Kaminari te llevaba en la almohada igual que el día anterior hasta Kirishima, Jirou se burlaba de él junto a Sero y Mina, te dejó en el suelo y te bajaste corriendo hasta Kirishima. Le entregaste tu ofrenda de amor, la tomó entre sus manos viendo el dibujo de un pug obeso. 

—¿Eres tú? —preguntó con una sonrisa de emoción.

—¿Acaso estoy gorda?

—Estas obesa —miraste a Denki, salió corriendo y volviste a mirar a Kirishima.

—No, no estas gorda, eres perfecta —dijo con una gran sonrisa. 

—Eres tan bello. —Estabas sintiendo tu corazón derretirse de amor. Kirishima tomó la nota con una enorme sonrisa para leerla.

"Hay un chico que dibuja muy lindo, le pedí que hiciera esto para dártelo, al principio hizo uno deforme y chistoso, pero le pedí algo mejor y lo hizo mucho más lindo. Quería pagarle, pero dijo algo como "La llama de la juventud arde en tu interior" creo que ve Naruto, pero no importa.

Hoy te vi por la mañana y te ves muy lindo, no lo sé, simplemente me encantas mucho. Creo que puedo decir que estoy muy pero muy enamorada de ti, eres tan lindo, no puedo contigo, tan masculino y tan perfecto.

Espero que te guste el dibujo, porque a mi me encantó".

Kirishima sonrió ampliamente tomándote en brazos, te acurrucaste en su pecho, hasta que era hora de entrar a clases. Aunque no querías irte, querías pasar más tiempo con el amor de tu vida.