Kirishima estaba recostado sobre tu cama mientras miraba el techo, lo habías invitado a cenar ya que tus padres estaban desesperados por verlo, era tan dulce que tus padres lo amaban y estaban fastidiando tu existencia para que te casaras con él.

Te recostaste a su lado, él aún seguía algo aturdido por saber que era crush de su crush. Se acomodaron y acariciaste con dulzura su cabello rojizo, viendo como las raíces negras comenzaban a notarse, no sabías que era teñido.

—Wow! I didn't know you dyed your hair, it's amazing —Él suspiró, no entendió completamente y asintió esperando lo mejor—. Dije que no sabía que te teñías el pelo.

—Oh, es eso —abrazó tu cintura brindando pequeñas y dulces caricias— ¿Se notan las raíces? —asentiste relajada por los cariñitos del chico.

Estuvieron envueltos en dulces caricias que los hicieron dormir y eso obligó a tu madre a tomarles mil fotografías alegando que haría un álbum para ustedes cuando se casaran.