Capítulo tres: "Cabello gris"
Luego de aquella tarde, tan, rara, incómoda, extraña, y un sin fin de sinónimos más. Aún no llevaba a mi pequeña Esther a un veterinario.
Diciendo la verdad, no sé cómo hacerlo, es decir, si llamo, me harán una serie de preguntas, que no sé cómo las contestaré. Solo sé que Esther se llama Esther, ¡y ya está!
No sé el día de su período, no sé con exactitud su fecha de nacimiento, no sé sus signos vitales, no sé su tipo de sangre, y no sé si Esther tiene algún tipo de ETS canino, ya que aquél asqueroso animal se apegó a ella, sin saber sus condiciones sexuales. Maldito.
Ya había buscado a la mejor veterinaria de LA, había tardado en buscar, millones en las cuidad, y debía de saber cuál era la mejor, pero, en fin, luego de unas horas, di con ella.
Ahora lo único que faltaba, era llamar, consultar por una hora, y luego ir. ¿Sencillo, ¿no? Pero aquello era para mujeres, no para los machos musculosos cómo yo. No sé qué haré con mi futuro de abuelo, no llegaré a los treinta, moriré antes por envejecer tan pronto, ese será mi futuro, lo podía presentir.
Eran exactamente las cuatro de la tarde, Esther se encontraba acostada a mi lado, hablando de ella, en el día de hoy no ha movido ni siquiera un músculo, pero por supuesto que no lo hará, debe estar agotada, claro, de la forma que le dieron ayer, quien no lo estaría.
Luego de que mis nietos nazcan, haré que los críe por unos meses, y luego llevaré a Esther a la iglesia, para que así la transformen en monja, y sea una santa nuevamente. Sí, eso haré.
Esther comienza a gemir en mi lado, oh, por favor, no soy un asqueroso perro. ¡Es casi imposible que me confunda con el estúpido animal!
—¿Ahora qué quieres? —suspiró, observándola, algo verdaderamente estúpido de mi parte, ya que ella nunca me responderá. ¿Verdad? Porque sería malditamente genial que lo hiciera.
Deja de pensar en estupideces, Bieber.
Sí, concéntrate. Ella sólo me observa, mientras mueve su cola, sus ojos brillan, mientras su cabeza se ladea, ¿qué pasará por su cabeza?
Saco mi celular de mi bolsillo y voy directo hasta instagram, abro la aplicación y presiono la cámara, para así tomar una fotografía de Esther.
@justinbieber: ¿Alguien podría ayudarme y decirme por qué rayos Esther está gimiendo? ¡No estoy desnudo cómo para que se excite de mi cuerpo! 😥😪.
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Publico la foto, mientras escucho aún a Esther gemir, nunca pensé que una pequeña cachorrita me saliera tan, tan, caliente como ella. ¡Pensé que las pequeñas era inocentes! Creo que me equivoqué.
Al pasar unos cinco minutos o tal vez más, no lo sé, mi celular vibra, indicando que un nuevo mensaje de texto había llegado. Estresado por los constantes y desagradables sonidos de Esther, tomo mi IPhone, y lo reviso, encontrándome con un inesperado mensaje de pelimorsa. Gracias al cielo.
Pelimorsa😝🐋: ¿Sabes por qué Esther está así? Extraña a mi querido Sir Donald😊💘.
Abuelo Bieber👴🐶: Por supuesto que no, a mi me conoce de toda la vida, al único hombre que debería extrañar es a mi😡.
Pelimorsa😝🐋: Tenía una solución para tu problema, pero si no quieres...
Abuelo Bieber👴🐶: ¿Qué propones, pelimorsa?
Pelimorsa😝🐋: Violett. Trae a Esther, la cuidaré por la tarde, solo hoy🙅.
Abuelo Bieber👴🐶: ¿Violett? ¿Tú también quieres violar a mi amada Esther?
Violettmorsa😝🐋: Mi nombre es Violett, tarado😝. Eres idiota, ni que fuera lesbiana.
Abuelo Bieber👴🐶: Trato✋🏃.
[...]
—Diablos, me hubieses pedido que tardará, aunque sea una hora, luzcas horrible —murmuro, al ver como su cabello luce cómo un nido de pájaro, su ropa desarreglada y su maquilla corrido.
—No necesito verme hermosa para ti, eres feo.
