acto II
Él
Ojalá decirte que siempre busco tu mirada centelleante,
Que tu sonrisa despierta este corazón palpitante,
Que cuando me saludas y me hablas con ese tono sabor miel,
Solo puedo pensar en que yo podría tenerte, si tú me tuvieras también.
Que estaríamos aquí, en este lugar llamado nuestro cuando no es sino ajeno
Pero nada ajeno resulta si te beso... y juntos seríamos.
Existiendo como algo fútil, pero existiendo.
Porque podemos serlo todo mientras seamos,
nunca solos,
siempre amando(nos).
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro