JungKook preparaba el desayuno, era sábado y tenía planeado un gran día con JungSeo, irían a la feria, comerían fish and chips. Sería un gran día. JungKook distinguió una expresión diferente en los ojos de su cachorro cuando este se sentó a comer sus panqueques.

— ¿No duele tu cabeza?

— Nop — Dijo el niño y siguió comiendo.

JungKook tenía clavado en la mente al médico Omega del día anterior, sus pómulos altos, su nariz de botón, esos ojos color índigo, el flequillo cayendo por su frente como una suave ola. Oh y su aroma, no podía pensar en otra cosa. Pero debía concentrarse en su día y cuidar muy bien a su cachorro.

El Alfa cargó una mochila que contenía un suéter bien abrigado para su cachorro, una gorra para el niño por sí el sol era muy fuerte, el jarabe que el doctor había recetado el día anterior, una botella de agua y un par de snacks.

JungSeo por su parte había decidido que ese lindo Omega sería su papi, él solo quería ese cariño de un padre Omega.

En la feria, después de estar en casi todas las atracciones JungKook compró fish and chips, ambos se sentaron en el puerto a comer, estaban al lado de una familia. El niño veía con curiosidad el corndog que el niño con quien jugó un poco comía. Le señaló a JungKook.

— ¿Puedo tener uno de esos? — JungKook se giró y se dirigió al Alfa, padre del niño.

— ¿Dónde compró ese corndog?

— En ese lugar — Señaló un puesto lleno de gente— Son muy buenos, le ponen mantequilla de maní a la mezcla, de hecho a todo — JungKook dio las gracias y se regresó con su cachorro.

— Hey, JungSeo, no puedes tener uno, perdón.

— ¿Por qué?

— Porque tienen mantequilla de maní y eres alérgico a las nueces — El niño comprendió. Sabía que no debía comer eso o tendría que ser llevado al hospital.

Esperen. Tenía que ser llevado al hospital donde el Omega bonito lo atendería y así su papá vería que debían estar juntos.

Así que JungSeo acabó su pescadito y después siguió jugando con el otro niño. Le pidió amablemente al niño que si le convidaba de su comida y él le daría de sus papas. El niño aceptó, así que JungSeo mordió dos veces la banderilla y tuvo que admitir que no era gran fan del sabor.

Se acercó con su papá y tomó su botecito de papas, JungKook lo detuvo y le preguntó a dónde iba.

— Él me dio de su comida, le daré papas.

JungKook tomó su mochila y cargó a su niño, repitiendo sus acciones del día anterior corrió hasta emergencias. Fue de inmediato al mostrador, contó un poco la situación y antes de acabar el Omega del día anterior apareció.

— Yo me encargo JiSoo — La enfermera asintió — Sígame — Le dijo a JungKook.

Llegaron al cuarto con el número 6, JungKook recostó a JungSeo en la camilla, vio al Omega y una enfermera empezar a moverse con rapidez. JungKook no vio cuando le pusieron suero a JungSeo, que extrañamente parecía muy feliz. La enfermera inyectó algo al suero y salió.

— Con qué te gusta venir al hospital amigo — Le dijo el Omega a JungSeo, este rió — Señor Jeon, ¿debería llamar a servicios infantiles? — JungKook sonrió pero negó.

— No, yo me distraje un segundo y mordió una banderilla — El Omega rió mientras apuntaba algunos datos en la plantilla que después le entregó a JungKook. JungSeo parecía muy a gusto en ese momento, ni siquiera se había quejado.

— Les daré de alta cuando el suero se acabe, necesito su firma ahí — Señaló la última línea de la hoja, JungKook asintió y firmó con el bolígrafo que el Omega le ofrecía.

— Gracias.

— No hay nada que agradecer, para eso estoy aquí — JungKook sonrió y el Omega se sonrojó por unos segundos, la misma enfermera que ayudó antes se asomó por la puerta y usó bastantes términos médicos, el Omega asintió— Los dejo, el trabajo llama.

