Capítulo 19
Esta mañana, Blitz despertó en su desordenado departamento sin ganas de hacer nada, su mente, la cual ya de por si era un revoltijo de pensamientos, ahora estaba peor, la visita que le dio a su hermana en el hospital no solo le trajo algo de paz al saber que ella estaba viva, también le dio nuevas preocupaciones, pero la principal de todas era: ¿Como pagaría su rehabilitación?
Las clínicas especializadas en eso costaban una millonada, cosa que evidentemente no tenía, y las que eran accesibles, no estaban en las mejores condiciones, pero no se iba a rendir, si tenía que trabajar todos los días de madrugada hasta la noche, entonces lo haría, incluso pensó en vender su camioneta y alquilar un cuarto en lugar de un departamento para poder obtener dinero mas rapido.
O eso creía hasta que Striker llego el dia anterior con una solución que lo ataba de manos.
Flashback...
El aire que corría por la azotea parecía cada vez mas frio cuando golpeaba la cara de Blitz, la conciencia le seguía removiendo al saber que aun tenia es trato, pero habia algo mas que le decía que algo iba a pasar, algo en el tono del mensaje que Striker envio lo hizo estremecer, "Esto te conviene, vaquero", algo que podría significar muchas cosas, pero de quien venía era lo que le preocupaba, con Striker se podria esperar lo que sea, ademas no se habia olvidado del trato que los unió en un principio.
Cuando la sombra de su "socio" se asomo por la puerta un escalofrio le recorrio la espalda, ahora esa sonrisa ladina le parecía peligrosa, pero ¿qué opción tenía? Nadie lo obligó a inmiscuirse en ese trato con Striker, y ya no veía forma de como salir sin lastimar a nadie, en específico a Stolas.
—Blitzy, cuanto tiempo— dijo con una voz burlona que le causaba molestia al contrario.
—Solo... Fueron unas semanas, además no ha habido algún examen importante o tarea— se excuso tratando de sonar lo mas seguro posible, pero parecía que sus nervios lo estaban traicionando.
—¡Já! Claro claro, eso es suficiente para ignorar mis mensajes ¿no? O es que... La realeza ya te tiene controlado— esto le cayó como balde de agua fría a Blitz, el peso de las palabras de Striker, Stolas no lo tenia controlado, simplemente lo habia hecho abrir los ojos a otra realidad, claro que en un principio pensó que por ser el hijo del dueño de la universidad seria el tipico chico malcriado que vivía a expensas de su papi, pero en su lugar descubrió al que es ahora la persona que mas amaba de manera romántica, que el tampoco la tenia facil al estar viviendo toda su vida en una jaula dorada.
—Se directo, ¿para que me llamaste?—
—No hay que ser tan agresivos Blitzy, vengo para darte algo que podría interesarte— de su mochila sacó un fajo de billetes, facilmente ahi tenia unos miles de dólares o al menos eso pensaba.
—.... ¿Que es esto?— pregunto dudoso y con algo de miedo, creía que Striker estaba haciendo algo mas turbio que simplemente robar las respuestas de los exámenes y de las tareas.
—Lo que quería contarte, varios estudiantes me han estado pagando por entregarles las respuestas, y bueno, como tú ayudaste distrayendo a ese ingenuo ricachón, crei que seria justo compartir las ganancias contigo— le extendió el fajo —Úsalo sabiamente—
—Pero... No puedo...—
—¿Que?—
—No puedo, esto esta mal— luego se quedó pensando en lo que acababa de decir, algo que sonaba estúpido a sabiendas de que no era el indicado para decirle lo que era correcto y lo que no.
—¿Perdón? Creo que no has entendido nada Blitz, no te conviene hacerte el santo conmigo, "Esta mal", ¿que paso con el tipo despreocupado de hace meses que hacia las cosas fáciles? Ah, espera, ya lo se—
–Striker por favor...—
—¿Acaso... Te enamoraste de ese Goetia?— su pregunta fue como una bala directo a su corazón, y la respuesta a esta era clara, ambos lo sabían, pero Striker no dejaría que todo su esfuerzo por mantener a flote ese pequeño negocio se fuera al caño —Blitz.... No, Blaine, tú bien sabes, mas que nadie sabes, que no debias encariñarte con ese larguirucho— dijo cambiando su tono e voz a uno mas duro.
—N-No es...—
—No, claro que lo es, y sabes que, no voy a dejar que esta patética telenovela continue, agarra el puto dinero antes de que me arrepienta—
—¡No lo entiendes Striker! ¡Stolas es diferente! El es tan amable, tan sensible, y... ¡Mira no se por que te digo todo esto si ni siquiera te importa! Solo se que el no merece que lo esté utilizando para tu puto negocio— grito sin control, y se arrepintió de esto cuando vio a su "socio" directamente a los ojos, si las miradas mataran, el ya estaría muerto.
—No me vengas con esas mierdas de amor Blaine, y no es solo "mi negocio" es NUESTRO negocio, tú también participaste, y si yo caigo, me asegurare de arrestarte conmigo, ¿estas dispuesto a perder todo por ese Goetia?—
Un silencio invadió la azotea, la mente de Blitz volvía a ser un revoltijo de emociones, por mas que no quería admitirlo, él tenía razón, el habia participado en esto, nadie lo forzó, era tan culpable como Striker, o quizá mucho mas, ya que le mintió a Stolas desde el inicio, pensaba que todo era fácil de controlar, pero por mas tiempo que pasaba a su lado, la tarea que solía ser sencilla, se volvió una carga en su espalda que ahora parecía pesar mas.
—... El no merece esto—
—Awww que lastima, pues tienes que decidir, o continuas conmigo y mantienes todo lo que has logrado, o decides actuar como "el héroe" y te quedas sin nada, sin beca, sin estudios... Sin ayudar a Barbie— de repente el cuerpo de Striker se estrelló contra uno de los muros de la azotea, ya que Blitz en un movimiento rápido lo empujo y retuvo ahi.
—Jamás menciones el nombre de mi hermana, maldito imbecil, ¿tu que sabes de ella?—
—Jaja, asi que toque un nervio. Pero esta en tus manos Blitz, ambos sabemos que necesitas desesperadamente este dinero, de puro amor no vas a mantener tu beca, ni pagar la factura por la rehabilitación de tu quería Barbara, tienes 20 segundos para elegir, antes de que me largue y yo mismo le revele todo lo que has hecho a tu larguirucho—
Blitz apretó los puños, ese tipo sabía muy bien como desatar su rabia, y lo peor, era que decía la verdad, ahora tenía que debatirse entre el amor fraternal y el amor romántico, ver a su hermana en esas condiciones no era algo que quisiera volver a vivir, ella habia sufrido bastante, mucho mas que el, ahora estaba en sus manos poder compensar todo lo que causaron sus acciones pasadas, pero por otro lado, Stolas no merecía que le siguiera mintiendo, no cuando le habia demostrado un amor y preocupación genuinos, no podía soportar ver que su corazón se destrozaba si se enteraba de la verdad.
—Dame mi maldita parte— dijo finalmente, siendo esas palabras su sentencia para lo que vendría de ahora en adelante.
—Muy bien Blitzy, sabia que eras inteligente— le entrego lo que le corresponde y camino a la puerta de la azotea —Por cierto, los finales de este semestre ya se acercan, y sabes lo que significa—
—... Si—
—No quiero ser el villano aquí Blitz, pero necesitabas que te dieran un golpe de realidad, de amor no se come, responde cuando te escriba— y acto seguido, salió del lugar.
Estando solo por fin, Blitz arrojó violentamente los billetes contra el suelo, una furia intensa recorria todo su cuerpo, toda la situacion parecia una pesadilla, deseaba que lo fuera, por otro lado, una voz interna le decía que debía afrontar las consecuencias de las decisiones que tomo, maldiciéndose por haber aceptado este trato en un inicio, si pudiera regresar el tiempo, le hubiera hecho caso a Moxxie cuando le advirtió de Striker. Pero ahora solo quería que su hermana recibiera el mejor tratamiento posible.
