Besos...

Algo tierno cuando se lo das a tu alfa o omega predestinado, algo soñado cuando lo recibes con pasión, algo único cuando lo tienes por primera vez.

Y una buena forma de ganar dinero, como se le ocurrió una noche a Park Jimin.

Bueno, empezemos por el principio.

Era una noche fría de septiembre cuando una pequeña escuela de Seúl organizó una feria con el fin de recaudar fondos para sus equipos extracurriculares.

Habían varios puestos repartidos a lo largo de un parque en dónde los estudiantes se disponían a atender diferentes puestos, ya sean de juegos, exposiciones o comida.

En uno de estos, el que pertenecía al equipo de baile más específicamente, se encontraba Park Jimin junto a sus amigos.

El pequeño omega pelirrosa no dejaba de quejarse y con razón, su puesto era un auténtico desastre, la caja donde guardarían el respectivo dinero se encontraba vacía y las salchichas que vendían seguían intactas.

_No lo entiendo, Taehyung, ¿por qué no vendemos nada? _Protestó Jimin mirando fuera de su puesto.

_Será porque las salchichas que hizo SeokJin saben a vómito _Respondió su amigo Taehyung mirándose en su espejo de bolsillo y comprobando que su cabello rubio este perfecto.

_¡Oye! Yo no tengo la culpa, culpa a la abuela de Jimin _Señaló SeokJin, un castaño más alto, fastidiado_ .Ella me dió la receta.

_¿Te dignas a meterte con mi compadeciente abuelita? _Jimin coloca ambas manos en su cintura.

_¡Chicos, un cliente! _Taehyung alertó indicando a un beta bajito.

El pelirrosa abrió sus ojos y desvío su atención al recién llegado.

_¡Hola! _Jimin casi se abalanzó sobre el pobre sujeto_ ¿Quieres una banderilla?

_P-perdón, sólo quiero saber dónde está el baño _El beta balbuceó con miedo de la cercanía de Jimin.

El omega bufó y señaló a su derecha mostrando cansancio.

Las personas iban y venían, compraban lo primero que les llamaba la atención, pero nunca se detenían en ellos. La gente se amontonaba principalmente en el puesto de hamburguesas ubicado en frente de ellos, el cual pertenecía a Namjoon y Hoseok, otros alfas bastante populares.

_¿Cómo va tu puesto Jimin? _Namjoon preguntó burlón_ .Te vez agotado de tanto perseguir a los clientes.

Hoseok chocó los cinco con Namjoon al ver la cara de Jimin ponerse roja del enojo.

_¿Por qué no se meten en sus asuntos? _Jimin reclamó altanero.

_Tienes razón, no tenemos tiempo, con tanto trabajo _Hoseok sonrió mientras le entregaba una hamburguesa a una chica_ .Oye, dulzura, ¿por qué no vienes con nosotros y dejas a esos fracasados? _Se dirigió a SeokJin.

SeokJin rodó sus ojos.

_En tus sueños _El castaño dijo asqueado.

_Veremos si dices eso cuando seamos el puesto que más recaude dinero _Namjoon desafió.

_Ese seremos nosotros _Sentenció Jimin.

Solo debía pensar en algo, en algo extra que atraiga a los clientes.

Volteó hacía sus amigos, SeokJin se limaba las uñas y Taehyung se retocaba su bálsamo. Tampoco es que sus compañeros se esforzaran mucho en este trabajo, él era el que llevaba la carga en su espalda.

Cabe destacar que ambos eran los omegas más guapos de la escuela, tenían a la mayoría de alfas cortejándolos y la verdad, Jimin le encontraba sentido.

Taehyung era bello como un muñeco de aparador y agradable hasta con los perros, no había forma en la que no se pudieran sentir atraídos por su cálida personalidad.

SeokJin, por el contrario, era tan precioso como inalcanzable. Era como un sueño imposible para los estudiantes.

Y luego estaba Jimin...

El típico alumno que nadie soportaba en su salón, con notas impecables y perfeccionista a más no poder. Por el contrario de sus amigos, no era la figura más deseada por los alfas, sus mejillas abultadas no eran realmente apreciadas.

