daban, se podría decir que eran de las personas más felices del mundo a pesar de todo lo que les estaba pasando pudieron seguir y luchar para poder formar esto, una relación estable que saben que durará mucho tiempo y que serán felices en cada momento. "¿Y las chicas?". Justo cuando lo preguntó dos personas entraron con una enorme sonrisa.
"Oh mira fresas". Mina agarró una sin preguntar y se la dio a su novia en la boca quién se sonrojó, Momo quiso burlarse de la rubia hasta que Sana agarró una fresa y se la dio en la boca, parecía que ambas estaban haciendo exactamente lo mismo sin darse cuenta, luego hicieron lo mismo entre ellas y caminaron hasta el patio trasero, Hirai y Son se miraron sorprendidas, tenían de novias a copias exactas. "¿Crees que los nuevos dueños le pongan feel special?". Se cruzó de brazos e hizo un mohín, lo único que no se podían llevar era la planta, estaban preocupadas ya que no sabían si la cuidarían tanto como ellas lo hicieron.
"Son universitarias siento que vamos a tener que colarnos en las noches y ponerles feel special". Asintieron. "Además de echarle agüita y limpiarle las hojitas". Usar tantos diminutivos solo significaba una cosa y eso era que iba a llorar. "La pobre plantita va a fallecer solita". Myoui la abrazó y negó con la cabeza, ella no dejaría que les pase eso a lo más grande que tienen, es como si fuera su hija, esa que tanto amaron pero tienen que abandonar para irse con sus nuevas parejas, que malas madres son, bajó la mirada y se dio cuenta que llevaban zapatos a juego.
"Parece que somos pareja". Se sonrieron y se dieron media vuelta, Momo y Chaeyoung estaban metidas en unas cajas una frente a la otra apuntándose con sus dedos como si fueran unas pistolas, tenían de novias a dos niñas lo bueno es que se llevaban bien y podían ir a cualquier lugar porque eran como una gran familia en la que podían encontrar lo que sea. "Son unas bebés". Dijo en un suspiro antes de cruzarse de brazos. "Vamos a tener que ir y llevarlas a un parque". Soltaron una risita y se tomaron de las manos, nunca habían estado tan cerca.
Desde que se mudaron se dieron cuenta que su cercanía aumentó más de lo que había pasado cuando era compañeras, se miraba y sonreían de la nada como si fueran dos enamoradas cuando en realidad eran dos chicas que se querían tanto que sentían que eran hermanas, chocaron los cinco antes de tomar de los costados una caja gigante y con su fuerza levantarla, estaba tan pesada que jadearon y abrieron los ojos como platos al mismo tiempo, si que estaban sorprendidas de lo que había en esa casa, eran dueñas de casi todo.
Así que todo estaba demasiado pesado porque siempre buscaban tener lo mejor, algunas cosas se irían a la casa de Mina y Chaeyoung que son las que necesitan muebles porque Sana y Momo ya tenían casi todo, se dividieron lo que necesitaban, estando de acuerdo en cada una de las cosas que decidieron. "Si te soy sincera siento que cuando nos casemos será con dos pequeñas niñas". Rieron y asintieron mientras acomodaban la caja en la parte trasera de la camioneta. "A veces siento que tengo de novia a alguien que debo cuidar como una bebé". Asintieron, siempre sabían lo que la otra pensaba así que no bastaron más palabras.
"Ni me lo digas a mi". Sonrió en grande mientras veía como Hirai traía con bastante esfuerzo una caja que era del tamaño de la que ambas trajeron eso la impresionó demasiado, Mina y ella se miraron era obvio que no dirían nada pero sí que se asombraron por aquello.
"Eres como una Hulk pero de color natural". Momo dejó la caja y bostezó parecía estar bastante cansada por lo que estaba haciendo, estaban desde la mañana así que podían entender que ya no tenían la misma energía de la mañana.
Luego de mirarse por algunos segundos en silencio se dieron cuenta de que debían pagarle a alguien para que siguiera llevando las cosas porque estaban cansadas y debían descansar, sería su primer día en la casa de la mayor eso la ponía bastante nerviosa ya que no sabía cómo sentirse, si estar feliz, triste, nostálgica o bastante adustada por lo que parecía la primera noche que tuviera que compartir cama con la primera chica que le gusta tanto que siente que podría dar la vida por ella, su corazón late con fuerza por la simple imaginación de la situación.
"Haré una cena en la casa así que vayan o si no las asesino". Mina asintió al igual que Chaeyoung era obvio que irían así tendrían a alguien que les hiciera la conida y ellas comprarían el alcohol para celebrar la mudanza, una casa que estaba llena de recuerdos y lista para construir muchos más con sus nuevas dueñas, aún sintiéndose mal por dejar de lado sus vidas sintieron que era lo correcto, que ya debían crecer y dejar algunas cosas atrás como por ejemplo ese hogar que tanto amaron y que pronto será el lugar favorito de esas dos chicas que cuidarán bien el lugar.
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