Fin del Flashback...
—Espero que algun dia me perdones por esto Stolas— dijo al aire en su departamento, mientras observaba el pago por su "Trabajo" puesto sobre su mesa de la cocina, con un dolor creciendo en su pecho, se sentía como un traidor, la peor escoria que podía existir, ¿que otra opción tenía? Era salvar o no salvar a Barbie, sin embargo ni siquiera el hecho de que su hermana estaría en mejores manos lo consolaba. Como se lo habia repetido millones de veces, Stolas no merecía que lo siguiera engañando, a veces se preguntaba qué sucedería si su yo de antes, el patan rompecorazones que solo buscaba su propio beneficio, lo tendria mas facil con ese "negocio", claramente si, pero ese antiguo Blitz ya habia muerto, y Stolas era el culpable de ello, haciéndolo ver que el podía ser mejor, que merecía la felicidad a pesar de sus errores pasados, pero ahora, todo se estaba arruinado.
—¡Maldita sea!— gritó golpeando la mesa, quería destruir todo lo que estaba a su alrededor, aun así, ¿que solucionaba con eso? Nada, las cosas no cambiaran por una explosion de furia en ese pequeño lugar, ni lo haría sentir mejor consigo mismo —Soy una mierda— llevo sus manos a su cabeza, apenas comenzaba la mañana y ya se encontraba cansado de todo, de repente el sonido de su celular lo devolvio a la realidad —¿¡Que!?—
—¡Blitz! ¿Donde estas? Millie y yo te estamos esperando—
—¿Como?— se dio un golpe en la frente por haber olvidado de que tenia que ir a recoger a sus amigos para llevarlos a la universidad —Carajo, ya voy—
—B, ¿esta todo bien? No suenas como de costumbre— preguntó su amiga.
—Nos vemos después— rápidamente colgó, no se sentía de humor para dar explicaciones sobre sus problemas, al menos no por ahora y esperaba que sus amigos lo entendieran.
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En la mansion de los Goetia, Paimon habia solicitado la presencia del personal, hijo e hijastro, para recibir a su esposa y a Stella que ya estaban de regreso luego de su largo viaje a Francia, para Stolas esto solo significaba que el ambiente en la mansión volvería a ser tan hostil como de costumbre, por su mente pasaban los días en los que podía tener libertad, pero ahora ese estilo de vida que era normal para otros jovenes de su edad, debía de mantenerlo oculto al menos hasta el próximo viaje que su "familia" haría en algún momento, era eso o las consecuencias para el serian muy malas, era mejor mantener a Paimon en la ignorancia.
Stolas observo por una de las ventanas de la mansion a la gran limusina de la familia ingresar por el portón, a Stella y su madre les encantaba presumir del lujo en el que vivían, dio un suspiro largo mientras preparaba su mente para una segura ronda de insultos por parte de su hermanastra, pronto ambas salieron del vehículo, seguidas del personal de servicio que llevaban sus maletas y varias bolsas con logos de marcas exclusivas y costosas.
—Ponte derecho— le dijo su padre con su típica voz severa y carente de emociones.
El simplemente hizo caso a su orden callado, sus manos ya mojadas por el sudor frío luego de la advertencia, y a mirada penetrante de Andrealphus tampoco le ayudaba, al menos desde la amenaza que Alfred le hizo esa vez el ya no habia intentado acosarlo fisicamente, pero las miradas no dejaban de ser incómodas.
Pronto la puerta se abrió, dejando pasar a la esposa de su padre y a Stella, quien tenía su tipica sonrisa altanera y burlona, observando a Stolas de pies a cabeza, planeando que decir con respecto a su apariencia física.
