3.- Promesa
Debo decir que el masaje y el baño de burbujas eran justo lo que necesitaba. La madre de Warden simplemente me condujo hacia una habitación y me dejó a cargo de varias de sus asistentes que me mimaron y consintieron durante dos largas horas.
Cuando salí del baño de burbujas, me condujeron a una habitación donde me ayudaron a alistarme con un exquisito vestido. Debo decir que ni en mi mejor fantasía me hubiese imaginado luciendo un vestido como este. Me siento como la princesa de un cuento de hadas realizando su deseo de ir al baile del palacio.
Cuando abandono la habitación rumbo a la sala, no me reconozco. Doy una vuelta sobre mí misma antes de comenzar a caminar. El vestido es de satín rosa, decorado con perlas y piedras preciosas en los sencillos tirantes y hombros caídos. Tiene un escote de corazón y se ajusta perfectamente a mi cuerpo. Cae elegantemente hasta el suelo y detrás forma una cola que se arrastra por este. La faja de la cintura, es delicada y está decorada igual que los tirantes.
Mi cabello lo han arreglado y recogido en un moño alto con algunos mechones, que me han rizado, y dejado sueltos a ambos lados del rostro. Lo aretes que llevo, no deben ser reales. Las piedras que luzco, al igual que las del vestido, deben ser solo eso, cristales decorativos. Los zapatos que llevo, gracias a dios no son altos, además que con mi estatura no los necesito. Debo decir que no estoy acostumbra a este tipo de vestido o joyas.
Cuando llego a la sala, Warden está de espaldas a mí, y su madre acomodándole la corbata mientras el se queja como si fuese un adolescente. Contengo la risa mientras me acerco sin hacer ruido por la elegante alfombra de color verde olivo.
—¿Tenemos que ir a esa boda?
—Pues claro que sí, no puede faltar nadie de la familia —ella termina y mira en mi dirección—. Querida, estás espléndida con ese vestido.
Warden se gira hacia mí. Y dejo de caminar. Ya dije que luce impresionante sin ropa. Pero vestido de traje, con una barba imperceptible y peinado, Warden luce muy atractivo.
Su traje es de color gris, trae chaleco y americana. Su camisa es blanca y la corbata negra con lunares blancos. Su cabello, perfectamente acomodado, cae hacia un costado de su rostro. Me sonríe y camina en mi dirección.
—Luces muy hermosa.
—Gracias, tu no te quedas atrás. Estás impresionante.
—Odio los trajes a medida. —responde acomodándose las mangas del chaleco.
—Escuché que vamos a una boda.
—Sí, mi madre no ha dicho mucho, solo que es importante y toda la familia debe asistir, ¿has comido algo?
—Comí unos aperitivos mientras me daban un delicioso masaje. ¿Y ahora soy parte de la familia? —pregunto sin entender nada.
—Debo llevar un acompañante, no debo llegar solo, así que...—se interrumpe mientras me mira fijamente—. ¿Son las joyas de la abuela?
—A ella le quedan espléndidas, ¿no crees? Le hacen resaltar sus hermosos ojos verdes.
—Si, la hace lucir muy hermosa, pero, ¿es necesario que las lleve?
—¡Vamos, vamos! ¡Ya es tarde! Deja de preguntar tanto. —su madre nos apresura mientras nos empuja a ambos rumbo al ascensor.
Sostengo mi vestido por ambos lados y lo levanto ligeramente mientras caminamos rumbo al ascensor. Pero no bajamos, en su lugar, subimos hacia la azotea del edificio. El aire azota fuertemente. Frente a nosotros un impresionante y moderno, puedo decir que es un helicóptero, pero no es para nada como los de mi mundo. Este es mucho más moderno y sofisticado.
Nos abren las puertas y nos subimos.
—¿Hacia dónde vamos exactamente? —pregunta Warden mientras se coloca el cinturón de seguridad y me señala el mío.
En cuanto las puertas se cierran las aspas comienzan a moverse y a pesar de lo que imaginaba, apenas se escuchan.
—No muy lejos, solo hasta las afueras de la ciudad. —le responde su madre mientras se sienta a mi lado y me sonríe—. ¿Listos?
