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14.- Problemas

Recojo mis cosas y salgo de la habitación. Necesito terminar con todo esto. Afuera, está Warden y Lena.

—¿Dónde está Aren?

—No lo sé. —me responde ella. Ya intenté llamarlo y no ha funcionado.

—¿Lo intentaste utilizando su nombre?

—No puedo hacerlo, un juramento de familia.

—Yo no soy familia, siempre he querido ver como funciona eso del nombre—dice Warden con una sonrisa.

—Solo debes ordenarle y agregar su nombre a la orden.

—Eres toda una experta en la materia—murmura mientras mira hacia todas partes— ¡Aren, ven aquí ahora mismo! —grita.

Miro a mi alrededor, pero nada sucede, ni el regresa, ni el aire cambia a nuestro alrededor. No puedo creer que Aren sea así de infantil. Es increíble que tenga la edad que tiene y se comporte de esta forma.

—¿Estás segura de que funciona? —me pregunta frunciendo el ceño.

—Ha funcionado en las otras ocasiones que lo he hecho.

—Creo que deberías hacerlo tu entonces—me alienta Lena.

Dejo la mochila en el suelo y me aparto de todos mientras miro en todas direcciones.

—Aren, sé que puedes escucharme. Por favor necesitamos hablar sobre nuestros planes de rescate—no obtengo respuesta. Warden y Lena solamente me miran—. Voy a contar hasta tres y si no apareces, lo vas a lamentar. —me alejo más de ellos y comienzo a contar—. Uno—doy un paso y trazo una línea en el suelo—. Dos— otro paso y atravieso esta línea con otra haciendo una X—. Tres, tu tiempo ha terminado. Regresa a mí, Aren.

El aire frío comienza a soplar, me muevo del lugar que he marcado dando un paso atrás. Y un segundo más tarde Aren cae acostado justo en el centro de la marca que he hecho.

¡Pokker! —exclama frustrado.

—¡Wau! ¡Eso ha sido increíble! ¿Por qué no ha funcionado conmigo? —murmura Warden.

—No lo sé. ¡Lena! Podemos intentar algo, es solo una teoría loca que tengo.

—¿Qué quieres hacer?

—Se que hiciste un juramento, pero es por un bien común. —Lena mira a su hermano en el suelo y después a mí.

—De acuerdo. —me alejo unos metros y marco otra cruz en el suelo.

—Pídele que venga hacia aquí.

—Aren, muévete hacia Lizzy.

Aren se levanta del suelo, se sacude la tierra y comienza a caminar hacia mí.

—Lo haré, pero solo con tal de que no vuelvan a lanzarme como antes.

El aire no ha cambiado, los ojos de Lena no han relucido. No ha funcionado. Cuando Aren llega junto a mí, camino de regreso a la primera cruz que tracé con mis pies en el suelo. Le devuelvo la mirada hacia Aren y le sonrío brevemente.

—Ven hacia mí, Aren.

Y justo como antes, el aire sopla fuerte y frío antes de que Aren sea arrastrado y lanzado nuevamente frente a mí.

¡Pokker! —vuelve a gritar mientras expone sus colmillos.

Imagino que está maldiciendo, pero no tengo ni idea de que significa. Me acerco a él y Lena hace lo mismo.

—Eso ha estado interesante—murmura Lena—. Eres la única que tiene poder sobre él.

—Mi teoría es que es porque soy su alma gemela.

—Ya te dije que eso, es solo un mito. — Aren grita molesto aún desde el suelo.

—Recuerdo que me contaste que cualquiera que sepa sus nombres verdaderos tendría poder sobre ustedes. Acabamos de comprobar que no es cierto. ¿Cómo estás tan seguro de eso? —pregunto mirándolo desde arriba.

—Porque nuestros padres, eran almas gemelas y mi madre no tenía poder sobre él.

Me quedo estupefacta y pensativa ante lo que me está contando.

