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Piety

Jimin soltó un agudo lamento cuando sintió una punzada dolorosa en la parte trasera de su cuerpo. Las laceraciones continuaban dándole pequeños escalofríos, así que no tuvo más remedio que alzarse de sobre el mayor y tratar de tomar una posición poco incómoda. Elevó su cabeza, direccionándola al semblante sereno y solemne de el pelinegro que se había quedado dormido con las comisuras de los labios con evidencia de su ataque al paquete de galletas de que ahora no quedaba nada más que las envolturas.

El rubio al ver aquello se percató de que el mismo no había comido nada durante las horas pasadas y su cuerpo estaba pasando factura con un torpe mareo, acompañado de todo lo demás. Lloriqueó un poco cuando trato des sentarse y el dolor fue insoportable. Un jadeo salió de sus labios al junto de unas lágrimas y como pudo se paró sobre sus talones.

Vió el sinnúmero de bocadillos en las estanterías. Tomó el primero que llamó su atención y lo abrió apresuradamente para llevar un puñado a su boca.

Las lágrimas volvieron a colarse involuntariamente de sus ojos. Su mente volvía a revivir el incidente. Se sentía sucio, sentía asco de si mismo. Entre sollozos, volvió a rellenar su boca para apaciguar la ansiedad que se remolinaba en la boca del estómago.

ㅡ¿Cómo te encuentras?ㅡ preguntó una voz ronca y espesa. Jimin se apartó el llanto, volviendo su atención al mayor de cabellos negros y cortos. Este tenía los ojos entrenados, con el dorso restregó consecutivamente uno y otro, esperando la respuesta del mayor.

ㅡYo... ㅡ hizo una pausa y tragó la comida. ㅡNo lo se.ㅡ respondió con pena. Su superior se movió efusivamente, tambaleando en la acción. Emitió unos simples pasos, quedando ambos frente a frente.

ㅡDeberías continuar en reposo, al menos por un rato más. Quizá tengamos que dispersarnos nuevamente, pues apenas han pasado cuatro horas. Y si nos quedamos aquí no encontrarán rápidamente.ㅡ el rubio asintió, mientras Yoon Gi sostenía una de sus muñecas y lo acercaba para que volviera a la posición anterior.

ㅡEspere.ㅡ susurró el menor sin aliento, cuando el mayor le trató de sentar.

ㅡ¿Qué pasa?ㅡ cuestionó este con un fruncimiento automático. Jimin se tensó avergonzado. No quería decirle que le dolía esa parte tan íntima. Sería muy vergonzoso. Apretó sus puños y sacudió la cabeza para que el contrario le restará importancia. Se dejó caer lentamente en el suelo, ahogando el gemido. ㅡDebes confiar en mi. No pienso hacerte daño.ㅡ expresó Yoon Gi. ㅡPor cierto, soy Min Yoon Gi.

Jimin captó las palabras dichas. El mayor pensaba que el desconfiaba de sus acciones; pero era lo contrario. Jimin se sentía que le debía la vida a pesar de que su mente le jugaba una y mil veces esa pesadilla de hace unas horas, el era consciente de que ese hombre había puesto su propia vida en riesgo para salvarlo a él.

Y aunque en esa situación no debía hacerlo porque las personas eran impredecibles, él se sentía confiado. Porque, ¿quién da la vida por alguien a quien no conoce?

ㅡNo es eso...ㅡ contestó, tosió un poco. Cosa que hizo al mayor alertarse y buscar la botella de agua para que tomará de ella. El joven dio unos tragos guiado por el mayor. ㅡSoy Jimin, Park Jimin.ㅡ carraspeó un poco y vió a Yoon Gi colocar el bote a un lado.

ㅡ¿Entonces qué?ㅡ incitó con interés, plasmando sus felinos y oscuros ojos en el pequeño. Jimin lo analizó por un instante, preparándose de que no se había fijado especialmente en aquel hombre. Era de piel muy blanca, casi como la nieve. Sus ojos pequeños y de mirada felina con cejas gruesas. Su cabello no era largo por la frente, más bien estaba corto y peinado hacía un lado dejaban ver una amplia frente.
Un collar pendía de su cuello y llevaba ropa holgada de colores sobrios, manchada de sangre. Desprendía una aura confortable, digna de confianza.

