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O6 ҂ fin.

SeungMin bajó del auto y empezó a caminar, entró al hospital, subió al elevador y presiono el botón con el número cinco. Al bajar del ascensor la recepcionista del piso le saludó, era buena amiga de JeongIn. Realmente todos los trabajadores del hospital conocían a JeongIn.

En fin. SeungMin caminó hasta el cuarto, abrió la puerta, se detuvo un par de segundos para ver a su omega. De pie frente a la ventana con su recién nacido en brazos, balanceándose de un lado a otro tarareando una canción que HeeSeung había aprendido en la escuela y no dejó de cantar por un mes.

De repente se detuvo, se giro y sonrió antes de regresar su atención a su cachorro.

—¿Hee está bien?

—Si, solo un poco molesto por qué está con DaHyun, pero está bien.

Hace dos días la familia tenía un nuevo integrante, un pequeño cachorro, pesaba tres kilos con setecientos y medía treinta y cinco punto tres centímetros. HeeSeung aún no lo conocía y eso era por qué JeongIn no dejaría que su cachorro durmiera en uno de los sillones del hospital, él mismo sabía que no eran muy cómodos.

—¿Listo para ir a casa? —JeongIn asintió.

SeungMin salió para decir que estaban listos para irse, una enfermera pronto apareció con una silla de ruedas para él omega, JeongIn se sentó con su bebé en brazos. SeungMin tomó la maleta con la que habían llegado el jueves y salieron del cuarto.

Una vez en el auto, JeongIn decidió ir en la parte trasera al lado del bebé. El camino a casa fue realmente corto algo que JeongIn agradeció, no podía esperar a acostarse en su nido con sus cachorros y su alfa. Quería uno de esos abrazos que solo HeeSeung sabía dar, y quería dormir al lado de su alfa, no con su alfa en un sillón a dos metros de él.

SeungMin ayudó a JeongIn a salir del auto, después cuando sostuvo con cuidado al cachorro y su omega gruñó levemente, como reclamo, decidió darle al pequeño bebé a JeongIn. Después tomó la maleta del portaequipaje y caminó al lado de JeongIn hasta estar dentro de la casa.

—¡¿Hee?! —fue lo primero que hizo JeongIn al estar sentado en la sala, llamar a su cachorro, quien bajó las escaleras rápidamente al oír a su papi.

Se detuvo al ver el pequeño envuelto en una manta entre los brazos de su papi, se acercó con sigilo cuando JeongIn le dijo que se acercara.

—¿SeungMin? —repitió tres veces—. No creo que sea su nombre pa, no me hace caso. —JeongIn río suavemente.

—Es por qué los bebés son tontos y no saben nada —HeeSeung asintió comprendiendo todo lo dicho por su padre omega—. Falta mucho para que entienda, de hecho, no nos ve bien, somos algo borroso para él.

—Así que no jugará fútbol.

—No por un largo tiempo —HeeSeung frunció sus cejas—. Pero le enseñaremos ¿Cierto?

—Si.

HeeSeung se sentó al lado de JeongIn, en silencio ambos viendo al pequeño SeungMin hijo. Mientras tanto en la cocina, DaHyun hablaba con SeungMin sobre como HeeSeung había dormido en el nido y como pedía cada cinco minutos ver a su padre omega y a su hermanito.

Cuando DaHyun se fue, diciendo que era mejor recibir visitas una semana después para no causarle estrés a JeongIn. SeungMin fue con su familia, se sentó al lado de HeeSeung y unos segundos después volteo a ver a su omega, quien sonreía al ver a HeeSeung pasar su mano delicadamente sobre la cabeza de su hermano.

SeungMin tenía un sueño cuando era pequeño, él soñaba con ser un alfa con el omega más hermoso del mundo. Él quería una familia pequeña. SeungMin soñaba con ser una persona amable y con suerte tener una buena vida.

Y lo que SeungMin tenía en este momento de su vida ni siquiera lo podría haber imaginado siendo un cachorro. Tenía dos cachorros, los más adorable y tiernos cachorros que conocería en su vida. Tal vez era por que se parecían a él y siendo honestos SeungMin podía llegar a ser un poco narcisista.