—Entonces solo nos deja una opción—murmuro perdida en mis pensamientos—. Mi poder sobre ti es porque soy una bruja—le tiendo la mano para ayudarlo a levantarse, pero el me ignora y se levanta por su cuenta—. Lo siento, no quise hacerlo. Pero si sigues comportándote como un imbécil, encantada lo volveré a hacer. —Lena a mi lado contiene una risa.

—Nunca debí decirte mi nombre verdadero. —se detiene frente a mi y me gruñe mostrándome sus colmillos afilados.

—Debí haberte dejado morir. —me hubiese ahorrado mucho sufrimiento y dolor.

—Deberías haberlo hecho. ¿Cuál es la urgencia?

—Juraste tu protección a las brujas, y lo quieras o no, yo soy una. Debemos rescatar a mi tatarabuela.

—¿Y cómo planeas hacerlo? —inquiere Lena acercándose a nosotros.

—¡Warden! —grito y él se acerca a mi—. ¿Qué sucedería si le dijeras a tu madre que tienes otra bruja?

—No se te ocurra, no voy a usarte como cebo. No tienes idea de lo que los lobos te pueden hacer.

—No, no la tengo. Pero es la única forma de que me lleven con ella.

—Estás loca, harás que te maten. —exclama Warden a mi lado.

—Ya un vampiro psicópata lo intentó una vez, que lo intenten unos lobos, no hará mucha diferencia.

—Lizy, esto no es una buena idea. —Aren gruñe a mi lado.

Estoy molesta con él. ¿Cómo es posible que no vea lo que tiene frente a él?

—No me harán nada, tienen una bruja y te aseguro que matarían por tener a otra. Warden, avisa a tu madre, Lena, busca algunas esposas y cadenas para que me las pongas.

Ambos desaparecen y me quedo a solas con Aren, que no me mira con buena cara.

—¿Tan desesperada estás por quitarte la vida? —frunzo el ceño ante su pregunta.

—¿Porque te preocupa? Lo has dejado bien claro, entre nosotros no puede haber nada. —le contesto mientras recojo mi mochila y me alejo rumbo al auto.

Aren me intercepta al llegar allí.

—Lizy, ya sé lo que dije, pero debes entender...

—Tu eres el que debe entender. Estás tan determinado a creer que Orla jamás te engañó, cuando ni siquiera quiso casarse contigo. Cuando nunca te amo.

Aren me acorrala contra el auto y me muestra los colmillos en un gruñido. Está furioso, muy furioso. Lanza un golpe justo a un lado de mi cabeza y su mano se hunde en el metal.

—Orla me hizo un juramento.

—Y también rompió una de las reglas de las brujas por proteger a su hija. ¿Acaso no crees que hizo lo mismo contigo? —Aren guarda sus colmillos y saca la mano de la abolladura—. Necesitas pensar y dejar de verlo todo en blanco y negro. Orla tuvo dos hijos solamente en todo el tiempo que estuvieron juntos—da un paso lejos de mi—. Creo que te ha ocultado muchas cosas.

Abro la puerta del auto y meto la mochila dentro.

—¡Lizy! —murmura en tono suplicante.

Me giro hacia él y acerca su mano hacia mi rostro, pero yo me alejo. A pesar de que lo que deseo es que me toque, no podemos seguir así. No podemos comenzar una relación con mentiras y secretos que ninguno de los dos conoce.

—No. Por favor, no puedo seguir el ritmo de esta montaña rusa de emociones por la que me llevas. Es demasiado frustrante amarte y odiarte al mismo tiempo. Querer estar contigo y no poder hacerlo. Mantengamos la distancia entre nosotros hasta que Orla aclare todo.

—Lizy.  Dentro de 48h me debo casar. Y nuestros matrimonios, son para toda la eternidad.

El tiempo que tenemos para rescatar a Orla y para aclarar todo es muy poco solo espero que sea suficiente.

—Pues mejor nos apresuramos.