¿Y como esos chicos se hicieron amigos?

Tres palabras: Equipo de baile.

Jimin haría lo que fuera por su equipo, lo amaba. Por eso se había ofrecido como voluntario para juntar el dinero que sería destinado a la compra de uniformes para la competencia estatal.

Él era el cerebro del grupo, debía pensar en un plan que recaude dinero y que de paso le borre la sonrisa de la cara a Namjoon.

_Hoseok en serio está loco por ti _Taehyung comentó con picardía desde la banqueta en la que estaba sentado.

_Ni por un millón de dólares le haría caso _SeokJin negó como siempre en modo diva.

_Tal vez si te comprara diez salchichas al menos le darías un beso _Taehyung señaló divertido.

Jimin río, pero en seguida se detuvo en blanco.

_Taehyung, repite eso _Jimin apuró.

_¿Qué parte? _El rubio frunció el ceño.

_¡Lo que acabas de decir! _El pelirrosa exclamó impaciente.

_Dije, ¿qué parte?

_¡Antes de eso!

_Oh, dije que Hoseok compraría todas las salchichas con tal de que SeokJin lo bese.

_¡Taehyung, eres un genio! _Jimin lo tomó de los hombros.

_¿Yo por qué? _Inclinó su cabeza.

_Creo que tengo una idea para sacar adelante este puesto _Jimin sonrió.

_¿Cómo? _SeokJin saltó en su lugar.

Jimin sonrió de lado, tomó el bálsamo sabor fresas de Taehyung y colocó un poco en los labios grandes y rosados de SeokJin.

_¿Qué haces? _Ambos preguntaron.

_Atraer clientes _El omega bajito subió y bajó sus cejas.

...

Namjoon llegó con otras veintes cajas de hamburguesas con una expresión de victoria en su cara, era muy reconfortante ganarle a Park, su rival número uno en calificaciones, sin embargo su sonrisa se cayó al presenciar el tumulto de alfas que hacían fila en el puesto de dicho omega.

_¿Qué carajos? _Expreso en voz alta y se reunió junto a Hoseok.

_Lo sé, nos están ganando _Dijo cruzado de brazos.

_Pero, ¿c-cómo es posible? _Balbuceó el alfa_ .¿A caso se están desvistiendo o qué mierda?

_Velo por ti mismo _Hoseok dirigió su mano al frente y le mostró el cartel pintoresco que había colocado Jimin.

"Tres salchichas+ un beso en la mejilla"

Namjoon frunció el ceño al leer aquello.

¿A caso ellos estaban besando a extraños por dinero?

¡Se estaban vendiendo!

Maldita sea, y les estaba yendo realmente bien.

_¡Mierda! _Maldijo Namjoon y su puño que se suponía debía impactar en la mesa, termino hundiéndose en una hamburguesa.

_Namjoon _Hoseok le tocó el hombro_ ,tu mano está en la...

_¡Ya sé! _Le gritó paranoico.

Del otro lado, en el puesto de los omegas, un Jimin sonriente le ponía aderezo a tres banderillas, las colocaba en una caja acompañada de una servilleta y se las entregaba a la cantidad de clientes que se amontonaban.

Tal vez pensarían que las salchichas eran las que los volvían locos, pero en realidad eran el par de omegas bien vestidos y de gran de belleza junto a él, los cuales cada vez que les compraban les daban un suave beso en la mejilla a cada cliente.

Y por supuesto estando en un ambiente juvenil lleno de hormonas y que SeokJin y Taehyung eran los más deseados, imposible no tener éxito.

_Aquí está _Jimin le entregó la banderilla envuelta a un alfa, el cual no tardó en ir hasta SeokJin y Taehyung.

Taehyung lo miro y decidió ser el quien lo bese, despacio acercó sus labios y beso la sonrojada mejilla del alfa. El mismo se fue feliz con la vida como si hubiera ganado la lotería.

_Vaya, no pensé que podríamos sacarle tanto provecho a nuestra belleza _Taehyung se sorprendió.

