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Scare - Final

La puerta era golpeada una y otra vez por el grupo de individuos que se encontraba fuera. Empleaban toda la fuerza necesaria para tratar de derrumbarla, mientras Yoon Gi era sostenido por un Ho Seok que le pedía tranquilizarse luego de escuchar por labios del mayor que su primo había muerto en el trayecto al hospital.

Nam Joon había suplicado perdón miles de veces entre lágrimas haciéndole entender porque estaba tan dolido cuando se encontraron. Porque había balbuseado incontables veces palabras que eran inentendibles. Los golpes que le había dado al menor no eran suficientes comparados con el vacío que había sentido en su pecho al escucharlo.

Ahora estaba siendo aferrado por los brazos con los ojos rojos y la ira en su pecho a punto de hacerlo explotar.

ㅡPor favor, Yoon Gi. ¿No ves que él está igual de destrozado al saber que su esposa he hijo han muerto? Calmate. Se que es difícil, pero tenemos que salir vivos de esto.

El mayor se hizo es sordo al escuchar las palabras de su mejor amigo y se sacó de su agarre con una sacudida abrupta.

ㅡEsto es una mierda.ㅡmumuró con los dedos mesandose el corto cabello. Cerró los ojos tratando de que el quebranto en su pecho no terminará por reducir sus defensas y que los demás a su alrededor dejaran de sentirse protegidos. Porque el siempre tenía ese sentido del deber en su sistema.

Las imágenes de los momentos compartidos con su primo en su niñez y el último hace algunas horas atrás sólo le hicieron soltar un puñetazo a la pared para al menos desahogar la impotencia que sentía. Sosteniendose luego de esta con un par de lágrimas que resvalaron por sus mejillas que fueron ocultas ante los presentes. Se sorbió la nariz y con el dorso apartó la humedad para entonces escuchar como la puerta era abierta de par en par con un sórdido golpe.

Lo primero que se le pasó por la cabeza era que había un niño y un adolescente en el lugar. Sólo viendo al grupo de hombres con ropa ensangrentada y rasgada, que pensaban en avalanzarseles sin preámbulos. Tomó lo primero que encontró a su alcance y tampó el objeto con la extensión de su brazo derecho.

El primero enfrente recibió el noqueo en el pecho, siendo suspendido hacía atrás y llevándose a tres de los que lo presidían.

Ho Seok acompañó a su amigo, aunque sabía no era tan bueno como el pelinegro en los ataques cuerpo a cuerpo; usaria todo lo que recordaba, aprendió en el ejército.

El mayor estaba agotado por el poco descanso y los sentimientos que le atropellaban en ese momento. La debilidad en su cuerpo era notable y lo comprobó cuando el puñetazo que recibió a cambio, le hizo caer al suelo como un saco de harina.

Los tipos entraron al almacén con rapidez, pero no hicieron otra cosa más que quedarse en medio mirando a todos lados como si buscaban algo.

Yoon Gi escupió la sangre que se había acumulado en su boca y alzó los ojos, encontrandose entonces con la persona menos pensada.

Jun Myeon, uno de los jefes al mando estaba en pie vestido de civil y con la mirada fija en el pálido.

ㅡSeñor...ㅡ dijo el muchacho agachandose para ayudar al pelinegro que tenía los ojos bien abiertos, luego de corroborar que las personas que había atacado eran parte de la brigada a la que pertenecía. El chico lo levantó, tomando del antebrazo al mayor para ayudarlo a incorporarse.

ㅡ¿Qué hacen ustedes aquí?ㅡcuestionó Yoon Gi ahora sintiéndose más tranquilo. Desvió los ojos a los demás tras Jun, que se quejaban por el dolor de la pasada golpisa, recordandole las veces que tuvo que ser firme para que sus soldados aprendieran a ser menos débiles y pensar más en los demás que en su propio dolor.

ㅡSentimos haber armado un escandaloㅡescuchó decir al muchacho, que se inclinaba en una reverenciaㅡ, pero estábamos desesperados al ver todo el desastre que hay en esta área de la ciudad. Esperabamos encontrar sobrevivientes.

Yoon Gi se sintió aliviado de escuchar aquello. El que algunos participantes en su tropa estuviesen allí era como una luz al final del túnel.

A pesar del doloroso encogimiento en su corazón, se decidió mantenerse firme y fuerte por los más débiles allí.