Y así salió corriendo detrás de la enfermera. JungKook se volteó a ver a su cachorro quien le sonreía. El Alfa negó con una pequeña risa amenazando salir de entre sus labios. Le avisó a JungSeo que iría al baño y no debía moverse de ahí, al volver JungSeo parecía aun más feliz que antes, tenía una paleta en la mano, así que JungKook supuso que el doctor había vuelto a darle el dulce. Después de un tiempo el suero se había acabado, la enfermera le quitaba las cosas a su niño. El doctor llegó una vez más.

— Ya di el alta, pueden irse — El niño bajó de la camilla y tomó la mano de JungKook— Creo que debe de no quitarle el ojo de encima.

— Bueno, es bastante complicado.

— No le estoy diciendo que es un mal padre o algo así, nunca lo haría, no tengo cachorros no debería juzgar a nadie, además generalmente vienen los Omegas con los cachorros, así que usted suena como un buen padre y seguramente es un buen Alfa para su familia — Terminó cerrando los ojos y sintiéndose avergonzado.

— De hecho esta es toda la familia — El Omega asintió— Sólo nosotros dos — Se agachó para levantar a JungSeo, el niño se acurrucó contra JungKook— Gracias por todo, otra vez — El Omega sonrió.

— No es nada, enserio, es un placer poder ayudar y su cachorro es un buen paciente.

— Sí, él es el mejor — Se colgó la mochila — Creo que ya nos vamos.

— Sí, claro, hasta luego — Dijo antes de darse la vuelta e irse por el pasillo del hospital.

JungSeo vio como su papá se quedaba viendo por donde el Omega se había ido, así que su plan funcionaría. Al menos eso creía.

El lunes cuando JungKook salió de casa para ir al trabajo, JungSeo asomó su cabecita por el respaldo del sillón viendo a su tía Ji-Eun viendo algo en su teléfono. Decidió que era momento para pedir ayuda.

Así que se acostó boca abajo en el piso y empezó a arrastrarse hasta llegar al cuarto de su padre, se levantó y abrió la puerta. Cosa que Ji-Eun vio, pero no tomó importancia, sólo grabó a JungSeo haciéndose pasar por el peor espía del mundo, le mandó el video a JungKook y después fue a la cocina.

JungSeo tomó el teléfono que había en el cuarto de su papá, sacó una tarjeta que su tío HoSeok le había dado. Marcó los mismos números de la tarjeta en el teléfono y esperó.

— ¿JungKook?

— Nop — Entonces esa risa conocida se hizo presente para el pequeño.

— Hey Seo, ¿y tu padre?

— Trabajo, tía Eun me cuida.

— Bien, ¿así que hay una emergencia?

— Sip, quiero que TaeHyung sea mi papi.

— ¿Quién es TaeHyung? — El niño escuchó ruido, así que se metió en el armario de su papá.

— TaeHyung es doctor, es bonito.

— Okay, hombrecito no puedes elegir un Omega para que sea tu papi. El que hace esa decisión es tu padre y ni siquiera eso, es decisión del Omega.

— Ahora sé por qué tía Ji-Eun ya no te quiere — HoSeok bufó — ¿Me ayudas?

— ¿Cuál es tu plan?

— Ir al hospital todos los días.

— ¿Y cómo harías eso?

— Pegándome con algo — HoSeok rió.

— Amigo, no puedes pegarte todos los días para ir al hospital, además si vas al hospital todos los días tu papá tendrá problemas y no queremos eso.

— Cierto, entonces puedo lastimar a papá.

— No, JungSeo.

— Sí, lastimo a papá y me lastimo yo, así vamos a ver a TaeHyung, gracias tío HoSeok, adiós — El niño terminó la llamada y salió del armario. Puso el teléfono donde estaba, salió del cuarto de JungKook y volvió al piso para arrastrarse hasta llegar a la sala.

Ji-Eun rió por las acciones de su sobrino.

Cuando JungKook llegó Ji-Eun se fue de inmediato gritando un adiós y advirtiendo a JungKook que JungSeo estaba a la mitad de su baño y que no lo dejara solo.

— Hey cachorro — El niño sacudió su mano varias burbujas cayendo de su manita — ¿Fue un buen día? — Dijo echando un poco de agua en el cabello del niño, quien cerró sus ojos y su boca de inmediato.

— Sip — Dijo después.

— ¿Qué falta hacer aquí?

— Nada, tía Ji-Eun me deja nadar — JungKook rió mientras tomaba la toalla de JungSeo — No, aún no.

— Ahora JungSeo, es tarde, debes dormir.

— Pero no cené — JungKook lo hizo pararse y lo envolvió con la toalla y lo sacó de la tina.

— ¿Enserio? — El niño asintió mientras JungKook ponía la parte con las orejitas en la cabeza de su cachorro — Bien, te pondrás tu pijama e iremos a cenar.

El niño siguió las órdenes de su papá, una vez con su pijama puesta y sus pantuflas con forma de perritos fueron a la cocina. JungSeo bajó de su silla sin que JungKook se diera cuenta y se acercó a uno de los gabinetes y sacó un sartén, se escondió detrás de la isla.

— Papá — Susurró. JungKook se dio media vuelta y al no ver a su cachorro en la silla su Alfa se puso alerta.

— ¿Seo dónde estás?

— Tengo una misión — Susurró el niño.

JungKook se agachó, ya que su niño solía esconderse dentro de los gabinetes. Abrió uno por uno hasta que volteó y vio a JungSeo, quien le dio un golpe en la cara con el sartén. El niño rió y soltó el sartén de inmediato.

La nariz de JungKook dolió en demasía, no sabía por qué JungSeo lo había golpeado, pero sabía que toda esa sangre que salía de su nariz no era normal. Su cabeza dolía también.

— ¿Irás a doctor?

— Creo que es la mejor idea que has tenido Seo, ve a ponerte un abrigo — El niño asintió.

Al llegar a emergencias JungKook llenó la forma y cuando le dijeron a qué cuarto ir se levantó de la silla para seguir a la enfermera. Parecía una noche tranquila en la sala de emergencias. JungKook sentó a JungSeo en el pequeño sillón que había en cada cuarto y él se sentó en la camilla. Volteó a ver a su cachorro.

— Tú debes empezar a pensar que me puedes lastimar — El niño sonrió— No es divertido Seo, le diré a tu tía Ji-Eun que nada de dulces por toda la semana.

— Ush, nada de dulces toda la semana, ¿qué le hizo mi paciente favorito? — JungKook volteó a ver al Omega — Okay, entiendo, no dulces por una semana suena a buen castigo — Confirmó.

— Hola doctor.

— Soy TaeHyung, es la tercera vez que me ven, creo que les daré un pase de clientes frecuentes ahora — Se acercó hasta quedar frente a JungKook — Hemorragia nasal y dolor de cabeza, ¿puedes quitar el pañuelo de tu nariz?

— JungKook, soy JungKook.

— Bien, JungKook, ¿puedes hacerlo? — El Alfa quitó el pañuelo que tenía bastante sangre en él y el Omega frunció el ceño — Creo que una semana es poco — Susurró. JungKook sonrió y TaeHyung empezó a revisarlo.

En algún punto sus ojos se encontraron y ninguno de los dos apartó la mirada por algunos segundos, TaeHyung bajó la mirada y sonrió antes de apartarse, segundos después varias personas entraron con una máquina al cuarto. Tomaron rayos X de la nariz del Alfa y cuando todos se fueron, sólo quedaba TaeHyung.

— No parece que esté rota ó que el tabique se haya desviado — Dijo viendo la imagen en la pantalla — Y la hemorragia se detuvo, así que no sé qué pasó.