—Ahg, lo mismo de siempre, sigues siendo igual de cerdo— dijo con desdén, caminando sin saludar a nadie.
—Stella, compórtate y saluda a Paimon por favor— la regaño su madre pero en realidad no le importaba cómo actuara su hija mientras su esposo la siguiera manteniendo, prueba de ello era que en todo momento estuvo viéndose frente a un pequeño espejo retocando su maquillaje, además que nunca mostró un interés por lo que Stolas sintiera.
—Si, si, buenos días— dijo Stella sin voltearse y caminando a su cuarto, haciendo ruido con sus tacones por la mansion.
–Querida, bienvenida de nuevo— la saludo Paimon con una falsa amabilidad y carente del amor típico de una pareja.
—Te extrañe bastante cariño, no veía la hora de volver con ustedes, Paris fue bastante agotador— dijo en tono dramático, mientras se dirigía a saludar a su hijo biológico —¿Como estas Andy? ¿Ayudaste en el negocio?—
—Por supuesto madre— respondió sonriendo con altaneria, la relacion con sus hijos era mera actuación a una familia feliz, pero poco les interesaba mientras vivían una vida cargada de lujos. Stolas se mantenía al margen de la escena, ya acostumbrado a ese espectáculo, mirando hacia su fiel mayordomo en busca de confort o una salida de esta situación incómoda, de repente sintió que su padre lo observaba con frialdad, esperando algún error de su parte, cosa que evito todo el tiempo.
—Mi señora, permita que los sirvientes lleven su equipaje a su habitación— dijo rápidamente el anciano mayordomo dando un paso al frente, desviando la atencion que tenia Paimon sobre su hijo hacia el.
—Oh Alfred, tan eficiente como siempre, que sea rápido– la mujer tomó la mano de su esposo, caminando hacia el interior de la mansion juntos, Andrealphus al ver que no tenia mas que hacer, se fue a otro lado, Stolas por su parte exhalo un gran suspiro contenido, al menos ya estaba libre de ese momento tan tenso.
—Gracias Alfred, no se que haria sin ti— dijo llevándose una mano al pecho.
—No se preocupe joven Stolas, mejor vaya por su mochila, llegara tarde a su primera clase— el le dio un pequeño abrazo a modo de agradecimiento y se alejo a su propia habitación, sentía que ese seria un dia muy largo.
Con su mochila colgada en el hombro, subió al auto del chofer quien continuó con su trabajo de llevarlo a la universidad, en el camino le envió un mensaje a Blitz, diciéndole que lo esperaría en la biblioteca para su lección semanal, aunque ambos sabían que se la pasarían conversando de lo que sea, pasando un agradable rato juntos, una sonrisa ligera se plasmo en su rostro, le encantaba estar con el, conversar, almorzar, con Blitz se sentía libre, que podía ser el mismo sin miedo a ser reprendido.
Aunque se llevó una gran sorpresa cuando lo vio parado justo en la entrada de la universidad, con un ramo de sus flores favoritas y una gran sonrisa en su rostro, parecia que hace mucho que no se veían y Stolas se sentía feliz de que este se haya tomado la molestia de darle un detalle.
—Blitz, eres el mejor— dijo acercandose rapidamente para recibirle las flores.
—Sabia que te gustarían— tomo su mano para guiarlo al interior de la universidad, habia planeado algo y queria que todo saliera bien —He preparado un desayuno para ti—
—¿De veras?— los ojos de Stolas brillaron de emoción, estaba tan agradecido por ese gesto de parte de Blitz, todas esas nuevas experiencias lo llenaban de una calidez única. Entonces se dejó guiar por él por los pasillos del edificio —Sabes parece que me estas consintiendo mucho, primero flores y ahora un desayuno, eso si que es muy lindo—
—Jeje, llámame cursi pero sentía que te lo debía, hace tiempo que no tenemos tiempo para los dos solos—
—Lo se— dijo un poco nostalgico, sus ultimas reuniones fueron nada mas que en la biblioteca para ayudarlo a estudiar, claro que hablaban de otras cosas, pero no era lo mismo, ambos querían pasar un rato alejados de todo, de los estudios, sus problemas, frustraciones, ambos encontraban su ansiada libertad en el otro.
