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Motherfucker

Se le iba a salir el corazón por la persona que tenía frente suyo es que había hasta dejado de escuchar con claridad, se apoyó del sofá antes de escuchar lo que no quería, sus ojos lentamente se llenaron de lágrimas mientras trataba de hacerle entender a Momo que estaba pasando algo extraño con su cuerpo y que por eso es que no estaba hablando ni nada pero parecía estar concentrada en ver al esposa de su prima tal vez porque no lo había visto nunca y era la primera impresión que daba, le daba tanto asco que creía que iba a vomitar.

"Él es Jeon Jungkook el papá de ésta hermosa bebé". Se veía tan perfecto como si fuera alguien más no el mismo que le pegaba y maltrataba aunque de seguro ya lo está haciendo, porque con tanto calor nadie se viste como lo está haciendo Rumi, se compadece de ella y le gustaría ayudarla pero ahora no puede ni caminar bien, está colapsando lentamente y no sabe que es lo que tiene que hacer porque siente que en cualquier momento se va a desmayar, siente pena por la prima y la bebé ya que les tocó la peor parte.

En algún momento de su vida tuvo la oportunidad de llegar a estar en ese lugar, pudo ser la esposa y madre de los hijos de un acosador, maltratador y abusivo hombre que no merecía ser feliz porque era un hijo de puta capaz de todo solo para que hagan lo que el deseo, un niño de mami que es agresivo solo porque su papá también lo era, aprendió mal, aunque claro eso no lo hace menos culpable de sus acciones de hecho es peor, porque todo lo que sufrió lo está haciendo con otras personas inocentes.

Le da asco el simple hecho de saber que todavía está vivo y como si nada pasó porque siempre pasa, ella tuvo que mudarse de país huyendo de todo lo que pasó, ella fue la que tuvo que abrir las piernas mientras trataba de pensar en otra cosa que no fuera que estaba matando a un bebé y la única que sabe exactamente todo lo que sufrió solo por estar en una relación con un hombre para que sus padres la aceptarán cuando ni siquiera los veía, de seguro éstos sabían de los problemas de Jeon y no dijeron nada porque les dio igual.

Cómo siempre su hija era la cosa más insignificante del mundo y su estaba lejos de ellos mucho mejor, le dolió tanto cuando se enteró que cuando se fue les dio igual de hecho se emocionaron porque por fin se habían librado de alguien como ella, una persona que no valía la pena, según ellos, los odia y lo hará hasta el final de sus días hasta que no pueda más y tenga que cerrar los ojos para irse de este mundo tanto como odia al chico que está sonriéndole a su novia como si no es quien casi la mata.

Su mano tembló y dejó caer la cámara haciendo que todos se dieran la vuelta, se quedó mirando directamente a Jungkook mientras lloraba, no quería demostrarle que le seguía afectando pero no podía evitar sentir tanto miedo como la primera vez que vio como levantaba la mano, los golpes todavía podía sentirlos y se repetían una y otra vez, su vista se volvió cada vez más borrosa al punto que se le hacía difícil distinguir las partes del rostro ajeno pero lo único que no dejaba de ver en las ojos de éste, porque los odiaba.

Era un maldito cínico capaz de destruir a quien sea por el simple hecho de ser feliz o aparentar serlo porque en realidad nunca acepto que nadie lo amo, está desesperado por buscar amor como si fuera lo más importante del mundo cuando lo que debería hacer es ir a un psicólogo y revisarse porque no está bien, es un demente que no se detiene, nunca lo hace, incluso cuando le imploran siempre ha creído que cada que le gritaba se excitaba, dio dos pasos hacia delante tratando de controlar su cuerpo pero le era imposible.

Estaba a punto de desmayarse o vomitar, no estaba muy consciente de lo que le sucedía. "Mi a-amor vámonos". La jaló del brazo, Rumi asintió e hizo una reverencia antes de prácticamente salir corriendo, la entendía también sentía miedo pudo verlo por como se encogió cuando lo tenía al lado, otra más que cayó en sus encantos y luego se dio cuenta de que debía escapar pero era muy tarde, de seguro la tenía amenazada y con lo más preciado, una pequeña y hermosa bebé, se sentía muy mal por la chica porque de seguro nunca podría salir de eso y si lo hacía las cosas no serían lindas.

Momo al ver a su novia en ese estado se acercó preocupada no entendía que era lo que le estaba pasando, parecía que no escuchaba porque lo único que hacía era mirar hacia la puerta y dar pasos en cámara lenta, se veía que no tenía fuerzas y que su cuerpo seguir en pie solo porque así su cabeza quería que pasará, le dolía la garganta de gritarle pero tampoco la estaba escuchando así que supuso que algo malo había pasado, tanto que ahora estaba actuando como un zombie, con cuidado la tomó de la mano.

"Bebé por favor reacciona". Y antes de que pudiera reaccionar el cuerpo de su novia cayó al suelo, un golpe seco se escuchó en toda la sala y luego un llanto incontrolable, estaba asustada ya que no sabía que era lo que estaba pasando y la quería ayudar pero no entendía la situación en lo absoluto. "Sana por favor". Sus lágrimas chocaban contra las mejillas abultados de la menor, ni siquiera eso era capaz de despertarla, si que era algo grave y debía descubrir que fue lo que sucedió, porque no quería a lo más valioso de su vida.



