Gente, hace poco publiqué mi primer fic de Nanoha y revelé que tenía una idea más en mente sobre ese mundo. Llegó el día en el que esa idea vea la luz, centrándome en la pareja principal de ViVid Strike.

Los rayos del sol se colaban por la ventana de la habitación de una casa en Midchilda. Sobre la cama, cubiertas por las mantas y abrazadas, dos chicas jóvenes seguían durmiendo.

Cuando la luz golpeó la cara de una de ellas, una muchacha de largo cabello castaño, esta comenzó a revolverse. Al abrir los ojos y voltear la mirada, vio a quien dormía a su lado, emitiendo leves ronquidos. Sonrió. Esa doncella de cabello blanco que la rodeaba con sus brazos era la persona más importante de todos los mundos para ella. Lo más curioso de todo era que, tiempo atrás, esa escena habría sido imposible: ambas sabían cuán fuertes eran los puñetazos de la otra.

Durante muchos años, Fuuka y Rinne estuvieron distanciadas. Diversas circunstancias crearon animosidad entre ellas, sobre todo por parte de Rinne, quien se convirtió en una luchadora despiadada e irrespetuosa, arrasando con todas sus oponentes hasta que se enfrentó a Vivio, amiga de Fuuka. La derrota fue un punto de quiebre para la peliblanca, y la subsecuente caída contra la propia Fuuka marcó el regreso a su antiguo yo. Fue gracias a eso que la distancia entre ambas chicas comenzó a decrecer.

Primero se reparó la amistad. Después, cuando tuvieron un poco más de edad, la línea fue sobrepasada.

Fuuka y Rinne se volvieron novias. Cualquier resquemor del pasado ya no existía. Ni siquiera se hacía mención a los dientes que perdió la castaña durante su confrontación. Huellas físicas, psicológicas, nada de eso quedaba, pasando de los combates en el cuadrilátero a los combates cuerpo a cuerpo en el lecho. Los golpes, convertidos en caricias, eran señal de qué sentían la una por la otra en la actualidad.

«Pensar que antes era tan diferente», pensó Fuuka, mirando con cariño el dormido rostro de Rinne. «No quiero volver a esa etapa. Nunca más».

Dejó que su amada siguiera durmiendo mientras acariciaba su cabello con delicadeza. Se jactaba de ser la única que la conocía en su faceta más pacífica, y estaba segura de que así sería hasta el final.

Como se dieron cuenta, se trata de algo bastante corto, pero mis lectores frecuentes saben que escribo muchos fics breves. Además, quise ir directo al punto y si escribo algo más, podría ser un añadido intrascendente.

A diferencia de la vez anterior, no puedo prometerles nada próximamente. Si sale una historia nueva, saldrá. Eso dependerá de las ideas que tenga.