Me monto en el auto y cierro la puerta. Observo a Aren recostarse al capó con una postura pensativa. Warden y Lena se acercan hasta el auto. Intercambian unas palabras con Aren y Lena monta en el auto a mi lado.

Deja una bolsa en el suelo con un sonido metálico y coloca otra en sus piernas. La abre y saca el libro de hechizos.

—Será mejor que te aprendas algunos, no sabemos si los podríamos necesitar. Además, que los lobos querrán pruebas de lo que eres, no creo que les sea suficiente el color de tus ojos.

—Acomódense, será un viaje bastante largo. —murmura Warden mientras arranca el auto.

—¿Qué tan largo?

—Digamos que vamos con el tiempo justo. —murmura Aren.

Miro a Lena a mi lado. Las dos criaturas frente a mí no hablan demasiado.

—Tardaremos más de un día en llegar a la ciudad de los lobos. —me dice Lena mientras se acomoda en el asiento.

Abro los ojos impresionada. Eso explica porque la madre de Warden utilizó un portal. Abro el libro y comienzo a leer.

Lena a mi lado me ayuda con algunas cosas que debo entender de los hechizos. Algunos, además de las palabras, se necesitan símbolos que debes dibujar y otros algunas especies de plantas. Todos estos son más avanzados. Hacemos una parada breve para comer algo y continuamos de viaje.

Esta vez, Aren es quien conduce y su hermana va a su lado. Warden me mira intrigado.

—Nunca me esperé que fueras una bruja.

—En mis planes tampoco estaba serlo, créeme.

—Cuando todo esto termine, ¿regresarás a tu mundo? —me pregunta mirándome fijamente.

Buena pregunta. No lo sé. No tengo una respuesta aún para eso. Mi vida en el otro mundo desde hace un tiempo ha perdido sentido. De no ser por Mel, no sé que haría. La muerte de mi familia fue algo duro. Regresar allá, lo sería aún más. Los recuerdos de ellos acechan por todas partes de la ciudad. Y los recientes descubrimientos familiares, están comenzando a hacer que me plantee otra alternativa. Una donde quizás pueda aprender a ser una bruja junto a mi tatarabuela.

Ten cuidado, hay peligro cerca.

Despierto sobresaltada. No recuerdo quedarme dormida. Me incorporo en el asiento. Aun nos estamos moviendo, pero es de madrugada.

—Lo siento. —le murmuro una disculpa somnolienta a Warden.

—No hay problema.

Un sonido estridente hace que el auto se tambalee hacia los lados. Aren aparca a un lado de la carretera.

—¿Qué sucedió?

—Tenemos un neumático pinchado, no se preocupen, lo cambiaré en dos segundos.

Aren se baja del auto y un segundo después la puerta del lado de Warden se abre de repente.

—No compraste el auto con herramientas, ¿cierto?

—Nooo. —responde alargando la palabra.

—Genial, tendré que correr hacia el pueblo más cercano y traer un mecánico y un repuesto.

—Sabes cómo llegarías más rápido, ¿cierto? —Lena se gira hacia mí y me mira intrigada.

—¿Hay una forma más rápido de llegar que correr? —pregunta Lena mientras Aren niega con la cabeza.

—¿No se lo has contado?

—No tengo intención de hacerlo público. —y diciendo eso, desaparece.

—Necesito estirar las piernas.

Me bajo del auto y Lena hace lo mismo. Entonces frunzo el ceño ante su ropa.

—¿Qué sucedió con el negro?

—Intento pasar desapercibida. —niego con la cabeza.

Camino un poco mientras admiro el cielo nocturno lleno de estrellas. No hay luna, o al menos no ha salido, y eso solo hace que la vista sea increíble. Me siento en la orilla de la carretera.

—¿Puedo preguntarte algo? —asiento con la cabeza mientras Lena se sienta a mi lado—. ¿Qué se siente?

—¿Qué cosa?

—Estar enamorado. —abro los ojos impactada por esta pregunta.