_A mí me sorprende que no se nos haya ocurrido antes _SeokJin río y repartió unos besos a dos alfas.

Jimin sonrió, pero se amargó al notar al mismo alfa hacer fila.

_Jungkook, ¿tú de nuevo? _Jimin recriminó a su compañero de Inglés.

_Es que las salchichas son muy buenas _Hizo un puchero el menor.

_Sí, las salchichas _Jimin miro de reojo a SeokJin y Taehyung causando un sonrojo en Jungkook.

El pequeño alfa recibió su banderilla y tímido se acercó a SeokJin y Taehyung.

Ellos compartieron una mirada cómplice, se acercaron y besaron ambas mejillas de Jungkook, SeokJin la izquierda y Taehyung la derecha.

El alfa estaba que explotaba de lo rojo que se encontraba, su interior chillaba de emoción cuando se alejaba del puesto.

_Creo que Jungkook soñará cada noche con este momento _Jimin comentó.

_No lo dudo _SeokJin río.

_¿Cómo vamos con el dinero? _Taehyung volteó hacía el rubio.

_Nada bien _Jimin formó un puchero fingiendo tristeza_ ,para los otros puestos, nosotros somos los mejores. ¡Miren todos estos billetes! _Jimin les mostró la caja que desbordaba dinero.

_Con eso, podemos comprar bastones y toda la cosa _SeokJin sonrío y abrazo la caja_ ¡Ganaremos la competencia!

Los tres chocaron los cinco y comenzaron a contar el dinero.

Estaban en eso, cuando un alfa pálido de cabello negro se acercó al puesto con curiosidad.

_Agh, es Min Yoongi del club de Música. Taehyung, tu turno _SeokJin codeó al mencionado.

_Pero, mis labios ya se cansaron _Protestó el rubio, pero cedió ante la mirada retadora del mayor_ .Bien, yo beso al emo _Dijo refiriéndose al aspecto del cliente, ropa negra y mirada fría.

Sin más, Taehyung se sentó en la banqueta nuevamente y Jimin se dedicó a atenderlo.

_Buenas noches _Saludó sonriente_ ¿En qué puedo ayudarte?

_¿Es verdad lo que dice ese cartel? _El tal Yoongi señaló el cartel de letras coloridas.

_Sip, si compras tres banderillas, recibirás un beso en la mejilla. Claro, sólo si quieres _Jimin se encogió de hombros.

_¿Cuántas salchichas debería comprar por un beso en los labios? _Preguntó Yoongi como si nada.

Jimin balbuceó por unos segundos sin tener idea de que responder.

_¿Un qué? _Interrogo para ver si sus oídos no lo engañaron.

_Un beso en los labios _Repitió el alfa desinteresado.

Jimin miró a todos lados sin saber dónde meterse.

_Espera, d-debería preguntarle a Taehyung si él...

_No quiero un beso suyo, no es mi tipo.

Taehyung abrió su boca y cruzó sus brazos sobre su pecho ofendido al oír eso.

_Quiero que tú me lo des _Declaró Yoongi mirándolo fijo a los ojos.

Ahora sí, Jimin palideció, los vellos de su nuca se erizaron al oír quello. Sonrió, pensando en que era una broma, no obstante, la expresión seria del chico le indicaba que era en serio.

_¿De verdad? _Expresó con los ojos abiertos.

_Pues si.

_P-pero yo me encargo sólo de vender _Sonrío nervioso.

_Está bien, adiós _Yoongi hizo el ademán de irse.

_¡No, no, espera! _Jimin lo llamó repetidas veces hasta que el alfa dió media vuelta hacía él_ .Dame un segundo.

El omega fue apresurado hasta sus amigos y les contó la situación.

Yoongi lo veía con atención mientras el pequeño se movía histérico y lo señalaba de forma "disimulada". Frunció el ceño extrañado por su actitud.

Desde que había llegado, la mirada del alfa no se había apartado del omega pelirrosa, les causaban mucha ternura sus mejillas infladas y la forma en la que corría de aquí para allá llevando y trayendo cajas de banderillas.

Y cuando leyó aquel cartel, no se resistió a aprovechar aquella oportunidad para probar aquellos labios rosas realmente irresistibles.