ㅡYo... Estoy lastimado.ㅡ contestó bajando la cabeza. Yoon Gi asintió. Dejó al menor y camino en busca de los calmantes. Tendió unos para que los tomara.

ㅡCuando pase su efecto sólo dime.ㅡ dijo con calma, pasó su mano por los hombros de Jimin para a acomodarlo mejor. ㅡNo tengas vergüenza. Ahora, dame unos minutos. Vigilaré que todo este en orden.ㅡ comunicó. El menor asintió.

***

Abrió la puerta del almacén y lo recorrió con su mirada para verificar si había algo por allí que les sirviera. Realmente no pensaba encontrar nada más que mercancía del negocio, pero después de remover algunas cajas se había encontrado una doce en un lugar recóndito. En realidad no tenía idea de que persona era el dueño de aquel establecimiento que tenía un arma allí, pero al menos cuando se lo topara le agradecería su astucia.

Sonrió por primera vez en esas horas y salió del espacio. Lo único que faltaba por registrar era el baño. Cruzó el local y notó a Jimin que se terminaba la bolsa de papas. Cruzó la puerta y recibió por lo que estaba esperando. Un ataque.

Las manos del contrario estaban sobre su cuello. El sujeto, lo empujó contra la pared haciendo que Yoon Gi sólo respondiera con un puñetazo directo a su pómulo derecho, este lo no soltó y nuevamente empezó a arremeter sacudidas, pero el pelinegro no sentía los efectos del dolor. Su rival al ver que este No hacía ni la mínima queja se rindió, recibiendo a cambio un golpe del arma en el estómago que lo privó.

Las sacudidas habían sofocado a Yoon Gi así que empezó a tomar aire, y notó luego que de su nunca empezaba a brotar hilos de sangre. Debía cerrar la herida pronto y detener la hemorragia.

ㅡ¿Quién, joder eres?ㅡ musitó el mayor respirando profundo.

ㅡEsa misma pregunta quiero hacerte, Imbécil. ¿Que haces en mi tienda?

ㅡTu eres el dueño entonces...ㅡ murmuró el pálido, sacando la mano de detrás de su cabeza y viendo el líquido rojo mancharle.

ㅡ¿Quién seré si no?ㅡ dijo ofuscado, repasando el área golpeada y soltando un leve quejido. ㅡMal nacido, creo que me has afectado un órgano.

ㅡNadie te pidió que me atacaras de esa manera.ㅡ soltó Yoon Gi. ㅡMe has partido la cabeza.

ㅡ¿Y a ti nadie te pidió que te metieras en mi propiedad? Si me hubieses dejado estarías muerto.

ㅡTrato de sobrevivir. Y No dudo que aún pienses en hacerlo, pero no te preocupes no soy uno de ellos.

ㅡNo confió en los que dicen esas palabras.ㅡ bufó el otro con seriedad y salió del espacio.

ㅡYo tampoco.

El muchacho miró a Yoon Gi con fastidio y retomó el paso. Jimin ahora estaba dormido usando sus manos como sostén para su cabeza.

ㅡNo que me faltaba.ㅡ murmuró el chico viendo al tierno rubio a unos metros. ㅡ¿Este anda contigo o se coló?

ㅡNo entiendo cual es tu afán con este sitio si es evidente que en cualquier momento lo saquearán. Deberías más bien pensar en irte a un sitio más seguro y salvar tu vida.

ㅡNo es así de fácil. ¿Crees que puedo dejarlo como si nada? Esto...ㅡ señaló el menor ㅡEs mi vida.

Yoon Gi hizo una mueca. ¿Cómo la gente podía creer que lo material era más importante que salvarse a sí mismo? La avaricia a veces hace al corazón endurecer y volverse cada día más terco e insaciable.

Sus pensamientos fueron asaltados por un ruido de un motor y el impacto de una superficie siendo impactada.
Un camión había traspasado el local. Con unos chicos con máscaras azules y rosas cubriéndole.

Dos de ellos salieron del vehículo uno con ametralladora y el otro con una AK47 Yoon Gi alterado, corrió para encontrarse con Jimin. Si ellos no los habían visto, entonces tenían tiempo de escapar.

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