Llegamos todos juntos al parque y mi papá se acercaba con un hermoso perro, de raza Terranova, con ojos color marron, que te transmitían un amor y un pelaje lergo, oscuro y brilloso, era grande, tendría un año de edad... me enamoré a penas lo vi. Ese era mi regalo, corrí hacia el y empecé a acariciarlo
-me encantaa..va a ser mi compañero- dije sonriendo
-sabía que iba a gustarte- dice mi papá con una sonrisa burlona- ¿cómo vas a llamarlo?-
-mmm alex-dije arrodillada frente a él, sosteniendo su carita entre mis manos y mientras me miraba con esos ojitos tan tiernos típicos de un cachorro
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Llegamos a casa y prepare las cosas para el nuevo integrante de la familia mientras mis papás y hermanos salían a comprar. Me incline para levantar su plato de comida y un fuerte dolor se hace presente en mi pecho, duro poco tiempo, pero el suficiente para asustarme... me senté en el suelo esperando a que se me pasará esa  horrible sensación, como si me hubieran golpeado, lo tome como algo normal, talvez sólo era efectos de los medicamentos, o de la quimioterapia, nose, no debe ser para preocuparse...
Al verme en el suelo Alex se acerca a mi y con su hocico levanta mi brazo para que lo acaricie, acerandose cada vez más a mi, para terminar echado sobre mis piernas, y produciendo en mi una enorme sonrisa, lo acaricio y rasco su panza para que sepa que me hace felíz y el coloca su patita en mi brazo, uno de los gestos de amor más puro.
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Mis padres llegan y se sorprenden al encontrarme acostada en el piso junto a alex, el se levanta rápidamente para hacerles una fiesta al verlos, es como si lo tuviéramos desde siempre. Mi papá dijo que un amigo de lo regalo porque le dijo que son buenos acompañantes para chicos y personas que se están recuperando y la verdad q lo es..