Caminaste en tu forma normal hasta Kirishima, te sentaste a un lado de él notando como se tensaba y sus mejillas se tornaban rojas.

Sonreíste ampliamente emocionada.

—Ne~ Kirishima-kun, una "amiga" me pidió que trajera esto —dijiste.

Asintió algo decepcionado.

—¿Quién es tu amiga? —preguntó mirando el papel con no más de una frase escrita.

—Es un secreto, HONEY —dijiste recalcando la última palabra, pero no captó el mensaje.

Leyó la frase.

"Estoy más cerca de lo que crees, HONEY".

—¿Está más cerca? —murmuró pensativo.

Acercaste tu rostro al de él, volteó para darte toda su atención y al notar que estabas tan cerca no pudo evitarlo y te besó. Tus sospechas eran ciertas, pero seguirías solo para no ser menos que los demás que estaban en el grupo de románticos empedernidos, además te gustaba hacer lo que sea que estabas haciendo.

Él se separó algo avergonzado.

— L-lo siento, no es de hombres... —balbuceó, rodaste los ojos sonriéndole, besaste su mejilla y caminaste rápido para llegar a tu salón antes del toque.

—¡Diablos, senpai! —exclamó al ver que chocabas con la pared y solo huiste por el bochorno.