-De nuevo- pidió Amity frente la puerta de la Psicóloga Eda

-¿Enserio tengo que venir, digo. Ella está al menos?-

Amity me ignoro y volvió a tocar la puerta del despacho... Nada, volvió a tocar con más fuerza que antes y un ruido se escuchó junto a los gritos molestos de: "¡Maldita sea, ya voy!"

-¿Segura debo de pasar una media hora con ella?-

-Ordenes de la superiora- se excusó camino a Willow y las demás

Willow tomo la mano de Amity y comenzaron a caminar, Skara estaba hablando con alguien más por lo que me ignoro (gracias a dios) Y Boscha... Ella se quedó ahí plantada, como si esperara algo más que un simple: "Nos vemos luego" y sé que, le debo más que eso.

-Solo estaré ahí adentro un rato- explique tratando de sonar... Seria pero por dentro estoy muriendo de ternura al ver la cara de preocupación de Boscha –Luego las alcanzo y empujamos a Skara al lago-

-Lo sé, lo sé- se quejó caminando hacia mí –Es solo que... Me preocupa el siquiera saber algo de Eda, siempre que entras en ese lugar regresas molesta-

-Bueno, solo he entrado unas dos veces-

-A eso me refiero. No quiero ni imaginar el que pasaría si lo hicieras diariamente-

Sonreí por la tonta forma que sonó eso y por lo lamentable que sería el entrar diariamente con la Psicóloga, tome la mano de Boscha a lo que ella respondió con los ojos muy abiertos y un pequeño salto de impresión. La mire alegre y dije:

-Estaré bien Boscha, si algo sale mal. Le lanzare a Skara para que no me olvide-

-La dejaras traumada- se quejó ladeando la cabeza –Bien, suerte- dijo al escuchar como la puerta se abría

Solté a Boscha y camine directo al despacho, entre sin siquiera saber si Eda estaba detrás de la puerta y... Gracias a dios que dejo la puerta abierta pues el olor... El hedor es algo simplemente horrible, es como si un borracho hubiera vomitado en su propio vomito una y otra vez.

-¡Niña!- saludo una ebria Eda –Pasa, pasa... ¿Algo de beber?- pregunto con un tequila en la mano a casi acabar

-No... Amity me mando-

-¡Cierto, las pláticas!- dijo riendo -¿Enserio las debemos de tener?-

-No- respondí tratando de no golpear las botellas apiladas con los pies –Le conté a alguien lo que paso- dije tratando de liberarme rápidamente –Le dije a Boscha, le conté todo y la verdad... Me hiso sentir mejor-

Eda solo me miro, dio una carcajada pesada y saco otra botella, esta vez de escoses. Se sentó en su vieja silla y con un pesado suspiro se giró... No dijo nada, solo estaba allí, sin siquiera poner el mínimo interés. Yo esperaba un: "Que bien, sigue así niña, ya pasaste lo peor, ahora solo queda lo fácil". Pero en lugar de eso, en lugar de tontas formas de adularme...

-¿Fue al instante?-

-¿Disculpa?-

-El... ¿Murió al instante, tu padre?-

-El... No, el... No sé cómo lo hizo pero logro seguir con vida hasta que me vio a salvo-

¿Cómo sabe eso, quien le dijo. Que le contaron? ... ¿Acaso mamá le habló de algo? No, no es posible, No..., No..., No

-Lo siento- siseo con voz cortada y no sé si es por tanto licor en su sistema o por otra cosa –Quise quedarme, pero me aterre. Al regresar era demasiado tarde...-

-¿A qué te refieres?- pregunte asustada desando que Boscha estuviera en este momento a mi lado para tomar mi mano

>> Estaba discutiendo con mi mamá por el teléfono, no vi que pasaba a mí alrededor más que los gritos de ella y los míos. Sentí el golpe, aún recuerdo los sonidos, El chirrido desesperado de mi frenar, los cristales rotos y el sonido de un auto volcándose sobre el asfalto, el grito, el jadeo. Escape, no iba a regresar hasta que escuche un débil llamado: "Luz, hija"... Lo siento mucho niña.

Existe una sensación, un momento en donde sientes que tu mundo entero se hunde, uno en donde sientes el movimiento de la tierra, en donde tu piernas no responden, en donde tus manos, tu cuerpo y todo tu ser no sabe interpretar el cómo te sientes, el que quieres decir , el cómo quieres llorar.

Mis piernas finalmente perdieron la fuerza, me desplome sobre el piso haciendo sonar todas las botellas a mí alrededor. Eda no se giró, no dijo nada más. Como si un estúpido "Lo siento" arreglara la muerte de mi padre.

