Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2.- Salvador

Frunzo el ceño mientras me aferro a ella con fuerza y él me ayuda a ponerme de pie. Creo que no estoy preparada para esta sensación en mi piel. Esperaba que su contacto en mi piel fuera frío como el hielo. Pero no lo es. Su contacto es cálido y electrizante al mismo tiempo. Esto no me lo esperaba. Tira de mi mano y camina conmigo hasta que estoy debajo de la luz y lejos de las sombras del rincón donde estaba escondida.

—Veo que estás sorprendida. —inquiere alzando una ceja mientras me sonríe alzando la comisura de sus labios y mostrando uno de sus colmillos.

Y por primera vez, me pierdo en su mirada. Ya no es del mismo color de antes. Ya no tiene esa mirada feroz de color granate que vi antes que se alimentara con ferocidad de mi atacante. Su mirada ahora es dulce, y sus ojos han adquirido un hechizante color azul cielo, con ligeros toques dorados, que hace que no pueda dejar de mirarlos. Su rostro está cubierto por una ligera barba de varios días que imagino es permanente en él, al igual que su cabello largo de color rubio dorado. Su estatura es impresionante en verdad. No soy muy bajita que digamos, esvelta y sin muchas curvas, seguro, pero mido 1.78mt. Él debe de medir más de 1.90mt pues debo inclinar mi rostro un poco hacia arriba para poder mirarlo directo a los ojos.

—De cierta forma—respondo apartando mi mirada de la suya—. No esperaba que tu contacto fuera tan...

—¿Cálido? —me interrumpe.

—Sí. —confirmo mientras me suelto del agarre de su mano.

Me siento algo incómoda. Nunca he tocado a ninguna criatura del otro mundo. Ni siquiera me había percatado que no me había soltado. Mi mano entre la suya se sentía tan bien. Como si estuviese en el lugar correcto. Su mano envolviendo la mía me hace sentir protegida.

—Normalmente no lo es. Pero acabo de alimentarme, así que podría pasar por un humano durante un tiempo.

—¿De cuánto tiempo estamos hablando? —inquiero ahora con curiosidad.

No sé de dónde viene esta curiosidad por conocer más acerca de su especie. Nunca me han interesado nuestros nuevos inquilinos en la ciudad, ni siquiera conocer sobre sus costumbres o dietas. Solo sé algunas cosas gracias a Mel, mi mejor amiga y creo que la que más sabe sobre todas las criaturas sobrenaturales en la ciudad. Él no me responde. Solo me sonríe apenas mostrando sus colmillos.

—Déjame limpiarte esa herida—dice apartándose de mí. Y desaparece en un abrir y cerrar de ojos levantando una ráfaga de aire a mi alrededor. Apenas tengo tiempo de procesarlo cuando ya está una vez más delante de mí con una toalla mojada en la mano—. ¿Puedo? —pregunta en dirección a mi frente.

—No quiero que te sientas incómodo.

—No me molesta el olor de tu sangre—. dice acercándose más a mí.

Acerca una mano a mi rostro y aparta el cabello de mi frente a un lado. Me mira a los ojos un instante antes de colocar un mechón de cabello de mi rostro detrás de la oreja. Y yo cierro los ojos ante esa ligera caricia.

Este mismo gesto me lo han hecho muchas veces, pero nunca lo he sentido tan placentero como ahora. Es la misma sensación electrizante de antes cuando envolvió mi mano en la suya. Esto nunca me ha sucedido antes. Abro los ojos y me pierdo en su mirada una vez más cuando siento la toalla mojada en mi sien, limpiando la sangre que se ha pegado a mi rostro.

—¡Mmm! —gimo en voz baja ante la leve punzada de dolor en mi cabeza.

—No creo que necesites suturas, pero mañana tendrás un buen morado ahí. Y puede que tengas dolor de cabeza—me dice apartando la toalla de mi rostro y separándose de mí. Solo entonces parpadeo y lo observo caminar. Lo hace con un andar elegante hacia la barra y allí deja la toalla. Estoy tan absorta, que ni siquiera me percato cuando regresa a mi lado—. ¿Lista para marcharte?

Su pregunta me regresa a la realidad.