ㅡGracias por preocuparse. Pensaba que era el único que estaba ayudando. Las brigadas han sido canceladas para impedir que controlen el desastre.

ㅡEs un mandato de arriba, Señorㅡ indicó el joven esperando las órdenes de su jefe.

Para Yoon gi era lamentable escuchar que las personas tomaran como algo normal el caso que estaba ocurriendo actualmente. Prefería mil veces que las ciudades siguieran fabricando armas biológicas como los virus para su supuesto deseo de exterminación por falta de recursos, a ver como la gente se mataba sin ningun remordimiento.

Sentía, ahora más que nunca. Que si perdía a alguien más, enloquecería.

No deseaba ya ver más gente morir.

Si en el cielo había un Dios en el cual podía creer, solo suplicaba piedad.

Se acercó a Jun Myeon y le colocó una mano sobre el hombro.

ㅡOlvidemos las formalidades por estos momentos. Quiero que trabajemos juntos para sacar a este chico y los demás de aquíㅡ señaló el pelinegro, desviando su vista a los presentes.

Ho Seok estaba inclinado con Jungkook revisando sus heridas, mientras Nam Joon tenía a su pequeño cargado, cual dormía entre sus brazos.

El menor asintió.

ㅡSi, lo haremos como usted mande.

ㅡOtra cosa. Deben salvarlos a toda costa y eso incluirá poner su vida de por medio.

El grupo afirmó diciendo un si al unísono.

A continuación, decidieron empezar a transportarlos a todos. En primer lugar Jungkook que era el más herido, fue llevado por uno de los más fornidos sobre su espalda.

Yoon gi se había informado de que el grupo tenía una camioneta para trasladar a algunas personas a los hospitales más cercanos, que estuviesen en condiciones y era más que un logro para él saber que estaban siendo abiertas las puertas para la ayuda correspondiente.

Cuando todos fueron transportados, el lamento de los corazones se extendió grandemente cuando Nam Joon empezó a llorar al dejar el cuerpo de su esposa e hijo, pero ya todo estaba hecho y no podían volver atrás.

Llegaron al hospital y un murmullo se escuchaba en todo el edificio. Tenia más gente que la que dejaron al inicio y al parecer estaba siendo resguardado por otros soldados en atuendos de civil.

Yoon Gi se quedó sorprendido, pues no comprendía porque de un segundo a otro las cosas habían cambiado para bien.

Parecía ser un milagro celestial.

ㅡUn conjunto de la brigada decidió quedarse, no sabíamos que el hospital estaba siendo atacado hasta que nos encontramos con algunos vandalos azotando las puertas y desparramando los pocos medicamentos y recursos.

Yoon gi solo escuchaba a su menor con atención, viendo a sus demás compañeros ayudar en algunas de las cosas que los médicos y enfermeras pedían. Algunos militares al igual que los demás.

Después de vigilar que todo estuviera bajo control y descubrir que Jimin estaba mejorando, se dispuso a pensar en una de las cosas más importantes.

Su madre.

Debía volver a casa y buscarla. Saber que al menos su padrastro hizo el esfuerzo por protegerla, de dar su vida por ella y el amor que profesaban tener.

Pidió disculpas a los demás y con eso en mente decidió partir.

ㅡ¿A dónde vas? No estás estable para mantenerte en pieㅡ pregunto Ho Seok con una mirada que brotaba preocupación.

ㅡ No importa mi condición ahora. Debo comprobar si mamá está bien.

Se miraron y Ho Seok entendió a la perfección sus palabras. Otra de sus personas amadas estaba en riesgo de muerte.

El castaño decidió entonces darle un abrazo a su amigo, por si las cosas no salían bien, pues aunque faltaban pocas horas para que terminara la purga, el riesgo seguía estando.

ㅡCuídate.

Ambos se desprendieron del abrazo y Yoon gi salió del edificio para caminar a toda velocidad, más bien correr para llegar a tiempo a su casa por si algún percance había sucedido.

Corrió durante al rededor de media hora, deteniéndose luego para respirar y tragar hondo. Su cuerpo estaba muy caótico por la falta de fuerzas, pero su espíritu era vivas y deseaba con todas sus ansias llegar al barrio al que pertenecían.

A causa de que posiblemente alguien le interceptara en el camino, llevaba una pistola que le entregó uno de los soldados, cual llevaba en la parte trasera de su pantalón.

