Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo diez: "Buenos abuelos"

—Bien, Bieber, te di exactamente veinticuatro horas para tu preparación mental. ¿Estás listo? —pregunta Violett, cruzando sus brazos.

Solté un gran y profundo suspiro, para luego cerrar mis ojos, aquí vamos.

—Preparado —afirmé, dejándola entrar.

Ella sonrío, besando mi mejilla, para ingresar a mi casa. Lamentablemente, Jaxon volvió a casa con papá hoy en la mañana, me hizo prometer que él sería el padrino de los hijos de Esther, que debía enviarle una foto de ellos y casarme con Violett. Irónico.

Sir Donald olfateó mi pantalón, para luego morder de él. El amor es mutuo, compañero.

—Ha estado así todo el día, creo que aún puede sentir el olor de Esther y está algo desesperado —explica Violett, tomando a su perro y golpeando suavemente su hocico.

—Bueno, Esther ha estado llorando todo el día.

Violett abrió los ojos al máximo, seguido de eso, golpeó mi brazo.

—¿Dónde rayos la tienes? —preguntó, moviendo su cabeza.

—Encerrada, tú dijiste que la mantuviera allí —contesté.

—¡Pero que idiota saliste! Solo tenías que encerrarla si algún canino estaba cerca —suspiró, haciendo un adorable puchero—. Pobre Esther.

—¡Pero ella estaba manchando toda la casa! Y no es nada bonito limpiar sangre. ¿Sabes de donde sale esa sangre? ¡De su vagina, Violett! —exclamé, alzando mis brazos.

—Tú quisiste una cachorrita, asume las consecuencias.

—Pensé que era lo mismo tener una hembra que un macho.

—Jesús —dejó nuevamente a Sir Donald en el suelo—. Obviamente es distinto, zopenco. Los hombres tienen pene, y las mujeres vaginas.

—Bien, dejando el tema a un lado —comencé a caminar hasta las escaleras, para comenzar a subirlas. Ella me siguió—. ¿Vamos a encerrarlos ahora?

—Sí quieres y estás preparado, sí.

¡Ay, Jesús! Nuevamente Esther estará abriendo sus piernas para un depravado animal. Luego de esto, realmente tomaré en cuenta enviarla a la iglesia para que se vuelva monja.

—¿Sabes qué?  Porque mejor no esperado una hora más, no le hará mal a nadie, vamos abajo y... —me interrumpió, poniendo una mano en mi boca.

—Lo siento, Bieber. Ya dijiste que sí.

Y luego de eso, tomó a Sir Donald en sus manos y abrió la puerta, Esther se encontraba allí, buscando alguna salida, pero antes de que ella lograra escapar, Violett dejó a Sir Donald en la habitación y cerró la puerta. Sonrío y golpeó sus manos.

No pude reaccionar, hasta que escuché un pequeño grito. ¿Qué? Hace apenas tres segundos que Sir Donald ingresó, ¿y ya están teniendo relaciones sexuales? Esther es rápida, igual que su papi.

Esperen, no. Ella sigue siendo una bebé, mi bebé.

—¿No puedo entrar y separarlos? —pregunté esperanzado.

—No, lo siento.

Is it too late to say I'm sorry now? —susurré, bajando mi cabeza—. Creo que algún día me arrepentiré de haber escrito esa canción, me persigue.

Violett río, para luego negar con su cabeza y tomar mi mano, arrastrándome hasta abajo.

—Se me olvida que eres cantante. ¿Cuándo tendré un show privado? —se sentó en el sofá, también lo hice.

—Creo que me retiraré de la música, seré abuelo, ya estaré muy viejo, perderé todo el swag —quité mis zapatos, para luego poner mis piernas en el regazo de Violett.

—¡Oh, sí! Ponte cómodo —murmuró con sarcasmo—. ¿Cuántos hijos crees que tendrán?

—Espera, ¿no tendrá uno? ¡Serán gemelos! ¡Trillizos! ¡Puede que sean quintillizos!

Violett me quedó observando, sin embargo, luego soltó un chillido y dejó su cabeza caer en el respaldar del sofá.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que los perros no son iguales que los humanos?

—¿Mil veces? —susurré.

Ella no respondió, quedó en aquella posición. Me encogí de hombros, saqué mi celular de mi pantalón y comencé a revisar mis redes sociales. Ingresé a instagram, y decidí publicar una foto.


@justinbieber: Acabo de descubrir que los perros no son iguales que los humanos. Toda una vida engañado😣😞💔.

