XII. Cachorro
Capítulo 12
En compañía
Mihawk miró la escena delante de él con una cara neutral, sintiendo como si sus entrañas se revolvieran y como si algo le estuviera picando por dentro, era una sensación tan molesta que quería deshacerse se esa molestia de inmediato, pero ni siquiera entendía porque se sentía así al ver a su pequeña Goldie prestarle atención a alguien que no era él, se sentía casi amenazado de que su amada Goldie corriera alrededor del pelirrojo que reía divertido mirando a la bolita correr a su alrededor.
El hombre se sentía tan incomodo.
Goldie movió sus orejas para atrás cuando sintió que algo en su humano estaba mal y le miró con sus grandes ojos antes de darse la vuelta y correr hacia él, escurriéndose casi como mantequilla entre los dedos del pelirrojo que se encontraba acariciando su cabecita y corrió directo al azabache, solo para irse subiendo por sus pantalones hasta que finalmente el hombre la puso en su hombro.
La pequeña bolita amarilla empezó a olisquearlo y tocó con sus patitas acolchonadas las mejillas del hombre y empezó a restregar su mejilla contra la de él, a veces soltando pequeños ladridos para que le prestase atención o algunos gemidos quejumbrosos para que le acariciara su cabecita, lomo y estómago.
-Veo que ahora estás en buena compañía -rio entre dientes el pelirrojo mirando al azabache que había suspirado levemente antes de poner a Goldie en sus piernas y empezar a jugar con su peludo abdomen, recibiendo golpecitos suaves de las patitas de Goldie junto con algunas lamidas y mordidas suaves.
¿Cómo había llegado a esa situación?
Empecemos con el despertar del azabache, la pequeña Goldie se había levantado antes que él y lo despertó cuando sintió como las suaves patitas de Goldie presionaban sus mejillas y le lamían la punta de la nariz, eso hizo que el hombre riera roncamente por su despertar tan tierno y luego sacase a su pequeña bolita de su rostro para alistarse para el día.
Se vistió con normalidad, con una Goldie metiéndose en su ropa y luego fue a hacerles el desayuno a ambos, cosa que Goldie le miró hacer atentamente mientras se paseaba por la encimera de la cocina olisqueando todo a su alrededor al ver cosas que no veía a menos de que sea cuando las van a comprar.
Después de desayunar tranquilamente, ambos jugaron un poco, él entrenó con su espada y todo fue con normalidad hasta que recibió de la nada un golpe de un Haki tan conocido que sintió un pequeño dolor de cabeza.
El día iba tan bien.
Cuando Mihawk miró a su pequeña Goldie, él frunció el ceño al ver como su volita temblaba levemente y ladraba temblorosamente a donde venía la fuente de Haki de conquistador, con suavidad la tomó en sus brazos y le habló dulcemente al oído mientras la acurrucaba contra su pecho para que dejara de temblar asustada.
En el momento en que apareció el pelirrojo con su ruidosa banda, su pequeña Goldie empezó a ladrarle, incluso si estaba asustada ella debía "proteger" a Mihawk de cualquier "peligro", entre confrontaciones unilaterales, Goldie dejó de ladrarle al pelirrojo cuando el azabache le habló al hombre para que dejase el singular "saludo" de lado ya que tenía una pequeña compañía.
Goldie miró con curiosidad como los dos hombres parecían conocerse entre sí y, al ver que no eran una amenaza, empezó a olisquear a todos encontrando algo desagradable el olor a Sake que los rodeaba, el único que era menos notorio era sin duda el hombre de cabellos grises que tenía una cosa que olía a pólvora, lo que inteligentemente Goldie asumió que era un arma.
Después de una pequeña presentación, Goldie empezó a sentir curiosidad por los ruidosos piratas y empezó a juguetear con ellos, haciendo que los piratas se riesen divertidos a la vez que sus corazones se derritieran de ternura al ver a la pequeña bolita jugar con ellos emocionada, una cosa llevó a la otra y Goldie terminó persiguiendo a Shanks una vez se acostumbró al olor amargo y desagradable del sake.
Y si, Goldie desde el momento en que llegaron los piratas parecía que se había olvidado de la presencia del Shichibukai que la miraba fijamente en busca de cualquier error que la pudiese lastimar.
Y nuevamente, sí, Mihawk se había puesto fácilmente celoso ya que hasta la entrada de la noche Goldie no le había prestado nada de atención durante casi todo un día y eso le asfixiaba, luego de ser bañado de amor durante poco más de dos años a ser completamente olvidado era una sensación terrible.
Al menos Goldie se dio cuenta de que algo iba mal en Mihawk y corrió hacia él.
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