— Mi hijo me golpeó con un sartén, eso pasó — Entonces TaeHyung rió mientras ponía una crema desinflamatoria en la frente de JungKook y parte de la nariz.

— Creo que enserio quería el pase de cliente frecuente — JungKook sonrió — Es un buen cachorro, haces un buen trabajo.

— Gracias, ¿tú tienes cachorros? — TaeHyung negó.

— No, ni siquiera tengo Alfa, mucho trabajo para tener algo serio — JungKook asintió — Pero al parecer le puedo contar mi vida a un Alfa a quien su hijo agredió — Vio al cachorro que ya estaba dormido en el sillón.

— Es un espía.

— ¿Quieres llenar una forma de violencia familiar? — JungKook rió y negó — Es el primer paso — JungKook negó una vez más — ¿Viven lejos?

— Unos veinte minutos en bus.

— ¿El bus aún pasa a esta hora?  Puedo llevarlos, mi turno acaba en unos minutos.

— No quiero ser una molestia.

— Es parte de la experiencia de clientes frecuentes — Trató de bromear, pero JungKook negó — Vamos, es muy tarde para el bus y JungSeo está dormido, los puedo llevar, no es molestia.

— ¿No lo es?

— No, sólo iré a darte de alta, firmaré mi salida y los veo en el frente, ¿te parece JungKook? — TaeHyung se alejó, tomó la receta para JungKook y se la dio.

— Suena bien — Dijo el Alfa algo nervioso, TaeHyung asintió antes de salir del cuarto.

JungKook esperó hasta que una enfermera le dijera que se podía marchar, cargó a JungSeo y lo cubrió con su propio abrigo, ya que hacía más frío y no quería a su cachorro enfermo.

Fue a la farmacia del hospital, le dieron los medicamentos de su receta y salió del hospital. Vio al Omega, con un abrigo negro y un gorro del mismo color, recargado de un auto gris. TaeHyung le sonrió antes de abrir la puerta del asiento trasero. JungKook frunció el ceño al ver un asiento para niños.

— Es de mi hermana — JungKook asintió mientras ponía a JungSeo en el asiento — ¿Te importa si paso por algo de comida?

— No, claro que no.

Ambos subieron al auto, TaeHyung pidió la dirección del Alfa, quien la dio de inmediato, el auto estaba lleno del aroma del Omega, haciendo sentir a JungKook un poco mareado, pero de la mejor manera posible, dulce pero algo picante, era el aroma perfecto y JungKook debía admitir que estaba cayendo por el Omega.

— ¿Tú quieres algo? — Preguntó TaeHyung cuándo se formó en la línea del drive-thru de McDonald's. JungKook negó — ¿Estás rechazando el ofrecimiento de un Omega?, eso es cruel JungKook.

— No, es... ya estás haciendo mucho llevándonos a casa, es suficiente TaeHyung.

— Debes tomar tus pastillas — JungKook vio la bolsa de papel entre sus manos con el logo del hospital — ¿Has cenado?

— No.

— Bien, si no me dices qué quieres voy a ordenarte lo que me plazca — JungKook rió. Pero le dijo su orden regular a TaeHyung. Quien también compró una cajita feliz para JungSeo.

Al llegar a la torre de departamentos TaeHyung ayudó a JungKook a bajar á JungSeo del auto. JungKook agradeció una vez más provocando que el Omega se sonrojara otra vez. Era hermoso verlo de esa forma.

— Espero no verlos tanto en emergencias.

— ¿Bromeas?, tenemos pase de clientes frecuentes, no lo puedo desaprovechar — TaeHyung rió en alto.

— Cierto, cierto, bueno hasta luego JungKook.

— Hasta luego TaeHyung.

JungKook entró al edificio cargando a su cachorro y una bolsa de McDonald's en su mano. Sé dio media vuelta para ver el auto gris alejarse después de algunos segundos.