Esto es increíble. El helicóptero se eleva suavemente y se desplaza por encima de la ciudad. Miro todo debajo de mí asombrada. Unos minutos más tarde, comienza a descender en medio de una pequeña pista en un claro del bosque.
Allí, varias personas más nos esperan. El helicóptero se retira y caminamos hasta el centro del prado donde nos encontramos con el hermano de Warden acompañado por una mujer algo más mayor que él.
Miro en todas direcciones, no creo que la boda sea aquí. Miro a Warden que al igual que yo, no entiende absolutamente nada.
—¿Dónde es la boda dijiste? —pregunta Warden nuevamente.
En ese momento unas luces de un vehículo acercándose nos distraen, se detiene junto a nosotros y bajan dos hombres vestidos con trajes oscuros. Llevan a alguien más con ellos. Esta persona lleva una capucha que cubre totalmente su rostro evitando que pueda ver dónde va, pero por su ropa, parece ser una mujer. Lleva un vestido bastante gastado y sucio. Me queda muy claro que quien sea, es una prisionera de los lobos.
—Las cosas han cambiado mucho en estos diez años. —habla su madre y yo la miro atentamente.
—¡Espera, espera! ¿Diez años? Solo me fui por dos. —exclama asombrado Warden. Y hasta yo lo estoy, no esperaba que el tiempo transcurriera diferente entre nuestros mundos.
—El tiempo transcurre de forma diferente en ambos mundos—confirma su madre—. Y las cosas, han cambiado mucho en todo este tiempo. Hemos descubierto formas más rápidas de viajar. —responde ella mientras les hace una señal a los hombres de traje.
Le retiran la capucha a su prisionera y esta mira desorientada en todas direcciones.
¡No puede ser!
Es ella. Es la bruja. Pero creo que mejor lo mantengo en mi mente. No creo que ellos necesiten saber que nos conocemos. La mujer mira en mi dirección y frunce el ceño.
—¡Tu! —grita en mi dirección.
Todos me miran pues claramente ella ha indicado que me conoce.
—¿Se conocen? —me pregunta la madre de Warden.
—Es imposible que la conozca, nunca he estado en este mundo, solo está desesperada porque alguien la libere. —respondo ignorando por completo a la bruja que me salvó la vida.
—Tiene lógica. ¡Comencemos, no quiero llegar tarde!
Observo con atención que la bruja trae unas esposas relucientes. Le colocan un collar eléctrico en el cuello y después le sacan las esposas con un dispositivo que tiene uno de los guardias en el bolsillo. Y después, le dan un empujón hacia la pista, donde ella cae de bruces en el suelo.
Mi instinto hace que intente correr a ayudarla, pero Warden me lo impide. Lo miro de reojo y el me niega con la cabeza levemente.
—Ni se te ocurra intentar algo. —le grita uno de los matones a la bruja mientras la levanta del suelo.
Quisiera ayudarla, pero en estos momentos no estoy en posición de hacerlo. Solo soy una invitada en este mundo, nada más. La bruja comienza a dibujar unas líneas en el suelo que forman un círculo lleno de símbolos extraños alrededor. Cuando termina se aleja de este y alza sus manos. Comienza a hablar en un idioma que no entiendo. El viento sopla más fuerte a nuestro alrededor, las líneas del suelo se iluminan en azul, haciéndose más intenso hasta convertirse en blanco destellante. Cuando baja la intensidad, frente a nosotros se ha abierto un portal. Esto no me lo esperaba.
—Vamos, solo estará abierto por unos minutos. —nos urge la madre de Warden.
Todos comienzan a cruzar el portal, Warden y yo intercambiamos una mirada antes de acercarnos. Justo antes de cruzar miro a la bruja fijamente y en mi mente le hago una promesa.
—Buscaré la forma de liberarte, lo prometo.
—Solo hay una forma de hacerlo, y tendrán que hacerse sacrificios. —me responde en la mente segundos antes de cruzar el portal.
Esta vez no he tardado horas en hacerlo. En un flash estoy junto a Warden del otro lado. Y me quedo asombrosamente sin palabras y con la boca abierta mirando hacia arriba.
El vestido de Lizy
Warden vestido de traje
Helicóptero
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Este capítulo está dedicado a AilymFerrera
¿Que les ha parecido el vestido?
No olviden dejarme sus comentarios y su voto.
Xoxo🐦⭐
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