Abandonando la posición de loto, los pasos del Santo de virgo se escucharon desde su templo por cada escalera en camino al templo del patriarca. No era raro para sus compañeros verlo subir, muchos lo consideran bastante cercano al patriarca en ese sentido. Siendo el que ostenta el título del más cercano a dios, también es lo que algunos esperarían.

Solo que, sus intenciones no eran precisamente las más formales. Shaka ya tenía la suficiente información que necesitaba, ya había confirmado sus dudas y analizado lo suficiente la situación.

El último escalón fue pisado, quedando un camino en línea recta. El patriarca usurpador no esperaba esa visita, recomponiendose lo mejor que podía para recibir al santo de virgo lo más serio y sereno que podía. Esa en específico era una de esas noches donde su mente era un caos.

Saga se hacía más consciente de forma momentánea, sintiendo un dolor de cabeza bastante grande cuando eso pasaba, sin ser capaz de hacer nada más que sufrir el silencio.

Momento inoportuno para recibir a alguien, justo lo que Shaka buscaba.

— Buenas noches, Saga de Geminis. — No quiso irse con rodeos. Fue directo una vez el contrario estuvo de pie ante el. Siendo capaz de percibir su indignación, y su cosmos listo para atacar.

— Veo que tú fama de ser cercano a los dioses, se merece. Tu percepción es bastante peligrosa. — Saga tampoco sé tomó la molestia de fingir demencia. Se quitó el casco mirando desafiante a Shaka. Sus ojos rojos y cabello blanco parecían destacar en la solitaria cámara, casi a oscuras.

Poético en parte. El hombre más cercano a Dios junto a un hombre que estaba cerca de ser comparado con Lucifer.

— Desde hace bastante lo he notado, aunque es algo ingenuo negar que ya sea por mi joven edad, lo poco que tenía memorizado la presencia del verdadero patriarca gracias al aislamiento de cada uno de nosotros, terminando con mi entrenamiento en india, me tomó bastante tiempo darme cuenta del reemplazo que tenemos frente a nuestros ojos.

— ¿Y qué harás? ¿Matarme? ¿Unirte a mi? ¿Revelar esto? Es probable que nadie te crea. — Se jacto. A Pesar de su tono burlesco parecía tenerse tranquilo. Alzando su mano donde pudiera atacar.

Saga sabía que no debía subestimar a nadie que portará una armadura de oro. Por la fama de Shaka se preguntaba si el satán imperial tendría efectos en él, aunque le parecería divertido probar, no obstante el cosmos de Shaka aunque se mantenía tranquilo parecía aumentar de forma exponencial. Ninguno bajada la defensiva en el silencio.

— ¿Y bien virgo?

— Solo vine a recuperar al verdadero Saga. — Apenas dijo eso sus ojos se abrieron, liberando todo la cosmos-energia que había estado acumulando los últimos días, iluminando la habitación en el proceso mientras se tapizada en las figuras de todo tipo de mandalas.

El tesoro del cielo había sido liberado. Saga fue tomado entre las manos de Buda, poniendo resistencia aunque sea inutil ya que sus sentidos parecían haberse privado antes de que se diera cuenta, solo era capaz de escuchar un cántico que resonaba en todo su cuerpo.

La luz de Buda expulsada el pecado que tenía arraigado, un parásito en forma de nube salió de su cuerpo como si lo arrancarán a la fuerza, seguidamente siendo destruida por el cosmos de Shaka. Un pilar de luz dorada fue lo último que ese parásito logró ver. El cuerpo de Saga fue liberado, dejado lentamente en el suelo a menos de Shaka.

— Descansa. — Tomando a Saga en brazos Shaka lo llevó devuelta a su recamara, quitándose la armadura en el proceso con la intención de esperarlo.

Tampoco necesitó de mucho tiempo, en menos de una hora Saga abrió los ojos. Aún sentía su cuerpo mareado, solo que, mucho más libre. Su cuerpo era suyo nuevamente rompiendo en lágrimas en el proceso.

— Me alegra ver qué te recuperaste bien. — Shaka se arrodilló frente a él, haciendo que lo mire a los ojos mientras terminaba secando sus lágrimas.

— Gracias. — Débilmente sonrió. Fue lo primero que alcanzó a decir casi sin darse cuenta, cada recuerdo estaba lúcido en su memoria. — Eres más interesante de lo que pensé.

— No es nada. Patriarca Saga. — Así de fácil la sonrisa se le borro.

— Tengo muchos pecados para que aún quieras decirme así.

— Lo sé. Pero aún puedes arreglarlo, ¿Athena sigue viva no? — Asintió débilmente.

— Debería de estarlo. Si es que Aioros logro ponerla a salvó. Espero que haya sido así. Solo que, ¿Enserio quieres que aún tome este cargó?

— Te soy sincero, de no haberme dado cuenta de que tenías ese parásito no hubiera dicho o hecho nada. Athena es una bebé, en este momento debe tener unos 6 o 7 años, Shion aunque suene cínico de mi parte ya era un hombre muy mayor, de todas formas él se iba a retirar.

>> Tu por tu parte no has hecho un mal trabajo liberando el santuario. Has sido un líder adecuado. Deseada ver hasta donde eras capaz de llegar, si Athena enserio era capaz de reclamar lo que es suyo una vez madurara y buscará su verdadero destino como diosa. Sé que mis acciones pueden ser consideradas las de un traidor, así que no pido que me entiendas.

— De cierta forma te entiendo. Ahora, quisiera saber ¿Cómo te diste cuenta que tenía ese parásito? Ni yo era consciente a decir verdad. Siempre fue como una voz que me atormentada, yo pensaba que era simplemente la presión que yo mismo sentía.

— La verdad no fue fácil. Cualquiera pensaría que tenías un caso de esquizofrenia. Lo que me hizo darme cuenta fue solo un accidente: logre percibir tu cosmoenergía fragmentada, osea, 2 diferentes. Tarde 1 mes meditando en encontrar su rastro y darme cuenta de un momento de debilidad para liberarte de su posesión.

>> Siento que  lo mínimo que podía hacer era ayudar al verdadero Saga, el que se preocupa y cuidá a la mayoría. Ya no eres una marioneta así que no veo porque tengas que renunciar al cargo de Patriarca. Cuando Athena regrese necesitará de uno junto a ella, entre todos eres el más indicado para hacerlo. Y lo has demostrado siendo uno bastante apto aún en tu, situación. Por decirlo de alguna forma.

Un fuerte silencio duró unos segundos. El tiempo que Saga necesito para procesar todo, tomando aire antes de pararse de la cama.

— No se que decir. Por una parte, muchas gracias, nunca tendré forma de recompensarte por ayudarme a salir de ese castigó. Por el otro, aunque siento que no lo merezca tienes razón. Saga de Geminis nunca será la marioneta de nadie, lo menos que puedo hacer ahora es lo correcto. Mañana reúne a toda la orden, les diremos la verdad. Cuando Athena regrese tendrá el santuario listo para ella.

— Como usted deseé, patriarca Saga.

— Antes de que te vayas, ¿Te parece ser mi consejero de ahora en adelante? Cómo un agradecimiento por salvarme.

— ¿Cómo un agradecimiento o porque aún dudas de ti? Siento la petición más como ser tú ayudante, cosa que siento poco acta para mi. Si quieres mi ayuda tendrás que pedirla.

— Veamos que termina pasando, Virgo. — Sonriendo arrogante reto a Shaka, residiendo una última mirada fija en él mientras se iba, sin despegar el rabillo del ojo con la misma sonrisa.

Saga suspiro. Por primera vez en varios años, dormiría tranquilo. Aunque no sea su responsabilidad directa tenía mucho que enmendar.
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Esto originalmente iba a ser un fic Saga x Shaka pero entre más escribía sentía que ese elemento estorbada. Así que lo deje así.

Desde hace tiempo tengo la idea de, ¿Y si enrealidad Shaka siempre estuvo conciente de que Saga no era Shion? Esto lo digo porque él fue quien protegió a Saga una vez Aioria fue a reclamarle ya sabiendo la verdad y fue el primero en señalar que tenía doble personalidad cuando Saori ganó. Solo que no recuerdo si esto último también paso en el manga.

En mi opinión tiene el suficiente sentido, no solo por lo dicho, Saori es una niña y aún después de tomar el santuario sigue siendo imprudente. Si no porque, está muy normalizado ver a Shaka como un pan de dios cuando la realidad es más malparido que DeathMask.