Yoongi era una persona que se tomaba las cosas con calma, no le molestaba gastar todo su dinero en salchichas con tal de obtener un beso de ese omega.

Pero por otro lado, Jimin moría de nervios, no sabía que hacer.

_¿Debo aceptar? _Jimin sacudió sus manos alterado a más no poder.

_Jimin, es tu decisión _Respondió Taehyung.

_Sí, no lo beses si no quieres _SeokJin se encogió de hombros.

Jimin mordió sus uñas pensando en las posibilidades.

Faltaban unos minutos para que el evento acabe, la cantidad de gente se estaba reduciendo y aún quedaban cien banderillas por vender. Él podría ser su último cliente. También estaba el hecho de que sus compañeros besaron a decenas de extraños en la mejilla esta noche, tal vez el podría hacer un sacrificio y besar a un alfa en los labios.

_Está bien, lo haré _Jimin afirmó con determinación.

_¿Seguro? _Taehyung cuestionó.

Jimin asintió sin dar lugar a la duda, giro sobre sus pies y volvió junto a su cliente.

_Dejaré que me beses sólo si compras cien banderillas _Negoció el pelirrosa, pensando en su interior que el alfa no aceptaría.

Vamos, un beso suyo no valía tanto, no valía ni siquiera la mitad de una salchicha.

_Está bien _El alfa se encogió de hombros.

Jimin abrió y cerró su boca aún sorprendido por la actitud del pelinegro.

¿Por qué a él? ¿Por qué aún cuando tenía la opción de besar a los omegas más calientes del instituto lo había elegido a él?

_Está bien _Jimin habló en modo recalculando.

Después de unos minutos en el que Jimin estuvo apilando las cajas y cajas de banderillas que le vendería, más que nada usándolo como pretexto para ganar tiempo, no tuvo de otra más que enfrentar a Yoongi.

SeokJin y Taehyung miraban la escena expectantes, mientras que Yoongi extendía su mano hacía Jimin en dónde había un gran fajo de billetes.

"Carajo, eso sí es un cliente", pensaba SeokJin.

Jimin guardó el dinero en la caja esquivando los oscuros y penetrantes ojos del alfa. No quería admitirlo pero Yoongi era realmente atrayente con esa piel blanca que constrataba con su cabello negro y esos labios finos, pero al mismo tiempo muy deseables, al menos lo eran para el omega.

La verdad era que Park tenía miedo que el beso termine por gustarle, pero a Yoongi no.

Jimin dió un paso hacía adelante y colocó sus manos en el mostrador, dándole el sí a Yoongi para que lo haga.

Yoongi sonrío mostrando sus encías, algo que volvió loco al omega de Jimin. Su sonrisa era preciosa.

Sin más, el pelinegro lo tomó de la nuca y unió sus labios con los del pelirrosa. El beso era lento, Yoongi movía sus labios disfrutando de la suavidad y esponjosidad de los contrarios, tenían un leve sabor a fresas que los volvían aún más perfectos.

La primera reacción de Jimin fue quedarse helado y dejar que Yoongi lo guíe, sin embargo, a los segundos se dejó llevar y envolvió sus manos en la pequeña cintura del alfa. Disfruto de cada toque de su lengua, de cada roce y hasta se animó a mordisquear su labio inferior algo tímido.

Pronto la respiración les faltó y no tuvieron otra opción más que separarse. Al hacerlo, ambos formaron una sonrisa tímida sin recordar que la mano de Yoongi seguía en la mejilla de Jimin y la del mismo en la cintura del alfa.

Decidieron ignorar al par de omegas que chillaban de alegría detrás de ellos.

_¿Cuántas banderillas debo comprar para que me des tu número? _Yoongi levantó una ceja.

_Es gratis _Jimin mordió su labio inferior.

_¿Así? _Yoongi frunció el ceño

_Bueno, sólo para ti _Jimin murmuró tímido.

Yoongi sonrió para después volver a besar a Jimin.

Ninguno pensó que su historia de amor empezaría nada más y nada menos en un puesto de besos.