—¿Nunca te has enamorado? —inquiero ahora curiosa mientras Lena niega con la cabeza—. ¿Qué edad tienes? —Lena me sonríe antes de responder.

—Las brujas me transformaron cuando cumplí veintiuno. Y después estuve conviviendo con ellas durante muchos años. Sentía curiosidad por su especie.

—¿Conoces a Orla entonces?

—Solo la he visto en dos ocasiones, cuando me transformó y cuando mi hermano y ella se separaron definitivamente. Ella es algo así como una ermitaña, no convive con las otras brujas, nunca lo ha hecho. Siempre se mantenía alejada.

—¿Sabes por qué?

—Las otras brujas decían que ella era peligrosa cuando estaba junto a las demás.

—¿Peligrosa? ¿En qué sentido?

—Ni idea. Entonces, ¿qué se siente?

—Es muy diferente las reacciones que tenemos los humano a las que tienen ustedes los vampiros, supongo.

—Pero básciamente debe ser lo mismo, ¿cierto?

—Es algo complicado de explicar. Cuando te enamoras de alguien todo tu cuerpo reacciona solo de ver a esa persona—mientras le cuento vienen imágenes de Aren a mi mente—. Tu respiración se acelera, tus pupilas se dilatan, tu piel se electrifica y se vuelve más sensible a una caricia. Solo de ver a esa persona, tu día se ilumina. Anhelas sus caricias a cada segundo que pasas sin tenerlas. Harías cualquier cosa por esa persona, sacrificarías tu vida por él si fuera necesario.

—Lo amas, ¿cierto?

—A pesar de que me saca de quicio a veces y que me exaspera, sí, lo amo con toda mi alma.

A lo lejos se escucha el aullido de unos lobos y Warden viene junto a nosotras.

—Aún estamos lejos de tu ciudad, ¿cierto?

—Muy, muy lejos. —gruñe el a nuestro lado.

—Warden, ¿qué hacen los lobos tan lejos?

—Vienen por mí. —murmura mientras comienza a sacarse la ropa rápidamente.

—¿Que estás haciendo? —pregunta Lena mientras Warden se saca los zapatos y se baja los jeans.

—¿Qué parece? Voy a defenderlas, pero no pienso destrozar la ropa.

Se aleja unos pasos de nosotras dándonos la espalda, se saca los bóxers y los lanza por encima de su hombro en nuestra dirección.

—¡Por Odín! —murmura Lena y no puedo evitar reírme.

—Imagina caminar detrás de el viendo su trasero todo el tiempo.

Lo lobos vuelven a aullar, ahora mucho más cerca que antes. Me levanto del suelo y Lena hace lo mismo. Se coloca frente a mí en forma protectora.

—Creo que mi madre ya descubrió donde estamos.

Warden se aleja de nosotros hacia la oscuridad, donde no podemos ver nada, pero un segundo después está a nuestro lado completamente transformado. Sus orejas están levantadas, alertas a los sonidos de la distancia. Gruñe mientras mira hacia el frente.

—Ya están aquí y nos superan en número.

Aren desciende con elegancia a nuestro lado y su hermana se le queda mirando asombrada.

—¿Desde cuándo puedes volar?

—Ahora no— es lo único que le responde, se gira brevemente hacia mí y sé lo que va a decir antes de que las palabras abandonen sus labios—. Quédate detrás de mí.

No los veo, pero siento sus gruñidos y sus pisadas cerca. Solo supongo por donde vienen porque Warden mira fijamente hacia el frente al igual que Aren y Lena. En el cielo, la luna comienza a hacer su aparición. Lo primero que veo es el destello de sus ojos que relucen en la oscuridad. Es como ver luciérnagas dispersas en medio de un bosque. Y entonces sus siluetas comienzan a formarse en el medio de la carretera.

Creo que estamos en problemas.

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Pokker: ¡Diablos!

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Este capítulo está dedicado a Clamerrusan01

¿Que creen que va a suceder ahora?

No olviden dejarme sus comentarios y su voto.
Xoxo🐦⭐

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