Chloé sonrió con arrogancia, lo que hizo que Luka se estremeciera.

—Luka, rueda — ordenó sin quitar aquella sonrisa burlona de su rostro.

Luka apretó con fuerzas sus manos y tragó en seco. Se sentía tan imponente  y avergonzado de sí mismo pero, aún así, él se tiró sobre el suelo y rodó, como Chloé se lo había ordenado.

¿Por qué lo hacía?

¿Por qué se había vuelto la mascota de la mismísima chica que se proclama reina de París?

Aquella mujer que hasta el mismo Diablo le temia.

Si hubiera sido honesto, no tendría que pasar por todo aquello a lo que le obligaba hacer aquella chica.

Pero preferia pasar vergüenza delante de Chloé, que hacerlo delante de sus amigos.

Pero... ¿Cuánto duraría?

Luka ya estaba cansado de las burlas, preocupaciones e insistencias de sus amigos y hermana con el tema del rompimiento con aquella chica azabache.

Para que aquellos lo dejaran en paz decidió mentir diciendo que tenía una novia y ya había olvidado a Marinette.

Pero en un giro del destino, aquella novia resultó que era la mismísima Chloé Bourgeois, quien aceptó ser su novia falsa a cambio de que él sea su mascota falsa.

¿Cómo terminará?

¿Luka dirá la verdad?

¿O seguirá soportando los malos tratos de Chloé?

Y más importante ellos...

¿Se aman de verdad?