Nunca imaginé que cruzar el portal fuera de esta forma. Imaginé que sería diferente, atravesarlo y listo, estaría automáticamente en el otro mundo. Pero no ha sido así. Llevo más de dos horas caminando por este pasillo oscuro donde solo se aprecia una luz al final. No tengo idea de cuanto tardaré en cruzarlo, o si como me había advertido Warden, estoy atrapada aquí en este espacio entre los dos mundos.

Si, porque si miro detrás de mí, puedo apreciar exactamente lo mismo. Quizás esto es algún tipo de prueba, para ver si soy apta para su mundo.

Odio que nadie me haya explicado.

—¡Arrgh! —grito mientras me detengo.

Me dejo caer al suelo, necesito descansar. Miro mi mano fijamente donde el anillo reluce. Creo que además de la luz del túnel por el que transito, esta es la otra única iluminación que hay aquí. Aren al marcharse no se lo llevó consigo, así que me lo he vuelto a colocar en el dedo. Sé que dijo que lo necesitaba para cerrar el portal. Pero también Warden me contó que su hermano abrió el portal con solo uno, el de su padre, y que imagino que ahora Aren debe llevar puesto. Así que no estoy del todo segura como es que necesita los dos para cerrar el portal.

Me lo he colocado solo por precaución. Él dijo que me protegería y hacia dónde voy, creo que voy a necesitarlo. Solo me gustaría saber, ¿cómo salgo de aquí?

Cierro los ojos y respiro lentamente. Visualizo su rostro, su mirada de un azul intenso, su sonrisa. Lo recuerdo en todo detalle, como si lo tuviese justo frente a mí.

—Voy a buscarte Aren, aunque tarde una eternidad en cruzar el portal. —murmuro al vacío.

Entonces abro los ojos cuando la luz se hace más intensa. La oscuridad está desapareciendo y la luz que apreciaba al final se acerca velozmente hasta mí. Me pongo de pie rápidamente y como un flash este me traspasa.

Me cubro el rostro ante la luz segadora y lentamente comienzo a abrirlos. Lo primero que veo es mucho verde, estoy en medio de un bosque. A mi alrededor, cientos de flores blancas formando una manta en el suelo donde este, no se percibe. Solamente se percibe en el centro, donde hay un camino que se pierde en la distancia, justo donde el sol está a medio camino de ponerse.

¡Esto no puede ser!

Busco mi celular, es apenas medio día. Esto está mal, muy mal. Comienzo a caminar apresuradamente por el camino, que parece no tener fin, rumbo a la puesta de sol. A medida que mis pies se hunden en la hierva, el sol continúa su descenso.

¡Dios! Espero no quedarme en este bosque de noche, no tengo idea de donde ir, o que hacer. Pensé que cuando cruzara, iba a sentir su presencia nuevamente, pero me equivoqué. No lo siento y eso solo puede significar una cosa. Estoy muy lejos de él como para sentir su presencia.

El camino comienza a ascender, y el sol desaparece. Espero que cuando termine este ascenso aparezca al menos la ciudad o algún pueblo. Cuando termino de subir la empinada colina, me sostengo de un árbol para acompasar mi respiración.

El bosque se ha terminado, al igual que las flores. Frente a mí, el camino vuelve a continuar, ahora en descenso mucho más ancho que antes. A su alrededor, se extiende un prado de un verde intenso. El sol, en la distancia, aun le falta por ponerse, pero igual sé que la noche llegará pronto y no hay ni rastros de ciudad o pueblo cercano.

¿Quizás debería regresar hacia el portal?

Miro hacia atrás y lo pienso apenas un segundo.

No, he cruzado con un objetivo y pienso conseguirlo.

Continúo mi camino sin volver a mirar atrás. Solamente sigo el sol frente a mí, que poco a poco termina su descenso y desaparece. Y entonces escucho un aullido en la distancia que no puedo identificar de donde proviene. Pero sé que es un lobo. Detrás de este, se escuchan otra serie de aullidos. Estoy comenzando a asustarme.

Enciendo la linterna de mi celular y apresuro el paso mientras busco algún refugio cercano, pero no hay luces cerca. Solamente en la distancia, muy tenues, comienzo a percibir algunas. Pero sé que no llegaré allí esta noche.

Los aullidos se acercan y comienzo a correr.

No me detengo, no miro atrás, pero puedo sentir las pisadas de sus patas en la hierba, a toda velocidad.

Mis pies se enredan y caigo al suelo.

«No otra vez».

El celular ha desaparecido de mi mano y ha caído a unos metros de mí. Me apresuro a recogerlo y alumbro en todas direcciones. Ya no siento las pisadas, ya no siento nada. Todo está en completo silencio.

Miro el anillo, no reluce, no muestra signos de peligro, no me enseña nada. Debe de haberse estropeado. Miró asustada, con el corazón latiendo a toda velocidad, en todas direcciones. Me pongo de pie nuevamente. Nada.

Entonces algo me toca el hombro y pego un salto girándome hacia atrás con un grito.

—¡Ah!

Alumbro con mi celular frente a mí. Y lo veo bajar sus orejas y cerrar los ojos ante la molesta luz. Aparto un poco la luz para apreciarlo bien.

—¡Warden! ¿Eres tú? — el enorme lobo solamente abre su boca y comienza a jadear mostrándome una sonrisa. Se deja caer al suelo sentado, pero no aparta la mirada de mí—. ¿Te puedes transformar para poder hablar? —el levanta las orejas y se pone de pie nuevamente. Se sacude y me niega con la cabeza—. ¿Y como se supone que hablemos? —pregunto nuevamente mientras me cruzo de brazos. El vuelve a negar y yo frunzo el ceño—. No pienso hablar contigo de esta forma. ¿Cómo me encontraste? Warden me mira fijamente y creo sentirlo gemir mientras lo observo inclinar sus orejas hacia atrás. Da media vuelta y comienza a alejarse de mi—. ¿Te marchas? ¡Perfecto! —grito mientras lo observo detenerse a unos metros de distancia.

«¡Idiota! Deberías seguirlo»

Cierto.

El se gira hacia mí y cuando me ve caminar hacia él me gruñe. Y me detengo al momento asustada. Inclina su cabeza hacia arriba y lanza un aullido. Siento en la distancia otros aullidos más que le responden. Y después me mira fijamente. Y entonces mientras me pierdo en su mirada, puedo ver como comienza a suceder.

El pelaje de su cuerpo comienza a desaparecer a medida que se reduce de tamaño. Las facciones de lobo son sustituidas poco a poco por las de humano, comenzado por su cabeza y hacia sus extremidades. Es la primera vez que lo observo detenidamente. No es excesivamente musculoso, No como Aren, pero tiene u pecho musculoso y firme y un abdomen bien definido. Y en apenas unos segundos, mientras continúo mirándolo, vuelve a tener la apariencia de un humano. Y entonces aparto la mirada dándole la espalda.

—¿Te puedes poner algo de ropa?

Subo las manos hacia mis mejillas. ¡Por dios! ¡Que está completamente desnudo!

—Lo siento, pero no tengo ropa, la dejé tirada cuando me transformé.

—¿Y piensas andar así en cueros?

—Bueno, en mi forma de lobo, igual voy en cueros.

—¡Warden! —le advierto—. No estoy para bromas.

—Bien, puedo caminar detrás de ti si lo prefieres.

—Muy bien. —respondo mientras comienzo a caminar.

—Es en la otra dirección. —me grita a mi espalda.

Me detengo y doy media vuelta. Y ahí está el, gloriosamente desnudo y con una radiante sonrisa en el rostro. Como si no le afectara en lo absoluto que otras personas lo vean en cueros. Me cubro ligeramente el rostro mientras paso a su lado caminando.

—¿Cómo me encontraste? —pregunto mientras camino por donde he venido.

—Hacia allá tampoco es. —me detengo nuevamente, pero esta vez no me giro hacia él. Ya sé que está desnudo, no necesito otro recordatorio.

—Que tal si guías el camino y yo voy detrás.

—Bien. Sígueme.

Me giro y comienzo a seguirlo en una dirección totalmente opuesta. Ni siquiera me he percatado de que estábamos en una encrucijada con varios caminos. Lo sigo a una distancia prudencial, tres metros, mientras alumbro con el celular hacia abajo. Mantengo mi mirada agachada mientras lo hago.

—No me respondiste. ¿Cómo me encontraste?

—Cuando le juré que te protegería, quizás no lo notaste, pero se creo un vínculo entre nosotros—por eso siempre me encontraba en el parque—. No me percaté que estabas en el parque, estaba distraído—imagino que estaba distraído con Mel—. Solo cuando perdí nuestro vínculo, me percaté que habías cruzado.

—¿Cuánto tardaste en cruzar?

—Apenas unos diez minutos.

—Entonces, ¿porqué tardaste tanto en alcanzarme?

