El sol me molesta en el rostro y hace que abra los ojos. Debe ser pasado el mediodía. Me siento mucho mejor que anoche, un poco agotada, pero eufórica. Mi celular está sonando, en algún lugar, no recuerdo donde lo dejé anoche. Me levanto y envuelvo mi cuerpo en una sábana mientras sigo el sonido hasta la sala. Pero ha dejado de sonar. Lo tomo en mi mano. Tengo más de veinte llamadas perdidas de Mel. Y otras muchas más de mi jefe. ¿Qué sucedió que todos me llaman tanto? Y entonces lo comprendo cuando miro que día es hoy. Es sábado. He dormido más de veinticuatro horas seguidas.

¡Por dios! Todos deben estar preocupados por mí. Marco el número de mi jefe y le explico que no fui a trabajar porque no me sentía bien, que estaba con mucho dolor de cabeza. Una mentira desde luego que se traga porque todos vieron el golpe que tenía en la cabeza.

Y después llamo a Mel que debe estar muy preocupada. Sobre todo, después de todo lo que hablamos y toda la información que me dio de los vampiros. Y justo cuando le estoy marcando alguien toca desesperadamente a la puerta.

—¡Lizzy estás ahí! —grita Mel del otro lado mientras continúa golpeando la puerta.

Me apresuro a abrirla antes que la tire al suelo y ella se me queda mirando de arriba abajo. Y después me abraza con fuerza.

—Pensé que te había sucedido algo. —se separa de mí y camina hasta el sofá mientras yo cierro la puerta.

Sé que me espera una buena charla.

—¿Porque no respondías mis llamadas? Pensé que te había sucedido algo. —me pregunta con la preocupación marcada en su rostro.

—Estoy bien, estaba durmiendo.

—Nadie duerme tantas horas seguidas.

Y aquí es donde se supone que debo explicarle, con lujo de detalles, todo lo que sucedió la noche anterior.

—Me le ofrecí, Mel. Salvé su vida.

—¿Lo volviste a ver? ¿Cuántas veces se alimentó de ti que te dejó así?

—Solo una vez. —respondo dudosa.

—¡Una vez!

—Y no tienes ni idea de lo que sucedió Mel.

—Si la tengo. Tengo un novio vampiro, ¿recuerdas?

—No. Te aseguro que no tienes idea. Anoche experimenté el mejor orgasmo de mi vida. —comento recordando lo sucedido.

—¡Que! ¡Espera! ¡Te acostaste con él!

—No. Bueno, no exactamente. El deseo que sentí fue tan intenso que terminó provocándome un orgasmo.

—¿Qué quieres decir con no exactamente?

—Solo me hizo sexo oral.

—¿Dónde te mordió? Además del cuello, que es bastante obvio.

—No me he fijado ni siquiera en las marcas de sus colmillos en mi piel. Me acabo de despertar. Me mordió en el cuello—le digo mientras ella se queda mirándome arqueando una ceja—... y en un seno—no sé si seguirle contando. Pero la mirada de ella es de pura expectación—. Y en mi sexo.

—¿Estás segura? —me pregunta entrecerrando los ojos.

—¿Qué quieres decir? —inquiero intrigada.

Mel tira de mi rumbo a la habitación.

—Necesito que aprendas una última cosa. Entra al baño, revísate, y dime donde tienes mordidas—me empuja dentro del baño y cierra la puerta. Dejo caer la sábana y me reviso el cuerpo en el espejo de cuerpo entero del baño. En mi cuello tengo las marcas de sus colmillos, con los bordes ligeramente enrojecidos. Me toco, duele solo un poco. Continúo inspeccionando mi cuerpo, pero no encuentro más marcas en mi piel. Estoy bastante segura de que me mordió más veces, pero las otras, han desaparecido como si nada hubiese sucedido. Como si todo hubiese sido producto de mi imaginación. Una fantasía o un sueño bastante real. Me coloco una camiseta y un tanga y salgo hacia la habitación—. ¿Y bien? —me pregunta ella esperando una respuesta.

—Solo tengo la del cuello. —le confirmo y ella sonríe.

—¡Lo sabía! Había escuchado las historias, pero nunca he conocido a alguien que lo haya experimentado.

—¡Que cosa!

—Tu vampiro tiene más de mil años Lizzy.

—Me dijo que tenía un poco más de mil, pero no le creí. —le confirmo.

—¡En serio! Mi novio no es tan viejo, es un adolescente al lado del tuyo, tiene apenas ochocientos años.

—Espera. ¿Qué tiene que ver eso con que el resto de las marcas hayan desaparecido?

—Nunca te las hizo.

—¿Cómo que nunca me las hizo?

—Lo que experimentaste fue una alucinación producida por su veneno Lizzy.

—¿Una alucinación orgásmica? —Mel se reír por mi juego de palabras.

—Dicen que cuando un vampiro de más de mil años se alimenta de ti te hace tener sueños tan vividos que parecen verdad.

—Pero es que no fue un sueño cualquiera Mel—y entonces recuerdo lo que me dijo sobre su veneno—. Me dijo que su veneno al ser tan fuerte, podría provocarme un fuerte deseo sexual.

—¡Eso es extraordinario! —exclama mientras me le quedo mirando con curiosidad.

—¿Te puedo preguntar algo? —creo que, en este punto, necesito saberlo.

—Lo que sea.

—¿Como es el sexo?

—¿El sexo? —inquiere ella con curiosidad en su mirada.

—Ya sabes Mel, sexo vampírico. — como si ella no supiera de que estoy hablando.

—Creo que necesitas sentarte. —me dice muy seria.

Oh no. Creo que la conversación está por ponerse seria. Mucho más seria. Camino hasta el sofá y me siento a su lado.

—Necesitas saber varias cosas con respecto al sexo con un vampiro. La primera y más importante es que puedes quedar embarazada si no te proteges.

—¡De veras! —estoy impactada. Nunca por mi mente hubiese pasado que los vampiros pudiesen tener hijos.

—Sí.

—Tomo nota.

—También necesitas saber que los vampiros no se alimentan cuando tienen sexo. —frunzo el ceño.

—¿Nunca?

—Jamás se alimentan durante el sexo. — me dice muy segura.

—¿Por qué no lo hacen? —estoy intrigada por esto. Debe haber un motivo lo suficientemente fuerte para que no lo hagan.

—No lo sé. Nunca he logrado que alguno de los que conozco me lo cuente— y entonces se me queda mirando—. Debes averiguar todo lo que puedas de él. Tanto misterio, no me gusta. ¿Al menos sabes su nombre?

—Sí. Se llama...—pero no puedo pronunciar su nombre.

Lo intento una vez más. Pero nada. Las letras que conforman su nombre se niegan a salir de mis labios.

—¡Te dijo su nombre verdadero! —me dice impresionada al ver que las palabras no salen de mis labios.

—¿Acaso los vampiros no dicen su nombre verdadero? —creo que me estoy enterando de muchas cosas en tan poco tiempo. Mi cerebro se está sobrealimentando de tanta información y creo que va a explotar.

—Nunca jamás se lo dicen a nadie porque les otorgaría poder sobre ellos.

—¿A que te refieres con poder sobre ellos?

—Aun no entiendo cómo funciona, pero es algo así como: "Solo tu alma gemela tendrá poder sobre ti y logrará que hagas lo que ella desea." O algo parecido.

—¡De verdad! —exclamo impactada.

—Sí. Solo funciona si eres su alma gemela.

—¡Ah! —jadeo desilusionada—. O sea que no es tan importante que me lo haya dicho.

—No la verdad, a menos que seas su alma gemela en el universo. Así que no sé porque tanto misterio.

—Quizás tienen miedo de encontrar a su alma gemela sin saberlo y otorgarle ese poder. — respondo pensativa.

—Puede ser.

—Te has hecho toda una experta en vampiros Mel—. le digo golpeándola por el hombro juguetona.

—Salir con uno tiene sus ventajas. — me dice con una sonrisa pícara.

—¿Y te ha dicho su nombre verdadero?

—Aún no ha dado ese paso en nuestra relación. Dice que dar ese paso es como si se comprometiera.

—¡Tan así!

—No tengo ni idea de a que se refiere. Quizás en su mundo cuando se comprometen se dicen su nombre verdadero. Con todo lo que me has contado acerca de tu vampiro, estoy por pensar que quizás es alguna especie diferente.

—¿Existen más especies de vampiro?

—No lo sé. Hasta hace dos años no teníamos conocimiento de ninguna. Creo que hay posibilidades de que existan otras especies que desconocemos.

Ella tiene razón. Pueden existir más especies y solo conocemos una sola.

—¿Me cuentas más? Quiero saberlo todo de ellos. — ya me está picando la curiosidad. Tengo sed de conocimiento y después de lo que experimenté anoche, quiero descubrir todo de ellos.

—En su mundo no hay humanos, todos son seres sobrenaturales, brujas, lobos y se alimentaban de ellos. Tienen un palacio real donde vive el rey, la reina y los príncipes herederos.

—¿Qué apariencia tiene un príncipe vampiro? Deben ser algo majestuosos me imagino.

—Muy pocos los conocen. Y por desgracia, nadie de la realeza ha cruzado hacia nuestro mundo para poder saberlo.

—¿Y eso como lo sabes?

—Según me han contado, los miembros de la realeza desprenden cierta aura dorada a su alrededor que es imposible de ocultar para los de su especie. Los vampiros sentirían su presencia de inmediato.

—Estoy maravillada. Eres como una enciclopedia ambulante de vampiros.

—¿Quieres saber de los lobos? —me dice alzando las cejas de forma sugerente.

—No me digas que también sabes cosas de ellos.

—No mucho, pero te puedo contar un secreto—se inclina hacia mí—. Follan como unos animales salvajes. —y estallamos en carcajadas.

Mel se marcha después de asegurarse de que he desayunado lo suficiente para reponer energías. Y yo me dirijo hacia mi habitación. Esta desordenada por completo, así que mejor pongo manos a la obra y dejo todo impecable.

Para la tarde, estoy sentada con una pizza frente a la Tv de la sala de estar. No hay mucho que ver así que estoy haciendo zapping por los canales buscando algo entretenido. Me levanto y voy hacia la nevera por otra cerveza. Cuando regreso, una noticia en la Tv, hace que rápidamente le suba el volumen.

—"Hoy han encontrado otra víctima que llevaba desaparecida varios días. Con esta es la cuarta este mes que encontramos en condiciones similares. Su cuerpo ha sido drenado de sangre y encontrado con diversas marcas de mordidas, así como marcas de ataduras en ambas extremidades superiores e inferiores. Las autoridades les piden a las personas que no salgan solas de sus casas hasta que logremos atrapar al causante de esta serie de asesinatos que tienen aterrado a todo Baton Rouge..."—apago la tv impactada.

Definitivamente, esto es obra de un vampiro. Uno bastante violento al parecer. Termino la pizza y la cerveza. Hay demasiado silencio en esta casa. Un silencio, al cual no acabo de acostumbrarme. He pensado en varias ocasiones ponerla a la venta, pero son demasiados los recuerdos que tengo aquí. Aquí nací y he pasado toda mi vida.

Me limpio una lágrima que baja por mi mejilla sin siquiera percatarme. Cada vez que pienso en la casa y los recuerdos que tengo aquí, me sucede lo mismo. Creo que necesito dar una vuelta para despejar mi mente.

Hoy tengo la noche libre y no tengo planes para nada con Mel. Así que, sin pensarlo más, guardo mi celular en el bolsillo de los jeans y salgo a respirar aire fresco.

Paseo por las calles sin rumbo fijo, solo camino sin siquiera prestarle atención a las atestadas calles llenas de turistas. La música escapa de los bares y se escucha por donde quiera que camines. Las personas se asoman desde los balcones para disfrutar de las vistas y de la actividad nocturna de la ciudad.

Antes solía disfrutar más de la vida nocturna, ahora apenas y tengo tiempo para nada. El único día que tengo libre es para descansar. Voy tan distraída en mis pensamientos, que sin siquiera darme cuenta termino en Jackson Square. Me acerco al Café Du Monde y compro unos buñuelos para el camino.

Mientras regreso a mi casa, tengo la ligera sensación de ser vigilada. Miro en todas direcciones, pero no veo nada más que turistas y personas distraídas que salen de los bares.

Apresuro el paso hasta la casa sin dejar de sentir en ningún momento esa fuerte presencia cerca de mí. Ya cuando entro en la seguridad de mi casa, me siento mucho más aliviada. Ya no me siento vigilada.

¿Sería él?

¿Lo volveré a ver alguna vez?

Debo dejar de pensar en él. Me salvó la vida, y yo la suya, creo que con eso estamos en paz. Y sinceramente, no creo que me gustaría involucrarme con ellos. Mi vida es bastante tranquila tal y como está. Y quiero que se mantenga así. Sin complicaciones.

Guardo los buñuelos que me quedaron y me voy a dormir. Mañana comienza mi rutina semanal así que mejor descanso.

Me cambio a mi ropa de dormir y me acuesto en la cama mientras miro al techo algo descolorido. No tengo sueño, creo que he descansado demasiadas horas seguidas.

Me levanto y voy hacia el estante de libros, escojo uno y me lo llevo a la cama. No hay nada mejor que leer antes de dormir. Y así, después de varios capítulos, el sueño poco a poco comienza a dominarme y me quedo plácidamente dormida.

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Espero les haya gustado el capítulo.
¿Quién crees que la vigilaba?
¿Volverá a encontrarse con Aren?
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Xoxo🐦⭐