Blitz lo llevo hasta la azotea, donde habia preparado una manta con una canasta llena de comida, bebidas, y todo lo necesario, era como una especie de picnic.
—¿Tu hiciste todo esto?— pregunto admirado.
—Bueno, he tenido un poco de ayuda de Moxxie y Millie, pero la idea fue cien por ciento mia— dijo con una sonrisa algo altanera —Ven, siéntate— lo guio hasta donde la manta estaba e hizo que se sentara en uno de los extremos, soltó su mano dispuesto a ir a su sitio pero Stolas lo detuvo.
—Puedes sentarte a mi lado—
—Claro... Si, claro— hizo caso a su petición.
Blitz empezó a sacar la comida de la canasta, eran sandwiches de jamón, pavo, queso, unas bolsas de papas fritas par acompañar, gaseosas en lata, frutas, en fin, habia muchas opciones para escoger, cada quien escogió lo que quería comer, poniéndolo en sus platos. Por unos minutos se quedaron así, disfrutando en silencio mientras comían, para Stolas no habia nada mas rico que lo que preparaba Blitz, asi fuera algo simple, apreciaba el esfuerzo que ponía en todo lo que hacía por el, y también deseaba que en algún momento pudiera devolverle el gesto.
—Todo esta delicioso— dijo dándole otra mordida a su sandwich —Te lo agradezco mucho Blitz, siempre eres tan lindo y detallista—
—Bueno, es lo menos que puedo hacer por ti— después de eso su cara se puso seria, era el momento de hablar sobre cosas importantes y revelaciones —Stolas, no solo estamos aqui para desayunar, hay algo que debes saber, saber sobre mi— se tomó un momento para ordenar sus palabras, esto era mas difícil de lo que pensó, pero ahi tenia a ese hermoso chico viéndolo atentamente a la espera de una respuesta.
—¿Todo está bien?—
—¡Si! Si... Bueno... Algo asi, mira, tu has sido sincero conmigo en nuestra primera cita, contandome de tu pasado, y es por eso que ahora quiero decirte sobre mi— tomo un sorbo de su lata de gaseosa antes de continuar con lo que diría —Recuerdas... Que te dije sobre mi hermana, y que esta internada en una clinica de rehabilitacion—
—Claro—
—Ella... Termino asi por mi culpa— Stolas estuvo a punto de refutarle y decirle que no era así, pero Blitz lo interrumpió —Dejame explicarte por que, hace años, mi familia y yo teníamos un circo, dudo que lo hayas conocido por la represión de tu padre, pero era bastante popular...
Flashback...
El público estaba emocionado al ver a los payasos del famoso circo realizando sus actos, los gritos y las risas de la impresión resonaban debajo de la gran carpa bicolor, el señor Cash Buckzo estaba parado en el centro de todo como maestro de ceremonias, pero el no era el único que se lucía, ya que la estrella principal del espectáculo era su hijo adoptivo, "el gran Fizzarolli", un pequeño de diez años con un talento y carisma inigualables, cuyo nombre real era Fabio.
Todos estaban tan atentos al pequeño niño que sus payasos de apoyo casi pasaban completamente desapercibidos, entre ellos, Blaine, era el hijo biológico de Cash pero básicamente lo estuvo relegando a "payaso de apoyo", desde su vision, el no era tan sorprendente como Fabio, no era carismático, ni gracioso, y eso no le daría dinero, cosa que para el era lo unico que le importaba. Pero Blaine quería demostrar que si valía algo, simplemente necesitaba la oportunidad.
—Algun dia yo sere la estrella— dijo mientras observaba todo el espectáculo desde una esquina sosteniendo una pieza de utilería.
Unas horas después de que la función habia terminado, las luces brillantes se apagaron, y el público se retiraba con grandes sonrisas de satisfacción por la increíble actuación de todos, sobretodo de Fizzarolli, ya ambos niños estaban descansando, jugando con sus juguetes a una historia fantasiosa que se habían inventado en ese momento, aunque estaban algo agotados, aun tenían un poco de energía, las ventajas de ser niños.
—¡Jajajaja no Blaine a los piratas no!— reía el pequeño Fabio sosteniendo un gastado caballito de plastico.
—¡Aaaaaaaaahhhh, te robare tu tesoro!— grito feliz mientras le acercaba su caballo para hacerle cosquillas, ambos se rieron divertidos por cada ocurrencia que tenían a medida que avanzaban con su juego improvisado.
—¡Blaine!— un grito los devolvió a la realidad, se trataba de Barbie, su hermana melliza —¡Prometiste ir a ver a mamá luego de la función!—
—¡Es cierto! Nos vemos mas tarde Fizz— dejo todos sus juguetes en el suelo para salir corriendo a la carpa donde su madre descansaba, Tilla Buckzo habia sido diagnosticada con una enfermedad que no le permitía hacer muchos movimientos, por lo que la mayor parte del tiempo se la pasaba recostada en cama, pero esto no era impedimento para que pudiera criar y cuidar de sus hijos.
El niño llegó con una sonrisa grande en el rostro de por fin poder ver a su amada madre, porque siempre se encargaba de darle ánimos y motivación para lograr sus metas, aun cuando su propio padre lo menospreciaba.
—Mi pequeño— dijo Tilla dejando escapar un suspiro al final, a veces su respiración le faltaba y no podía hablar con tanta fluidez.
—¡Mami! ¡Debiste estar viéndonos en el espectáculo, todo fue increíble!— se subió a su cama para abrazarla delicadamente porque no quería lastimarla.
—Estoy segura de que si... Mi niño... Tienes un gran talento...—
—Buenooo, en realidad fue Fizz el que hizo que todos aplaudieran, papá de nuevo me puso en el fondo— dijo bajando su rostro, puede que no lo demostrara pero si le afectaba que su padre siempre lo dejara en segundo plano cuando de espectáculos se trataba. Tilla lo miró con comprensión, si tuviera una mejor salud, ella misma le daría un alto a su esposo por el trato tan diferencial que tenia con sus hijos, pero esta era la realidad, y hacia lo que estuviera a su alcance para cuidar de todos los niños.
—Mi amor— tomó su rostro entre sus manos con ternura —Fizzy es muy bueno, pero no necesitas ser como el, tu tienes tu propio brillo y talento, y en algún momento todos se darán cuenta de ello, así como yo lo hago—
—Pero... ¿Y si ese dia nunca llega?— pregunto con la típica inocencia infantil.
—Claro que llegara, puede ser mañana, en una semana, en un año, cuando sea, pero lo importante es que llegara—
—¿Y tu estarás ahi para verlo?— esta pregunta hizo que a Tilla le diera una punzada en el pecho, con su condición no sabia cuanto tiempo le quedaba, mucho menos como le podria explicar eso a su hijo, lo que si tenia claro era que mientras tuviera vida, ella se encargaría de darle el apoyo que necesitaba y que Cash le negaba.
—Blaine, escuchame, estas destinado a lograr grandes cosas, y ten por seguro que estaré a tu lado viendo como consigues tu propio éxito, incluso si tu no puedes verme, no olvides que siempre estaré contigo.
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Uffas no puedo creer que ya ha pasado mas de un mes desde el ultimo capitulo de Helluva Boss y aun no lo puedo superar, necesitamos que ya salga la tercera temporada, pero por lo menos tendremos los cortos o al menos eso fue lo que nos prometieron.
Con respecto al capitulo que acaban de leer, espero que les haya gustado, no recuerdo cuando fue la ultima vez que publique pero tratare de que sea mas seguido, ya va tomando forma la historia y a penas vamos por la mitad de esta.
MIK.
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