XXII. Humana
Capitulo 22
Los vestidos son lo mejor
Goldie se lanzó a Mihawk una vez que la puerta se abrió y el azabache no pudo evitarlo mientras cargaba las bolsas en sus manos y brazos. La ropa voló de las bolsas y se desparramaron por el suelo mientras que Goldie felizmente restregaba sus mejillas contra el pecho desnudo del hombre el cual soltó un pequeño suspiro de alivio antes de quitarse las bolsas de los brazos y abrazar suavemente a Goldie.
Imperceptiblemente, Mihawk inhaló el aroma del cabello de Goldie, permitiéndose relajarse ya que por fin había llegado a casa después de un día agotador y ajetreado entre tiendas de ropa femenina. Mihawk estaba feliz.
Estaba muy contento de haber llegado a casa.
La rubia sintió olores extraños rodeando al hombre y se restregó más a él, ¡Lo extrañó mucho! Necesitaba su dosis diaria de amor por Mihawk, amor hacia Mihawk y recibimiento de amor de Mihawk, ¡Necesitaba mostrarle lo importante que era él para ella! Realmente lo necesitaba.
Ambos se quedaron abrazados unos minutos en la entrada de la puerta antes de que se levantaran por órdenes del azabache las cuales a regañadientes Goldie aceptó, sí, ella se negaba soltarlo después de tres días sin él.
Goldie miró la ropa con gran interés mientras Mihawk las sacaba de las bolsas. Mihawk paró de desempacar las bolsas cuando vio como la cabeza de la rubia estaba atrapada en una de las bolsas y ella se removía confundida.
Una pequeña risita escapó de los labios del hombre ante las vistas de su torpe Goldie y delicadamente le sacó la bolsa de papel de la cabeza, depositando un pequeño beso en la frente de la chica la cual se sonrojó y le miró con brillitos en sus ojos, muy emocionada al sentir su corazón latir por los suaves labios del hombre tocando su piel.
Goldie frunció el ceño mientras no sabía como ponerse la ropa, mientras intentaba ponerse en los brazos la suave tela, terminó cayéndose se trasero mientras peleaba con la ropa por intentar ponérsela y finalmente miró a la puerta cerrada de la habitación.
—¡Amoooorrrr! —gimió lastimeramente la rubia con sus orejitas pegadas a su cabeza y la colita baja.
—¿Estás lista? —preguntó el azabache detrás de la puerta con los brazos cruzados.
—¿Cómo se pone la tela?
—Ropa —corrigió el azabache.
—Ropa —asintió la chica sin ser vista por el azabache el cual suspiró y entró a la habitación.
—... —bien, precisamente era uno de los problemas más grandes que había visto en su vida, Goldie se estaba poniendo los pantalones en los brazos y la polera en las piernas.
Un suspiro profundo escapó de los labios del hombre y le quitó la ropa mal puesta a Goldie mientras iba por las bragas y el brasier, necesitaba como enseñarle a ponerse primero la ropa interior y luego la ropa normal.
Mientras Mihawk le explicaba cómo ponerse la ropa a la rubia, Goldie miró atentamente todos los movimientos del azabache mientras escuchaba con toda su concentración las palabras del hombre mientras le ayudaba a ponerle la ropa y le decía como se usaba, como se llamaba y sus funciones. La rubia apoyó sus manos en las del hombre mientras intentaba subirse los pantalones en la parte del trasero.
El hombre se sonrojó levemente sintiendo como el pecho de Goldie se apoyaba contra el suyo mientras le intentaba ayudarle a subirse los pantalones en la parte del trasero. Mihawk tragó en seco levemente y luego cuando ya estaban puesto los pantalones los abrochó mientras le enseñaba como debía abrochárselos.
—Amor me duele —gimió levemente la rubia y el hombre se apartó rápidamente sonrojado mirándola levemente avergonzado y con algo de preocupación— ¡Mi colita y aquí! —la rubia se apretó los muslos y el trasero— ¡Está muy raro y duele!
—Apretado. La palabra que buscas es que la ropa te queda apretada —habló tranquilamente el azabache y miró complicadamente la espalda baja de Goldie.
Su colita estaba a unos escasos cinco centímetros de su trasero y todos los pantalones que tenían más de cinco centímetros sobre el trasero le apretarían su pequeña colita, pero si estaban bajo los cinco centímetros se le vería en trasero y se le bajarían dejando a la vista que sus bragas tampoco la cubrían mucho debido a que estaban debajo de su colita.
—Tus muslos son más gruesos que la mayoría de las mujeres —agachado, Mihawk apretó suavemente uno de los muslos de la chica fijándose como la tela del pantalón se descoció levemente al no soportarlo una pequeña presión más.
Sinceramente, era un terrible problema que Goldie tuviera muslos más rellenitos cuando la ropa de las mujeres o son shorts que no cubran nada o son pantalones terriblemente ajustados. Un suspiro escapó de los labios del hombre al pensar que tendría que aprender a coser de manera más profesional y no solo provisional, sus pantalones viejos que ya no usa o le quedan pequeños los usaría Goldie una vez los cosiera a su tamaño.
—Vas a tener que utilizar vestidos —habló el hombre y se levantó yendo a donde estaban los vestidos y estirándolos levemente—. Sácate la ropa para probarte los vestidos —Mihawk miró como ella rápidamente mandó a volar su camisa con una gran sonrisa.
La expresión del hombre se volvió una cara de póker cuando vio como Goldie luchaba con todas sus fuerzas para bajarse el pantalón, incluso le miró con los ojos levemente aguados y no tuvo más remedio que ayudarle a quitarle los pantalones los cuales parecían otra capa de piel. Mientras hacían más fuerza para quitarle los pantalones, finalmente los últimos trozos de su muslo fueron soltados del pantalón y Mihawk cayó de trasero mientras sostenía los pantalones.
—Los vestidos son lo mejor —asintió el hombre mirando como Goldie se puso fácilmente un vestido y se movía con libertad corriendo de un lado a otro extasiada y luego mirándose al espejo emocionada.
Una cara de póker nuevamente fue puesta en los rasgos afilados de hombre mientras hacía una nota mental de hacer agujeros en la ropa de la chica para que la cola de Goldie no levantase el vestido ni que sus bragas mostrasen su trasero.
Goldie con vestidito y zapatitos de charol ❤
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