—Creo que sí, déjame ir por mis cosas para cerrar.

Me alejo de él. Su presencia me inquieta, pero no de una forma que me haga temerle. Es algo extraño. Si a estas alturas no me ha mordido, no creo que lo haga. Eso espero. Recojo mis cosas y salgo en su búsqueda. Ha desaparecido. Salgo y cierro el local asegurándome varias veces que esté bien cerrado.

—¿Vives muy lejos? —casi salto del susto.

Su voz suena muy cerca de mí. Me giro y ahí está él. Recostado a la pared con los brazos cruzados sobre su pecho.

—¡Eh! — exclamo. Es lo único que logro articular mientras lo observo de arriba abajo.

Y ahora que lo observo bien, luce como un tipo peligroso. Y no creo que deba saber dónde vivo. ¿Y si me chupa la sangre mientras duermo? No conozco nada de él, ni de las costumbres de su especie. Al menos no todas. Ahora me arrepiento de no haber conocido más sus costumbres como han hecho todos en la ciudad. Pero es que no me interesaba antes. Y ahora, tengo mucha curiosidad por conocer más de mi salvador y sus costumbres. Él me sonríe como quien esconde un secreto. Debe estar burlándose de mi porque no conozco absolutamente nada de su especie.

—No creo que debas caminar sola a esta hora de la noche. Te podrías cruzar con un vampiro hambriento— me dice mientras se separa de la pared y se acerca a mí sonriéndome—. Déjame acompañarte. Solo quiero asegurarme de que llegues a salvo a casa. Quiero asegurarme que ese baboso desagradable no te esté acechando entre las sombras.

El tono de su voz es hipnotizante y me hace sentir segura. Él tiene razón. A pesar de que es peligroso, todo un depredador supremo, también lo es cualquier humano. Incluso pueden llegar a ser mucho más peligrosos que él.

—No es muy lejos de aquí, en Burgundy St.

—Guía el camino, me aseguraré de que llegues sana y salva a casa.

Espero que se refiera también con respecto a él.

Comienzo a caminar y él se coloca a mi lado manteniendo la distancia. Son solo dos manzanas. Lo miro de reojo. Camina con cierto aire de grandeza, como si fuese alguien importante en su mundo. Nos cruzamos con varios borrachos que deambulan sin rumbo por la calle. Necesito hablar de algo. Este silencio me está matando. Y se con exactitud que decirle para romper el silencio que se ha instalado entre nosotros.

—Gracias por salvarme.

—Ha sido todo un placer—me dice con una sonrisa—. Desagradable, pero placentero.

Su comentario me causa algo de gracia, pero me contengo.

—Escuché que dijiste que tenías mil años. Eso quiere decir que eres como un vampiro original.

—Tengo un poco más de mil años. Y no, no soy el primero de mi especie.

—Hablas como si pudieran reproducirse.

—No conoces mucho de nuestra raza, ¿cierto?

—Nunca he tenido la oportunidad de hablar con uno de tu especie—le contesto con una sonrisa—. Y no me gusta ir preguntando por ahí. ¿Antes dijiste que acababas de llegar a la ciudad?

—Sí. Hace apenas unas horas que llegué.

—Y fuiste directo a un bar. ¿Acaso los vampiros pueden emborracharse?

—Sí, podemos.

—¿Con alcohol? —le pregunto pues me ha demostrado que no estaba borracho a pesar de todo lo que bebió en el bar. Así que debe ser con algo más.

—No exactamente.

—¿Con qué? —le pregunto con mucha más curiosidad.

—¿Qué sabes de las especies que habitan tu ciudad? —pregunta cambiando de tema.

—No mucho—respondo mientras él me mira con atención—. De acuerdo. No sé casi nada.

—¿Y puedo saber por qué? Llevamos bastante tiempo aquí como para que hayas conocido al menos a uno de cada especie. ¿Acaso estás en contra de que estemos aquí?

—No. Solo que, con mis trabajos, no he tenido tiempo de conocer a ninguno de ustedes. Solo sé algunas cosas que me han contado.

—¿Nunca habías conocido a un vampiro entonces?

—No. Eres el primer vampiro con el que tengo el placer de hablar.