Volvió a iniciar la corrida, hasta llegar a la calle en donde se encontraba su casa. Todo estaba extrañamente tranquilo, pero se veían casas con ventanas y puertas destruidas. Al igual que charcos de sangre.

Eso lo alarmó lo suficiente como para retomar el trote y llegar a la entrada de su casa.

El que era su hogar desde la infancia y donde esperaba encontrar a la mujer que más amaba en el mundo.

Luego de cansarse de tocar consecutivas veces la puerta, se percató de que no tenía el cerrojo puesto. La abrió, encontrándose con la sala como la había dejado luego de irse. Estaba impecable y bonita, tal como su madre solía dejarla después de un excesivo aseo, como solía hacer su madre cada domingo.

Caminó hasta la cocina, viendo que la habitación también permanecía intacta, luego corrió a su dormitorio y por último el suyo.

Cuando llegó escuchó el sonido que solían hacer las personas cuando comían. Ese característica de mascar con la boca abierta, que provocaba un sonido de chasquido tan estridente como extraño.

Cruzó el umbral y vio la cama de su madre desordenada, algunas de sus pertenencias dispersas por el suelo y algunos cojines de la cama. Sin embargo, eso no fue lo que le hizo a Yoon gi ir el alma al suelo.

En la esquina, donde se encontraba la puerta que iba al baño, se encontraba una persona de espaldas. Se acercó, comprobando que era su propia madre en persona con los ojos llorosos, la boca cubierta de sangre y algo viscoso empuñado en ambas manos.

Los ojos de Yoon gi se quedaron viendo impresionados la escena.

Una de las más crudas y espeluznantes que contemplo jamás. Su madre. Ella estaba allí con el cuerpo de su padrastro en el suelo. Su estómago abierto y sus pantalones desabrochados, con la evidencia de que algo más ocurrió.

ㅡMamá... ¿qué es esto?

ㅡLo siento. Él el quería hacerlo, el quería matarme. Yo... yo tuve que defenderme. Trato de hacerme daño...

Los balbuceos de su madre se escuchaban tan fuerte en sus oídos, que parecía como si esta le estuviese gritando.

ㅡLo maté, tenia que hacerlo. El me dijo que lo hiciera. Uno de los dos tenía que morir y yo lo hice. El debía ser el que muriera, pero todo se complicó y...

El pensamiento de Yoon gi solo podía fijarse en una cosa. Su madre había matado a su padrastro y estaba devorando su cuerpo.

Ahora si estaba volviéndose loco.

El pelinegro haló sus cabellos, colmado en la desesperación. Todo lo que sucedía parecía ser producto de una pesadilla. Quizás debía despertar.

ㅡHijo, Yoon gi, no le creas a ellos. Él me dijo que todo era una alianza para acabar con el país. No vuelvas al servicio. Te lo pidoㅡ la mujer le rogó tomando a su hijo de la manos, cuales fueron manchadas de sangre. La sangre del hombre que había dicho ser su amado esposo.

ㅡDéjameㅡ soltó con asco. ¿Dónde estaba la mujer que había sido?

ㅡ¿Qué haces hijo? ¿Porque me tratas de esta manera? ¿No ves todo lo que está pasando? No te vayas. No quiero perderte otra vez. No quiero estar sola.

ㅡ¿Es que acaso crees que todo estoㅡ señaló su aspecto ㅡes algo de lo que sentirme orgulloso? Mírate, estás desquiciada, mamá. ¿Cómo alguien en su sano juicio hace una cosa tan desagradable?

La mujer se quedó en silencio y bajó la cabeza, para luego, de ser rechazada tomar en sus manos la misma arma con la que había matado a su marido.

ㅡMe juzgas por su muerte, pero no te preocupas por mí. ¿Qué puedo hacer ahora? Ya es el fin. Toda Corea terminará siendo destruida por las naciones vecinas. Ya no hay marcha atrás.

¿Porqué su madre decía cosas como esa? Estaba sintiendose desfallecer su sistema no podía más y la purga estaba a punto de culminar. Si su madre pretendía atacarlo, o quizás atentar por su vida, ya no tenía fuerzas para impedirlo.

Sus rodillas empezaron a temblar. Su cabeza estaba dando vueltas y lo que mas pudo hacer fue sostenerse de la pared.

El sonido amortiguado de su cuerpo hizo eco en sus oídos. Su madre estaba de pie delante suyo. Con las lágrimas brotando y el cuchillo en sus manos, empapado de sangre.

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