Dios mío, ¿ella acaba de llamarme feo? Esto es imposible. Lo sabía, sabía que estar de abuela me volvería horrendo, perderé todo mi sensual encanto, mi belleza interna y externa se irá, quedaré calvo, tendré un enorme estómago y me saldrán cabellos grises. No quiero, Jesús, ayúdame.
—Sabía que me volvería horrendo. ¡Ya sé, ya sé! Pediré una hora con mi estilista, ella me ayudará, no puedo lucir feo. ¡Solo tengo veintidós! —exclamo, dejando a Esther en el suelo, ella de inmediato entra al departamento de Violett—. ¿Dónde dejé mi celular? ¡Aquí está! Rossie, ¿Dónde está su contacto? Lo encontré, lo encontré, necesito ir mañana mismo, sí, mañana, a primera hora... —dejo de hablar al no ver ni sentir mi celular en mis manos.
—Joder, sí que eres una persona muy estérica.
—¿Estoy viejo? Dime la verdad —junto mis manos, intentado lucir bien, esto tiene que ayudar, siempre ayuda.
—No estás viejo, amigo. Ahora entra, o te dejaré afuera y le diré a Sir Donald que vuelva a enterrar su amigo en Esther —deja mi celular en mis manos, y abre la puerta, invitándome a entrar.
—No te lo perdonaría, Violett, no lo haría.
Guardo mi celular en el bolsillo de mi pantalón, arreglo mi cabello e ingreso al departamento de Violett.
Pero ni siquiera avanzo unos pasos, cuando mis zapatos aplastan algo sumamente viscoso, haciendo que pierda el equilibrio, y así caer de inmediato al suelo.
Sí, caer encima de la mierda de unos animales caninos. Ya saben, ¿verdad?
Pisar el excremento de Sir Donald, y caer arriba de él, arruinando mis pantalones para nada baratos de diseñador.
¿Saben otra cosa?
La espantosa risa, y para nada agradable, de Violett, llega inmediatamente a mis oídos, haciéndome cerrar con fuerza mis ojos. ¿Por qué cada desgracia tiene que ocurrirá a mí, y solamente a mí?
Ahora apesto a excremento de perro. Muerdo mi labio inferior, intentando controlarme.
Luego de unos minutos, mientras que yo en mi interior maldecía, y Violett carcajeaba en mi cara. Ella estira su mano derecha, brindándome su ayuda.
¡Oh, claro! Ahora no necesito tu ayuda, tarada.
De igual modo iba a aceptarla, levanté mi mano para tomar la suya, pero ella en un rápido movimiento la sacó, para así llevársela a su boca, luciendo totalmente sorprendida.
¿Ahora qué? ¿El excremento llegó a mi rostro también?
—¿Qué tengo? —hablo, intentando no asustarme, ya que su rostro no lucía para nada agradable.
—Te lo diré, te lo diré, pero por favor, no te descontroles —ella pide, mientras baja su cuerpo, al estar a la altura del mío.
—¿Qué tengo, mujer? —chillo, abriendo mis ojos al máximo.
Ella guarda silencio por unos segundos, para luego dejar su mano en su barbilla.
—Justo allí —su mano derecha toma una pequeña parte de mi cabello—, tienes un cabello gris, Justin.
Y les juro, que nunca antes, había chillado tan fuerte y de una manera bastante aguda y femenina.
***
HOLA HERMOSAS Y BELLAS LECTORAS💘😊. ¿Soy muy dulce, verdad?🙊💗. Tanto tiempo, bueh, no tardé tanto, ¿O sí? Al menos fue menos que la vez pasada jeje🙅😱.
Capítulo tres listongo, ¿les gustó? A mi si jdjsks, es que, fue algo como más espontáneo, es decir, mensajes, instagram, idk😳🙋, quise hacer algo distinto.
Uh, ya se más o menos a que va a ir el próximo capítulo😳👌, *baile de cinco minutos*🎉🎊💕.
Ahora saben algo nuevo, la pelimorsa se llama Violett💝💞, ¿Lindo?💖
Otra cosa, sé que esto👉🐋 es una ballena, pero no había una morsa, soooooo, yolo😂🙌.
TENEMOS PORTADA NUEVA, y todo gracias a la hermosa de Sofi😳💁, te amo nena😻 k-kylie
Aquí les dejo a Violett🙊💝
¿Hermosa, no?💘 aquí más de su hermosura😏🌚
BBUENO🙇, ella es Elizabeth Olsen jeje💘💗.
Ahora la pregunta, ¿qué les gustó del capítulo? ¿su parte favorita cuál fue?🙅😳.
¡Las amo bebés!❤
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