Una aclaración, aqui todos son humanos.

El bus llego rapido a su destino, aunque por poco no se baja de este al estar tan pensativo en la carta que recibió, una vez fuera del vehiculo se encamino a la estacion de policia, las calles estaban semidesiertas al ser demasiado temprano, algunos también tenían que ir a trabajar, encontrándose en frente del edificio saludó al guardia que lo dejó pasar, era una mañana tranquila, a comparación de otros días donde los oficiales corrían de un lado para otro, se dirigió al armario donde guardaba su uniforme asignado.

—Oh ya estás aquí Blitz— lo recibió su compañero Maxwell, o como el apodo cariñosamente…

—Moxxie, que bueno verte de nuevo— pasó su mano amistosamente sobre sus hombros mientras sacudía su cabello con la otra.

—Insisto, con decirme Max era suficiente— el muchacho más pequeño que él se separó de su agarre para tomar sus herramientas de trabajo.

—Nah es demasiado común, además Moxxie es mucho mejor ¿a que si?— su conversación se ve truncada por la alarma de las 5:00 am, momento en el que debían empezar con su empleo.

Las siguientes horas de la mañana se la pasaron entre barriendo y trapeando pisos, recogiendo papeles inservibles, ordenando escritorios desocupados, entre otras labores, pero la mente de Blitz estaba en otro lugar, aún rodaba en su mente ese maldito párrafo de advertencia, necesitaba una solución para no perder su única oportunidad de salir adelante, si bien sentía que la universidad era una pérdida de tiempo, estaba aprendiendo algunas cosas que por su cuenta no lo haría, y si que necesitaba de esa información para cumplir su objetivo.

Quería tener su propio negocio, aún no estaba seguro de que iba a ser, se consideraba a sí mismo alguien que le gustaba hacer de todo, y que al final dejaba sus proyectos a mitad de camino, pero tenia claro que lo lograria, solo necesitaba encontrar algo a lo que quisiera dedicarse el resto de su vida mortal.

Aproximadamente a las ocho se tomó uno de los descansos que tenía permitidos en su turno, aprovechando para acercarse al despacho de uno de los trabajadores de la comisaría, no para reunirse precisamente con este, sino que ahí se encontraba la practicante a su cargo, hace poco tiempo que había llegado a trabajar ahí, y sintió más amabilidad de su parte que de ningún otro en el edificio, además de Moxxie, descubrió también que estudiaban en la misma universidad, pero en diferentes carreras y tiempo, ella estaba a punto de graduarse.

—Charlie, ¿se puede?— preguntó asomando su cabeza a través de la puerta, encontrándose con la chica rubia acomodando unos papeles sobre el escritorio de su jefe.

—Oh Blitz, que gusto verte ¿necesitas algo?— dirigió su mirada hacia él, regalándole una sonrisa amable.

—Si, quería saber si pudiste averiguar algo de lo que te dije— la miró con ojos esperanzados, esperando a que la respuesta fuera positiva.

—Como me gustaría decirte que sí, pero no he podido encontrar el nombre de tu hermana en ninguna de las listas— le dijo con un poco de pesar, ya que sentía que no le estaba ayudando en nada a su amigo.

—No te preocupes, no quisiera meterte en más problemas— recordando un incidente pasado en el que ambos fueron regañados por acceder a la base de datos de su jefe, pero la peor parte se la llevó Charlie, dejándola en la mira de todos. Por lo general, la gente siempre tenía algo bueno que decir sobre ella, debido a su actitud naturalmente dulce, sin embargo en ese ámbito, donde se ajusticiaba a los criminales, los demás la veían como una niñita que vive en su mundo de arcoíris.

—Sabes que siempre estaré dispuesta a ayudarte, solo dime lo que quieras— hizo un gesto con la mano imitando un saludo militar.

—Jeje, lo se y siempre te lo agradecere— miro el reloj en la pared de la oficina, dándose cuenta de que su descanso iba a la mitad, pero antes de retirarse recordó algo importante —De hecho, si hay otra cosita en la que me podrias ayudar—

____________________________________________________

—Diablos Blitz, si que estas jodido— le dijo Moxxie con su celular en la mano, eran las once de la mañana y ya habían terminado su turno de trabajo, justo a tiempo para ir camino a la universidad, que para suerte de ambos no estaba tan lejos. Leyó atento la notificación que le había llegado a su amigo, sintiendo pena por su situación —¿Qué harás ahora?—

—Bueno, Charlie me dijo que necesitaba un tutor si quería mejorar mi promedio—

—Pobre, tendrá que sufrir contigo enseñándote— el moreno lo miró con desdén.

—Ay que gracioso que eres Mox, pero ella no será mi tutora, de hecho le pedí que me diera una lista de posibles tutores de mi carrera, según son “de excelencia académica” y no se que, unos cerebritos de veinte años en resumen— extendió una lista escrita a puño y letra de su amiga, agradece que la buena chica tuviera la facilidad de hacer amistad con todos.

—¿Y entonces, vas a aceptar su consejo?— le pregunto con algo de duda en su voz, pues sabía que Blitz no era de los que le ponían tanto empeño al estudio, y ya se estaba compadeciendo de la futura persona que tendría la desgracia de enseñarle.

—Obviamente, ¿que tan dificil puede ser?— después cambiaron de tema en lo que llevaba a su destino, unos cuantos minutos de descanso antes de sumirse en horas de clases aburridas, “Universidad de Ciencias y Artes Innovadoras”, se lograba leer a lo lejos, indicando que ya debían bajarse del autobús. Caminaron hasta la entrada mezclados entre los alumnos que recién llegaban también, y entre todos, los ojos de su amigo bajito se posaron en una de las chicas que entraba con su grupo de amigas.

—Ahh— dio un suspiro al ver nuevamente a quien pensaba era un amor imposible.

—Hey ¿de nuevo te perdiste en Millielandia?— se burló Blitz, sabía que su amigo quedó prendado de esa estudiante de ingeniería.

—¡No! No es verdad—

—Ay no entiendo por qué te haces tanto problema, solo acercate, habla con ella y pídele una cita ¡No es tan difícil!— lo dijo en voz alta, suficiente para ganarse las miradas curiosas de la gente, que estaban empezando a cuchichear.

—¡Cierra la boca BLAINE!— entonces la gran sonrisa de Blitz se desvaneció.

—Oh. No. Lo. Hicis…

—¡Ustedes dos! ¿Van a entrar o se quedaran peleandose en la puerta?— les gritó el guardia de seguridad —¡Todos los días es lo mismo, y ni siquiera me dan un aumento por ver sus peleas absurdas!—

—Si como sea— respondieron ambos chicos a regañadientes, yendo a paso lento al interior del edificio. Primero entró Moxxie, pero antes de que Blitz pudiera seguirlo, el guardia lo detuvo.

—Blaine, la secretaria quiere verte— este estuvo con el ojo temblando por un rato hasta que simplemente acató la orden del hombre, como odiaba que lo llamaran por su estupido nombre que solo le traía recuerdos de su pasado.

Pero bueno, prefirió mantener su mente ocupada en lo que le podrían decir, estaba seguro que era relacionado a su beca, y que en el peor de los escenarios ya se había ganado la expulsión, una linda forma de distraerse, pero aun asi eso era mil veces mejor que sus recuerdos destructivos. Camino por un largo rato bajo la mirada de algunos “estirados” como solía llamar a los demas, aunque tambien sabia que la cicatriz en su rostro lo volvió un foco de atención, ya estaba acostumbrado y no le molestaba, es más, le gustaba cómo la gente hacia teorías acerca de ello.

—¿Querían verme?— preguntó al llegar a la oficina, la secretaria lo conocía muy bien, pero no sabía cómo tratar con él, era alguien con una personalidad demasiado complicada.

—... Blitz, estoy segura de que ya leíste la notificación— tenia preparada una hoja sobre el escritorio.

—¿Me van a expulsar?— pregunto asumiendo que era una carta de despedida o algo así.

—No, por supuesto que no, solo estamos preocupados ¿has estado pasando por alguna dificultad últimamente?— el chico torció los ojos, detestaba la hipocresía del personal, pero mientras más rápido respondía ya se encontraba en su primera clase.

—Solo cosas de trabajo—

—Entiendo, mira hemos pensado en una solución para mejorar tus calificaciones, he hecho una lista con los números de alumnos que ofrecen tutorias gratis, espero puedas encontrar el indicado— se la entregó en la mano, y ni bien Blitz la tomo, salió de la oficina lo más rápido que pudo, sí era nada más para eso que lo querían ver, entonces había perdido su tiempo, porque Charlie ya le había entregado su propia lista.

—Bien, está bien, ahora tengo que encontrar al “tutor perfecto”—

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Bueno pues, este es el fin del primer capítulo, espero que les haya gustado, la verdad es que estoy tratando de que las cosas no se vean tan obvias y puedan disfrutar de la trama, asi que esten atentos al siguiente.

MIK.