Prologo
Su delicado cuerpo yacía en la cama, las marcas de quemaduras de cigarro en su espalda se hacían presentes, estaban recién hechas. Que culpa tenía esa pobre criatura, la vida le había jugado una terrible broma. Su belleza fue lo que lo llevo hasta donde ahora se encontraba.
Jimin tan solo era un pequeño niño de 10 años, que había sido rescatado de las calles solo para terminar en un sitio peor, él hubiera preferido morir en ellas a tener que pasar al infierno en el que ahora se encontraba.
No podía mover ni un solo centímetro su cuerpo pues sentía que el menor movimiento le causaría un terrible dolor, y así era, un hombre llego hasta donde él se encontraba y de una manera cruel lo tomo del brazo tan solo para aventarlo al suelo, el pobre niño se encontraba desnudo. Profirió un quejido a lo que el hombre respondió con golpes e insultos. Le gritaba que se levantara.
-Jimin levántate pedazo de mierda.
Tomo al pequeño de sus hombros, el niño miraba con pavor a aquel sujeto, su cuerpo temblaba inconscientemente y de sus ojos las lágrimas comenzaban a escurrir. Para el pequeño fue muy difícil poder pronunciar alguna respuesta.
-Pe-pero me duele mucho –se quejó el pequeño Jimin –mi espaldita está muy lastimada.
-Me importa un carajo la que te pase, sabes cuánto dinero me has hecho perder por tus tonterías. Eso tipo estaba dispuesto a pagarme una buena cantidad de dinero pero has echado a perder mi negocio.
-Pero señor Daddy que he hecho mal esta vez –pregunto inocente el pequeño mientras lloraba.
-A ese tipo no le gustan los niños llorones como tú, por eso te castigo, porque no dejaste que te tocara.
-Señor Daddy ese hombre quería tocar partes íntimas de mi cuerpo, me obligo a desnudarme e hiso que le tocara su cuerpo –menciono llorando el pequeño.
-Ese es el punto niño estúpido, el vendrá mañana y más te vale que te comportes como es debido con él. Ahora vístete y reúnete con tus hermanos.
El hombre al que Jimin llamaba “Señor Daddy” salió de la habitación dejándolo completamente solo, poco a poco el pequeño pudo levantarse del suelo y de la misma manera lentamente comenzó a vestirse...
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