-Fuiste tú- articule finalmente una palabra –Tu... Tu... ¡Tu mataste a mi padre!- grite al punto de sentir el cómo mi garganta se desagarrada -¡Por tu culpa está muerto, por tu culpa el murió, por tu culpa soy un maldito fenómeno!- grite más y más sintiendo las lágrimas salir

Recuerdo que al pasar los meses de la muerte de papá, cuando finalmente me anime a ver su tumba. Jure que perdonaría a la persona que causo el accidente, que lo dejaría como era. Un accidente, que lo tomaría como si hubiera roto una taza de café, que buscaría el darle perdón...

-¡Ojala hubieras muerto tú, tu debiste morir!-

Para ese momento escuche unos pasos apresurados a mi espalda, unos brazos me rodearon y no tarde ni un segundo en saber que era Boscha la cual me abrazaba como si su vida dependiera de ello y puede que la suya no, pero la mía si lo hace. El llanto se incrementó pero Boscha no dijo nada, solo se limitó a abrazarme.

-Lo siento- volvió a decir Eda

-¡Cállate!- grite más fuerte que antes

-Tranquila- susurro Boscha tomando mi rostro para verla a ella, sus azules ojos estaban llenos de pequeñas lágrimas y una sonrisa forzada se asomaba

La abrase con más fuerza llorando en su pecho, lentamente Boscha me levanto del piso pero en lugar de ayudarme a caminar me cargo de forma nupcial lo cual agradecí pues me permitía llorar a gusto en su pecho. El olor a alcohol se iba alejando como la oscuridad de aquella habitación, la luz del sol me pego en la cara y yo... Simplemente seguí llorando sorprendida de no haberme desmayado otra vez.

"Es por la sorpresa" pensé al notar que seguía en este lugar y no en mi auto medicada anestesia administrada por mi cerebro.

-Llegamos- dijo Boscha con dificultad mientras pateaba la puerta de la cabaña, estoy tan... "Ida" del mundo en estos momentos que no note el que nos moviéramos

Boscha me sentó en mi cama, aparto cabello que cubría mis ojos ahora rojos. Y con la misma sonrisa nerviosa de antes dijo: "Tranquila, todo estará bien" Pero no sé si se lo dice a ella o a mí, en cualquier caso. Parece funcionar pues el llanto esta disminuyendo pasando a ser lágrimas.

-Iré por Amity o Willow y...-

-No me dejes- pedí tomando su mano a la par que el sollozo regresaba –No me dejes Boscha, por favor-

Boscha me miro, tomo mi mano y se sentó a mi lado. Ninguna dijo algo relevante, pero no hace falta, solo quiero que ella este aquí mientras mis lágrimas no dejan de salir y es lo único que necesito en este momento.

-No te dejare Luz- dijo finalmente, giré para verle la cara pero ella seguía viendo hacia adelante, como si recordara algo –Nunca, pero jamás te dejare- término mirándome con una sonrisa más... Ella, más viva a la que vi hace unos instantes

Mis lágrimas volvieron a salir con fuerza pero ya no me queje, solo me quede mirando a Boscha la cual comenzó a tratar de secar mis lágrimas con sus dedos. Pose mi mano sobre la suya y cerré los ojos, sentir su tacto es lo único que necesito y estoy segura que será lo único que necesitare.

-¿Lo prometes?- pregunte con la voz cortada

-Lo prometo- respondió juntando nuestras frentes sin quitar la mano, sin incomodarle en lo más mínimo que una loca como yo dependa de ella de forma emocional -Lo prometo, Luz. Jamás te dejare sola-

El escoces se escurría por la pared de mi despacho, los papeles, fotografías y todo estaba esparcido en el piso del lugar fusionándose con las botellas o rompiéndolas creando más basura y por ende, un aspecto más lamentable al lugar. No grite, no puedo gritar... Mi voz acaba de apagarse y eso está bien en este momento.

Entre mi tragueteo mi prótesis se soltó, caí de boca contra el piso pero poco importo, es lo mínimo a decir verdad. Las lágrimas abundan en mi cara mientras que un frio rencoroso recorre mi ser y lo que queda de mi pierna arde con intensidad.

Ojala hubiera sido yo la que muriera, ella tiene razón. La tiene en todo, es mi culpa, soy una cobarde, soy un asco de persona, soy un desperdicio de ser. Ella tiene razón... Yo debí haber muerto ese día, no el padre que suplico, sufrió y murió tranquilo al ver en una pieza a su hija.

Debiste haber muerto... Debiste haber muerto... Debí haber muerto yo, no el... Solo yo.