Pero eso quedaba de lado al ver a su omega. Al posar sus ojos en JeongIn pensaba en cómo era posible que ese perfecto omega estuviera a su lado. Jugando en el patio trasero con sus cachorros, enseñando a O.De —lo apodaron asi unos meses después de su llegada, para no confundirlo con su padre alfa— a jugar fútbol cuando él pobre niño apenas y podía caminar. Aceptando todas las fallas de su torpe alfa que realmente solo lo hacían reír.

—¿Jugarás ó tienes miedo de perder Kim?

SeungMin bajó de las nubes y vio fijamente a su omega, quien sonreía tomando las manitas del más pequeño de sus cachorros para que este no se cayera y HeeSeung tirado en el césped descansando.

—Si no mal recuerdo, la última vez gané. —HeeSeung rió y SeungMin lo volteó a ver.

—La última vez papi te dijo que ganaste por que te caíste y no recordabas que pasó.

SeungMin volteo a ver a JeongIn completamente indignado por la nueva información que recibía. Él omega sólo sonrió antes de cargar a O.De y voltearse.

—Mira que bonito árbol bebé. —le dijo al cachorro señalando el árbol que había en el patio del vecino.

—Oigan, tengo hambre. —dijo HeeSeung llamando la atención de sus padres solamente para evitar otro juego de fútbol donde su padre perdería una vez más.

La paz llegó de nuevo y se acordó ir a hacer algo para comer. Todos entraron a la casa, JeongIn se quedó en la sala con sus cachorros hasta que convenció a HeeSeung de vigilar a O.De por unos minutos, quien se estaba quedando dormido en el sofá.

—Hola. —dijo en la entrada a la cocina, SeungMin lo vio por un par de segundos antes de regresar su atención a lo que cortaba.

JeongIn caminó hasta quedar detrás de su alfa, lo abrazó por detrás cruzando sus brazos sobre el abdomen de SeungMin. Elevándose un poco en sus pies para recargar su mandíbula en el hombro de su alfa.

—Hola. —repitió una vez más antes de acercar su rostro a la fuente de aroma de su alfa.

—Todo está bien amor —entonces JeongIn se paró bien en el piso, recargó su frente en el hombro de SeungMin—. ¿In?

—Solo... —paseó su nariz un par de veces contra la playera que usaba SeungMin—. Mi celo, ya sabes...

Él alfa sonrió, JeongIn se volvía una masita de amor cerca del celo, su omega se volvía un poco inseguro de repente. SeungMin debía admitir que su alfa se sentía aún más feliz (si era posible) al poder sentir a su omega querer acurrucarse entre sus brazos todo el tiempo.

Cuando JeongIn ronroneo SeungMin supo que buscaba más atención, así que dejó lo que hacía para darse media vuelta. De inmediato JeongIn se impulso de los hombros de su alfa para saltar y enredó sus piernas en las caderas de SeungMin, quien puso sus manos en los muslos de JeongIn para sostenerlo.

Caminó hacia la sala dónde sus cachorros estaban sentados en el piso jugando un poco.

—¿Pizza? —preguntó HeeSeung al ver a sus padres. SeungMin asintió y su cachorro le pasó a su padre el teléfono de la casa.

Alrededor de media hora después JeongIn estaba completamente dormido, SeungMin lo había dejado en su nido y sus cachorros decidieron tomar una siesta con su papi. Entonces SeungMin tenía una pizza entera frente a él y su familia dormía en el piso de arriba.

De vez en cuando tenían una cita sin cachorros. Una cita que tomaba lugar en la cocina iluminados por la luz del extractor de humo de la cocina. Habían descubierto que HeeSeung despertaba en las noches si se llegaban a prender una luz en la casa. Una cita donde evitaban hablar sobre algo relacionado con los cachorros. Tomando un pequeño momento para concentrarse en solo ellos dos.

SeungMin había dejado una nota al lado de la taza de té de JeongIn en la mañana ‹‹tu y yo donde siempre luna››. Él omega había reído al imaginarse a SeungMin escribiendo eso con prisa antes de llevar a HeeSeung y O.De a la escuela.

Aquí estaban sentados en el piso, espaldas contra la pared comiendo tiramisu que SeungMin había comprado en el restaurante Italiano donde comían en los días especiales, ambos comiendo del mismo contenedor con diferentes cucharas. Riendo en voz baja y susurrando. Mirándose a los ojos deteniendo el tiempo una vez más. A veces apartando la mirada para poder pensar con claridad.

La marca brillaba, siempre lo hacía, haciendo sentir orgulloso al alfa y completamente cálido al omega. Tal vez era el hecho de ser destinados, tal vez estaban demasiado enamorados, tal vez eran buenos para el otro de tantas formas, que ninguno de los dos podía llegar a estar sin él otro por mucho. Ó solo tenían ansiedad por separación.

El brazalete de JeongIn ahora contaba con cinco lunas, cinco soles y dos eclipses con los nombres de sus cachorros grabados. Por que a veces SeungMin veía un dije de un sol o una luna y se lo llevaba a su omega. En ese momento recordó que debía comprar otro eclipse pronto.

HeeSeung jamás esperó tener una hermana.

Pero aquí estaba parado al lado de su padre alfa, quien cargaba a O.De para que él pequeño pudiera ver desde el otro lado del cristal a esa pequeña con el apellido Kim durmiendo en los cuneros del hospital rodeada de otros bebés. Usando un pequeño gorro color lila.

Su padre había dicho que debían esperar un poco más para verla a ella y a su otro padre.

Esperaba que la nueva integrante de la familia hubiera heredado las habilidades en el fútbol de su papi In, ya que O.De tenía las habilidades de su padre Seung, eso significaba que apenas y podía patear el balón.

Una media hora después pudieron verla, su olor era diferente, recuerda como O.De tuvo este aroma a café hasta que cumplió un año. Pero ella olía a menta. Su padre le había dicho que él solía oler a una tarde en la playa.

La pequeña era la única que tenía foxyeyes como los de su papi, O.De tenia los ojos mas pequeños y cabello totalmente negro. Los tres cachorros tenían hoyuelos en sus mejillas.

HeeSeung ayudó a O.De a sentarse en la camilla del lado derecho. O.De de inmediato se acurrucó contra el cuerpo de su papi, SeungMin esperó hasta que HeeSeung estuviera del otro lado para poner en los brazos de su omega a la nueva cachorra.

—¿MinJeong? —le preguntó O.De a SeungMin sólo para confirmar si esa pequeña era su hermana.

SeungMin asintió, compartió una mirada con JeongIn, ambos confirmando que habían elegido el mejor nombre para esa pequeña con ojos tan preciosos como los del omega.

JeongIn tenía a sus tres cachorros, a quienes amaba con su vida y haría todo por ellos. Protegerlos con su propia vida.

SeungMin llegó del trabajo y fue abrazado por la más pequeña de sus cachorros, vio a O.De salir corriendo por un grito de HeeSeung. Él alfa levantó a MinJeong y siguió caminando hasta llegar a la cocina donde su omega leía un libro en calma. JeongIn sonrió al verlo.

—Hola alfa. —dijo alegremente. SeungMin dejó a su pequeña de nuevo en el piso y ella salió corriendo probablemente con sus hermanos.

—Hola omega. —cada vez que pronunciaba esa palabra su alfa interior se llena a de orgullo al recordar todo lo vivido con su alma gemela.

Se acercó a JeongIn, se inclinó y atrapó los labios de su omega entre los suyos, olvidando con tan simple acto la pizca de estrés que cargaba en él. Las manos de JeongIn se posaron de inmediato en la parte posterior del cuello de su alfa, mientras las manos de SeungMin viajaban a su cintura y se anclaban ahí. Como un barco al llegar al muelle.

—NaYeon vendrá a cenar. —dijo JeongIn con naturalidad.

—¿Por qué?

—Por qué llamó y dijo los veo en la cena.

SeungMin rió suavemente antes de inclinarse un poco más y enterrar su rostro en el cuello de su omega. Aún podía oír de fondo a HeeSeung, O.De y MinJeong hablando en voz alta en la sala, pero el aroma de JeongIn le permitía perderse de vez en cuando.

Ó hasta que O.De llegó y tomó su mano por que su hermano necesitaba ayuda en su tarea. Pudo escuchar la risa de su omega mientras su cachorro lo arrastraba al comedor.

Horas después, cuando la cena estaba lista y las tareas terminadas, JeongIn fue escaleras arriba a ayudar a O.De a bañarse, HeeSeung caminaba detrás de JeongIn ayudándolo a buscar la ropa para su hermano. Tal vez buscando algo de valentía para hacerle una pregunta a su madre.

—Enserio quieres ayudar hoy. —dijo JeongIn extrañado al ver a HeeSeung entrar con él y O.De al baño. Él mayor de sus cachorros asintió.

—Tiene siete, ¿No puede bañarse sólo? —JeongIn frunció el ceño, HeeSeung jamás se comportaba así.

—¿Puedes traer de regreso a mi adorable cachorro? —HeeSeung bufó—. Hey, si te vas a comportar así, ve a tu habitación HeeSeung.

—Perdón —murmuró sentándose en el inodoro que tenía la tapa cerrada—. ¿Podemos hablar? —JeongIn lo volteó a ver algo confundido, mientras el agua caía en la bañera.

—¿Ahora ó quieres hacerlo a solas?

—Mejor después, iré a ayudar a papá. —JeongIn asintió y segundos después vio a su cachorro salir del baño.

—Él es impactante. —dijo O.De, JeongIn río ya que su cachorro aún no sabía el como usar esa palabra, pero la decía en cada oportunidad que tenía. Nunca en la forma correcta.

SeungMin esta a por calentar la cena y poner lo necesario en la mesa con ayuda de MinJeong. A veces, como ahora, recordaba la primera vez que vio a su omega, después de tantos años su memoria empezó a ampliar la imagen, pasar de sólo ver la cara de JeongIn a ser capaz de ver a su cachorro sonriendo y a punto de aplaudir cuando JeongIn le dio esa paleta roja. ¿Qué habría sido de SeungMin sin su cachorro?

Cuando volvió al presente vio a HeeSeung sentado en uno de las sillas altas con la cabeza contra la encimera de la isla. SeungMin sentó a MinJeong en la isla y está gateo hasta estar frente a HeeSeung y empezó a acariciar el cabello de su hermano. Él alfa hizo una pequeña mueca antes de ir al refrigerador y sacar la leche chocolatada.

—¿Algo que ronde tu cabeza Hee? —él cachorro negó aún con la cara contra la encimera—. Sabes que puedes hablar conmigo.

—Lo sé —murmuró volteando su cabeza así. SeungMin sirvió en un vaso leche chocolatada y lo puso frente la cara de HeeSeung, cargó a MinJeong y le dio un palito de pan para entretenerla para no tener interrupciones mientras hablaba con HeeSeung—. Gracias.

SeungMin metió la lasaña en el horno con una sola mano y después de poner el cronómetro se recargó de uno de los gabinetes esperando que HeeSeung dijera lo que le sucedía. Lo haría siempre y cuando hubiera bebido la mitad de la leche en el vaso.

Tal como lo esperaba, HeeSeung se enderezó en la silla, con el vaso entre sus manos y su mirada concentrada en el líquido chocolatoso. SeungMin sonrió recordando la misma imagen al pasar de los años.

—Jake me pidió algo hoy.

—¿Puedo saber qué fue?

—Puedes ver el bote de basura y sacar conclusiones. —dijo antes de dar otro trago a la leche.

Siguió con sus ojos los movimientos de su padre, como sentó a MinJeong en su silla, abrió el gabinete debajo del lavadero y se quedó completamente quieto al echarle un vistazo. SeungMin tomó el ramo de margaritas con su mano y lo sacó del bote antes de voltear a ver a HeeSeung.

—¿Para qué es esto? —HeeSeung lo miró serio, no creyendo que su padre no se imaginara lo que eso significaba. SeungMin vio el ramo una vez más antes de hablar—. ¿Cuál fue tu respuesta?

—Lo rechacé —susurró, sus manos jugando con el vaso—. Fue estúpido de su parte, ni siquiera me he presentado.

—¿Y cuál es el problema? —HeeSeung negó— ¿Estás enojado por que tu amigo es un alfa y quiso cortejarte? —HeeSeung no contestó—. Ó, simplemente es por que no te has presentado.

—Tengo catorce —SeungMin asintió—. ¿Podemos aceptar que soy un beta y jamás me voy a presentar?

—Si eso hará que dejes de presionarte para presentarte, creo que podemos hacerlo —HeeSeung rodó los ojos, un gesto con el cual, sorprendentemente, se parecía a JeongIn—. No soy In, no te daré un discurso sobre esperar para que pase, solo te diré que me presenté cuando tenía diecisiete y no puedes dejar que la casta te defina HeeSeung.

—¿Y cómo sabré qué está bien y qué mal? —SeungMin frunció el ceño—. ¿Cómo sé a quién aceptar y a quién rechazar?

—Hee, eso no tiene nada que ver con ser alfa, beta u omega —él cachorro asintió—. Tienes que pensar que es lo quieres, a quien quieres, que es lo que sientes y crees, debes conocerte.

—¿Crees qué Jake me odie por rechazarlo? —SeungMin negó—. Es que solo no quiero una pareja aún, no creo estar listo —SeungMin sonrió—, y papi In siempre dijo que no debía hacer algo que no quisiera.

—Él es muy listo, deberías escuchar todo lo que dice —HeeSeung asintió—. ¿Entonces, te ayudé en una crisis?

—No hagas eso.

SeungMin tomó una de las tizas y caminó hacia la puerta de la despensa, agregó una pequeña línea que significaba un punto a su lado del marcador. Después volteo a ver a HeeSeung completamente orgulloso. Él cachorro sólo negó.

—Eso es vergonzoso, todos sabemos que no le ganarás a papa In.

—La esperanza es lo último que muere. —dijo recordando que su omega tenía ciento cuarenta y tres puntos y él sólo llevaba diez.

—Si. Lástima que no te llames Esperanza. —palmeó el hombro de su padre antes de salir de la cocina.

HeeSeung debía confesar que tenía una tía favorita. NaYeon. Esa beta era su cómplice desde que podía recordar, excepto esa vez que decidió que JeongIn sería su padre omega. Pero al final NaYeon había sido la madrina del omega en la boda.

Así que al abrir la puerta y ver a su tía favorita, a quien no había visto en un año, la abrazó con fuerza.

—Si fuera tu también me extrañaría, pero déjame respirar hombrecito. —HeeSeung se alejó y dejó pasar a NaYeon al interior de la casa.

Platicaron un poco hasta llegar a la cocina donde JeongIn ySeungMin hablaban, se podía respirar la tensión en el aire. NaYeon puso su mano en la cabeza de HeeSeung y lo hizo darse media vuelta antes de empujarlo lejos de la cocina. La beta rió fuerte cuando HeeSeung se estrelló contra la pared. En ese momento JeongIn y SeungMin dejaron de hablar y voltearon a ver a NaYeon.

Oh, no se preocupen, sigan discutiendo, seré la intermediaria. —dijo tomando asiento en una de las sillas altas.

—Tu estúpida beta. —murmuró JeongIn antes de tratar de golpear a NaYeon, que se encontraba del otro lado de la isla.

SeungMin rodeó con sus brazos a su omega, lo cargó un poco alejándolo de la isla. Después se dio media vuelta. Era como controlar a un pequeño gatito con complejo de león.

—Pues si, pero quiero saber por que soy estúpida esta vez. —respondió NaYeon, conteniendo la risa que amenazaba con salir. 

JeongIn la vio por encima del hombro de SeungMin.

—¿Qué le has dicho a Hee? —NaYeon frunció el ceño—. Sobre citas y todo eso.

—¿Qué les dijo él?

—¿Cómo saber a quién aceptar y quién rechazar? —dijo SeungMin tranquilo. Entonces NaYeon se levantó y caminó al lado de la pareja.

—¿Lo rechazó? —él alfa asintió—. Miren, solo sé que tuvo la primera cita con este alfa hace un mes, pero no quiere llegar a una relación en si, aún, así que de seguro rechazó otra cita. —JeongIn señaló el ramo de flores que estaba en la encimera al lado del lavadero.

—Rechazó un cortejo NaYeon, no una cita —NaYeon frunció el ceño—. ¿No sabes nada más?

—No... Tu sabes que si fuera algo más serio se los diría, sus cachorros son los cachorros del grupo, les juro que solo sabía de la cita.

Admitamos que la cena fue algo tensa solamente para los adultos, preguntándose que había pasado en la vida de HeeSeung en este último mes. Pero aún así se las arreglaron para hacer una platica amena y divertida con los cachorros. En especial al burlarse de NaYeon por todas las veces que fue rechazada por DaHyun después del gran desastre de años atrás (dónde NaYeon invitó a DaHyun y a otro beta al baile de graduación dando como resultado una NaYeon con un moretón proporcionado por DaHyun).

NaYeon se quedó a dormir, demasiado vino, dijo antes de dormirse en el sofá. SeungMin se encargó de cubrirla con una manta antes de decirle a O.De y a MinJeong que jamás hicieran algo así.

Después de acostar a sus dos cachorros menores, JeongIn tocó la puerta de HeeSeung antes de entrar, su cachorro estaba acostado de lado cubierto por el edredón y mientras más se acercaba los sollozos eran más claros. JeongIn se acostó al lado de su cachorro y este de inmediato se dio la vuelta en su cama para abrazar a su papá.

—¿Qué pasa cariño? —dijo, paseando su mano por la espalda de su cachorro en un intento de calmarlo—. ¿Tiene algo que ver con Jake?

—¿Papá te lo dijo? —JeongIn susurró un si antes de que HeeSeung se sentara—. No te enojes, por que no hice nada malo... Sólo tuve tres citas con Jake y si, tal vez somos, fuimos, si. Fuimos novios por unas semanas ó algo así.

—¿Y rechazaste su cortejo por que...?

—Por qué no soy nada.

—Cachorro, no digas eso, mejor ven aquí y cuéntame todo. —HeeSeung se volteó antes de acostarse y levantar sus pies, recargando sus talones de la pared, JeongIn hizo lo mismo.

—Hay una omega —JeongIn asintió—. Ella es muy buena y muy linda persona, es nueva en la escuela. Cuando Jake me dio el torpe ramo, solo pude pensar que se vería mejor y tendría mucho más sentido si estuviera con ella. —se quedó callado perdiéndose otra vez al recordar ese momento.

—¿Por qué no te has presentado?

Mmhmm —JeongIn vio el techo—. Así que terminé con él y obviamente rechacé el cortejo.

—Y no estás muy bien ahora, ¿Cierto?

—¿Puedes dejarme llorar? —JeongIn contestó con un , su cachorro se hizo una bolita y se cubrió una vez más.

Él omega se quedó ahí hasta que su cachorro se quedó dormido. Más que quedarse para calmar a HeeSeung, estaba en un pequeño shock tratando de aceptar que ese pequeño cachorro que conoció ya no era más un pequeño que se escondía en los gabinetes y comía mermelada directo del bote metiendo su pequeña manita.

La mañana siguiente, cuando HeeSeung bajó las escaleras lo primero que hizo fue a abrazar a su papi omega, ganándose un mini gruñido de O.De, seguido de la risa de MinJeong.

—¿Y esto por qué es? —preguntó JeongIn un poco extrañado.

—¿Siempre seré tu cachorro?

—Siempre Hee —este lo abrazó con más fuerza. SeungMin entró a la cocina y sonrió, hace unos meses no veía a HeeSeung abrazar a su papi—. Desde el primer día eres mi cachorro, lo sabes.

HeeSeung se alejó alegre, tomo una manzana y una botella de agua, las metió en su mochila y antes de salir de la cocina fue detenido por SeungMin. Quien lo detuvo posando su mano en el hombro de su hijo.

—¿A dónde?

—Hoy caminaré a la escuela. —volteó a ver su papa In. Quien le sonrió.

—¿Y por qué tan temprano?, aún falta una hora para la escuela.

—Tengo que hablar con alguien y resolver un problema.

SeungMin levantó su mano y HeeSeung salió corriendo despidiéndose desde la puerta.

JeongIn sonrió recordando al pequeño que corría para no ser atrapado mientras jugaban. SeungMin no pudo evitar pensar en ese día donde llegó a su departamento y se encontró sólo con ese pequeño de ojos color miel por primera vez.

Era su primer cachorro, que había crecido para presentarse un año después como un alfa. SeungMin parecía sorprendido por que HeeSeung era un alfa, pero cierta parte de JeongIn siempre lo supo. Al igual que sabía que sus otros dos cachorros también serían alfas.

Sus cachorros, el mayor orgullo como pareja para JeongIn y SeungMin. Que suerte que un cachorro, años atrás había decidido que un doctor de emergencias fuera su papi omega. Tal vez fue el destino. Pero ambos agradecían siempre a su cachorro.

FIN.

¡Gracias por leer!

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