Tras un par de semanas de viajes, preguntando en varios sitios y buscando la información por su propia cuenta, por fin estaba allí, en aquel bosque donde le dijeron que aquella eriza vivía.

Tal y como le dijeron, avanzó por el camino que el bosque ya tenía preparado, e incluso le parece notar que los árboles movían sus raíces para abrirle el paso, aunque en ese momento poco le importaba a ella, solo centrandose en hablar con ella.

Poco después de adentrarse, se encuentra un claro con una pequeña cabaña de madera, abriéndose la puerta de esta y dejando ver a aquella famosa eriza alada -¿Puedo ayudarte con algo? -le pregunta ladeando un poco su cabeza hacia un lado.

En ese momento, los nervios se apoderan de la felina, pues si bien "había practicado" en su mente como interactuar con ella, temía ser demasiado descortés, empezando a hablar de forma nerviosa y jugando con sus manos -H-hol-la... B-bueno... H-he oído que... F-fue u-usted quien evitó un m-mal mayor hace diez años y... M-me pregunt-taba si... -la parte del final la termina diciendo más bajito, pero aún así nota como ella mueve una de sus orejas, ¿la había escuchado?

-Vamos, tranquila ¿si? No tienes por que estar tan nerviosa -le dice la eriza castaña tratando de calmarla con un tono dulce -Me imagino que algún familiar tuyo quedó con alguna secuela ¿no? Si es así, lamento no haber podido evitarlo antes, pero... -se detiene al ser "cortada" por la negación de cabeza de la felina.

-N-no, n-no es eso... Bueno, quizá podría d-decirse así... -le dice cerrando sus ojos y suspirando algo pesado -Es que... M-mi pareja y yo e-estábamos ahí y... É-él murió... -le revela bajando sus orejas y su mirada -Y yo... M-me gustaría que h-hiciera l-lo que pudiera para q-que vuelva... -le pide ahora si mirándola con lágrimas en los ojos.

Aquella petición la tomó completamente por sorpresa, bajando sus orejas y soltando un pequeño suspiro -Lo siento... Pero me temo que eso está fuera de mi alcance... -le dice regresándole la mirada.

Escuchar aquello fue casi como si le tiraran una jarra de agua fría a la felina, ¿que estaba fuera de su alcance? Había curado enfermedades mortales, devuelto a la vida bosques enteros, ¿y traer de vuelta al único ser que le importaba era demasiado para esa eriza a quien incluso consideran algunos una "diosa"?

-¿E-es que no he traído nada como algún tipo de i-intercambio? Es eso, ¿no? P-pues tome lo que quiera, hasta mi vida si es necesario, pero por favor, se lo suplíco, ¡devuélveme a Mark! -le suplica con las lágrimas empezando a rodar por sus mejillas y hasta poniéndose de rodillas.

Esa imagen no es que estuviera siendo precisamente del agrado de la castaña, bajando algo más sus orejas y acercándose para tratar de secar sus lágrimas -No no, no es eso... Pero como tú dijiste, ya lleva muerto demasiado tiempo... Y aunque pudiera, no puedo jugar con la muerte de esa forma... No está bien... -le trata de explicar para que entendiera, pero al parecer solo logra lo contrario.

-¡M-mientes!... S-seguro solo te importa tu reputación de "diosa", "heroína" o incluso de "ángel guardián", ¡¿verdad?! -le reclama poniendose de pie de nuevo con sus orejas hacia atrás sin poder detener sus lágrimas -¡Está muerto por tu culpa! Tú lo mataste porque quería hablar contigo, es eso ¡¿no?! ¡Porque algo escondes que no quieres que se sepa! -empieza a gritarle mientras sus manos temblaban aferrandose a su bolsa donde guardaba el diario con aquella nota en la que era mencionada -P-pero ya verás... Averiguaré que es lo que escondes... ¡Y te expondré a todo el mundo como el verdadero monstruo que eres! -grita antes de irse a paso rápido.

Decir que aquellas palabras no le habían dolido era imposible, pues ella comprendía el dolor de perder a un ser querido, y no solo de perderlo, sino de que tu esperanza de regresar con él se rompa en mil pedazos, pero si aquella gata queria culparla a ella de todo el mal de su vida, y al menos con eso podría seguir adelante, que así fuera -Solo deseo... Que encuentres a alguien que rellene el vacío de tu corazón... -le dice antes de que la gata desapareciera en el sendero que se dirigía a la salida del bosque, regresando así al interior de su casa.

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Ya habían pasado unos cuantos meses desde aquel día, y aquella felina morada había regresado al laboratorio que tenía junto a su pareja para recoger allí todas las muestras posibles, pues revisando en las investigaciones de Mark, había descubierto que, en relación a esa eriza, existía una muy extraña flor de pétalos grandes y blancos, pero con otros negros más pequeños que rodeaban el pistilo, lugar en el que se encontraba un poderoso veneno.

De esta forma, su objetivo se volvió encontrar esa flor, y ya que tenía que trabajar con un veneno, fue fabricando varios antídotos y, durante un tiempo, se administraba a sí misma pequeñas dosis de veneno de serpiente, concretamente de una víbora blanca que se encontró cuando apenas era un pequeño e indefenso huevo, al cual cuidó y crió desde el momento en el que salió del cascarón, desarrollando no solo un fuerte lazo con aquel pequeño, sino con las serpientes en general.

En cuanto obtuvo cierta vulnerabilidad al veneno de serpiente, y con su pequeño amigo blanco enrollado a su cuello, emprendió un nuevo viaje en busca de aquella flor.

Ese viaje la llevaría un año después a Escocia, y tras preguntar sobre alguna especie local de planta venenosa de la que se supiera poco, le indicaron que en uno de los bosques cercanos, en las profundidades del mismo, podría llegar a encontrar plantas exóticas y extrañas.

Pero lo más importante, le advirtieron que no se le ocurriera acercarse, pues custodiando el corazón de ese bosque había un monstruo que se aseguraba que nada de lo que entraba a ese bosque saliera con vida de él.

Sin embargo, ella pensó que solo sería una leyenda urbana, y sin pensárselo dos veces fue directa a ese bosque, notando como cada vez este era más y más frondoso, escuchando un suave siseo a su lado.

-Tranquilo Venom, no pasa nada ¿si? Ya nos hemos metido en muchos bosques, y solo existe un monstruo en este mundo que no esta aquí -le asegura a la serpiente acariciando su cabecita, moviendo sus orejas y deteniéndose al escuchar a alguien acercarse -¿H-hola? -pregunta mirando a su alrededor.

Cuando mira al frente de vuelta, nota una figura que se acercaba a ella, pero que no podia ver bien al estar entre la maleza, dando un paso atrás al notar claramente que era un erizo, pensando que era aquella alada quien estaba allí.

Sin embargo, sus nervios parecen irse de repente al notar que no era ella, sino un lobo anaranjado al que, solo con verlo, todo a su alrededor había desaparecido, como si ahora en el mundo solo existieran ella y aquel desconocido.

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Holiiiis(?

Hoy amanecí productiva, y bueno, digamos que ya era hora de presentar públicamente a la loquita obsesivo-compulsiva de Floraclis :3

Así que, aquí tienen su presentacion "formal" con una mini-historia para cierto contexto :3

Igualmente, cualquier tipo de duda que tengan sobre el personaje me lo pueden dejar por aquí y yo con gusto respondo.

Y ahora... Mejor me voy a continuar con la bida adulta :'D (no crezcan niños, crecer es un asco)