—O sea, no conoces nada de mi mundo o nuestras costumbres.

—No. Y tú no conoces nada del mío. Así que estamos a mano—. le contesto con una sonrisa.

Él no dice nada más. Detengo mis pasos cuando me percato que estamos frente a mi casa.

—¡Vives aquí! —exclama impactado.

Miro hacia mi casa. Creo que mi hogar no le ha causado una buena impresión. Ni a él ni a nadie, estoy segura.

—Luce mejor por dentro que por fuera. —contesto con una sonrisa.

—No es por ofender tu lugar de residencia, pero esto es una pocilga.

Y eso que no quería ofender. Pero tiene razón. Mi casa no tiene el mejor aspecto. Después del último huracán que nos azotó hace menos de un mes, mi casa quedo destruida. Y aún no he podido reunir el dinero suficiente para pagar todas las reparaciones exteriores. Es por eso que tengo dos trabajos y apenas duermo. Necesito todo lo que pueda recaudar para reparar lo único que me queda de recuerdo de mi familia.

—Espero poder repararla pronto—le digo con una sonrisa. Y entonces mientras lo miro, pienso en algo que no había pensado hasta el momento—. Si acabas de llegar. ¿Dónde dormirás esta noche? —y entonces recapacito en lo que acabo de decir—. Ah, cierto, olvidé que los vampiros no duermen.

—¿Quién te dijo que no dormimos? —creo que no me esperaba esta respuesta.

—Disculpa. Lo único que conozco de tu especie es lo que cuentan nuestros libros. —y todo lo que he leído, nada tiene que ver con ellos.

—Veo que necesitas adquirir ciertos conocimientos sobre nuestra especie. Si dormimos, aunque no necesitamos de tantas horas como ustedes los humanos.

—¿Conoces de nuestras costumbres? —estoy intrigada por esto. ¿Cómo es posible que sepa de nosotros si acaba de llegar?

—Conozco algunas cosas. Acabo de llegar a la ciudad, pero ya llevo un tiempo por aquí. —eso lo explica todo.

—Aun no respondes mi pregunta. ¿Dónde dormirás esta noche?

Ni siquiera sé porque se lo estoy preguntando, no es como si fuera a ofrecerle quedarse aquí. Apenas lo conozco, aunque le debo mi vida.

—No tengo donde dormir, pero ya encontraré algo. Ahora si me disculpas, me despido—sin previo aviso se acerca a mí y toma una de mis manos entre las suyas. La lleva hasta sus labios mientras acaricia mi muñeca—. Buenas noches Lizzy, que duermas bien. —deposita un beso cálido en mi mano antes de soltarla. Da un paso atrás y desaparece de un salto, volando en el cielo nocturno.

Aun siento el cosquilleo de sus labios en mi mano. Entro a la casa con la cabeza en las nubes. Acabo de conocer a un vampiro, me ha salvado la vida y es en extremo sexy y atractivo. Siento como mi estómago se retuerce tan solo de pensar en él. Y conozco esta sensación demasiado bien. Esa que hace que mi mente divague. La que inunda mis sentidos y hace que reaccione de esta forma. No sé si es algún hechizo que me ha lanzado. Pero me siento atraída por él. Pero no es algo sobre lo que piense actuar. Estoy bastante segura de que ellos provocan esa reacción en todos los humanos. Y que es algo inevitable.

Además de que no pienso actuar sobre nada que me indique mi corazón. He sufrido demasiado como para tener sentimientos una vez más por alguien. No quiero volver a sentir el sufrimiento de la pérdida de alguien querido. Esa es una promesa que me hice hace dos meses.

Nunca más me voy a volver a enamorar.

Ni siquiera de un vampiro al que le debo mi vida y por el cual me siento terriblemente atraída.

___________________________________________

Espero les haya gustado el capítulo. ¿Que creen que sucederá?
Se acerca una investigación sobre seres sobrenaturales.
No olviden dejar sus comentarios y votos si les gustó el capítulo.

Les dejo unas fotos de en quienes me inspiré para crear los personajes.

Lizy

Aren

Déjenme saber su opinión.

Xoxo

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro