№11 - Una sonrisa bonita
Elisa
Aquello me pilló desprevenida, no lo voy a negar. Como Jimin no me había comentado nada anteriormente, que de repente aparezca su novia me dejó un poco en shock, no sé por qué.
- Hola Miyeon - le saludó Jimin que al parecer tampoco se esperaba su visita.
- Estuve esperándote toda la tarde, teníamos que seguir mirando la decoración de las mesas... - dijo ella mostrándose un poco molesta y decepcionada.
- Perdón, olvidé avisarte. Estuvimos con Jungkook y Sarah pasando la tarde en el mirador... - se disculpó Jimin pero ella me miró y Jimin reaccionó rápido - Ella es Elisa, se esta alojando aquí por unas semanas.
- Oh! Encantada Elisa, yo soy Miyeon - se presentó ella con una sonrisa. Parecía muy maja, la verdad - Y la futura esposa de Jimin - alzó su mano para enseñarme su anillo de compromiso.
¿Cómo?
Ah, que Jimin está a punto de casarse.
- Vaya... Qué gran noticia - expresé sobre lo último que anunció. No sabía muy bien como reaccionar al respecto, sinceramente me sentía un poco incómoda en ese momento. Así que, fingí un bostezo - Buah, estoy agotada... Me voy a ir a dormir... Un placer, Miyeon - dije lo último por cortesía.
- Buenas noches - me deseó Jimin sin dejar de mirarme.
¡Deja de mirarme! pensé.
- Nos vemos Elisa - se despidió Miyeon amablemente. Le devolví la sonrisa y empecé a subir las escaleras.
- Yo también tengo sueño - logré escuchar a Jimin lamentándose- ¿Podemos dejar lo de la organización de la boda para mañana?
- Pero si es un momento... - le contestó ella indignada y Jimin soltó un suspiro rendido.
Me encerré en mi cuarto, aún un poco desconcertada por lo que acababa de pasar. Decidí ponerme el pijama y me metí en la cama. Poco a poco el sueño fue invadiéndome y me quedé fritisima.
...
A la mañana siguiente, el canto del gallo me despertó a las 6 de la mañana. Era bien pronto aún pero me sentía muy motivada para afrontar el día de hoy. Me levanté de un salto y mirándome en el espejo que había encima de la cómoda, no me podía reconocer. Me sentía y me veía diferente, ya no tenía la cara tan pálida y las ojeras habían desaparecido. Me sentía más enérgica, ágil y segura de mi misma. Incluso, me veía linda.
Me di una ducha rápida y me sequé bien el pelo con la toalla. Luego me vestí, ahí recordé que en cuanto pudiese iría a comprar ropa. Me daba un poco de vergüenza estar utilizando la ropa de Suni. Aunque se lo agradecería.
El silencio reinaba la casa entera y solo se podía escuchar el crujido de las escaleras de madera cuando bajaba por ellas. Me tomé la libertad de salir a la terraza y tumbarme en una hamaca que había colgado entre dos arboles.
Qué feliz me hacían las pequeñas cosas.
Estuve un buen rato balanceandome yo sola observando el cielo. La temperatura era ideal, no hacía ni frio ni calor. Me encantaba.
- ¡Buenos días, Elisa! - paré de balancearme nada más escuchar la voz de la madre de Jimin que había salido a la terraza. Le saludé con la mano mostrandole una sonrisa.
- ¿Le ayudo a preparar el desayuno? - me ofrecí y ella asintió con la cabeza.
Me sentía muy cómoda alrededor de la madre de Jimin, era tan risueña y monisima. Para empezar me indicó que preparara el café.
- ¿Cómo te sientes? ¿Has estado cómoda estos días? ¿Necesitas algo?- me preguntó mientras ella sacaba cosas de la enorme nevera.
- Mucho - le respondí sincera. - Y no, no necesito nada. Estoy muy agradecida por todo lo que me ofreceis.
- Nos alegramos un montón - ella sonrió y me recordó la sonrisa de su hijo.
De repente escuchamos un bostezo detrás de nosotras.
- ¡Jimin! - vociferó su madre porque se había asustado. Yo la verdad es que me quedé en shock viendo como se llevaba el pelo hacía atrás con su mano.
Era la primera vez que veía alguien guapo recién despierto.
- Buenos días - saludó él aún somnoliento.
- ¿Has dormido mal? - pregunté curiosa. Negó con la cabeza mientras volvía a bostezar y encima me lo pegó.
- No, he dormido poco. Miyeon se quedó hasta las tantas organizando la boda.
- Esta muchacha se va a volver loca. No piensa en otra cosa - bromeó su madre y Jimin no escondió su risa.
- De verdad... ¡Bueno! - dio un aplauso todo motivado y nos sobresaltamos las dos - ¿Qué nos deparará hoy el día? Elisa ¿Te vas a venir conmigo a trabajar?
- Oh bueno pues - Jiyu me interrumpió.
- Hoy Elisa se queda conmigo - habló ella - Que ya veo que casi me la descuajeringas ayer con los caballos - lo decía por mis heridas.
- ¡Pero si no fue nada! ¿A que no, Elisa?
- No, simplemente salí volando del caballo - contesté bromeando y me reí mientras Jimin se llevaba la mano a la cara.
- Hoy me gustaría que me ayudara a limpiar los cuartos, esta tarde llegan nuevos huéspedes.
- Ah. Bueno, muy bien, me quedaré solo, rodeado de la caca de los caballos, limpiando y alimentando las gallinas mientras intentan picarme... - dijo dramatico y su madre rodó los ojos.
- Qué dramatico eres, hijo...
Desayunamos algo ligero, el padre de Jimin nos saludó a todos con mucho entusiasmo y se fue a trabajar en la huerta. Suni indicó que seguiría estudiando, al parecer, estaba sacandose una carrera a distancia. Según me dijo su madre, se le daba bien estudiar y seguramente Suni iría a estudiar a la universidad de la capital.
Me puse manos a la obra con la limpieza. Jiyu me indicó que empezara a limpiar los cuartos, como solo habían 4 y una era la que yo utilizaba solamente me dediqué a limpiar a fondo los tres cuartos restantes. La pareja que había cuando llegué ya se habían ido, al menos no dejaron el cuarto hecho un desastre. Quité las sabanas de la cama para ponerlas a lavar, limpié el polvo de los muebles, las ventanas, los espejos y me aseguré de no dejar nada sucio.
- Oh! Qué bien, Elisa - expresó Jiyu entrando al cuarto. Ya habían pasado unas horas desde que empecé a trabajar, al menos me había cundido bastante la mañana. - Trabajas muy bien.
- Gracias, señora Park - agradecí educadamente.
- Nono, llamame Jiyu y puedes tratarme de tú, muchacha. Hay confianza... - dijo ella riendose y yo asentí con la cabeza. - Mira, he traido sabanas limpias - me enseñó las que lleva encima y se dispuso a hacer la cama doble.
Ya que estaba le ayudé.
- Gracias, Elisa - me agradeció ella una vez habíamos terminado de limpiar y de preparar los cuartos.
- No hay de qué.
- Puedes ir a descansar por hoy, aprovecha el día tan bonito que hace y sal.
- ¿Seguro? Es muy pronto, puedo encargarme de otras tareas...- ella negó con la cabeza.
- No te preocupes, sal y disfruta.
- Muchas gracias...
La verdad es que no sabía muy bien que hacer, fui a mi cuarto y desde la ventana observé a Jimin intentando alimentar a las gallinas. Estas tenían muy mala leche y Jimin les gritaba. Me hizo mucha gracia y no pude evitar reírme. Decidí salir de la casa e ir donde estaba él.
Me estaba dando la espalda, él solo estaba concentrado en que ninguna gallina le saltara encima para picotearlo entero.
- ¡Buh! - grité detrás de él y este casi tira todo el pienso al suelo. Incluso asusté a las gallinas.
- Jope, qué susto me has dado, Elisa - dice él poniendose la mano en el pecho.
- Perdón jeje... - me reí un poco avergonzada.
- ¿Qué haces aquí? ¿Te has escapado de la señora Park? ¿Esta siendo dura contigo? Lo sé, sé que conmigo estas mejor. Yo te trato muchísimo mejor ¿Cierto?
- De hecho, tu madre es un amor - le dije y Jimin me miró mal, aunque sé que estaba bromeando. - Me ha dado libre para todo el día.
- ¡Eh! ¡Eso lo decidiré yo! Que fui yo quien le dio la idea de que trabajaras con nosotros... - manifiestó indignado y yo tuve que aguantarme la risa. - Venga, a trabajar que estas gallinas no se alimentan solas...
- Tarde, estoy de libre... - fanfarroneé y él negó con la cabeza pero al final terminó mostrándome una sonrisa.
- ¿Te apetece ir a dar un paseo por el bosque? - me preguntó y no me esperaba aquella propuesta. - Podemos ir con los caballos... Si te atreves, claro...
- ¿¡Con los caballos!?
- Venga, con lo de ayer ya aprendiste a montar y, por si acaso, a caer con estilo... Va... dale una segunda oportunidad...
- Qué miedo... pero... venga... vale.
- Dame... 5 minutos. Si en 10 no he vuelto, recuerdame como tu mejor jefe... Habré muerto picoteado por las gallinas pero quedando como un auténtico héroe...
- Pero cómo puedes ser tan dramático, por dios - solté riendome y Jimin se giró para seguir dándoles de comer.
Jimin volvió mucho antes de que pasaran 5 minutos, yo le esperaba sentada en un banquito de madera que tenían por ahí disfrutando de la naturaleza de mi alrededor.
- Vuelvo enseguida, si quieres ve yendo al establo - me informó él y le hice caso.
Entré ahí y sus caballos se alertaron de mi presencia. Los acaricié y agradecí que se sintieran a gusto, yo también lo estaba a pesar de que casi muero el día anterior. Me acerqué a Felix y lo acaricié con cariño, sabía que no lo hizo aposta, si no que yo no supe agarrarme bien y por eso me caí.
- Irás con él - dijo Jimin entrando por la puerta al verme acariciando su caballo. Observé que llevaba una cesta.
- ¿Que llevas?
- Comida, conozco un sitio muy bonito para descansar y picar algo. Te gustará.
Jimin me ayudó a preparar a Felix, este estaba muy tranquilo y lo agradecí. Me explicó todo lo importante para que no pasen accidentes e imprevistos y me ayudó a montarme.
- Sígueme - me indicó cuando él ya estaba encima de Noah, se veía tan bien... Encima, no podía dejar de sentir el corazón a 200km/h cada vez que me sonreía.
Era una sensación rara pero a la vez, me gustaba.
- Te sigo.
...♡...
aqui esta el capituloooooooooooo
un poco corto y aburrido, creo :(
aun asi espero que os haya gustado
recuerda dejar tu voto y tu comentario <3
nos vemos en el siguiente capitulo
byeeee
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