Se mordió las uñas y suspiró aliviada al ver como los ojos de Sana se abrían lentamente como si estuviera acostumbrandose a lo que acababa de suceder, enseguida que los abrió comenzó a llorar, Hirai no quería eso así que la abrazó y le acarició el cabello para que se calmara quería que le explicará lo que sucedió porque no estaba entendiendo nada y para ayudarla debía saber aunque sea un poco pero a la vez tampoco quería preguntar porque parecía que era un tema que la afectó demasiado, lo que no deja de dar vueltas en su cabeza fue de la salida estrepitosa de su prima y el esposo de ésta.

"¿Estás bien?". Preguntó con lágrimas corriendo por sus mejillas, Sana la miró triste no quería que pasará por eso pero fue inevitable, quería ser fuerte pero fue demasiado para ella así que se desmayó y no pudo controlarlo, nunca le había contado a Momo nada que tuviera que ver con Jungkook ya que no quería asustarla o que se enojara o estuviera triste por no protegerla, que era lo más probable, así que decidió ocultarlo pero ahora ve que fue una mala idea.

A la única que se lo ha contado es a Mina y ésta estuvo varios días en shock por todas las cosas que pasó y lo entendía no fue para nada fácil vivirlo se imagina que escucharlo tampoco lo es lo que le hace pensar que cuando se lo diga a Momo ésta también pasará por lo mismo lo que le da un poco de miedo pero siente que debe hacerlo porque es lo mejor, es la cosa más importante que la ha pasado en su vida, lo que hizo que se mudará de país así que debía ser sincera con su novia.

Con cuidado se sentó y le dio leves golpecitos en la espalda para que dejara de llorar le dolía bastante que lo hiciera, porque era de una forma tan desesperada que parecía que iba a tener un ataque de ansiedad. "Mi amor calmate, por favor". La mayor trata de hacerlo pero no puede, sintió tanto miedo de ver cómo estaba actuando y luego cuando se desmayó, pensó que había pasado algo muy malo y por un momento se sintió culpable, tenía que comenzar a respirar y darse cuenta que no fue su culpa porque no tenía ni la menor idea de lo que pasaba.

"¿Puedes contarme qué te sucede?". Era una pregunta bastante tímida viniendo de la pelinegra, por como la pronunció y abulto las mejillas se veía tan adorable cuando actuaba así y no era muy seguido que lo hacía, casi todo el tiempo estaba seria o cosas así, en cambio cuando estaba con ella tal vez demostraba algo que nadie sabía de ella, como por ejemplo que podía ser adorable lo suficiente como para hacer que su corazón latiera y se derritiera, demasiado linda para ser verdad, es que se sentía afortunada de que fuera su novia.

"Jungkook es alguien del pasado, la misma persona que fue capaz de maltratarme e incluso abusar de mi muchas veces". Los ojos de Momo se oscurecían en cada palabra que salía de sus labios. "Por él...porque no puedo decir gracias a él". Suspiró y bajó la mirada a las manos de la contraria para acariciarlas. "Estoy aquí en Corea, conocí a Mina, a Nayeon, a Chaeyoung y a ti, así que digamos que no estuvo tan mal después de todo". Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas pero se obligó a no llorar porque Momo parecía estar peor de lo que creía que estaría.

"Es un hijo de puta". Apretó los dientes, sentía tanto asco y odio hacia ese hombre que lo único que había en su cabeza era asesinarlo porque así podría liberar a su prima y vengar lo que le hizo a la mujer que quiere, Sana la mira y la abraza porque sabe que es la única forma en la que puede controlar lo que sea que está pasando por la cabeza de ésta, no dice una sola palabra solo solloza mientras trata de calmarse, no le contó lo del aborto tal vez lo haría más adelante pero es algo que ni ella puede soportar.

"Esta todo bien". Le apretó las mejillas y la acercó para besarla, Momo no respondió al principio hasta que se dio cuenta de lo que estaba pasando y subió las manos a su cintura acariciándola, Minatozaki sonrió feliz de poder tener a Momo como su novia ya que era alguien que si tenía sentimientos y que la quería, no podía pedir nada más porque sabía que era la chica de sus sueños, esa que siempre tenía en su cabeza pero que trataba de cambiarla de género para que nadie la molestará.

Sobre todo sus padres que detestaban la idea de que su hija llegará a sentir algo por una chica, aún sabiendo que si lo hizo y muchas veces solo que lo negaba por miedo a ser descubierta, sus papás eran capaces de absolutamente todo para zafarse de ella, y es algo que ha comprobado desde que se fue de Japón porque nunca han preguntado por ella es como si nunca hubieran tenido una hija y aunque duela siente que así es mejor porque, por más que los extraña en algunos momentos de su vida, siente que lo mejor es tenerlos lejos porque así no tendrá que deberle a nadie nada.

Hirai se separó y miró hacia la puerta, decidida a ir por ese hombre y acabar con todo. "No...". Sana no iba a dejar que eso pasará. "Mírame a los ojos". Pidió con un mohín, la mayor enseguida la obedeció. "No harás porque no quiere que te pase nada así que quedaras en casa conmigo y luego vemos cómo ayudamos a tu prima". Asintió y suspiró. "Ahora comeremos helado mientras hablamos de lo que nos pasó en la semana y luego veremos una película".

"Mejor nos besamos y luego pensamos en lo que pasará después". Las mejillas de la peli gris se encendieron.

"¿Y si te da hambre?". Preguntó entre cerrando los ojos.

"Te como a ti". Contestó como si nada sin saber que eso provocaría algo en Minatozaki que sería un serio problema.

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