—Aunque no lo creas, llevo más de dos horas corriendo por el bosque, buscándote. No encontraba tu olor. Solo lo encontré minutos antes de que el sol se pusiera.

—¿Cuánto tardaste en cruzar el portal?

—No entiendo tu pregunta. —gira su cabeza por encima de su hombro y yo agacho la mirada nuevamente.

«Debo dejar de mirarle el trasero»

—Me refiero a que cuando entras en él, ¿cuánto tardas en salir del otro lado?

—Apenas segundos, ¿por qué preguntas eso?

—Porque estuve más de dos horas caminando por un túnel interminable.

—¡Eso no es posible! —grita mientras se detiene abruptamente y se gira hacia mí.

—¡Warden! ¡Por favor! —me cubro los ojos rápidamente.

—¡Ups! Lo siento. Es que se me olvida que no eres un lobo—lo siento comenzar a caminar nuevamente y hago lo mismo—. Pero pensándolo bien, mejor eso a que no hayas sobrevivido. Aren me arrancaría los huevos si te pasara algo. ¿Y cómo lograste salir?

—No lo sé, solo grité que iba a encontrarlo, aunque tardara una eternidad y segundos después estaba en medio del bosque de flores blancas.

—Me alegra que estés viva, de verdad. Aún no sé como lo hiciste para cruzar. Eres la primera humana que lo hace.

—Hay algo que no te he contado— Warden hace por girarse, pero lo detengo—. Por favor no te gires nuevamente, ya bastante tengo con tener que mirar tu trasero todo el camino. —Warden se ríe a carcajadas.

—No tengo la culpa, tu quisiste hablar. —el tiene razón, así que debo soportarlo mientras aclaro todas mis dudas.

Aunque no es mucha tortura en realidad. Su espalda está bien definida y sus nalgas deben estar igual de duras que el resto de su cuerpo fornido.

— Tengo un tatuaje como los de Aren en las costillas.

—¿Te hiciste un tatuaje? —inquiere ahora con curiosidad— ¿Y eso es importante?

—No me lo hice, simplemente apareció ahí.

—¿Estás segura que eres humana completamente?

—Estoy bastante segura, ¿por qué lo preguntas?

—Hay muchas cosas que no entiendo, pero sé quién pudiera darte respuestas.

—¡Quien! Exclamo mientras alzo la mirada hacia él. Un error, me encuentro con sus nalgas bien formadas moviéndose al caminar delante de mí. ¡Mierda! Agacho nuevamente la vista hacia el suelo.

—Lo sabrás a su debido tiempo, pero no creo que lleguemos caminando, así que sube. —me dice mientras sale corriendo.

—¡Espera! —le grito mientras intento alcanzarlo.

Pero no me da tiempo a nada, en cuanto lo veo que comienza a transformarse, me detengo. Y unos segundos después, lo tengo a mi lado en su forma de lobo. Sigue siendo impresionante su estatura.

Se agacha frente a mí y se echa en el pasto, acerca su hocico, me mira y después mira por encima de su hombro. ¿Acaso quiere que me suba?

—¡Estás loco! ¡No pienso subirme! —me mira fijamente con ojos suplicantes—. ¡No lo haré! —entonces me parece verlo fruncir el ceño, y me gruñe. Comienzo a alejarme de él mientras avanza hacia mía mostrándome sus colmillos afilados—. Si me haces daño, Aren te matará—solo entonces se detiene.

Puedo ver en su mirada una súplica.

«No puedo creer que haga esto»

Me acerco a él, que se vuelve a agachar, y me subo sobre su lomo. Es como montar un caballo, pero sin la silla. ¿Y ahora de donde me agarro? Intento sostenerme de su pelaje, pero Warden me gruñe. Así que solo me queda una opción. Me acuesto sobre su lomo y me abrazo de su cuello.

Warden inclina ligeramente la cabeza hacia arriba y aúlla antes de salir caminando.

Primero camina suavemente y después va aumentando la intensidad de sus zancadas. Hasta que prácticamente volamos por el bosque. Cierro los ojos, porque prácticamente no veo nada, solo los arboles cuando pasan difusos por mi lado.

Me aferro al cuello y suave pelaje de Warden mientras el corre a toda velocidad.

El bosque donde salió del portal
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Este capítulo está dedicado a PilyBalbuena

¿Que les ha parecido este comienzo? Si desean saber más, justo a las 12 al estaré subiendo el otro. Feliz año nuevo para todas.

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