❤896.213 people liked your photo.
💬 12.579 comments.

—¿Cuánto tiempo debemos dejarlos encerrados? —consulté, dejando mi celular a un lado.

—No lo sé, tal vez una hora.

—Extraño a Esther —admití, pasando mi mano por mi cabello.

—Que marica.

—Acabas de dañar mis sentimientos —apunté.

—Me vale.

Comencé a moverme en el sofá, me sentía completamente incómodo. No sabía el porqué. Me quedé quieto por unos segundos, para luego volver a moverme. Creo que tengo algo en el trasero, me molestaba.

—¿Puedes quedarte tranquilo?  —ella dijo, mientras rodeaba sus ojos.

—Creo que tengo un grano en el trasero.

—Joder, Justin. Al parecer ya no te quedan neuronas —se quejó, pero a pesar de todo, sonrió levemente.

—¿Y sí me lo revientas? —pregunté, alzando mi trasero.

—No miraré tu trasero, tampoco reventaré un grano de allí, idiota —me miró, completamente asqueada.

—Por favor, me duele —saqué mi labio inferior—. Además, si el problema es mi trasero, te puedo asegurar que es muy redondo y grande, también es demasiado blanco, y suave, como pompas de bebé.

—No quiero información de tu trasero, Bieber.

—Te lo mostraré de igual modo —saqué mi lengua.

—¿Qué quieres decir? —alzó una ceja.

Grité completamente frustrado y alcé mis brazos.

—¿Por qué mis canciones me persiguen? Dios, dame una respuesta.

Ella río fuertemente, para luego tapar su rostro con sus manos. Seguido de eso, comenzamos a charlar, a pesar de estar mucho tiempo juntos, nunca habíamos hablado de nosotros, ahora pude conocer nuevas cosas de ella.

Vive con su madre, cumple años en noviembre, su color favorito es el rojo, que coincidencia. Odia los insectos, ama a los perros. Amante de las aventuras, adora los circos, por ella se casaría con un payaso, sus palabras, no las mías.

Realmente fue una interesante y agradable conversación.

—¿Crees que es hora de ir a ver? —habló, observándome.

—Creo que sí —asentí, levantándome.

Ella también lo hizo, ambos en silencio, nos dirigimos hacia la habitación que habíamos dejado hace una hora atrás nuestros caminos. Soltó un suspiro, antes de abrir la puerta. Ingresamos, y lentamente comencé a desesperarme al no ver ni a Esther, ni a Sir Donald.

Pero me tranquilicé al ver a Violett correr un pequeño puf que se encontraba allí. Ellos estaban ahí, acostados, muy juntos, demasiado juntos.

—Ellos serán unos buenos padres —susurró, acercándose a mi.

—Y nosotros seremos unos buenos abuelos.

Ella sonrío, acomodando su cabello. Sin embargo, su acción fue nula, ya que aquél cabello volvió a cubrir su rostro. Me acerqué, tomando el mechón y pasándolo tras su oreja.

Bajé mi mano hasta su mejilla, y acaricié levemente ésta. Me acerqué más. Tomé su barbilla, acercándola aún más a mi.

Y la besé.

Exacto, dejé un pequeño y suave beso en su frente. Violett sonrío tímidamente.

—Dejemos a los novios solos —susurró, separándose de mi.

Y así fue, como Esther y Sir Donald se fueron, dejándonos solos.

¡Já! Es mentira, lo que pasó realmente, fue que Violett al bajar las escaleras, tropezó con el último escalón y así caer de boca al suelo. ¿Ustedes dicen que ayudé a levantarla? Pues no, solo me reí por minutos, a tal punto que la lágrimas salían, Violett se enfadó un poco, sin embargo, terminó riéndose aún más fuerte que yo.

Pelimorsa siempre tendrá un lugar especial.

***

Hermosa, y bellas lectoras, aquí yo, publicando el décimo capítulo. ¿Saben lo que ocurre? Pues, el próximo es el último, el epílogo💔.

Perdón, bebés😢.

Al menos me gustaría saber si les gustó esta historia, como se acerca la despedida, pueden dejar en los comentarios los momentos más buenos y divertidos según ustedes. También si tienen alguna pregunta, déjenla, responderé todo comentario🙊💘😊.

No sé que más escribir, me pondré triste😣💗.

Extrañaré a Violett y Justin, como también a Sir Donald y Esther😥💏😪.

💕¡Dejen sus votos y comentarios abajo, amores!💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro